Santa Afra
De Enciclopedia Católica
En el siglo VI en su poema sobre San Martín, Venancio Fortunato, obispo de Poitiers, también menciona a Augsburgo como su lugar de sepultura (Vita S. Martini, IV, 642 sq.; Pergis ad Augustam quam Virdo et Lica fluentant, Illic ossa sacræ venerabere martyris Afræ). Existen ciertas actas del martirio de Santa Afra (Acta SS., II, agosto, 39 ss.; ed. Krusch en Mon. Germ. Hist.; SS. RR. Merovingic., III, 56 sqq.), en opinión de muchos críticos no algo muy coherente en su totalidad, sino que se da una compilación de dos diferentes narraciones, una la historia de la conversión de Santa Afra y la otra la historia de su martirio. El origen de la primera es posterior y no posee credibilidad histórica, constituyendo meramente una narración legendaria de la época Carolingia, escrita con la intención de hacer participar a Santa Afra en la organización de la iglesia en Augsburgo. Cuenta que los abuelos de Afra llegaron procedentes de Chipre a Augsburgo y que allí fueron iniciados en la adoración de la diosa Venus. Afra fue entregada como prostituta al servicio de la diosa por su propia madre Hilaria o Hilara.
Durante la persecución de Diocleciano, Narciso, Obispo de Gerundum en España se refugió de sus perseguidores en Augsburgo y encontró asilo en el hogar de Afra. Por sus esfuerzos, la familia se convirtió al cristianismo, y fueron bautizados. Al partir Narciso ordenó presbítero (u obispo) al hermano de Hilaria llamado Dionisio. Esta historia del martirio de Afra termina mencionando que su mamá y tres doncellas de Afra (Digna, Eunomia o Eumenia, y Eutropia o Euprepia), quienes después que los restos de la mártir fueron colocados en su tumba, ella también sufrieron martirio siendo quemadas. La segunda parte de las “Actas de Afra”, que tratan de su juicio y muerte (Ruinart, Acta Sincera, 482-484, Ratisbon, 1859), es más antigua. Según Duchesne data de finales del siglo cuarto o principios del siglo V. Por tanto puede haber preservado, no solo el hecho del martirio sino también detalles confiables relativos a la Santa y a su muerte. En esta narración, se menciona solo a Afra, y no existen rastros de aquellas exageraciones y embellecimientos fantásticos que caracterizaron las leyendas posteriores de los mártires.. Según este Passio, Afra (ver Actas de los Mártires) fue condenada a morir quemada porque se confesó cristiana, y se rehusó a participar en ritos paganos. Fue ejecutada en la pequeña isla del río Lech y sus restos fueron sepultados cerca del lugar de su muerte. El testimonio de Venancio Fortunato señala que su tumba fue objeto de gran veneración durante el siglo sexto. Sus restos permanecen hasta ahora en Augsburgo en la iglesia de los Santos Ulrico y Afra, al lado de la cual se levanta una famosa abadía Benedictina. Su fiesta se celebra el 7 de agosto.
Fuente: Kirsch, Johann Peter. "St. Afra." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 3 Nov. 2009 <http://www.newadvent.org/cathen/01180b.htm>.
Traducido por Ana Laura Cox Zapater