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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Himnos del Rosario en el Breviario

De Enciclopedia Católica

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El oficio propio concedido por León XIII (5 de Agosto, 1888) a la fiesta contiene cuatro himnos que, debido a la gran devoción del Pontificio al Rosario y su habilidoso trabajo en el verso del Latín clásico, fueron consideradas las composiciones propias del propio Santo Padre por algunos críticos. Sin embargo, han sido rastreados hasta el Oficio Dominico publicado en 1834 (ver Chevalier, “Repertorio Himnológico”, bajo los cuatro títulos de los himnos) y fueron después concedidos a la Diócesis de Segovia y Venecia (1841 y 1848). Su autor era un cliente piadoso de María, Eustacia Sirena. Exclusivo de la doxología común (Jesu tibi sit gloria, etc) cada himno contiene cinco de estrofas de cuatro versos de simetría diyámbica clásica. En el himno para la Primera Víspera (Coelestis aulae nuntium) se celebran los cinco Misterios Gozosos, y a cada misterio le corresponde una sola estrofa. De la misma manera el himno Matinal (In monte olivis consito) trata con los cinco Misterios Dolorosos y para las Laudes (Jam morte victor obruta) con los cinco Misterios Gloriosos. El himno de las segundas Vísperas (Te gestientem gaudiis) mantiene la forma simétrica al tres estrofas a una recapitulación de los tres juegos de misterios (Gozosos, Dolorosos y Gloriosos), que tienen como prólogo una estrofa que reúne a los tres y dedicando un quinto a una invitación poética para tejer una corona de flores del “rosario” para la Madre del amor justo. La compresión de un solo misterio dentro de una sola estrofa puede ser ilustrada por la primera estrofa del primer himno, dedicado al Primer Misterio Gozoso:

Colelestis aulae nuntius, Arcana pandens Numinis, Plenan salutat gratia Dei Parentem Virginem.

“El mensajero del Palacio Celestial, Enviado para revelar el plan secreto de Dios, La Virgen saluda como llena de gracia Y Virgen Madre de Dios hecho Hombre” (Bagshawe).

La primer estrofa (o prefacio) de los cuatro himnos resumen los tres juegos de misterios:

Te gestientem gaudiis, Te sauciam doloribus, Te jugi amictam gloria, O Virgo Mater, pangimus.

La compresión aún mayor de los cinco misterios en una sola estrofa puede ser ilustrada por la segunda estrofa de este himno:

Ave, redundans gaudio Dum concipis, dum visitas, Et deis, offers, invenis, Mater beata, Filim.


“Salve, llena de gracia en cuerpo y alma Concibiendo, visitando o cuando Tú llevas a dar a luz, lo ofreces y encuentras a Tu Hijo en medio de los hombres doctos”.

El Arzobispo Bagshawe traduce los himnos en su “Himnos Breviarios y Secuencias del Misal” (Londres, s. D., pp. 114-18). Como en la ilustración citada de una de estas, la estrofa (en todos los himnos) solamente dos rimas, siendo el propósito del autor “mantener lo mejor posible el sentido del original, sin agregar de uno o sacar de otro” (prefacio). La otra ilustración de una estrofa de rima completa es tomada de otra versión de los cuatro himnos (Henry en la “Revista del Rosario”, Oct 1891). Las traducciones al verso francés han sido proporcionados por Albin, “La Poési du Bréviare con un pequeño comentario, pp. 345-56.


H.T. HENRY Transcrito por Michael C. Tinkler Traducido por Alma del Rosario Guerra