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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Literatura Alemana

De Enciclopedia Católica

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Desde el más antiguo periodo pre-cristiano al año 800 d.C

No hay documentos escritos anteriores al siglo VIII en ninguna lengua germánica. La traducción gótica de la Biblia por el obispo Ulfila, en el siglo cuarto, no pertenece a la literatura alemana. Se sabe por Tácito que los antiguos germanos tenían una poesía no escrita, que entre ellos ocupaba el lugar de la historia. Consistía en himnos en honor de los dioses o cantos conmemorativos de los hechos de los héroes. Tales himnos se cantaban por en coro en las ocasiones solemnes, acompañados por danzas. Había también canciones, no corales, cantadas por los juglares ante los reyes o los nobles, canciones de alabanza, encanta, encantamientos y acertijos. Durante el gran periodo de las migraciones la actividad poética recibió nuevos impulsos. Nuevos héroes, como Atila (Etzel), Teodorico (Dietrich), y Ermanrico (Ermanrich), salen a escena; La tradición confunde sus con las de los héroes más antiguos, como Sigfrido. Elementos míticos e históricos se mezclan y surgen así los grandes ciclos de las sagas, que más tarde forman la base de la épica nacional. De todas ellas, la más famosa fue la saga de los Nibelungos, extendiéndose a todas las tribus germánicas. La más antigua leyenda de la muerte de Sigfrido se combinó con la destrucción histórica de los burgundios (borgoñones) por los hunos, en 435, y proporciona un momento típico de formación de las sagas.

De toda esta poesía pagana casi nada ha sobrevivido. La colección de Carlomagno que estaría formada por antiguas canciones heroicas, ha perecido. Todo lo que se conoce son los "Merseburger Zaubersprüche," dos canciones de encantamiento conservadas en un manuscrito del siglo décimo y el famoso "Hildebrandslied," un fragmento épico que narra un episodio de la saga de Dietrichm, el trágico combate entre padre e hijo, que fue escrito después del año 800 por dos monjes de Fulda, en las tapas de un manuscrito teológico. La prueba que aportan estos fragmentos así como la literatura de "Beowulf" y los "Edda," parece indicar que la más antigua poesía germánica era considerablemente numerosa y de no poco mérito.

El antiguo periodo alto alemán (c. 800-1050). El cristianismo y su influencia.

Entre los años 500 y 700 ocurrió el cambio fonético en el alto alemán que dividió los dialectos del sur, Alto Alemán, de los del norte, Bajo Alemán. La historia de la literatura alemana se ocupa principalmente con los documentos o monumentos del alto alemán. De hecho, hasta el final del Medievo, el sur alemán ocupa el lugar principal en la producción literaria.

Los godos, primera tribu germana convertida, abrazaron el cristianismo en la forma de arrianismo. Pero pronto dejaron paso a los francos, que se convirtieron en dominantes y la conversión de su rey Clovis (Clodoveo) al cristianismo en 496, fue de un importancia decisiva. La conversión de Alemania, llevada a cabo vigorosamente desde el siglo octavo por misioneros irlandeses y anglosajones, sobre todo S. Bonifacio (m.755), fue completada cuando Carlomagno (m. 814) obligó a los paganos sajones a someterse a su autoridad y ser bautizados y unió las tribus germanas bajo su dominio. El cristianismo quedó firmemente asentado por él y sus sucesores. El clero se convirtió en el depositario del saber; los nuevos monasterios y sus escuelas, sobre todo las de Fulda y S. Gall, se convirtieron en centros del cultura. El lenguaje de la Iglesia era el latín, pero la enseñanza y la predicación había se hacerse en el idioma vernacular. La prosa que surgió para este propósito es solo de interés lingüístico. La poesía era de carácter exclusivamente cristiano. Ejemplo son "Wessobrunner Gebet"y "Muspilli," este último un poema aliterativo sobre la destrucción del mundo; ambos son del siglo noveno.

La Iglesia, naturalmente, se opuso a los antiguos cantos paganos intentando suplantarlos por poemas cristianos. Así surgió la antigua épica sajona "Heliand," compuesto entre 833 y 840 por un poeta desconocido, por sugerencia del rey Ludovico Pio (Luis el Piadoso). Está escrita en Bajo Alemán y es el último gran poema en verso aliterado. La historia del Redentor se cuenta aquí desee un punto de vista completamente germánico, que concibe a Cristo como un suave pero poderoso jefe y a sus discípulos como sus vasallos o feudatarios. El mismo tema se tarta en el "Evangelienbuch" de Otfried, monje de Weissenburg, primer poeta alemán conocido por su nombre. Se terminó hacia 868 y se dedicó a Luis el Germano. Aunque no posea el mérito literario de "Heliand," es de la máxima importancia porque introduce definitivamente en la ¡poesía alemana el principio de la rima, que ya era familiar en los himnos latinos de iglesia . la rima fue también utilizada por el autor desconocido de "Ludwigslied" para celebrar la victoria sobre los hombres del norte en Saucourt (881). Este el único canto del periodo que no tiene un carácter exclusivamente religioso, aunque su autor fue probablemente en clérigo.

Durante los siglos IX y X la poesía alemana fue negligentemente abandonada; en las cortes de los sajones (919-1024) y de los emperadores franconianos (1024-1125) y en los monasterios se cultivó casi exclusivamente el latín, surgiendo así un cuerpo de poesía latina entre os que sobresalen como ejemplos más notables en siglo diez "Waltharius" (Waltharilied) de Ekkehard, un monje de S. Gall ( m. 973), "Ruodlieb" (1030), y "Ecbasis Captivi" (c. 940). "Waltharilied" relata una antigua saga de los burgundios de espíritu totalmente alemán, mientras que "Ecbasis" es el más antigua épica con animales épicos que nos ha llegado. Los dramas latinos de la monja Roswitha (Hrotsvitha) apenas puede decirse que pertenezcan a la literatura germana.

El gran maestro en prosa alemana de este período fue Notker III, de sobrenombre Labeo (Alrededor de 952-1022), cabeza de la escuela conventual de S. Gal. Sus traducciones de Boecio, Aristóteles, Marciano Capella y especialmente del Psalterio, son los mejores ejemplos de la prosa alemana hasta el siglo XIV.

El periodo de la caballería y las Cruzadas (1050-1300). Poesía alemana medio alta.

En el siglo XI, bajo la influencia del movimiento reformista proveniente del monasterio borgoñón de Cluny comienza a dominar en la literatura un espíritu de duro ascetismo. La iglesia en su lucha contra el emperador se vuelve de nuevo hacia el pueblo para realizar las reformas de Gregorio VII y aunque los poetas del principios de este período, era casi exclusivamente clérigos, al menos escribían en alemán. La literatura que producen consiste sobre todo en versiones rimadas de historias bíblicas y otros temas sagrados y está representada por el “Trova de los milagros de Cristo” de Ezzo, la paráfrasis del Cantar de los cantares de Williram (ambos c. 1060), y los poemas de Frau Ava. Algunos de los mejores poemas del momento se inspiraban en la devoción a la Virgen María, como “Driu Liet von der Maget" del sacerdote bávaro llamado Wernher (c. 1170). Es estos cantos hay una tendencia inequívocamente alemana hacia el misticismo. Un producto muy notable de la época, el medio legendario "Annolied," un poema del arzobispo Anno de Colonia (m. 1075). La “Kaiserchronik" (c. 1150), un largo poema que narra la historia del mundo y presenta una extraña mezcla de leyendas y conocimientos históricos. La amarga hostilidad del espíritu ascético hacia la vida mundana halla su expresión en la mordaz sátira de Enrique de Melk (c. 1160). Pero la ascética iba perdiendo terreno; bajo la influencia de las Cruzadas el prestigio de la casta caballeresca iba creciendo sin pausa. Era necesario llegar a un compromiso con el espíritu secular y los poetas clericales, para mantener su audiencia y poder competir con los juglares tenían ahora un recurso a temas mundanos. Y buscaron sus modelos en Francia.

Un sacerdote llamado Lamprecht compuso el "Alexanderlied" (c. 1130), mientras que un sacerdote de Ratisbona, llamado Konrad, escribió el "Rolandslied" (c. 1135). En ambos casos los autores se nutrieron en los originales franceses. Los juglares volvieron a estar de moda. Hay un cierto número de épicas populares de este período, entre las que sobresale "König Rother" (c. 1160). El tema es una antigua saga germánica y el papel que juega el oriente, Constantinopla en este caso, indica el influjo de las Cruzadas. Aun se nota más la afición por el oriente en "Herzog Ernst" (c. 1190), donde el héroe histórico, el duque Ernesto II de Suabia (m. 1030), es representado como un peregrino a Tierra Santa y el tema de las aventuras maravillosas en el Lejano Este. De este período son también los primeros poemas épicos sobre animales, como "Reinhart Fuchs," de Heinrich der Glichesaere (c. 1170).

El reinado de los Hohenstaufen (1138-1254) señala la primera gran época clásica de la literatura germánica. Muchas causas contribuyen al renacimiento literario: Las Cruzadas inspiraron nuevos fervores a la vida religiosos. Muchos miles de caballeros alemanes siguieron al rey Conrado III en la cruzada de 1145-47. Esto les puso en contacto por una parte con el oriente u su riqueza de relatos maravillosos y por otra parte con sus vecinos más cultos, los franceses, cuyas pulidas manera y costumbres adoptaron ávidamente. La Caballerosidad, una institución de origen y espíritu esencialmente romance, dominó la vida social de la época. El cultivo de la poesía pasó a sus manos, dejando de ser el clero el único proveedor del saber y la cultura. Los poetas de este tiempo son, en general, de rango caballeresco. Muchos de los caballeros más pobres dependían de la generosidad de los patrones principescos, como el Landgrave de Turingia o los duques de Austria. Las únicas clases de poesía cultivada por entonces fueron la épica y la lírica y la primera de ellas era o cortesana o popular. Se ponía mucha atención en la forma y la versificación estaba regulada por reglas estrictas. El Alemán Clásico Medio Alto es extremadamente elegante. Era esencialmente una poesía de casta totalmente adatada a los ideales de la sociedad cortesana. Era brillante, si, pero sobre todo una poesía de traducción y adaptación.

La épica cortesana trata casi exclusivamente de temas extranjeros; sus modelos se derivan sobre todo de Francia. El tema preferido es l matière de Bretagne, las leyendas que rodean al Rey Arturo y la Tabla Redonda que ya se habían combinado con el tema del Grial, que se había popularizado gracias al trovador francés Chretién de Troyes quien influyó mucho en la épica alemana cortesana. Lo caballeresco y el culto a la mujer son los motivos principales de la poesía. La épica cortesana fue introducida en Alemania por Heinrich von Veldeke, un caballero de la tierra baja del Rin cuya "Eneit" (c. 1175-86), basada en un modelo francés, trata de la historia de Eneas con un espíritu totalmente medieval y caballeresco. La épica cortesana fue transplantada a la Alta Alemania por el suabo Hartmann von Aue (m alrededor de 1215). En este "Erec" introduce los romances artúricos en la literatura alemana; su "Iwein" pertenece al mismo ciclo; su "Gregorius" es una versión ascética de la historia de Edipo. Su obra más conocida es "Der arme Heinrich," que como relato típico alemán de devoción femenina, ocupa una posición única entre loas creaciones de los poetas cortesanos, de los que el más importante es Wolfram von Eachenbach (m. hacia 1220), cuya obra "Parzival," la historia de un hombre sencillo que vence a la duda y la tentación y por fin se convierte en caballero del Grial. Como en el Fausto de Goethe tenemos aquí la historia de un alma. Al ciclo de los romances del grial pertenecen los llamados fragmentos "Titurel", mientras que la última obra de Wolfram "Willehalm,"es una leyenda histórica que permaneció incompleta. El gran rival de Wolfram, opuesto a él en espíritu, es Gottfried von Strasburg, cuyo "Tristán" (c. 1210) es una glorificación del amor sensual y de es de una moralidad dudosa. Mientras que con Gottfried la épica cortesana alcanzó su más alta cumbre, comienza también a apacer con él la excesiva artificiosidad y así este tipo de poesía comienza a declara rápidamente. Los siguientes poetas que intentan imitar a los grandes maestros mencionados caen en una tediosa imprecisión y sus épicas no son con frecuencia más que una cadena de aventuras sin significado. Rudolf de Ems (m. 1254) y Konrad von Würzburg (m. 1287) son los más dotados de estos epígonos. El primero es el autor de un relatos versificados como "Der gute Gerhard" y "Barlaam und Josaphat," una antigua leyenda budista en forma cristiana. El último escribió un lasr4go poema épico sobre la guerra de Troya para el que usó como modelo el romance francés de Benoit de Sainte-More. Mucho0 más meritorios son sus romances más cortos como "Herzemaere" y "Engelhard." Su "Goldene Schmiede" es un poema en honor de la Virgen María. Muy alejado de la influencia cortesana es el poderoso y realista poema "Meier Helmbrecht," una historia trágica de campesinos escrita por en sacerdote bávaro llamado Wernher der Gärtner (c. 1250).

Junto a la cortesana se desarrolla la épica popular. Basándose en antiguas canciones presentes entre el pueblo , surge alrededor de 1200 en Austria la gran épica alemana Los Nibelungos ("Nibelungenlied,") que habla de la muerte de Sigfrido a manos de Hagen y de la terrible venganza de Krimilda, De autor desconocido aunque era probablemente de rango caballeresco. El poema tiene forma estrófica y aunque el tema es primitivamente germano, la influencia de la caballería y del cristianismo se ve claramente. En Austria también surge, un poco más tarde, el "Gudrunlied," una historia del mar del norte que habla de la devoción de Gudrun a su amante desposado, el rey Herwig de Seeland. De mucho menos interés son otros poemas épicos populares que también datan de principios del siglo trece; en general están relacionados con la saga- ciclo relacionada Dietrich de Berna . los más notables son "Rosengarten," "Alpharts Tod," "Laurin," "Eckenlied," y "Rabenschlacht." Otros tres poemas épicos, "Ortnit," "Hugdietrich," y "Wolfdietrich," toman sus temas de la saga-ciclo longobardo y se nota en ellos una acusada influencia de las cruzadas.

También floreció una brillante poesía lírica durante este período. Parece que en territorio austriaco existió una poesía lírica de carácter popular antes de que llegara la influencia de los romances del noroeste. Pero fue bajo esta influencia romance cuando la lírica alcanzó su forma característica. Minne, i.e., el culto convencional a la mujer, es el motivo dominante, pero no faltaron otros políticos y religiosos y el Spruch, un poema gnómico o de carácter sentencioso era muy estimado. La tradición menciona a Heinrich von Veldeke como pionero del Minnesingen. Le siguen Friedrich von Hansen, Heinrich von Morungen, y Reinmar von Hagenau. Este tuvo un discípulo, el austriaco Walther von der Vogelweide (c. 1165-1230), que es el más grande y versátil de toda la poesía lírica medieval alemana. También es grande en el Minnelied y en el Spruch. Acabó siendo partidario del emperador contra el papa y muchos de sus poemas son agrias invectivas contra el papa y los clérigos. Pero nunca atacó las doctrinas de la Iglesia; su fervor religioso está atestiguado en dichos poemas como el dedicado a la Trinidad. Con su sucesores, el Minnesang entre en decadencia. La vida de Ulrich von Lichtenstein, tal como aparece en su autobiografía, "Frauendienst" (1255), muestra a qué absurdos puede llegar el culto a la mujer. Neidhart von Reuenthal (m alrededor de 1245) ridiculiza la ruda vida del los campesinos y así introduce un elemento de tosquedad en el aristocrático arte. Por fin, hay que mencionar a Reinmar von Zweter (m. Alrededor de 1260) como distinguido poeta gnómico.

El espíritu didáctico que ahora surge se muestra en poemas más largos como "Der wälsche Gast" (1215) del sacerdote italiano Tomasino de Zirclaere, y especialmente en la obra de Freidank'"Bescheidenheit" (c. 1215-30), i.e., sabiduría nacida de la experiencia una colección de dichos rimados. Aunque estas obran son estrictamente piadosas en el tono, con frecuencia manifiestan críticas claras sobre los asuntos papales y eclesiásticos. La prosa estaba muy atrasada en este periodo. El idioma para la historia y la ley era el latín. Hacia 1230 aparece el "Sachsenspiegel," código de ley sajona escrito en bajo-alemán por Eike von Repgowe, que sirvió de ejemplo al producido en Alta Alemania al "Schwabenspiegel" (antes de 1280). La primera crónica en prosa alemana la "Sachsenchronik," fue escrita por un clérigo sajón antes de 1250. La predicación de los frailes mendicantes, en pleno crecimiento en el siglo trece, dio un gran impulso a la prosa alemana. Llegaban a los corazones del pueblo en el que la literatura de caballería no tenia influencia alguna. Los sermones de David de Augsburgo (m. 1272) no se han conservado. Su discípulo, Bertoldo de Ratisbona (m. 1272), fue un predicador inmensamente popular de elocuencia dramática y apasionada, nacida de la sinceridad de sus convicciones, llevó a miles de sus oyentes a al arrepentimiento y a una vida mejor.

Decadencia de la poesía a final de la Edad Media. Nacimiento de la literatura burguesa (1300-1500)

La decadencia de la casta caballeresca trajo consigo el declinar de la literatura que había sido apoyada por dicha casta. Los siglos catorce y quince no favorecieron el desarrollo de la literatura artística. El imperio iba perdiendo su poder y derivando hacia la anarquía mientras que los emperadores se dedicaban principalmente a aumentar su poder dinástico, y los príncipes a independizarse de la autoridad imperial. Ya no protegían a la poesía. Los clérigos en su mayor parte tenían planes mundanos con lo que minaban la reverencia que se les tenía. El crecimiento de las ciudades y su comercio fue fatal para el prestigio de los caballeros y de sus ideales. La vida se hacía más práctica, más utilitaria, menos estética y como consecuencia el tono didáctico va imponiéndose poco a poco en la literatura.

Las universidades, que surgen en Alemania durante este período, la primera se fundó en Praga en 1348, ampliaron la brecha entre las clases cultas uy el pueblo, preparando el camino para el Humanismo, que comienza a tener una gran fuerza en las letras alemanas a finales del siglo quince. La influencia del Humanismo no fue beneficiosa en todo: era una institución extranjera que promovía el latín como lenguaje de la cultura a expensas del idioma nativo. Gradualmente los humanistas se vuelven contra la filosofía escolástica y pronto se manifiesta un espíritu de rebeldía contra la Iglesia y su autoridad. Los cismas dentro de la iglesia y la mundanidad de algunos de sus dignatarios daba pábulo a este espíritu que toma una forma violenta, sobre todo en el movimiento husita. El campo estaba abonado para la gran rebeldía luterana.

Los romances caballerescos degeneran en alegorías y descripciones tediosas de las que es un ejemplo típico el "Theuerdank" (1517), una descripción alegórica del noviazgo y cortejo del emperador Maximiliano con María de Borgoña, escrito por sugerencia del emperador mismo. La épica heroica no tuvo mejor suerte convirtiéndose en vulgar y burdo. Las crónicas rimadas aun proporcionan historias, siendo la más digna de mención la Crónica de la Orden Teutónica de Peter von Dusburg traducida del latín por Nikolaus von Jeroschin (c. 1340). De un más alto valor poético son las leyendas, fábulas y anécdotas que tuvieron tanta popularidad en este periodo. La colección de fábulas más conocida era "Der Edelstein," que contenía cien fábulas traducidas del latín por Ulrich Boner, un fraile dominico de Berna (c. 1340). De los muchos poemas didácticos de esta época el más famoso sin duda era el "Narrenschiff" (barco de los tontos) del culto humanista Sebastian Brant (m. 1521), que apareció en 1494 y tuvo fama en Europa. Es una sátira de todos los vicios y locuras de la época de los que se enumera no menos de 110 clases. También está impregnado de una tendencia satírica el "Reinke de Vos," una versión en bajo alemán del original holandés de la famosa historia de Renard el Zorro (1498). No cabe duda de las alusiones en este poema a los vicios de los altos cargos eclesiásticos y civiles.

Respecto a la poesía lírica el Minnesang desaparece con sus dos últimos representantes Hugo, Conde de Montfort (c. 1423), y Oswald von Wolkenstein (m. 1445). El cultivo de la lírica es ahora asumido por los burgueses; el Meistersang desplaza al Minnesang. La poseía en manos burguesas se convierte en una mera técnica, un asunto que se enseña en las escuelas que se establecen con ese propósito. Se aplica al arte el sistema de los gremios y el candidato ha de pasar por los diferentes grados, desde aprendiz a maestro. La tradición habla de Maguncia como la sede de la escuela más antigua y a Heinrich von Meissen (m. 1318) como su fundador. De las muchas ciudades donde florecieron estas escuelas, ninguna tuvo tanta reputación como Nüremberg, patria de Hans Sachs. Poco valor literario hay en la poesía de los meistersingers. Lo mejor de la poesía de este y del siguiente periodo se halla en el Volkslied, que en general son cantos anónimos que expresan las alegrías y las tristezas de la gente en todas las clases y en todas las situaciones de la vida. Los sucesos contemporáneos son con frecuencia fuente de inspiración, como la canción de Halbsuter sobre la batalla de Sempach (1386). Otros tratan de temas legendarios, como por el canto de Tannhaeuser, el caballero juglar que viajó a la Montaña de Venus y después fue a Roma a conseguir la absolución. La lírica religiosa de este período está en gran parte dedicada a las alabanzas de la Virgen María, en las que es digno de notar de forma especial Heinrich von Laufenberg, un sacerdote de Friburgo de Brisgovia que después se hizo monje en Estrasburgo (m. 1460).

Otro género literario surge ahora: el drama, cuyo origen, como en todas partes, hay que buscarlo en las obras religiosas de los grandes festivales cristianos que se celebraban, especialmente en Pascua de resurrección. Estos festivales tenían un propósito definido: instruir y edificar. Pero gradualmente van adquiriendo un carácter secular, dejan de celebrarse en las iglesias, para hacerlo en los mercados o plazas públicas. Comienzan a participar los laicos y en el siglo catorce el alemán templaza al latín. Además de la Pasión, se dramatizan historias bíblicas y leyendas. Una de las más antiguas y asombrosas es la obra del siglo doce “el Anticristo” de Tagernsee. El texto que se ha conservado trata de las vírgenes tontas y sabias que se representó en Eisenach en 1322

El origen del drama seglar no está completamente claro. En el siglo quince este género está representado principalmente por el las obras para el carnaval, cuyo origen sin duda a las imitaciones y burlas que se daban en ocasiones especiales, sobre todo en el martes anterior al miércoles de ceniza. Sin duda el drama religioso influyó en el desarrollo del secular. En general, éste era extremadamente crudo de forma e increíblemente burdo en el lenguaje y contenido. El lugar más importante de representaciones era sin duda Nueremberg y sus autores más conocidos son Hans Folzs y Hans Rosenblüt. En sus obras parece la tendencia que iba a hacer de este género literario un instrumento efectivo para la sátira. En este período la prosa utilitaria es la más importante. Los romances de caballerías se redactan en prosa se traducen los romances extranjeros y surgen así los Volksbücher, entre los que sobresale el de Till Eulenspiegel, un conocido humorista sobre el que se cuentan toda clase de anécdotas. Se ha perdido el original de 1483, en bajo alemán, y la copia más antigua en alto alemán es de 1515. Respecto a la literatura traducida, hay que mencionar los nombres de los primeros humanistas como Heinrich Steinhöwel, Niklas van Wy y Albrecht von Eyb.

La historia se escribe ya por entonces en prosa alemana. Hay varias crónicas que se han conservado como la de Strasburgo (hasta 1362), de Limburg (hasta 1398), y la crónica Turingia de Juan Rothe, un monje de Eisenach (1421).

Pero la mejor prosa germana de este periodo se halla en los escritos de los místicos. El fundador de la escuela fue el Master Eckhart (m. 1327), un monje dominico, siendo la orden dominicana la mejor exponente. Eckhart fue acusado de panteísmo, pero repudió tales interpretaciones de sus manifestaciones místicas. Su discípulo, Heinrich Seuse (Suso),

también dominico (m. 1366), era menos filosófico y más poético. El tercer gran místico, Johannes Tauler (Taulero) (m. 1361), dominico de Estrasburgo dio a los escritos de sus predecesores un matiz más práctico. El servicio que los místicos rindieron al idioma, alemán como medio de sus especulaciones, nunca se valorará lo suficiente. El más grande predicador del período fue Geiler von Kaysersberg de Estrasburgo (m. 1510), cuya serie de sermones basados en el “Barco de los tontos “ de Brandt se hizo especialmente famosa.

La Era de la Reforma (1500-1624)

Los efectos del Humanismo en Alemania comenzaron a sentirse en la atención dada por hombres como Erasmo y Reuchlin al estudio de la Biblia en los idiomas originales. Para la literatura alemana, la Reforma fue una calamidad. Las tremendas luchas teológicas absorbieron lo mejor de la de la energía intelectual de la nación. La literatura como arte sufrió al ser forzada al servicio de la controversia religiosa; se convirtió en polémica o didáctica y se manifestó sobre todo en prosa. Martín Lutero (1483-1546) es la figura más importante de este periodo y su obra más importante fue la traducción de la Biblia (impresa completamente Wittemberg en 1543 y edición final en 1543-45). Las traducciones alemanas previas se habían hecho de la Vulgata y eran deficientes en su calidad literaria. La versión de Lutero es del original y aunque no está libre de errores de de una claridad maravillosa y totalmente idiomática. Sus efectos en el idioma alemán fueron enormes; el dialecto en el que está escrita, un dialecto Medio alemán usado en las chancillerías de la Alta Sajonia, se convirtió gradualmente en la norma de los escritores protestantes y católicos y es la base del moderno alemán literario. Los panfletos de Lutero solo tienen interés histórico; su catecismo y sermones pertenecen a la literatura teológica. Sus "Tischreden" (Charlas de sobremesa) muestran su personalidad. Su fuerza de voluntad impregna su carácter y sus escritos. Pero su firmeza con frecuencia deja un sabor de obstinación, es tan dogmático como sus oponentes y la crudeza, o mejor la vulgaridad de su lenguaje era ofensiva hasta en aquella época acostumbrada a los abusos. Como poeta se muestra en sus cantos religiosos, de los que "Ein feste Burg" es famoso por convertirse en el himno de batalla de los reformados. Otros escritores de himnos protestantes para los servicios religiosos fueron Paulus Speratus (m. 1551), Nikolaus Decius (m. 1541), Nikolaus Herman (m. 1561), y Philipp Nicolai (m. 1608). En general, los humanistas alemanes fueron indiferentes con la Reforma, peor Ulrich von Hutten (m. 1523) fue partidario del movimiento; sus escritos son sobre todo latinos. Uno de los mayores enemigos de Lutero fue el monje franciscano Thomas Murner, (1475-1537), que en sus primeras sátiras castigó las locuras de su tiempo. Mostró al principio simpatía por la Reforma, pero cuando se atacó la doctrina católica, respondió atacó de forma ruda pero inteligente contra la Reforma con su sátira "Von dem grossen Lutherischen Narren" (1522), en adelante siendo un enemigo constante de la Reforma y de su autor.

Lo mejor del siglo dieciséis fue el zapatero de Nuremberg Hans Sachs (1494-1576) quien, aunque seguidor de Lutero, no era principalmente polemista. Foe sorprendentemente productivo en varios campos, mastersong, Spruch, anécdotas, fábulas y drama. Su teatro de de Carnaval manifiesta un humor que aún se aprecia hoy en día. El espíritu de valioso maestro es sobre todo didáctico y carece de formas artísticas.

Hacia mediados del siglo dieciséis, aparece la Contrarreforma, volviendo a recuperar mucho de lo perdido ante el protestantismo, que ya se había convertido en una fuerza vital y estaba dividido por las disensiones entre luteranos y calvinistas. El más eminente de los escritores polemistas entre los protestantes fue Johann Fischart (m. 1590), cuya sátira esta sobre todo dirigida contra los jesuitas, siendo notable su "Vierhörniges Jesuiterhuetlein" (1580). Su obra más ambiciosa es "Geschichtklitterung," una versión libre del Gargantúa de Rabelais (1575). Fischart no es un escritor original y su lenguaje extravagante y su afición a los juegos de palabras hace que su obra sea intragable para el lector moderno La prosa narrativa es muy notable en esta época. Colecciones de anécdotas, como "Rollwagenbuechlein" de Jörg Wickram (1555) y sobre todo "Schimpf und Ernst" (1522) del franciscano Johannes Pauli, se hicieron muy populares. Eran muy estimadas las traducciones de los romances franceses y españoles como el "Amadis de Gaula". Además, estaban los "Volksbücher," con sus historias populares, entre las que está las relacionadas con Fausto y el Judío Errante se hicieron las más famosas. La prosa didáctica está representada por la obra histórica de Aegidius Tschudi (m. 1572), Sebastian Frank (m. 1542), y Johannes Thurmayr (conocido como Aventinus; m. 1534); la colección de dichos y proverbios, reunida por Frank y Johann Agricola (m. 1566) deben también ser mencionadas.

En teología , el obispo Berthold de Chímese representa a los católicos con su "Tewtsche Theologey" (1528); el franciscano, Johann Nas (m. 1590), católico convertido, en su "Sechs Centurien Euangelischer Wahrheiten" es también un campeón de la antigua iglesia. El principal escritor protestante fue Johann Arndt (m. 1621), autor de "Vier Bücher vom waren Christenthum," que fue uno de los libros más leídos de su tiempo y su contemporáneo el famoso zapatero Jakob Boehme (m. 1624); filósofo místico en cuyos escritos se mezclan de forma extraña profundos pensamientos con nociones confusas. En el campo del drama había mucha actividad. Lutero, aunque se oponía a la representación de la Pasión, fomentaba el drama educativo. Nikolaus Manuel, un suizo (d. 1530), usó la forma del drama para satirizar al papa y a la Iglesia Católica. El drama bíblico estaba en auge y muchos escritores cultos de comedias de escuela tomaron sus temas de la Biblia, como por ejemplo, Paul Rebhun (m, 1546) y Sixt Birck (m. 1554). El escritor más prolífico de ese momento fue Hans Sachs, que escribió no menos de 208 obras que a pesar de sus carencias de cualidades literarias más altas, son un comienzo prometedor. Hacia finales del siglo dieciséis aparecen en Alemania comediantes ingleses transeúntes que se ganan el favor del público por su arte histriónico superior. Jakob Ayrer (m. 1605), el más importante dramaturgo de la época refleja su influencia, que se nota más aun en Heinrich Julius, duque de Brunswick-Wolfenbuettel (m. 1613), que fue el primer en escribir dramas alemanes en prosa en vez de en verso.

La época de las obras religiosas (1624-1748). La poesía culta y la imitación.

Los conflictos religiosos inaugurados por la Reforma culminaron en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que prácticamente destruyó a Alemania como nación. Los sentimientos nacionales se extinguen. La Liga Católica busca el payo de España y Austria mientras que los príncipes protestantes traicionan los intereses nacionales ante Francia y Suecia. Se da un espíritu de imitación servil de lo extranjero. Se desprecia y se falsifica el idioma alemán en círculos aristocráticos donde es corrompido por el influjo de palabras extranjeras. La literatura carece de originalidad y sustancia; los escritores se centran principalmente en la parte formal.

El escritor principal de este periodo es Martin Opitz (1597-1639), cuyo tratado "Von der deutschen Poeterey" (1624) tuvo una autoridad indiscutida como “ars poetica “durante más de un siglo. En la poesía había que buscar regularidad e inteligibilidad más que imaginación y sentimiento. La teoría de Opitz, tomada de la práctica de los poetas del Renacimiento francés y holandés, no dejaba lugar a la imaginación. El libro tuvo un efecto saludable porque puso fina a contar mecánicamente las sílabas e hizo que el ritmo dependiera en la tensión, la carga el acento. Sus protestas Montreal uso innecesario de palabras extranjeras son laudables. Opitz es autor de varios poemas moralizantes, didácticos, religiosos o descriptivos, pero de escaso mérito. Su obra más conocida es "Trostgedicht in Widerwaertigkeit des Kriegs" (1633). Los poetas seguidores de Opitz son conocidos como la Primera Escuela Silesia, aunque no todos son silesio de nacimiento e incluían a varios de verdadero talento como Friedrich von Logau (m. 1655), epigramista ingenioso y Paul Fleming (m. 1640), lírico.

Los poetas del llamado Círculo de Königsberg también eran seguidores de Opitz. Entre ellos sobresale Simon Dach (m. 1659). También hay que mencionar en esta línea a Andreas Gryphius (1616-64), principal dramático de este período. Sus tragedias, basadas sobre todo en modelos holandeses, están afectadas por su retórica artificial y la predilección por lo horrible; sus comedias son mucho mejores aunque no fueran tan estimadas. Los poetas de esta escuela influyeron positivamente en la dicción y versificación. La literatura en sus manos era un producto perfecto de la intelectualidad, totalmente alejada del pueblo. Las sociedades lingüísticas que surgieron por entonces, la más famosa era Die fruchtbringende Gesellschaft (1617), no cambiaron esta situación: el idioma mejoró debido a sus esfuerzos, pero la literatura no. En reacción contra el frío formalismo y utilitarismo de los Opitzianos, los escritores de la Segunda Escuela Silesia, Christian Hofmann von Hofmannswaldau (1617-79) y Daniel Kasper von Lohenstein (1635-81) cayeron en e extremo opuesto de rimbombancia y exageración. En el estilo, imita al italiano Marini. Los poemas líricos del primero y los dramas y novelas del segundo están escritos en un estilo inflado y poco natural, sobrecargado de metáforas.

Tanto en el estilo como en su inmoralidad estos escritos reflejan el gusto de la sociedad cortesana contemporánea. Y oponiéndose a este estilo que seguía la tendencia de la moda, Christian Weise (m. 1708) en su escuela de dramas y novelas satíricas busca la simplicidad que en su obra y en las de sus seguidores degeneró con frecuencia en trivialidad e inanidad. La mejor poesía que produjo el siglo diecisiete fue la lírica religiosa, especialmente los himnos. El tono de esos poemas ya no es de lucha, sino de piadosa resignación. El más grande de los escritores protestantes de esta tendencia fue Paul Gerhardt (1607-1676). También son dignos de mención Joachim Neander, Georg Neumark, Johann Franck y Philipp Jakob Spener. Entre los católicos los más importantes fueron el jesuita Friedrich Spe (1591-1635), intrépido defensor de las víctimas de los tribunales contra la brujería y autor de la colección lírica "Trutznachtigall," y Johann Scheffler, más conocido como Angelus Silesius (m. 1677), convertido y más tarde ordenado sacerdote en cuya colección poética "Heilige Seelenlust" y "Der cherubinische Wandersmann", la mística vuelve a encontrar una noble expresión. Otro poeta jesuita, Jacob Balde (1604-68), elaboró su obra mejor en latín aunque sus poemas alemanes no carecen de mérito.

La novela comenzó a florecer en el siglo diecisiete. La novela heroica y galante, de la que Lohenstein era el mejor exponente, era muy estimada por la sociedad aristocrática, pero tenía poco valor literario. La novela picaresca, de influencia española, era mucho mejor: la prosa clásica del siglo es el "Simplicissimus" de Christoph von Grimmelshausen (d. 1676), un converso al catolicismo. Va describiendo, en forma de autobiografía, un panorama realista del periodo de la Guerra de los Treinta Años. El “Robinson Crusoe” de Defoe produjo una oleada de imitaciones de las que "Die Insel Felsenburg", de Schnabel, es la mejor.. la Sátira está representada por el "Schellmuffskys Reisebeschreibung" (1696) de Christian Reute y por los escritos de Johann Balthasar Schupp, un pastor luterano de Hamburgo (m. 1661), así como por los de Ulrich Megerle, conocido como Abraham de Sancta Clara (1644-1709), un agustino que se hizo famoso, como predicador de la corte de Viena, por su gracia e ingenio. La prosa alemana comienza ahora a ser utilizada en la filosofía y en la ciencia. Los pioneros en esta línea fueron Christian Thomas y Christian Wolff, que inauguraron el movimiento racionalista en Alemania A principios del siglo dieciocho la literatura alemana no se había elevado mucho. El drama, especialmente, en el que el protagonista solía en unas farsas que la mantenían en baja forma.

Johann Christoph Gottsched (1700-66), un profesor de Leipzig, intentó reformarla. Sus esfuerzos son de alabar pero él no era, ni mucho menos, un poeta; pare él la poesía era una cosa del intelecto y su propósito había de ser pr4áctico. Para él no eran importantes el misterio y lo maravilloso. El buen gusto se cultivaba imitando el drama clásico francés, que era el mejor exponente de la práctica de los antiguos. La dictadura literaria de Gottsched no fue cuestionada hasta que se vio implicado en la controversia con los críticos suizos, Bodmer y Breitinger, que insistían en los derechos de la imaginación y del sentimiento y propusieron a los poetas ingleses como modelos mejores que los franceses.. Gottsched fue derrotado y en consecuencia perdió toda su autoridad. La poesía comenzó a mejorar lentamente; esa mejora ya se nota en el poema descriptivo "Die Alpen" de Albrecht von Haller (m. 1777) y en el gracioso verso de Friedrich von Hagedorn (m. 1754). El autor más popular era Christian Fuerchtegott Gellert (1715-69), cuyas fábulas son conocidas en todos los hogares alemanes. También escribió cuentos, comedias moralizantes e himnos. Pero ni estos escritores ni los del Círculo de Halle, Johann Wilhelm Ludwig Gleim, Ewald Christian von Kleist y Johann Peter Uz, llegaron a ser grandes escritores.

Periodo clásico de la literatura alemana (1748-1805)

Romanticismo y la era de la revolución (1805-1848)

Literatura alemana moderna (desde 1848). Nuevas metas. Realismo poético. Naturalismo

Bibliografía:

Fuente: Remy, Arthur F.J. "German Literature." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/06517a.htm>.


Este artículo está siendo traducido por Pedro Royo