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Martes, 3 de diciembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Cristóbal Colón»

De Enciclopedia Católica

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Transcrito por Janet van Heyst
 
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Traducido por Ramón Terrazas Ch.
 
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[[Categoría:Descubrimiento de América]]

Última revisión de 15:34 3 feb 2009

(Italiano.- CRISTOFORO COLOMBO)

Nació en Génova o en territorio Genovés, probablemente en 1451; murió en Valladolid, España el 20 de Mayo de 1506. Su familia era respetable, pero de medios limitados, así que la educación primaria de Colón fue deficiente. Hasta su llegada a España (1485) solo una fecha ha sido preservada. Su hijo Fernando citando de los escritos de su padre dice que en Febrero de 1467, navegó los mares alrededor de "Tile" (probablemente Islandia). Colón mismo en una carta al Rey Fernando dice que empezó a navegar a la edad de 14 años, aún cuando en el diario de su primer travesía (ya no en vida), en 1493, dijo haber estado en el mar treinta y tres años, lo cual hubiera tenido 19 años cuando primero llegó a ser un marinero.

La edad temprana a la que empezó su carrera como marino no es sorprendente para un nativo de Génova, ya que el Genovés fue el mas emprendedor y temerario hombre de mar. Colón dijo en sus primeros días haber sido un corsario, especialmente en la guerra contra los Moros, ellos mismos unos piratas inmisericordes. También supuso haber navegado tan lejos al Sur como la costa de Guinea antes que tuviera 16 años de edad. Cierto es que mientras muy joven llegó a ser un completo y práctico navegante, y adquirió un claro conocimiento de astronomía. También logró un amplio conocimiento en trabajos sobre cosmografía tal como Ptolomeo e "Imago Mundi" del Cardenal d ´Ailly, además entra en comunicación con los cosmógrafos de su tiempo. El fragmento de un tratado escrito por él y llamado por su hijo Fernando "Las Cinco Zonas Habitables de la Tierra" muestra un grado de información poco usual para un marino de sus días. Como en el caso de los mas de los documentos relatando la vida de Colón la autenticidad de las cartas escritas en 1474 por Paolo Toscanelli, un físico afamado de Florencia, para Colón y un miembro de la familia del Rey Alfonso V de Portugal, ha sido atacado sobre la base de la juventud de Colón, sin embargo ellos muestran señales de autenticidad. Las experiencias e investigaciones mencionadas ajustan satisfactoriamente con los logros subsecuentes de Colón. Por lo demás, la parte primaria de la vida de Colón está vinculada con incidentes, los mas de los cuales son sin apoyo de evidencia, aunque del todo posible. Su matrimonio alrededor de 1475 con una dama Portuguesa cuyo nombre es citado algunas veces como Doña Felipa Moniz y a veces como Doña Felipa Perestrella parece evidente. Colón parece haber llegado a Portugal alrededor de 1471 aún cuando 1474 es también mencionado y soportado por cierta indicaciones. Vanamente trató de obtener el apoyo del Rey de Portugal para su proyecto de descubrir el lejano oriente navegando al poniente, un proyecto tentativo y siendo sugerido por su hermano Bartolomé, quien dijo haber estado devengando su existencia en Lisboa a través del diseño de cartas de navegación. Colón fue a España en 1485, y probablemente la primera ayuda que obtuvo allá fue del duque de Medina Céli, Don Luis de la Cerda, para quien realizó algunos servicios que le aportaron una compensación de 3000 maravedíes en Mayo de 1487. Vivió cerca de dos años en la casa del duque e hizo esfuerzos sin éxito para interesarlo en su proyecto de exploración marítima. Sus intentos para obtener la ayuda del duque de Medina Sidonia fueron igualmente improductivos de resultados. No atribuye la culpa a la nobleza por declinar al compromiso de una empresa que sólo gobernantes de naciones podrían propiamente llevar a cabo.

Entre 1485 y 1488 Colón empezó sus relaciones con Doña Beatriz Enriquez de Arana o Harana, de una buena familia de la ciudad de Córdova, del cual nació su muy amado hijo Fernando, junto a Cristóbal y su hermano Bartolomé el mas talentoso de los Colón.

A finales de 1485 o principios de 1486, Colón apareció dos veces ante la Corte para presentar sus planes y mientras el duque de Medina Céli pudo haberlo ayudado en algún punto, el principal apoyo vino del tesorero real, Alonzo de Quintanilla, Fray Antonio de Marchena (confundido por Irving con el Padre Perez de la Rábida), y Diego de Deza, Obispo de Placencia. Colón mismo declaró que estos dos sacerdotes fueron siempre sus fieles amigos. Marchena también obtuvo para él la valiosa simpatía del Cardenal González de Mendoza. A través de la influencia de éstos hombres el Gobierno ordenó una asamblea o comisión de eclesiásticos que se encontraron en Salamanca a fines de 1486 o principios de 1487, en el Convento Dominicano de San Esteban para investigar el proyecto, el cual finalmente rechazaron. La comisión no tuvo contacto con la famosa Universidad de Salamanca, pero fue bajo la guía del prior de Prado. Parece ser que Colón dio solamente información limitada e insatisfactoria a la comisión, probablemente por el temor a que pudieran hacer uso impropio de sus ideas y así fuera robado de la gloria y ventajas que esperaba obtener de sus propuestas. El prior de Prado era un Jerónimo, mientras Colón estaba bajo la especial protección de los Dominicanos. Entre sus primeros amigos en España estaba Luis de Santangel, a quien Irving llama "recibidor de las rentas públicas eclesiásticas de Aragón", y quien después adelantó a la reina los fondos necesarios para el primer viaje.

Si Santangel fue recibidor de las rentas de la iglesia y probablemente tesorero y administrador, fue la Iglesia que aportó los medios (17000 ducados) para el primer viaje del almirante.

Sería injusto censurar al Rey Fernando por declinar las propuestas de Colón después del adverso reporte de la comisión de Salamanca, el cual estuvo basado sobre objeciones indecisas de Séneca y Tolomeo en vez de la opinión de San Agustín en el "De Civitate Dei". El Rey estuvo entonces preparando negociar el golpe final a la dominación Morisca en España después de la pugna de siete siglos, y sus recursos financieros fueron gravados a lo último. Por otra parte él no fue llevado fácilmente por el entusiasmo y, aún cuando nosotros reconocemos ahora el valor práctico de los planes de Colón, en el final del siglo quince pareciera dudoso decir al menos, para un gobernante sereno y acostumbrado a atender primero las necesidades inmediatas. El quebrantamiento del poder Morisco en la península fue entonces de mayor momento que indagar tierras distantes para lo cual además, no habían los medios en el tesoro real. Bajo éstas condiciones Colón siempre en finanzas estrechas él mismo y apoyado por la liberalidad de amigos, hizo memoria de los gobernantes de Francia e Inglaterra. En 1488 su hermano Bartolomé, tan fiel como sagaz trató de inducir uno u lo otro de ellos para aceptar los planes de Cristóbal, pero falló. La idea fue demasiado moderna para excitar a uno u otro. Enrique VII de Inglaterra fue demasiado precavido para tomar en consideración propuestas de un navegante comparativamente desconocido de una nación extranjera, y Carlos VIII de Francia estuvo demasiado involucrado en el asunto italiano. La perspectiva fue desalentada. A pesar de eso Colón con la asistencia de sus amigos, concluyó hacer otro intento en España. Marchó a la Corte de nuevo en 1491, llevando con él a su hijo Diego. La Corte estando entonces en campamento frente a Granada, la última fortificación Morisca, el tiempo no pudo haber sido tan inoportuno. Otra asamblea fue llamada ante Granada mientras el cerco continuaba, pero la comisión de nuevo reportó desfavorable. Esto no es sorprendente, ya que Fernando de Aragón no podía comprometerse en proyectos que pudieran involucrar un gran dispendio, y desviar su atención de los momentos fuertes en que estaba ocupado. Colón siempre dirigió su propuesta al rey y como todavía la reina no había tomado nota oficial de ello, ya que ella era también corazón y alma en la empresa destinada a restaurar España totalmente al reinado cristiano.

La asamblea ante Granada tomó lugar hacia finales de 1491, y su decisión fue tal golpe a Colón que salió de la Corte y se retiró lejos con su hijo. Antes de salir, sin embargo atestiguó la caída de Granada el 2 de Enero de 1492. Su intención fue regresar a Córdova y luego tal vez, ir a Francia. Caminando y reducido casi a la pobreza absoluta, llegó al Convento Dominicano de la Rábida probablemente en Enero de 1492. El Prior era el Padre Juan Pérez, confesor de la reina, frecuentemente confundido con Fray Antonio Marchena por historiadores del siglo diez y nueve quien también erróneamente colocan el arribo de Colón a la Rábida en la parte inicial de su permanencia en España. Colón suplicó al fraile actuar como portero para dejar a su hijo descansar en el Convento durante la noche. Mientras él estaba alegando su causa el prior estaba de pie próximo y escuchando. Algo descubrió en él en la apariencia de este hombre, con un acento extranjero quien parecía ser superior a su condición actual. Después de proporcionar sus necesidades inmediatas el Padre Pérez lo llevó a su celda, donde Colón platicó a él todas sus aspiraciones y esperanzas marchitas. El resultado fue que Colón y su hijo permanecieron en el Convento como invitados y el Padre Pérez salió de prisa a Sta. Fe cerca de Granada con el propósito de inducir a la reina a tomar un interés personal en la empresa propuesta por el navegante Italiano. Las circunstancias habían cambiado con la caída de Granada, y la súplica del Dominicano fue favorablemente recibida por Isabel quien a su vez influyó en su esposo. Colón fue llamado a la Corte una vez más, y le fueron asignados 20,000 maravedíes de los recursos privados de la reina que podía presentar en condición adecuada ante el monarca. Algunos historiadores aseguran que Luis de Santangel influyó en la reina para abrasar la causa de colón, pero el crédito parece un poco pertenecer al prior de la Rábida. El camino había estado bien preparado por los otros amigos resueltos de Colón, nada difícil entre otros el Cardenal Mendoza. En todos los eventos de negociaciones progresaron tan rápidamente que el 17 de Abril el primer acuerdo fue firmado con la Corona, y el 30 de Abril el segundo. Ambos mostraron una imprudente liberalidad por parte de los Monarcas quienes hicieron el mas alto oficio en lo que fue por mucho tiempo la herencia de las Indias Occidentales en la familia de Colón. Las preparaciones empezaron inmediatamente por el equipo de la expedición. La flota con la que Colón emprendió su primer viaje consistió de tres embarcaciones--- La Santa María, completamente ataviada, la cual portaba encima la bandera de Colón como almirante, La Pinta y La Niña, ambas carabelas, es decir, no ataviadas, con camarotes y castillos de proa. Estas tres naves transportaban en total 120 hombres. Dos marinos de reputación, Martín Alonso Pinzón y su hermano Vicente Yañez Pinzón, residentes acomodados de la Capitanía de Palos, el primero de la Pinta, el segundo de la Niña, y pilotos experimentados fueron colocados en ambas naves. Antes de salir Colón recibió los Sacramentos de la Penitencia y Sagrada Eucaristía, de las manos (estaba establecido) del Padre Juan Pérez, los oficiales y tripulantes de la pequeña flota siguieron su ejemplo.

El 3 de Agosto de 1492, la gente de Palos con gran corazón vieron salir en ellos una expedición de muchos temerarios. Las Casas demanda haber usado el Diario del primer viaje de Colón, pero admite que hizo una copia resumida de el. Qué y cuanto omitió, por supuesto no se supo, pero es bueno llevar en mente que el diario, como se publicó no es el original en su totalidad. Las embarcaciones se aproximaron a las Canarias, y luego continuaron su ruta. Las condiciones eran bastante favorables. Escasamente un viento encrespaba las aguas del océano. El dramático incidente del amotinamiento, en el cual el desaliento de la tripulación se dijo haber terminado antes que la tierra fuera descubierta, fue puro invento. Parece ser cierto que hubo disgusto y queja en el suspenso para llegar a tierra, pero no se mencionan actos de insubordinación ya sea por Colón, su comentador Las Casas o por su hijo Fernando. Tal vez el mas importante evento durante el viaje fue la observación del 17 de Septiembre por el mismo Colón de la desviación de la aguja magnética, lo que atribuye Las Casas a un movimiento de la estrella polar. El mismo autor insinúa que los diarios distintos fueron guardados en secreto por el almirante, "porque siempre representó (aparentó) a la gente que estaba haciendo poco avance para que el viaje no pareciera largo para ellos, así que guardó en secreto un registro para dos rutas, la mas corta era una ficticia, y la mas larga la verdadera". Debió por tanto ya sea haber guardado dos cuadernos de bitácoras, o haber hecho dos anotaciones en el mismo cuaderno. De cualquier manera Las Casas parece haber tenido a su cargo ambos juegos de datos, desde que da con ellos casi día con día. Esta medida preventiva indica que Colón receló insubordinación y aún sublevarse por parte de la tripulación, pero no hay evidencia que algún amotinamiento estalló realmente. Finalmente a las 10 en punto de la noche del 11 de Octubre, Colón mismo describe una luz que indicaba tierra y fue tan reconocida por la tripulación de su embarcación. Reapareció varias veces, y Colón se sintió seguro que las playas tan ansiosamente esperadas estaban próximas. A las 2 de la madrugada del 12 de Octubre la tierra fue vista plenamente por uno de la tripulación de la Pinta, y en la mañana Colón desembarcó sobre lo que es ahora llamado Isla Watling en el grupo de las Bahamas, Indias Occidentales.

Los descubridores la llamaron la Isla de San Salvador. Los Indios residentes pertenecieron a la raza diseminada de los Arawakas y dijeron haberle llamado la Isla Guanahani, inmediatamente después que Colón desembarca toma posesión de la Isla para la soberanía Española.

Los resultados del primer viaje, además del descubrimiento del que el almirante consideró como estar mas cercano a la India y China, puede ser resumido como sigue:- Reconocimiento parcial de las Bahamas, descubrimiento y exploración de una parte de Cuba, y el establecimiento de una Colónia Española sobre la costa de lo que es ahora la Isla de Haití o Santo Domingo. A Cuba Colón la llamó Juana y a Santo Domingo, Española.

Fue sobre la costa Noreste de la gran Isla de Santo Domingo que Colón se encontró con el único contratiempo serio del viaje. Habiendo establecido el núcleo de la primera Colónia Española permanente en las Indias, dejó cerca de tres hombres para apoyarlo. La vecindad fue relativamente bien poblada por nativos Arawakas como aquellos de las Bahamas, pero ligeramente mas avanzada en cultura. Unos cuantos días previos a la fundación Martín Alonso Pinzón desapareció con la carabela La Pinta la cual el capitaneó y sólo volvió a reunirse al almirante el 6 de Enero de 1493, una acto, por decir el último de desobediencia, sino de deslealtad. La primera Colónia fue oficialmente establecida en el día de la Navidad de 1492, y por consecuencia bautizada "La Navidad". En el mismo día la embarcación del almirante encalló. Fue una pérdida total y Colón estuvo reducido por la ocasión a estar en La Niña ya que la Pinta estuvo temporalmente desolada. Afortunadamente los nativos fueron amigables. Después del aseguramiento, tan bien como él podía, la seguridad de la Colónia en el establecimiento de relaciones amables con los Indios, Colón partió para España, donde después de una alteración climatológica por una terrible tormenta durante la cual estuvo de nuevo alejado de La Pinta, arribó a Palos el 15 de Marzo de 1493.

Del diario mencionado nosotros aumentamos (que no está establecido en las cartas de Colón) que mientras en el litoral Noreste de Santo Domingo (La Española) el almirante "aprendió que detrás de la Isla Juana (Cuba) hacia el Sur hay otra Isla grande en la cual hay mucho mas oro. Ellos llaman a esa isla Yamaye.... Y que la Isla Española o la otra Isla Yamaye estaba cerca la tierra firme a diez días de distancia por canoa, que podrían ser de sesenta a setenta leguas, y que allá la gente andaba vestida. Yamaye es Jamaica, y la tierra firme aludida como a sesenta o setenta leguas al sur (por sur se quiere decir oeste), o 150 a 175 millas inglesas (la legua en ese tiempo se contaba en cuatro millas de 3000 pies españoles) eran ya sea Yucatán u Honduras. Por tanto el almirante llevó las noticias de la existencia del Continente Americano a Europa a principios de 1493. Lo que el creyó que el continente era Asia Oriental no desacredita la importancia de su información.

Colón había sido cuidadoso al cargar su embarcación con todo género de productos de los países recién descubiertos y también llevó algunos de los nativos. Sea que entre las muestras del reino vegetal, se incluía el tabaco, no es determinado satisfactoriamente. Tampoco es cierto que cuando a su regreso él mismo se presento a los monarcas de Barcelona, una imponente demostración pública se llevó a cabo en su honor. Que fue recibido con la debida distinción en la Corte y que mostró las pruebas de su descubrimiento no puede haber duda. La mejor evidencia de la alta apreciación del Rey y la Reina de España es un hecho que las prerrogativas concedidas a él fueron confirmadas, y todo lo posible fue hecho para permitirle continuar sus exploraciones. El hecho que Colón haya encontrado un país que aparentó ser rico en metales preciosos fue de suma importancia. España era pobre, habiendo sido robada en épocas anteriores su tesoro metálico por los Romanos. Como el oro era necesitado al descubrirse una nueva fuente de ése metal precioso causó una impresión fuerte en la gente de España, y era inevitable una tierra rica en las nuevas regiones.

Colón empezó su segundo viaje a las Indias desde Cádiz, el 25 de Septiembre de 1493, con tres grandes embarcaciones y trece carabelas, llevando por todo cerca de 1500 hombres. En su primer viaje, él había escuchado acerca de otras islas mas pequeñas establecidas a alguna distancia al sur de la Española, y decía estar habitadas por tribus feroces quienes tenían la ventaja sobre los Arawakas de ser intrépidos corsarios, y quienes hicieron guerra constante a los habitantes de las antillas mayores y las Bahamas, Llevándose cautivos a mujeres y niños. Se creía que ellos practicaban el canibalismo. Estos eran los Caribes (cuanto se quiera) y los reportes acerca de ellos eran verdaderos, ajeno de algunas exageraciones y fábulas como la historia de las amazonas. Antes del arribo de Colón los Caribes habían echado a los Arawakas hacia el norte, algunas de las islas mas pequeñas y despobladas, y estuvieron enconadamente presionando a la gente de la Española, parte de Cuba, Puerto Rico y aun Jamaica. Colón deseó aprender mas acerca de éstas gentes. La condición de impotencia de los Arawakas lo hizo a él mas impaciente a protegerlos contra sus enemigos. La primer tierra vista el 3 de Noviembre, fue la isla ahora conocida como Dominicana, y casi al mismo tiempo fue descubierta María Galante. Geográficamente el resultado del segundo viaje fue de las Islas Caribe (incluyendo las antillas Francesas), Jamaica y grupos menores. Colón había obtenido evidente conclusión de las costumbres de ferocidad de los Caribes, observando en ellos como peligrosos para las fundaciones que propuso hacer entre los Arawakas y como obstáculos a la Cristianización y civilización de ésas islas. Lo posterior que intentó hacer uso de mano de obra, pues pronto se dio cuenta que si alguna vez venían pobladores Europeos serían demasiado pocos en número y demasiado nuevos al clima para tomar ventaja de los recursos de la Isla.. Los Caribes le propusieron convertirse temporalmente, pero por el momento ellos debían ser considerados como enemigos, y de acuerdo a las costumbres de su época, sus aprehensores tenían el derecho de someterlos a ellos a la esclavitud. Los Arawakas tuvieron que ser tratados de manera conciliatoria, tanto como no mostraran enemistad abierta, antes de tiempo, sin embargo, hubo un cambio en estas relaciones.

Después de una rápida supervivencia de Jamaica, Colón apresuró a la costa Noreste de Haití, donde hubo establecido la Colónia de La Navidad. Para su sorpresa el pequeño fuerte había desaparecido. Había por verse sólo ruinas arder humeando y algunos cadáveres que fueron identificados como Españoles. Los nativos anteriormente tan amigables, eran tímidos, y hasta siendo cuestionados fueran ya sea mudos o contradictorios en sus respuestas. Fue finalmente descubierto que otra tribu mas alejada del país y hostil a aquellos en la costa habían caído hasta el fuerte, matando a los mas de los residentes, e incendiando la mayoría de los edificios. Aquellos que escaparon habían sucumbido en su carrera. Pero también sucedió que la gente misma de la costa había tomado parte en la matanza. Colón mientras aparentemente en buenos términos con ellos estuvo en su custodia y a consecuencia de la antipatía de su gente para un lugar donde sólo habían sobrevivido al desastre, se mudaron a alguna distancia mas lejos al Este y establecieron en la costa la mas grande Colónización de Isabel. Estos quedaron a diez leguas al Este de Cabo Monte Cristo, donde aún pueden ser vistas todavía las ruinas.

La existencia de oro en Haití, habiendo sido demostrado ampliamente en el primer viaje, Colón empezó una investigación diligente para lugares donde podía ser encontrado. Las brujerías de oro usadas por los Indios fueron lavamientos o lavados de oro, pero también se hace mención, sobre el primer viaje, de rocas de cuarzo conteniendo el metal precioso. Pero es probable que el mineral amarillo fuera marcasita, probablemente aurífero pero, en el estado atrasado de la metalurgia, sin valor en el tiempo. Poco después la Colónización fue hecha en Isabel, los Colónos empezaron a quejarse que el mineral de opulencia de las tierras recién descubiertas había sido ampliamente exagerado y una persona , que acompañó la expedición como experto en metalurgia, reclamó que las grandes pepitas conservadas por los nativos habían sido acumuladas en el transcurso de un período largo de tiempo. Esta muy sensible suposición fue criticada injustamente por Irving, desde el tiempo de Irving ha sido claramente probado que piezas de metal de tamaño y forma poco usual eran a menudo conservadas por generaciones por los Indios como fetiches.

Un factor muy importante que alborotó a los Españoles fue lo poco saludable del clima. Los Colónizadores tuvieron que ir a través de un lento y casi proceso fatal de aclimatación. Mismo Colón sufrió considerablemente de mala salud. De nuevo la Isla no estaba bien surtida con alimento conveniente para los recién llegados. La población, no obstante las exageraciones de Las Casas y otros, estuvo esparcida. Isabel con sus 1500 inmigrantes Españoles fue ciertamente la Colónia mas populosa. Al principio no había choque con los nativos pero partidas enviadas por Colón al interior llegó al contacto con las tribus hostiles. Para la protección de los Colónos Colón construyó en el interior un pequeño fuerte llamado Santo Tomás. También envió productos de las Indias Occidentales y algunos prisioneros Caribes de regreso a España en una embarcación bajo la Capitanía de Antonio de Torres. Colón sugirió que los Caribes se vendieran como esclavos para que ellos pudieran ser instruidos en la Fe Cristiana.

Esta sugerencia no fue aceptada por los monarcas Españoles, y los prisioneros fueron tratados bondadosamente en España, como los amigables Arawakas quienes habían sido enviados antes. El convenio de negocios sobre Española (Haití) no era prometedor. En Isabel y en la costa había descontento contra el almirante, en el cual el Benedictino Padre Buil (Boil) al que se le unieron otros Sacerdotes, o que, al menos ellos no desaprobaron. En el país había problema con los nativos. El comandante en Santo Tomas, Pedro Margarita, se le acusa constantemente de crueldad a los Indios, pero el mismo Colón en acto conmemorativo del 30 de Enero de 1494, comenta la conducta de ese oficial. Por tanto, tuvo que enviarle refuerzos que fueron capitaneados por Alonzo de Ojeda.

Impacientemente continuó su teoría que las islas nuevamente descubiertas fueron sino pilares distantes de Asia oriental y que futuras exploraciones pronto los enviarían a la costa de China o de las Molucas, Colón, no obstante la condición precaria de la Colónia, la dejó a cargo de su hermano Diego y cuatro consejeros (uno de los cuales fue el Padre Buil), y con tres embarcaciones partió hacia Cuba, descubrió la Isla de Pinos y varios grupos de pequeñas islas, e hizo el circuito de Jamaica, desembarcando allá casi a diario. Cuando regresó a Isabel (29 de septiembre de 1494), estuvo gravemente enfermo y en un estupor. Mientras tanto su hermano Bartolomé había llegado de España con una pequeña flota y abastecimientos. Demostró una auxiliar bienvenida al débil Diego, pero no pudo prevenir problemas serios. Margarita, enojado por interferencia en su administración en el país, regresó a la costa y allá se unió al Padre Buil y otros inconformes, Ellos capturaron las tres carabelas que habían llegado bajo el mando de Bartolomé Colón, y partieron en ellas para España para calmar el Gobierno que consideraban el motivo de queja contra Colón y su administración.

Que fueron causa para queja no parecía haber duda, pero es casi imposible ahora determinar quien tuvo la culpa, Colón o sus acusadores. El no era capaz ciertamente como administrador como lo era de navegante. Además, tomando en consideración las dificultades, la novedad de las condiciones y la clase de hombres, Colón tuvo que manejar y colocarse enfrente de esto que él había ya realizado en Haití, no hay demasiada razón para crítica. Los cargos de crueldad contra los nativos están basados sobre bastante suspicacia de autoridad, Las Casas siendo el principal motivo. Hubo errores y delitos en ambos lados, lo cual sin embargo, podía no haber llevado hasta una crisis, no había contratiempo por los Colónizadores enojados, quienes habían basado sus expectativas en los reporte resplandecientes del mismo Colón, y dispusieron atribuir todos sus problemas a sus oponentes.

Antes del retorno de Colón a Isabel, había repelido un intento de sorpresa de los nativos a Santo Tomás. Por consiguiente los Indios de varias tribus del país ahora formaron una confederación y amenazaron Isabel. Colón por lo tanto a su regreso, con la ayuda de armas de fuego, diez y seis caballos y cerca de veinte sabuesos, fácilmente disolvió la liga de los Indios. Ojeda capturó al líder y la policía amablemente hasta ahora continuó alrededor de los nativos, fue substituido por represión y castigo. De acuerdo a las costumbres de los tiempos, los prisioneros de guerra fueron considerados como rebeldes, reducidos a esclavos y quinientos de éstos fueron enviados a España para ser vendidos. Es cierto que la condición de los Indios llegó a ser muy difícil después de eso pues fueron forzados a labores no acostumbradas, y que sus cifras empezaron a disminuir rápidamente. Que éstas medidas desagradables fueron autorizadas por Colón no cabe la menor duda.

Mientras los monarcas Españoles en sus comunicaciones a Colón continuaron para mostrar la misma confianza y amistad, ellos no podían ayudar oyendo las acusaciones hechas contra él por el Padre Buil, Pedro Margarita y los otros inconformes, hasta que regresaran a España. Estaba claro que había dos bandos entre los Españoles en Haití, uno encabezado por el almirante, el otro compuesto de tal vez una mayoría de los Colónos incluidos los eclesiásticos.

Continuaban los monarcas ordenando por carta a los Colónos obedecer a Colón en todo y confirmada su autoridad y privilegios. Las incriminaciones, sin embargo continuaban, y se hacían cargos de nepotismo y despojo en los supuestos impuestos públicos reales. Había probablemente algún fundamento para estos cargos, aunque también falta de representación premeditada. Incapaces de acertar en la condición verdadera de los negocios, los soberanos decidieron finalmente enviar a las Indias un comisionado especial para investigar y reportar. Esta oportunidad recayó en Juan de Aguado quien fue con Colón en su primer viaje y con quien siempre había estado en términos amigables. Aguado llegó a Isabel en Octubre de 1495, mientras Colón estaba ausente en una jornada de exploración a través de la Isla. Parece no haber ocurrido oposición entre Aguado y Bartolomé Colón, quien estaba encargado de la Colónia durante la ausencia de su hermano, mucho menos con el mismo almirante a su regreso mas tarde. Poco después, reportes importantes de descubrimientos de oro vinieron de una cuarta parte de la isla acompañada por muestras. La llegada de Aguado convenció a Colón de la necesidad de su apariencia en España y que esos nuevos descubrimientos de oro podrían afianzar su posición allá. Así que acondicionó dos embarcaciones, una para el mismo y una para Aguado, colocando en ellas doscientos Colónos insatisfechos, un jefe Indio cautivo (quien murió en el viaje), y treinta Indios prisioneros y partió para España el 10 de Marzo de 1496, dejando a su hermano Bartolomé en Isabel como gobernador temporal. Un tráfico entre España y las Indias era ahora en intervalos casi regulares. Bartolomé estaba en comunicación con la Madre Patria y era reconocido tácitamente como el substituto de su hermano en el gobierno de las Indias. Colón llegó a Cádiz el 11 de Junio de 1496.

La historia de su desembarco es muy dramático. Se le reportó haber ido a tierra ataviado en traje Franciscano y haber manifestado un desaliento el cual fue inmerecido totalmente. Su salud, es cierto, fue grandemente perjudicada, y sus compañeros las señales del gran sufrimiento físico. La impresión creada de su apariencia fue por supuesto no favorable y se inclinó a confirmar los reportes de los opositores de Colón acerca de la naturaleza del nuevo país, esto también como los resultados frustrados de la búsqueda por metales preciosos no dejó de tener su influencia.

Los monarcas vieron que los primeros reportes entusiasmados habían sido exagerados y que la empresa posiblemente poco lucrativa en el extremo, ocasionaría grandes gastos por algún tiempo mas. El Obispo Fonseca quien estaba a la cabeza de los negocios Colóniales, urgió que debería ejercerse una gran cautela. Lo que fue atribuido al Obispo Fonseca como celos fue solo el sincero deseo de un funcionario honesto por conservar los intereses de la Corona, sin obstaculizar el camino de un entusiasta pero genio algo visionario quien había sido poco exitoso como administrador. Expresiones posteriores (1505) de Colón indican que las relaciones personales para Fonseca estaban a la vez lejos de pocos amigos. Pero el hecho que Colón había propuesto el avasallamiento de los nativos Americanos y que realmente envió un número de ellos para España, habían robado la simpatía de la reina hasta un cierto grado, y esto, debilitó su posición en la corte.

Sin embargo, no fue difícil para Colón organizar una tercera expedición. Colón inició su tercer viaje desde Sevilla con seis embarcaciones el 30 de Marzo de 1498. Dirigió su curso mas al Sur que antes, debido a que reportes de un gran territorio localizado al Oeste y Sur de las Antillas y su creencia de que era el Continente Asiático. Hizo escala en la Isla de Madeira y después en Gomera, una de las Islas Canarias (cuanto se quiera), desde allí envió a Haití tres embarcaciones. Navegando hacia el Sur, fue al Cabo Islas Verde, y volteando desde allí casi poniente derecho, llegó el 31 de Julio de 1498, a vista de lo que es ahora la Isla de Trinidad que fue llamada así por él. Opuesto, en el otro lado de un canal caudaloso, se localizan las tierras bajas del Nordeste de Sud América. Alarmado por la agitación causada por la confluencia de las aguas del Orinoco (el cual desemboca a través de varios canales en el Atlántico opuesto a Trinidad) con la Guayana común, Colón se mantuvo cerca al litoral Sureste de Trinidad tan lejos como el extremo Sur-Oeste, donde encontró el agua aún mas caudalosa. Por lo tanto, dio a ese lugar el nombre de Boca del Drago o Boca del Dragón. Antes de arriesgarse dentro de las aguas agitadas, Colón cruzó al otro lado y ancló. Estuvo bajo la impresión que esto era un isla, pero una gran corriente de agua fresca le dio la evidencia de un continente.

Colón desembarcó, él y su tripulación, siendo éstos los primeros Europeos de poner pie sobre terreno sudamericano. Los nativos fueron amigables y agradecidos intercambiaban perlas por dijes Europeos. El descubrimiento de perlas en aguas Americanas fue importante y muy bien venidas.

Unos pocos días después, el almirante, embarcado de nuevo, fue llevado por las corrientes seguras a la Isla de Margarita, donde encontró los nativos pescando perlas, de las cuales obtuvo tres bolsas en barata.

Algunas de las cartas de Colón relacionadas con su tercer viaje están escritas en un tono de desaliento. Debido a su condición física, él contempló cosas con un disgusto lejos de justificable. Y como ya se dijo, sus perspectivas de la situación geográfica fueron algo fantásticas. El gran chorro contrario a Trinidad el precisamente lo atribuyó al vaciamiento de un importante río llegando del Oeste, un río, tan grande que sólo un continente podía ofrecer su espacio. En esto estuvo correcto, pero en sus ojos, ese continente era Asia, y las fuentes de ese río deben estar sobre el punto mas alto del globo. El estaba ratificando ésta idea por su creencia que Trinidad estaba mas cercana al Ecuador que actualmente lo es y que esa cercanía al Ecuador debería encontrarse el lugar más alto del Globo Terráqueo . Pensó también que el nacimiento del Orinoco se localiza en el Paraíso Terrenal y que el gran río fue una de las cuatro corrientes que de acuerdo a la Biblia manaba del jardín del Edén. No tenía conocimiento preciso de la forma de la tierra, y presumió que era en forma de pera.

El 15 de Agosto, temiendo una falta de abastecimientos, y sufriendo severamente de lo que sus biógrafos llaman Gota y de empeorar la vista, dejó sus nuevos descubrimientos y navegó para Haití. En Agosto 19 observó ésa Isla algo distante al Oeste donde la actual Capital de la República de Santo Domingo se localiza. Durante su ausencia su hermano Bartolomé había abandonado Isabel y estableció su oficina general en Santo Domingo, así llamada después por el Padre Domingo. Durante la ausencia de Colón, eventos en Haití habían estado en alto grado de satisfactorio. Su hermano Bartolomé quien era entonces conocido como el adelantado, tuvo que contender contra varios ataques Indios, los cuales sometió parcialmente por la fuerza, y parcialmente por ganar tiempo prudentemente. Estos ataques fueron al menos en parte, debido a un cambio en la clase de Colónos por quienes la Colónia fue reforzada.. El resultado de la primera Colónización lejos de justificado las esperanzas campantes basadas en los reportes exagerados del primer viaje, y el ir y venir de la opinión pública giró al extremo opuesto. El clamor de la oposición a Colón en las Colónias y los reportes desanimados ampliamente aumentados en España y los desengaños con las nuevas adquisiciones territoriales. Que el clima no era saludable pareció probado por la apariencia de Colón y sus compañeros a su regreso del segundo viaje. Por lo tanto nadie estaba disponible a ir al nuevo país descubierto, y convictos, sospechosos y caracteres dudosos en general quienes estaban agradecidos a escapar las reglas de la justicia, fueron los únicos refuerzos que podían se obtenidos para la Colónia Española. Como resultado hubo conflictos con los aborígenes, sedición en la Colónia, y finalmente rebelión abierta contra la autoridad del adelantado y su hermano Diego. Colón y sus hermanos eran Italianos, y este hecho revelado contra ellos entre los inconformes y oficiales menores, pero eso influenciado en los monarcas y en las autoridades de la Corte, es un cargo gratuito.

Tan pronto como ellos no tuvieron un líder común Bartolomé tuvo algo de temor de los inconformes, quienes se separaron del resto de la Colónia y formaron una comunidad aparte. Maltrataron a los Indios, causándoles problemas continuamente. Sin embargo, pronto encontraron un líder en la persona de un Roldan, a quien el almirante había confiado un cargo importante en la Colónia. Deben haber tenido alguna razón para quejarse contra el gobierno de Bartolomé y Diego, mas Roldan no podía tener tan aumentado el número de sus seguidores como para hacer él mismo formidable a los hermanos, debilitando la autoridad de ellos en sus propias oficinas generales y aún entre la guarnición de Santo Domingo. Bartolomé fue forzado a comprometerse en términos desfavorables. Así cuando el almirante llegó de España encontró a los Colónizadores españoles en Haití divididos en dos bandos, el mas fuerte de los cuales, encabezados por Roldan, era hostil a su autoridad. Ese Roldan era un hombre totalmente sin principios, pero enérgico y sobre todo astuto e ingenioso, surgir del siguiente episodio.

Poco después del arribo de Colón la tres carabelas que había enviado desde Gomera con provisiones y pertrechos golpeó la costa Haitiana donde Roldan se había él mismo establecido. Lo siguiente significó a los comandantes de la carabela que él estaba ahí por órdenes de Colón y fácilmente obtuvo de ellos provisiones militares así como refuerzos en hombres.

A su arribo poco después a Santo Domingo las carabelas fueron regresadas a España por Colón. Alarmado en la perspectiva de los negocios y su propia importancia, informó a los monarcas de su situación crítica y pidió ayuda inmediata. Entonces entró en negociaciones con Roldan. Lo posterior no sólo mantuvo control completo en la Colónia la que él comandó, sino tuvo la simpatía de los mas de los militares de las guarniciones que Colón y sus hermanos relevaron casi tan bien como la mayoría de los Colónos. Como Colón y su hermano pudieron haberse hecho ellos mismos tan impopulares se explica en varias formas. Hubo ciertamente mucha maldad injustificable contra ellos, pero hubo también causa legítima por el descontento, que fue altamente explotado por Roldan y sus seguidores.

Estando él mismo casi sin fuerzas contra sus oponentes en la Isla, el almirante se sometió a un arreglo. Roldan, finalmente impuso sus propias condiciones. Fue reinstalado en su cargo y todos los ofensores fueron perdonados; y un número de ellos regresó a Santo Domingo. Colón también exentó a muchas de las tribus Indias del impuesto, pero para después apaciguar a aquellos amotinadores, instituyó el sistema de repartimientos, por el cual no sólo concesiones de tierra fueran hechas a los blancos, sino los Indios posesionados de las tierras o viviendo en ellas, fueran siervos de por vida de los nuevos dueños, y una completa potestad sobre vida y propiedad de éstos Indios, llegarían a estar en posesión de los Colónizadores blancos. Esta medida tuvo el mas desastroso efecto sobre los aborígenes, y Colón había severamente culpado por ello, pero él estaba en tales aprietos que tuvo que ir a cualquier extremo para pacificar a sus oponentes hasta recibir apoyo de España.

En la mitad del Año 1500 reinó aparentemente la paz en al Colónia, aunque en gran manera a costa del prestigio y autoridad de Colón. Mientras tanto reportes y acusaciones habían llegado a la corte de España, de ambas partes en Haití. Constantemente llegó a ser mas evidente que Colón fuera no mas dueño de la situación en las Indias, y que algunas medidas fueran necesarias para salvar la situación. Podría decirse que la Corte tenía simplemente que apoyar a Colón estuviera correcto o equivocado. Pero la Colónia del oeste Indio fue creciendo, y sus Colónizadores tenían sus contactos y partidarios en España, quienes reclamaban alguna atención y consideración prudente. El Clero quien estaba consiente con las circunstancias a través de la experiencia personal por lo actual de la situación, desaprobó el manejo de las negociaciones por Colón y sus hermanos. El enojo de la Reina Isabel en el envío de Indios cautivos para venta que como esclavos había en este tiempo sido apaciguado por una señal de la costumbre entonces en boga de esclavizar rebeldes o prisioneros de guerra entregados a las costumbres especialmente inhumanas, como fue el caso de los Caribes.

Deseosos de ser justos los monarcas decidieron entonces enviar un oficial a Haití para investigar y castigar a todos los ofensores. Este visitador fue conferido con todo el mando, y era como tener la misma autoridad de los monarcas mismos por el tiempo asignado, substituyendo al mismo Colón, aún cuando lo siguiente fuera el Virrey de las Indias. La visita fue un modo de procedimiento empleado por los monarcas Españoles para el ajuste de problemas críticos, principalmente en las Colónias.

El visitador fue seleccionado sin considerar el rango del cargo, únicamente desde el punto de vista de aptitud, y no rara vez su misión sería mantenida en secreto del Virrey u otro alto oficial cuya conducta se le enviara a investigar; existen indicaciones que algunas veces habían acumulado fuerza sobre vida y muerte. Una visita era una medida bastante temerosa, y por muy buenas razones.

La investigación en las Indias occidentales no era llamada una visita a la vez, pero como tal era un hecho.

El visitador escogido fue Francisco de Bobadilla, a quien ambos Las Casas y Oviedo (amigos y admiradores de Colón) hablan en términos favorables. Sus instrucciones fueron, como su cargo lo requería, amplias en sus facultades, por supuesto, discrecional; no hay necesidad de suponer órdenes secretas y hostiles a Colón para explicar qué sucedería después. El almirante fue instruido, en una carta dirigida a él y entregada a Bobadilla, para transferir en lo siguiente, al menos temporalmente, los fuertes y toda la propiedad pública de la Isla. No debe ser anexado reproche a los monarcas por ésta medida. Después de una experiencia de cinco años la capacidad administrativa de Colón había fallado para acreditarla satisfactoria.

No obstante, el mando del Virrey había sido investido en él como un derecho hereditario. Para continuar unido a ésa cláusula del contrato original era impráctico, debido a que la Colónia rechazó hacer caso a Colón y sus disposiciones. Por tanto la suspensión de autoridad de Colón por el Virrey fue prolongada por tiempo indefinido, así que el cargo se redujo a un mero título y finalmente cayó en desuso. La reducción de beneficios resultado de eso fue comparativamente pequeño, ya que todas las utilidades procediendo de sus otros títulos y prerrogativas fueron dejadas intactas. El cuento de haber sido reducido a indigente es una obra sin fundamento.

Un hombre repentinamente investido con facultades poco usuales y discrecionales está expuesto a ser conducido por el mal camino por circunstancias inexplicables y tentado a ir a los extremos. Bobadilla tuvo un derecho a esperar obediencia implícita por órdenes reales en la parte de todo y sobre todo de Colón como el jefe servidor de la Corona.

Cuando en Agosto 24 de 1500, Bobadilla desembarcó en Santo Domingo y demandó de Diego Colón cumplir con las órdenes reales, lo siguiente declinó obedecer hasta ser instruido por el almirante quien entonces estaba ausente. Bobadilla, posiblemente prevenido contra Colón y sus hermanos por reportes de otros y por la escena de los cuerpos de Españoles suspendidos del patíbulo en vista completa de la entrada, consideró el rechazo de Diego como un acto de directa insubordinación.

La acción de Diego fue ciertamente imprudente y dio entrada a una suposición para Colón y sus hermanos que se consideraban ellos mismos dueños del país. Esto implicó rebelión y proporcionó un pretexto para Bobadilla para medidas injustificablemente desagradables. Como visitador tuvo autoridad absoluta para hacer como mejor pensara, especialmente contra los rebeldes, de quienes Colón aparecía ante sus ojos como el jefe.

Pasados pocos días después del desembarque de Bobadilla, Diego y Bartolomé Colón fueron puestos presos tras las rejas. El almirante mismo, quien regresó lo mas rápido posible, compartió su destino con ellos, los tres hermanos fueron separados y mantenidos en total confinamiento, pero podían escuchar desde sus celdas las maldiciones de la gente contra su gobierno. Bobadilla los acusó con ser sujetos insubordinados y apoderarse de propiedades privadas para pagar sus deudas personales, él liberó prisioneros, redujo o abolió impuestos, en suma hizo todo lo que pudo para colocar el nuevo orden de las cosas en contraste propicio al gobierno anterior. No se dio explicación a Colón por el tratamiento desagradable al cual fue sujeto, para un visitador había que rendir cuentas solo al Rey o de acuerdo a sus órdenes especiales. A principios de Octubre de 1500, los tres hermanos aún prisioneros fueron puestos a bordo de una embarcación, y enviados a España, llegando a Cádiz a finales del mes.

Su tratamiento a bordo, parece haber sido considerado; Villejo, el comandante, ofreció quitar las esposas de las manos de Colón y retirarle las cadenas, una oferta, sin embargo, que Colón rechazó aceptar. Parece no obstante, que él no permaneció esposado, mas no podría haber escrito la larga y lastimosa carta a la enfermera del Príncipe Juan, relatando sus desgracias en la embarcación. El envió su carta a la Corte en Granada antes que el reporte de Bobadilla fuera mandado.

Las noticias de la llegada de Colón como prisionero fueron recibidas con verdadera indignación por los monarcas, quien vio que su agente Bobadilla había abusado de la confianza colocada en él. La gente también vio la injusticia, y todo fue hecho para mitigar a Colón de su condición humillante y asegurarle del favor real, esto es, todo excepto reinstalarle como gobernador de las Indias. Este hecho es principalmente responsable por la acusación de duplicidad y traición la cual es hecha contra el Rey Fernando. Los críticos observaron el hecho que en suma a las razones ya mencionadas nuevos Colónizadores no podrían ser obtenidos de España, si Colón tuviera que continuar en el cargo, y que el expediente de envío de convictos para Haití había fallado desastrosamente. Sin embargo, La remoción de Colón fue prácticamente implícita en las instrucciones y mandatos dados a Bobadilla, y la conducta del almirante durante la misión de Aguado no dejó lugar a duda que él debió proponer en la segunda investigación. El lo habría hecho así, pero Bobadilla ansioso de hacer una exhibición y enojo en el retraso de Diego Colón, excedió el espíritu de sus instrucciones, esperando con eso levantarse en magnánimo así como a favor popular.

Respecto a lo primero él pronto descubrió su error. Su sucesor en el gobierno de Haití fue pronto señalado en la persona de Nicolás de Ovando. Bobadilla fue condenado a reintegrar a Colón la propiedad que le había confiscado y fue revocado. La mas grande flota antes enviada a las Indias en ese tiempo embarcó bajo las órdenes de Ovando el 13 de Febrero de 1502. No es sin sentido que 2500 gentes, algunas de alto rango se congregaron en las embarcaciones que eran para transportar al nuevo gobernador de las Indias.

Esto muestra que con el cambio en la administración de la Colónia, la fe en su futuro, fue restaurada entre la gente Española. Por éste tiempo la condición mental de Colón había llegado a estar grandemente perjudicada. Mientras en la Corte por diez y ocho meses vanamente intentó la restauración a una posición para la cual él estaba llegando a ser mas y mas incapaz, estuvo planeando nuevos proyectos. Convencido que su tercer viaje la había llevado mas cerca de Asia, propuso a los monarcas un proyecto para recobrar el Sagrado Sepulcro por la ruta de Oeste, que dirigiría a través de América del Sur al Océano Pacífico. El imaginó que el gran río que había descubierto al oeste de Trinidad fluía en dirección opuesta a su curso real, y pensó que siguiéndolo podría llegar al mar Rojo y entonces cruzar hasta Jerusalén. Así preocupado estuvo con sus ideas que hacía arreglos para depositar parte de sus ingresos con el Banco de Génova para ser usados en la conquista de la Tierra Santa. Esto solo dispone de los alegatos que Colón había dejado sin recursos después de la libertad de su cautiverio. Fue capaz de mantener una posición en la Corte correspondiente a su rango elevado, que favores y privilegios fueron concedidos a ambos de sus hijos. El proyecto de probar las visiones de Colón en considerar a dirigir comunicación con Asia fue seriamente tomado en cuenta, y finalmente un cuarto viaje de exploración en el gasto del Gobierno Español fue concedido a Colón. Para eso hubo alguna desconfianza respecto a su condición física y mental, es familiar por el hecho que estuvo dando como acompañantes a su hermano Bartolomé quien tuvo gran influencia con él y su hijo favorito Fernando.

Cuatro embarcaciones llevó, además de estas tres y una representativa de la Corona para recibir cualquier tesoro que pudiera ser encontrado, con cerca de 150 hombres, embarcó a San Lucar a principios de Mayo de 1502. Colón fue advertido no detenerse en Haití, una medida inteligente, el almirante hubiera desembarcado allá poco antes del arribo de Ovando, habiendo peligro de nuevos disturbios. Desobedeciendo éstas instrucciones, Colón intentó entrar al puerto de Santo Domingo, pero fue rechazada su admisión. Dio prueba de su conocimiento y experiencia como marino para prevenir a Ovando de la aproximación de un huracán, pero no fue escuchado, él mismo refugió sus embarcaciones a alguna distancia del puerto. El castigo por desatender el aviso amigables vino prontamente; la gran flota que había llevado Ovando de nuevo fue, en navegación para España, alcanzada por la tempestad, veinte embarcaciones se perdieron, con ellas Bobadilla, Roldan y el oro destinado a la Corona. La parte del oro del almirante obtenido en Haití, cuatro mil piezas directamente enviadas a él por su representante en la Isla, no se perdió y al ser entregada en España, no fue confiscada. Por tanto es difícil ver como Colón hubiera estado en necesidad durante los últimos años de su vida. Las embarcaciones de Colón habiendo sufrido comparativamente poco de la tempestad, dejó la costa de Haití en Julio de 1502, y fue llevado por el viento común a la costa de Honduras. Desde Julio 30 de 1502, al final del siguiente Abril, navegó a lo largo de las costas de América Central mas allá hasta Cabo Tiburón en el Continente de América del Sur. En sus desembarcos frecuentes encontró muestras de oro, escuchó reportes de mas tribus civilizadas de nativos, mas allá del Continente y relatos persistentes acerca de otro océano al Sur del continente, fue navegando por la costa, lo siguiente siendo representado a él como una faja angosta dividiendo dos grandes mares.

La condición mental de Colón, acoplado con sus incapacidades físicas, impidió a él interpretar éstas indicaciones importantes de otra manera que como confirmaciones de sus vagas teorías y visiones fatales. En lugar de enviar una partida de exploración a través del Istmo para convencerse él mismo de la verdad de éstos reportes, aceptó este testimonio de la existencia de un mar mas allá, lo que él firmemente creyó ser el Océano Indico, basando su confianza en un sueño en el que había estado en un estrecho y supuso sería el estrecho de Malaca. Como su tripulación estaba irritada por los trabajos y decepciones, sus naves deterioradas y corroídas, y él mismo extenuado, regresó hacia Haití con lo que reflexionó serían las noticias de una cercana aproximación al Continente Asiático. había sido un viaje desastroso; tormentas violentas continuamente desolaban la pequeña flota, dos barcas habían sido perdidas, y el tesoro obtenido lejos de compensar las penas y el sufrimiento soportado. Esto fue lo mas exasperado cuando llegó a ser evidente que una recompensa mas abundante podría ser obtenida al penetrar al continente, el cual, sin embargo, Colón no quisiera o tal vez no podía permitir.

En Junio 23 de 1503, Colón y sus hombres amontonados en casi dos carabelas hundiéndose, finalmente desembarcó en la inhospitalaria costa de Jamaica. Antes de desmantelar su inservible barca, y usar el material para un refugio temporal, envió un bote a Haití para pedir ayuda y para despachar desde allí a España una embarcación con una pobre carta señalando una cuenta fantástica de sus sufrimientos la cual en la misma dio evidencia de una mente sobreexcitada y desordenada. Ovando a quien la solicitud de Colón para ayuda fue entregada en Jaragua (Jamaica), no puede ser absuelto de retrazo injustificable de tardar en enviar asistencia al desamparado y náufrago almirante. No hay fundamento para suponer que él actuó bajo órdenes o en acuerdo con los deseos de los soberanos. Colón había llegado a ser un inútil, los Colónizadores de Haití no podían tolerar su presencia allí. La única manera práctica era llevarlo de regreso a España directamente y removerlo para siempre de los territorios, el descubrimiento de los cuales lo habían hecho inmortal. A pesar de sus muchos sufrimientos, Colón no estuvo totalmente sin ayuda. Su mas grande problema vino del espíritu amotinado de sus hombres quien vagando por todos lados, robando y maltratando a los nativos, quienes en consecuencia llegaron a ser hostiles y rechazaron proporcionarle abastecimientos. Un eclipse de luna pronosticado por Colón finalmente los llevó a ellos a mutuas relaciones y así previnieron la inanición.

Ovando, aún cuando informado de la condición crítica del almirante, hizo nada por su auxilio excepto permitir al representante de Colón en Haití a acondicionar una carabela con provisiones con cargo al almirante y enviarlo a Jamaica; Pero aún ésta ayuda atrasada no llegó a Colón hasta Junio de 1504. También se le permitió a Mendez quien había sido el jefe de mensajeros de Colón en Haití, viajar a España, donde él informara a los soberanos dela condición desdichada del almirante. Parecía no tener excusa la conducta de Ovando en ésta ocasión. La expedición de ayuda finalmente organizada en Haití, después de un viaje peligroso y cansado desembarcaron al almirante y a sus compañeros en España el 7 de Noviembre de 1504.

Unas cuantas semanas después la Reina Isabel murió, y dificultades graves acosaron al Rey. Colón, ahora en muy débil salud, permaneció en Sevilla hasta Mayo de 1505, cuando estaba en la última capacidad de asistir a la Corte en Valladolid. Su recepción por el Rey fue con decoro, pero sin calor. Sus importunidades a ser restituido a su posición como gobernador fueron evadidas con promesas futuras de hacerle justicia, pero no fueron tomadas medidas inmediatas. La historia de la total miseria en la cual se dijo que el almirante había muerto es una de las muchas leyendas con las que su biografía ha sido desviada. Colón se dijo había sido sepultado en Valladolid. Su hijo Diego como autoridad para afirmar que sus resto fueron sepultados en el Convento Cartujano de las Cuevas en Sevilla, al cumplir tres años de su muerte.

De acuerdo a los registros del Convento, los restos fueron exhumados para trasladarlos a Haití en 1536, aún cuando otros documentos colocaron este evento en 1537. Se presumió, sin embargo, que el levantamiento no tomó lugar sino hasta 1541, cuando la Catedral de Santo Domingo fue terminada, aún cuando no hay registro de ésta sepultura. Cuando en 1795, Haití pasó bajo el control Francés, las autoridades Españolas removieron los supuestos restos de Colón a la Habana. Cuando la ocupación de Cuba por los Estados Unidos, nuevamente fueron removidos una vez mas a Sevilla en 1898.

Colón fue sin cuestionamientos un hombre genio. Fue un navegante experto y temerario, el mejor conocido con los conocimientos de Cosmografía y Astronomía que el promedio de marineros de su tiempo, un hombre de ideas originales, fecundo en sus planes, y persistente en llevarlos al cumplimiento. La huella que él dejó en aquellos con quienes entró en contacto aún en los días de su juventud, tal como Fray Juan Pérez, el tesorero Luis de Santangel, el Duque de Medina Sidonia, y la misma reina Isabel, muestra que él tuvo gran fuerza de convencimiento y estuvo posesionado de magnetismo personal. Sus éxitos en sobreponerse a los obstáculos de sus expediciones y remontando las dificultades de sus viajes lo muestran a él como un hombre de recursos inusuales y de determinación firme. Colón fue también de una naturaleza profundamente religiosa. Sin importar la influencia de sus teorías científicas y la ambición por la fama y opulencia debían haber tenido sobre él, en intercediendo por su empresa nunca dejó de insistir en la conversión de las gentes paganas que él había descubierto como uno de los objetivos primarios de su acometida. Aún cuando difamaciones se habían posesionado sobre su carrera, después de su regreso como un prisionero de los territorios que él había descubierto, estuvo listo a consagrar todos sus bienes y los años restantes de su vida a volver a navegar con el propósito de rescatar el Sepulcro de Cristo de las manos de los infieles.

Otros miembros de la familia de Colón que también obtuvieron fama:

DIEGO, primer hijo de Cristóbal y heredero de sus títulos y prerrogativas, nació en Lisboa, en 1476, y murió en Montalvan, cerca de Toledo, el 23 de Febrero de 1526. Fue hecho escudero de la Reina Isabel en 1492, permaneció en la Corte hasta 1508. Habiendo obtenido confirmación de los privilegios originalmente concedidos a su padre (el título de Virrey de los países en espera de nuevo descubrimiento), fue a Santo Domingo en 1509 como almirante de las Indias y Gobernador de la Española. La autoridad de Diego Velazquez como gobernador, no obstante, había llegado a estar establecido muy firmemente, y Diego estuvo luchando por una abierta y secreta oposición, especialmente desde la audiencia real. En visita a España en 1526 fue recibido favorablemente y nuevos honores otorgados para él. Sin embargo, en 1523, tuvo que regresar de nuevo a España para contestar cargos contra él. El resto de su vida fue ocupada por el pleito de la herencia de Colón contra el tesoro real, un pleito legal memorable solamente terminado en 1564. Diego parece haber sido un hombre de no extraordinarias dotes, pero de considerable tenacidad de carácter.

FERNANDO, mejor conocido como Fernando Colón, segundo hijo de Cristóbal y de Doña Beatriz Enríquez, una dama de noble familia de Córdoba en España, nació en Córdoba el 15 de Agosto de 1488; murió en Sevilla el 12 de Julio de 1539. Como él fue naturalmente mas agraciado que su medio hermano Diego, fue el favorito de su padre, a quien acompañó en su último viaje. A principios de 1498 la Reina Isabel lo nombró uno de sus escuderos y Colón en su Testamento (1505) le dejó a él un amplio ingreso, que fue subsecuentemente aumentado por concesiones reales.

Fernando había decidido por ensayos literarios y escribió bien en Español. Mientras se supo que escribió una historia de las Indias Occidentales, se conservan ahora dos trabajos solamente desarrollados por él: "Descripción y Cosmografía de España", un itinerario detallado geográficamente empezado en 1517, publicado en Madrid en el "Boletín de la Real Sociedad Geográfica" (1906 - 07); y la vida del almirante su padre, escrito en 1534, la versión en Español ha sido perdida. Fue publicada en traducción Italiana por Ulloa en 1571 como "Vita dell`ammiraglio", y de nuevo traducida al Español por Barcia. "Historiadores primitivos de Indias" (Madrid, 1749). Como debía de esperarse, ésta biografía es algunas veces parcial, aún cuando Fernando a menudo participaba con los monarcas Españoles contra su padre. De lo mas alto del valor es el reporte de Fray Roman Pane sobre las costumbres de los Indios Haitianos que está incorporado en el texto. (Ver ARAWAKS) Fernando dejó a la Catedral Confraternidad de Sevilla una Librería de 20,000 volúmenes, una parte de los cuales aún existen y se conocen como la Biblioteca Columbina.

BARTOLOME, hermano mayor de Cristóbal , nació posiblemente en 1445 en Génova; murió en Santo Domingo en Mayo de 1515. Igual que Cristóbal llegó a ser un marino a una edad temprana. Después de sus intentos para interesar a los Reyes de Francia e Inglaterra en los proyectos de su hermano, su vida estuvo ligada con la de su hermano. Fue durante su tiempo que los sabuesos fueron introducidos en las Indias Occidentales. Fue un hombre de gran energía y algo de talento militar, y durante el último viaje de Cristóbal tomó el liderazgo en momentos críticos. Después de 1606 probablemente de fue a Roma y en 1509 regresó a las Indias Occidentales con su sobrino Diego.

DIEGO, hermano menor de Cristóbal y su compañero en su segundo viaje, nació probablemente en Génova y murió en Santo Domingo después de 1509. Después de retirarle las cadenas en España (1500) llegó a ser un Sacerdote y regresó a las Indias Occidentales en 1509.

El tratado de CRISTOBAL Colón, De prima in mari indico lustratione, fue publicado con el Bellum Chritianorum principum de ROBERT ABBOT OF SAINT-REMI (Balse, 1533). Códice diplomático-Colombo-Americano, ossia Racollia di documenti spettanti a Cr. Col., etc. (Génova, 1823). ANON., Cr. Col. aiutato dei minorite nella scoperta del nuovo mondo (Génova, 1846). SANGUINETTI. Vita di Colombo (Génova, 1846. BOSSI. Vita di Cr. Col. (Milan, 1818). SPOTORNO. Della origine e della patria di Cr. Col. (Génova, 1819) NAVARRETE. Colección de los viajes y descubrimientos... desde fines del siglo XV (Madrid, 1825). I, II. AVEZAC-MACAYA. Annee veritate de la naissance de Cr. Col. (París, 1873). ROSELLY DE LORGNES. Vie et voyages de Cr. Col. (París, 1804). del cual fue compilado por BARRY, Vida de Cr. Col. (N.York 1869) COLUMBUS, FERDINAND. French tr. By. MULLER, Hist. de la vie et des decouvertes de Cr. Col. (Paris) MAJOR (tr.) Cartas selectas de Cr. Col. (Londres, 1847 y 1870) HARRISSE. Fernando Colón historiador de su padre (Sevilla, 1871). VIGNAUD. La maison dÀlba et les archives colombiennes (Paris, 1901) HAGON. La Patria de Colón según los documentos de las órdenes militares. (Madrid, 1892). UZIELLO. in Congresso geográfico italiano; Atti for April 1901, Toscanelli, Colombo e Vespucci (Milan, 1902). WINSOR. Cristóbal Colón (Boston, 1891). ADAMS. Cristóbal Colón, in Makers of America (New York, 1892) DURO. Colón y la Historia Póstuma. (Madrid, 1885) THACHER. Christopher Columbus: His Life, His Work, His Remains. (3 vols. New York, 1903- 1904). IRVING. Life and Voyages of Christopher Columbus (3 vols. New York 1868). PETER MARTYR. Dr. orbe nova (Alcalá, 1530) LAS CASAS Historia de las Indias en documentos para la Historia de España. OVIEDO. Historia general (Madrid, 1850). Los últimos tres autores tuvieron intercomunicación personal con Colón, y sus trabajos son la fuente básica de la información relacionada a él. CLARKE. Christopher Columbus in the Am. Cath. Quart. Rev. (1892) SHEA. Columbus, This Century`s Estimate of His Life and Work (Ibid.) U. S. CATH. HIST. SOC.. The Cosmographier Introductio of Martin Waldseemiller (New York, 1908).

AD. F. BANDELIER Transcrito por Janet van Heyst Traducido por Ramón Terrazas Ch.