Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Luis Cordero, Pbro.»

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar
Línea 1: Línea 1:
[[Archivo:Padre-luis-cordero-1930-2018-sacerdote-sabio--L-Tw6kbA.png|300px|thumb|left|]][[Archivo:41662392 2281785148559700 6442031381529755648 n.png|250px|thumb|left|]]Mons. Dr. Luis Cordero Rodríguez nació en Lima el 22 de Julio de 1930. Fue ordenado Sacerdote el 19 de Setiembre de 1959. Entre sus títulos, grados y diplomas académicos se puede mencionar: Normalista Urbano (especialidad en Antropología); Magíster y Licenciado en Sagrada Teología por la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima; Doctor en Derecho Canónico y Civil por la Pontificia Universidad Lateranense; Abogado Rotal; Miembro del Colegio de Abogados de Lima. Con respecto a sus experiencias más importantes, acumuladas a lo largo de su vida sacerdotal hasta la fecha, se puede indicar:
+
[[Archivo:Padre-luis-cordero-1930-2018-sacerdote-sabio--L-Tw6kbA.png|300px|thumb|left|]][[Archivo:41662392 2281785148559700 6442031381529755648 n.png|240px|thumb|left|]]Mons. Dr. Luis Cordero Rodríguez nació en Lima el 22 de Julio de 1930. Fue ordenado Sacerdote el 19 de Setiembre de 1959. Entre sus títulos, grados y diplomas académicos se puede mencionar: Normalista Urbano (especialidad en Antropología); Magíster y Licenciado en Sagrada Teología por la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima; Doctor en Derecho Canónico y Civil por la Pontificia Universidad Lateranense; Abogado Rotal; Miembro del Colegio de Abogados de Lima. Con respecto a sus experiencias más importantes, acumuladas a lo largo de su vida sacerdotal hasta la fecha, se puede indicar:
  
 
-  Misionero y Párroco en Arquidiócesis de Ayacucho (Huancasancos: 1959-1960).
 
-  Misionero y Párroco en Arquidiócesis de Ayacucho (Huancasancos: 1959-1960).

Revisión de 07:52 15 sep 2018

Padre-luis-cordero-1930-2018-sacerdote-sabio--L-Tw6kbA.png
41662392 2281785148559700 6442031381529755648 n.png
Mons. Dr. Luis Cordero Rodríguez nació en Lima el 22 de Julio de 1930. Fue ordenado Sacerdote el 19 de Setiembre de 1959. Entre sus títulos, grados y diplomas académicos se puede mencionar: Normalista Urbano (especialidad en Antropología); Magíster y Licenciado en Sagrada Teología por la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima; Doctor en Derecho Canónico y Civil por la Pontificia Universidad Lateranense; Abogado Rotal; Miembro del Colegio de Abogados de Lima. Con respecto a sus experiencias más importantes, acumuladas a lo largo de su vida sacerdotal hasta la fecha, se puede indicar:

- Misionero y Párroco en Arquidiócesis de Ayacucho (Huancasancos: 1959-1960).

- Abogado Eclesial en el Tribunal Eclesiástico Límense desde 1972 hasta 2002.

- Juez de los Tribunales Diocesanos del Perú.

- Vicario Judicial del Tribunal Interdiocesano del Arzobispado de Lima

- Prelado Doméstico del Santo Padre.

Labor Docente:

- Catedrático Ordinario Principal de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima (desde 1969 hasta 2005).

- Catedrático Ordinario Principal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima desde1981.

- Miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Lima.

- Fundador de la Facultad de Derecho de la UNIFE y su primer Decano.

- Es catedrático de varias universidades de Europa (Salamanca, Instituto Católico de París) y de Estados Unidos (Hartford, Cromwell).

Cargos relevantes: Ha ocupado los siguientes cargos Académico-Administrativos universitarios:

- Vice-Rector de la Universidad Católica de Ayacucho- Perú (1968).

- Ecónomo de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima (1970-1979)

- Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima, (1990-1993).

- Vicerrector de la Universidad Católica Sedes Sapientiae de Lima

- Rector de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, del 2003 al 2005.

-

Publicaciones: Asimismo, Mons. Dr. Luis Cordero publicó diversos estudios como, por ejemplo: "Ética del Amor"; "El Derecho de los Obispos"; "Derecho Canónico de Familia", "El proceso MATRIMONIAL CANÓNICO en la historia", "Los matrimonios de hecho en el Derecho Canónico"; "Historia del Derecho Procesal Canónico". En la Revista Teológica Limense publicó:

1. Ponencia sobre el análisis de las consecuencias jurídicas de la "sic dicta" "Lex Fundamentalis Ecclesiae". Vol. VI (1972), pp. 24-48.

2. La Incapacidad Psíquica para contraer matrimonio en la Jurisprudencia Canónica. Vol. VII (1973 - 2), pp. 307-316.

3. Apuntes sobre el Consejo Presbiteral y el Cabildo. Vol. X (1976 -2), pp. 225-230.

4. La inmadurez afectiva vista como incapacidad psicológica para contraer matrimonio, en la Jurisprudencia Canónica. Vol. XII (1978 - 1), pp. 13-35.

5. Reflexiones sobre la espiritualidad de los Misioneros del Espíritu Santo. Vol. XII (1978 - 3), pp. 263-285.

6. Lenguaje reiterativo-hiperbólico en los escritos místicos. Vol. XV (1981- 2), pp. 237-255.

7. El Misterio del Corazón de Jesús. Vol. XVI (1982- 1), pp. 99-108.

8. La Iglesia en espera. Vol. XVII (1983 -1), pp. 39-47.

9. El origen de la vida y el Derecho Penal moderno. Vol. XVII (1983 - 3), pp. 311-323.

10. Derecho Canónico de Familia. Vol. XVIII (1984 - 1), pp. 83-105.

11.Colegio de Consultores. Nueva institución jurídica del Código Canónico vigente. Vol. XXI (1987 - 3), pp. 374-386.

12.El caso Padua (1956-1960). La naturaleza jurídica del adulterio. Vol. XXVI (1992 - 3), pp. 429-436.

13.Las uniones de hecho en el Derecho Canónico. El caso peruano. Vol. XXVIII (1994 2-3), pp. 222-236.

14.El proceso matrimonial canónico. Vol. XXVII (1993 - 2) pp. 275-281.

15.El proceso matrimonial canónico en la historia. Vol. XXIX (1995 - 3), pp. 440 467.

16.Espíritu y pasión del derecho canónico en la Iglesia. Vol. XXXVII (Nº 3 - 2003), pp. 377 - 394.


El último artículo publicado en la RTL: ESPÍRITU Y PASIÓN DEL DERECHO CANÓNICO EN LA IGLESIA (Revista Teológica Limense. Vol. XXXVII – Nº 3 – 2003, pp.377-394

SUMARIO

El autor nos presenta en un panorama los momentos más cruciales en la historia y en el desarrollo de los cánones de la Iglesia. A vuelo de pájaro nos hace ver cómo durante tantos siglos, muchas normas civiles fueron canonizadas, y muchos cánones fueron fruto de procedimientos canónicos controvertidos. La Iglesia en su afán de salvar las almas se aculturizó y creó nuevas leyes basadas en las costumbres de los pueblos. El autor nos muestra el nacimiento del protestantismo y por consiguiente la aparición de la canonística tridentina llena de normas y de mandatos austeros.

SUMMARY

The autor in a short and paramount view tries to show the most crucial moments in the history and development of the canons in the Christian Church.

During the centuries, many civil laws, or many controversial situations became canon laws. The moral penitentials rules became also strong canon laws.

The marriage and its indissolubility, many controversial process, even the pastoral acculturation produced the best ways to create laws in the Church.

Three non common Popes between 1492 and 1521 were in the causes of Protestantism; and the Church efforts to go out from the lacisation as well as from the western clericalization, change the canonical procedures and the liturgical beheavior of Hierarchy.

Pope John XXIII, Vatican Council and Pope John Paul II were the most consequent Legislators to make canons and to promulgate the vigent Codex Iuris Canonici, as a way to make possible the salvation of the souls.

The autor is Fr. Luis Cordero ancient canonist and professor in the Faculty of Theology, he writes always in our magazin.


  El fin ulterior o metajurídico del Derecho canónico es precisamente el mismo fin de la Iglesia con la participación activa del Espíritu Santo: "Salvar almas"; y las almas existen, nacen, crecen, tienen crisis, superan sus pasiones y caminan conscientemente hacia su salvación ayudados por la Gracia que emana de la Iglesia del Señor.
  Innumerables anécdotas en la historia de la Iglesia reflejan el Espíritu de la Iglesia, y la forma tan variada que ésta tiene para dar sus normas.

La Iglesia no es una sociedad de felicidad en la que todo está perfecto, ordenado y computarizado misteriosamente. La Iglesia es una sociedad de salvataje, o mejor, de salvación; es decir su objetivo principal es salvar para Dios, lo salvable de un mundo que se quema, se destruye, se incendia, pero que vive aún, porque existen en él elementos importantes como el Amor, la Gracia, los niños, la familia, la comunidad orante, el carisma divino, lo humano que lucha para ser divino, lo sacramental, lo encarnado en el Señor... Y eso es lo salvable que la Iglesia como Cuerpo de Cristo está empeñada en salvar para Dios y para el mundo, con profundidad y profesionalidad. Esta es una de las principales tareas que el Señor le ha encomendado.

  Para todo ello, la Iglesia ha recibido de Cristo muchos recursos y medios, y los usa precisamente para cumplir cabalmente con su cometido. Estos recursos van desde La Palabra y Los Sacramentos hasta La Caridad, La Gracia actual, La Gracia santificante y habitual. Desde el Amor de Xaris, o el Amor de Ágape con que se realiza la Iglesia, hasta su teología, su historia y miles de otros recursos. Uno de éstos es precisamente su Derecho.
  Cualquier profesor de Derecho enseñará a sus alumnos que el Derecho Canónico es la pastoral que el Papa debe desarrollar en la Iglesia Universal; les dirá también que nadie puede ser buen canonista si no sabe teología, porque el Derecho Canónico es la aplicación de la teología en un mundo que es cada vez más cósmico y menos latino u oriental.
  Por eso es que he titulado esta reflexión como "Espíritu y Pasión en el Derecho de la Iglesia".
  Espíritu y pasión en el Derecho significa que en la Iglesia lo canónico es producto de la vida, es signo y comunión, es misterio y organización de salvación. En el Derecho de la Iglesia deben reflejarse los cuerpos y las almas, la materia y el espíritu, el ayer y el hoy de los hombres que hicieron y que siguen haciendo Iglesia.
  El cristiano contemporáneo necesita entender que el Derecho del pueblo de Dios le concierne, porque los cánones de la Iglesia se enfrentan a la realidad actual y le dan una respuesta frente a un mundo que se está achicando hasta caber en un puño, a causa de la cibernética, y de la desactivación de los mitos tradicionales. Curiosamente, si observamos la génesis de cada una de las disposiciones canónicas, descubriremos que todas las normas que hoy existen en la Iglesia, desde el primer milenio han sido producto de alguna anécdota de salvación; de alguna respuesta a problemas concretos; o de la preocupación del legislador por salvar las culturas y las almas.
  Hoy por ejemplo, a causa de la angustia del Sida, del Fenómeno del Niño, del recalentamiento de la tierra, de la ingeniería genética, del desafío de los clones, de la globalización vía Internet, o de la astronáutica, la Iglesia debería adecuar su norma canónica para salvar lo salvable en esta realidad que en el mundo de hoy agiganta, o minimiza la vida, que relativiza la materia y el espíritu, y que al mismo tiempo absolutiza cada vez más la conciencia personal que es lo único que el ser humano tiene para sí, frente a la cosificación, la globalización de la persona, y el anonimato con que ha terminado el milenio, obstaculizando paradójicamente el desarrollo espiritual de cada persona, su crecimiento en el amor, la valorización de las pequeñas cosas, y la salvación de su propia alma. El cristiano de hoy necesita un Derecho Canónico Polivalente, lleno del Espíritu de todos los pueblos que ansiosamente buscan su salvación; un Derecho que le dé a todos una dimensión de eternidad, para que cada uno, no importa si Africano, Asiático, Europeo o Latino Americano, alcance su propio fin último desde el mundo actual que es a la vez atómico y cósmico, espiritual y humano.
  Esto no es una novedad en nuestra Iglesia dos veces milenaria. El Derecho de la Iglesia partió siempre de la realidad; y la pastoral de los Papas y de los Obispos para organizar la salvación de las almas produjo normas y disposiciones que aún si fueron motivadas por casos concretos, muy de su tiempo, sobrepasaron los siglos. La Iglesia le dio siempre un Espíritu a la norma para encarnarla en la historia, y para que su presencia fuera una realidad y una vitalidad en todos los tiempos. La exégesis de cada uno de los cánones debe tener en cuenta su génesis histórica para descubrir no sólo el scopus legis y la ratio legis sino también la occasio legis.
  En estas cuartillas trataremos de resaltar algunas de estas anécdotas, sin proponernos un orden, sino sólo para descubrir el Espíritu que las generó, y la salvación que produjeron.
  Pedro, Pablo, los Apóstoles, los Padres de la época apostólica, los Papas y los Obispos fueron los primeros Legisladores en la Iglesia. La calidad de Legisladores les provino de la Escritura y de la Tradición que les dio la primacía de honor y jurisdicción en toda la Iglesia. La terminología jurídica en cambio fue tomada del Derecho Romano, o del lenguaje de los Primeros Concilios Ecuménicos, o de la influencia de extraordinarios juristas y filósofos convertidos a Cristo desde la primera época. Pero la razón de la norma, el scopus legis o el fin de la misma, provinieron en la Iglesia de los hechos protagonizados por quienes se comprometieron con la Iglesia para salvar almas, y entregárselas al Señor. Siempre pues, la norma y la acción de la Iglesia estuvieron ligadas al Espíritu Santo Santificador. Hay pues en el Derecho de la Iglesia la presencia de la profesionalidad de la misericordia propia del pastor; eso que los primeros canonistas llamaron la ratio peccati del Derecho, y que los actuales llamamos "Salus animarum suprema lex esto".
  Permítanme empezar con algunos ejemplos sobre el matrimonio
  El matrimonio entre cristianos, en los primeros siglos de la Iglesia seguía los avatares del Derecho Civil de cada uno de los pueblos en donde estuvieran enraizados los cristianos. Sin embargo los pastores les enseñaban que por el hecho de estar bautizados su matrimonio debía ser considerado como Sacramento; y pastoralmente guiaban a sus fieles a entender que su matrimonio en esencia debía ser tenido como una alianza entre los esposos para salvar sus almas, siguiendo el albur de la vida (en lo bueno y en lo malo)1; aunque no lo dijeran expresamente, los Obispos enseñaron que el matrimonio sacramento, debía ser entendido por ellos como indisoluble, aceptando reverentemente la explicación que el mismo Cristo había dado sobre el Génesis (2:18, 22-24), en S. Mateo 19:5: "Lo que Dios ha unido no lo separe el varón".
  Lo único que la Iglesia quiso tener en cuenta desde el principio fue que la pareja se asegurase de que su matrimonio fuera realmente "matrimonio", conforme al "jus connubii" como llamaban los romanos al matrimonio civil verdadero. Tan fue así, que el principio jurídico que se usó desde entonces en la Iglesia se tradujo de esta manera: "No hay matrimonio civil válido entre cristianos que a la vez no sea sacramento" (principio muy similar al que se expresa en el canon 1055 de hoy). En palabras sencillas: si un matrimonio civil de dos bautizados era verdadero matrimonio por seguir fielmente las exigencias del "ius connubii" o derecho matrimonial legítimo del lugar donde vivieran, la Iglesia lo tenía como sacramento2.

Es verdad que en muchas comunidades cristianas se hacían posteriormente ceremonias religiosas para hacer de culto público la realidad sacramental recibida, pero esto no agregaba nada en lo jurídico al matrimonio civil ya realizado. Era simplemente un acto de ceremonia cultual, en donde la comunidad daba culto a Dios agradeciendo en el altar la gracia sacramental de todos los matrimonios locales. Generalmente la presidía el Obispo.

  Muchas son las fuentes y anécdotas que nos pueden probar este aserto y las encontramos reseñadas en los archivos y anales de la historia de la Iglesia.

Aquí quisiera señalar sólo una de estas anécdotas sucedidas en el siglo quinto y que nos viene de perilla para esta ocasión, porque se llegó hasta lo inverosímil por salvar la conciencia de un buen cristiano. Se trata de la correspondencia entre el Papa San León I el Magno (440-461) y el obispo Rusticus de la ciudad de Narbona en las Galias, con respecto a un caso notorio de divorcio civil romano de una pareja de bautizados, él un ciudadano romano y ella una liberta de origen griego. La causal de divorcio civil se estableció por haber desaparecido en ese matrimonio la "affectio maritalis", puesto que el ciudadano romano alegaba haber perdido dicha "affectio", cuando por razones de orden militar, hubo de estar muy lejos de su pareja. El Magistrado romano le concedió el divorcio, porque esa causal era típica para el divorcio en la ley romana. Sin embargo convencido el joven bautizado de su fracaso matrimonial, no quiso quedarse en Roma, para no escandalizar a otros cristianos, y se estableció en Narbona (Francia). Allí con el correr del tiempo se enamoró de otra señorita bautizada cristiana; y pretendiendo casarse con ella acudió al obispo Rusticus obispo de Narbona, para saber si podría hacerlo. No sabiendo el obispo qué solución darle al caso, acudió por carta al Papa de entonces (S. León I). Cartas fueron y vinieron, aclarando hechos e interpretando teologías, hasta que el Papa León y sus expertos descubrieron en su investigación que aquel matrimonio hecho según las leyes civiles de Roma, no podía haber sido Sacramento porque la griega liberta, según el derecho civil, técnicamente debía considerarse nacida esclava aún si se había casado con un romano; y según la ley de los romanos los nacidos esclavos aunque fuesen libertos, no tenían "jus connubii", estuvieran o no bautizados. Legítimamente, la pareja en cuestión, descubrió que de acuerdo a la ley romana con la que ellos se habían casado, estaba establecido que lo suyo había sido más bien un concubinato, que aunque protegido por el Derecho Romano, no tenía la categoría jurídica de un matrimonio civil auténtico.

En breve: según los juristas convocados por el Papa, ese matrimonio no había producido indisolubilidad ni menos aún sacramentalidad, por más bautizada que hubiera estado la pareja.

Esta anécdota, ya clásica, aclara en demasía cuanto se sostiene en estas cuartillas. Para el lector acucioso que desee tener mayores datos al respecto, ruego leer la nota al calce que pusimos en nuestro artículo sobre la historia del proceso canónico en la RTL. 29 (1995) 3 pág. 445, n. 15.

El matrimonio canónico estuvo así íntimamente ligado a la suerte del matrimonio civil de cada Estado, pero también a la suerte espiritual de cada bautizado.

La Iglesia poco a poco fue descubriendo que dentro de su misión salvadora existía también una misión jurídica, porque entendió que con el Derecho se podía también santificar la vida.

Veamos otros casos en que la Iglesia enfrenta los problemas de sus fieles y no los esquiva.

Excepción a la indisolubilidad3

  Siguiendo con el matrimonio, no se crea que la Iglesia desde el principio enseñó que en los evangelios existía ya una ley divina sobre el matrimonio como principio jurídico inconmovible de indisolubilidad, al señalar que "lo que Dios ha unido no lo puede separar ya el varón" (Mt. 19:9), porque el mismísimo San Pablo había admitido, desde el principio de la era cristiana, que podían haber excepciones jurídicas bien precisas a la naturaleza de indisolubilidad del matrimonio, admitiendo que un cristiano o una cristiana por razón de su fe, podía desligarse del vínculo matrimonial válido contraído, si se había casado con una pagana y quería repudiarla para casarse con una bautizada (1 Corintios 7:10).
  Es curioso cómo el Derecho Romano aún laico, se dejó influenciar por la doctrina paulina, e incorporó en su jurisprudencia civil esta excepción procesal de orden teológico y pastoral, a partir del siglo IV. Por ejemplo: en sus procesos "extra ordinem", los Príncipes romanos aceptaron que se pudiera alegar esta excepción jurídica para bloquear una acción judicial; y dieron sentencias dispensando del matrimonio civil aún si éste hubiese sido un "jus connubii" válidamente celebrado con el mutuo "consensus" exigido por el derecho civil romano, si es que se alegaba ante los jueces, el criterio de S. Pablo, como derecho del ciudadano bautizado.

Juez arbitral eclesial La gente, bautizada o no del mundo romano, fue entendiendo desde el s. IV que era mejor someterse al juicio pastoral de los Obispos no sólo en materia matrimonial, porque a veces las sentencias de los jueces laicos no eran muy equitativas; y como ellos sentían muy de cerca que sus Obispos tenían mayor comprensión y querían el bien del pueblo, y que procuraban hacer justicia para salvarlo a toda costa, prefirieron acudir a ellos porque en sus juicios no veían solamente la aplicación fría de una ley, como los otros jueces, sino que buscaban la rehabilitación y salvación de todos.

  A raíz de esto, el tribunal civil romano llamado entonces "la curia", creyó oportuno dejar que los ciudadanos decidiesen si su caso se estudiaba en un tribunal civil o ante un juez arbitral nombrado por la Iglesia, sobre todo en los casos de excepción, señalados por San Pablo en su carta a los de Corinto.
  Estos procesos arbitrales fueron llamados procesos sinodales y también procesos paternales, porque sus reglas dependían de las decisiones pastorales de los obispos, si bien éstos hicieron lo posible por acomodarse y seguir las formas procesales civiles de las leyes romanas, para que así sus decisiones episcopales y pastorales fueran tomadas con la misma seriedad con que se tomaban las Sentencias de los Jueces civiles Romanos. Es decir esas decisiones o sentencias eclesiales debían ser tenidas como legítimas sentencias civiles4.
  Así las cosas, llegamos al siglo VI, siglo de Justiniano, del Digesto y las Novelas en el Oriente bizantino; y siglo también de los bárbaros, de la destrucción del Derecho Romano en Occidente y de la aparición de una mezcla pagana, visigoda y religiosa en el Derecho, ya para entonces medieval, y que era entonces llamado Derecho Común.

Aculturación y evangelización

  La Iglesia en esta época decidió desarrollar una pastoral de integración con los pueblos bárbaros aceptando por un lado sus normas paganas, y a la vez creando monasterios que se dedicasen a la agricultura, a la artesanía, al mercado alrededor de la Iglesia; culturizando en estas materias y cristianizando a través de esta aculturación. Sus normas, por entonces ya llamadas "cánones", se impusieron por encima de las leyes civiles, llamadas "nomos" en Bizancio y en el Oriente; y "iura" en Roma y en el Occidente5.

Curiosamente en Fulda, S. Bonifacio creó 400 monasterios para cristianizar a 17 grupos de población. Todas las normas que dio el Obispo Bonifacio para la pastoral de su Iglesia partieron de la vida de estos pueblos aún bárbaros, y de la paulatina canonización de sus leyes visigodas, burgundias o tudescas, como se vió en la nota anterior.

Una muestra de esto la tenemos entre los bretones, albiones y habitantes de las islas anglosajonas que crearon los famosos penitenciales del s. VI y que los monjes utilizaron como medios pedagógicos de salvación, o como prontuarios de purificación espiritual para hacerlos pasar de la barbarie a la Gracia cristiana.

Su apogeo se presentó entre la segunda mitad del s. VIII hasta los primeros años del s. IX; pero sus penitencias se aplicaron en todo el Occidente hasta inicios del siglo XI y llegaron a llamarse "Iudicia Canonica". Muchos de los cánones penitenciales sobre el matrimonio, sobre el divorcio, sobre el culto, sobre la aplicación de la confesión y la satisfacción de la penitencia, la Iglesia los incorporó nada menos que en la codificación canónica de 19176. Todo esto nos está demostrando cómo el Derecho de la Iglesia sufrió los mismos vaivenes de los pueblos y de la historia. En su pasión, casi se llega a la desintegración del derecho canónico, cuando al Legislador le costó llegar al justo medio, o cuando por influencia de los pastores protestantes estuvo a punto la Iglesia de definirse como comunidad amical y de caridad, y no como sociedad visible y organizada. Es decir sin necesidad de un Derecho propio.

Fue largo el camino de la Iglesia para lograr que su Derecho y su ley se orientaran a dar vida al Misterio Pascual y a la Salvación de las almas. Al mismo jurista eclesial, no le fue fácil entender que la ley también en la Iglesia debía ser tomada como "la relación necesaria que resulta de la naturaleza de las cosas", como decía Montesquieu. ¿Por qué le fue difícil? Porque la naturaleza del quehacer canónico no está sólo en las cosas materiales, sino en un elemento metajurídico o teológico, que debe plastificarse en norma para ser aplicada en beneficio de una persona, o del pueblo de Dios que está en marcha hacia un destino común de salvación con otras personas, o con otros pueblos7.

En el vaivén de la historia de la Iglesia, es fácil descubrir el juego estabilizador del Espíritu Santo para forjar la Salvación y hacer abundante la Gracia entre nosotros.

Veamos si no, el s. VI y el Papa S. Gregorio el Grande (590-604). Antes de ser Papa, Gregorio fue fraile; y antes de ser fraile fue Prefecto y Cónsul de Roma. Se comprende entonces el por qué como Papa quisiera gobernar Roma como si él fuera el Emperador, porque además ya los Bárbaros habían invadido el Imperio de Occidente, pero no la ciudad de Roma porque le temían a la investidura pontifical. S. Gregorio aprovechó esto, y pactó con ellos para salvar la vida de los muchos cristianos y paganos que aún vivían entre los Bárbaros. En su afán salvador llegó a concederle al soberano bárbaro el privilegio de elegir al sacerdote de su agrado como Obispo de la Iglesia nacional que debía establecerse en dicho territorio bárbaro. Y cuando vió que esta experiencia no se tornó mala, hizo lo mismo con todos los reinos circundantes, no importándole si algunos reyes fueran heréticos. El decía que gobernaba a la Iglesia "mediante los reyes". Hay una carta en el Mansi en la que se lee que el Papa Gregorio le suplicaba a la reina de Neustria, no muy cristiana, llamada Brunehaut, para que lo ayudase a elevar el nivel moral de la Iglesia, sugiriéndole y eligiendo a hombres más dignos y brillantes para el episcopado de Neustria.

Vayamos ahora al s. IX en que el Papa S. León III (795-816), creyó que coronando a Carlo Magno en la navidad del 800, él como Papa tendría el poder espiritual por encima de todos los reyes. Pero Carlo Magno se dio cuenta de que lo que había hecho dos siglos antes S. Gregorio Magno había producido en la Iglesia un deterioro en el clero, una falta de espiritualidad, y una limitación en la cultura teológica; por eso es que decía parodiando a Gregorio Magno: "Si el Papa Gregorio gobernó a la Iglesia por medio de los reyes, yo el Emperador Carlo Magno voy a gobernar a la Iglesia y al Estado por medio de los clérigos". Es que el Emperador empezó a preocuparse por la cultura intelectual y por la conducta moral de los clérigos, y así a la larga, producir obispos mejor preparados; pero la forma como lo hizo permitió que las leyes laicas invadieran la mentalidad jurídica de la Iglesia.

El período que siguió en la historia del Derecho de la Iglesia, fue el feudal, en que toda la Iglesia se organizó como un Feudo; pero antes, a pesar del esfuerzo de Carlo Magno, entre el siglo IX y la mitad del s. XI la Iglesia había quedado en poder de los laicos. Los normandos y los húngaros devastaron las posesiones del clero, y la Iglesia curial se volvió pobre. Hubo un desasosiego general, y la reacción fue organizar los obispados como señoríos feudales por entonces ya en formación en Europa, porque el Señor Feudal protegía al vasallo, y éste le entregaba sus bienes raíces. El vasallo se declaraba pueblo de Dios y súbdito del Señor obispo llamado desde entonces "Mon-Seigneur" (Monseñor: mi Señor). La Iglesia vió por allí un escape de salvación institucional y como todo en el ambiente feudal se hacía con ceremonias contractuales, y homenajes o benevolencias entre el Señor y el vasallo, las Iglesias locales vieron que ese era un buen camino para robustecer su misión evangélica, y se organizaron en la misma forma, para sentirse fuertes, llenos de ceremoniales litúrgicos de carácter político y económico, con oficios y poderes clericales y laicales; que hacían parte de sus respectivos beneficios. La norma Canónica se adecuó a esta transformación social, y el clero se sintió protegido también económicamente. El Sacerdote recibía en su ordenación un Oficio con su Beneficio; y la Iglesia de acuerdo al modelo feudal se enriqueció con Bienes terrenales y con mucha Autoridad. Los sacerdotes y el pueblo llamaron a sus Obispos "Monseñores", como ya dije, y la Iglesia fue considerada como la Dama Sacrosanta que recibía el homenaje de todos y cada uno de sus fieles, como legítima esposa de Cristo. Todo esto se revistió de un cuerpo jurídico.

En este período la pasión de la Iglesia y de su Derecho fue muy penosa y larga. Como muestra bastará recordar un hecho pintoresco: el Papa Juan XII, llegó al Solio Pontificio el año 955 a los 20 años de edad y murió a los 29; y como había sido educado como cazador, en lugar de decir Misa y dictar normas, corría por los campos Pontificios con su equipo de cacería.

Se me ha venido a la memoria este hecho tal vez irrelevante pero notorio por su vaciedad, para no citar muchos otros y muy variados acontecimientos de los que la Iglesia guarda recuerdos desagradables por todas las consecuencias negativas que produjeron sobretodo en la legislación canónica de muchos siglos. Pero es curioso; en estos hechos bochornosos podemos descubrir también cómo el Espíritu Santo salvó a su Iglesia, y cómo ésta se purificó desde dentro. Surgió por contraste a esto en medio del Clero, un rechazo de todo lo que fuera mundano y laico y empezó una corriente "clericalista". Se decía que desde el Papa Gregorio I el Magno los laicos habían torcido a la Iglesia por un camino por el que no se podía salvar a las almas, y por lo tanto había que regresar a las fuentes y purificar la Iglesia con normas estables más canónicas, y así producir un Cuerpo jurídico eclesial sólido como la Roca misma de Pedro. Así llegamos al s. XI.

Le correspondió a otro Gregorio, al Papa S. Gregorio VII, el reformar la Iglesia entre 1073 y 1085, y ser drástico en las leyes para acabar con los abusos, con las simonías, con el tráfico de cosas espirituales, con los excesos en el matrimonio de laicos y clérigos, con los poderes derivados del Orden sacerdotal, pero que estaban en manos de los seglares; y así acabar con mil y una triquiñuela salida de la ambición y del poder.

Empezó el Papa, tomando para sí la elección de los Obispos sin la intervención ya de los Reyes; arregló los convenios con las naciones, retornó a la Santificación del Clero, luchó en Worms contra el famoso Concordato que daba privilegios eclesiales a los Reyes, Duques, Emperadores, y Jefes políticos; y cosas semejantes. A su reforma se le tildó inicialmente de "clericalismo" despectivamente, pero la historia la recuerda con el nombre de "Reforma Gregoriana". En 1077 empezó en Canosa una revolución en contra del Papa, desatando un conflicto que superó la etapa gregoriana y persiguió a sus sucesores. Pero la reforma en el Derecho fue saludable. El Poder papal se centralizó; renació el Orden benedictino, se reformaron los Conventos, aparecieron grandes santos; las Ordenes mendicantes y contemplativas se fortalecieron, y se crearon Universidades católicas de gran celebridad.

En el campo jurídico nos quedaron las Colecciones Gregorianas con la reforma de la Iglesia; la Colección de Cánones del s. XI con la recopilación de Delitos y Penas; y la Colección británica del 1090. Pero el Espíritu del Señor que "ubi vult spirat", prefirió esconderse modestamente a mi entender, en 3760 fragmentos de reglitas canónicas y concilios provinciales, recolectados con el nombre de "Decretum" y los puso primero en manos de un anónimo que elaboró la Panormia o normas morales con lenguaje jurídico, y después las hizo llegar a manos de Graciano en el s. XII para concordar las normas canónicas discordantes. Así es como en el s. XII nacieron la ciencia canonística con Graciano (1140) y la ciencia teológica con Pedro Lombardo (1150).

Entre otras inspiraciones del Espíritu, vemos cómo de estos documentos se elaboró la doctrina canónica y teológica de la "potestas regendi, gubernandi, iubendi", entendiendo que la Iglesia era una Sociedad perfecta, es decir que tenía en sí misma todos los medios aptos para cumplir su fin de salvación. Además Graciano liberó a la Iglesia de su sentido jurídico feudal para darle mayor universalidad; esto lo logró haciendo que los procesos canónicos tuvieran más en cuenta a la persona como hijo de Dios, y no como vasallo de un Señor.

Sin embargo muchas Decretales de los Papas, como las de Gregorio IX (1227-1241) y muchas Bulas como las de Bonifacio VIII (1294-1303) produjeron cánones que tuvieron poco de legal, y mucho de emotivo bajo el pretexto de ser moralizador.

Este maquillaje moralista de las leyes de la Iglesia, empobreció nuevamente el Derecho del Pueblo de Dios, y se regresó a la casuística, a los penitenciales, a la catequización rústica y a las Sumas, como la Suma Angélica del 1486, la Suma Baptistina de 1490, la Suma Tabiena de 1515 que despojaron de su personalidad legal, y su fuerza jurídica a las organizaciones pastorales de la Iglesia.

Esta debilidad fue aprovechada por los protestantes quienes le echaron la culpa al papado, de este fenómeno.

En realidad la pasión de la Iglesia se había agravado desde la estancia de los Papas en Aviñón (1305-1376) y durante el Gran Cisma (1378-1415) al que puso fin el Concilio de Constanza, quedando muy débil el papado. En contraste con esto, el s. XVI trató exageradamente de fortalecer a los Papas. El primer Papa en restablecer el esplendor de Roma fue Alejandro VI (1492-1503) con un sentido material y político más digno de la familia Borja (o Borgia) a la que pertenecía, familia que como él dijo alguna vez eran "ángeles y bestias al mismo tiempo", pero que así eran por las exigencias del Renacimiento italiano. El otro Papa fue Julio II (1503-1513) Papa célebre en los campos de batalla, y que como también él mismo decía, fue "el dueño de la coyuntura mundial" de toda esa época, y con ese criterio belicista y político, convocó en 1512 el famoso quinto Concilio de Letrán para "dar paz al pueblo cristiano". El tercer Papa fue León X (1513-1521) que fue un Médici, y por tanto cultor del arte; pero inmaduro porque desde los 13 años fue Cardenal, y como su madre era Orsini, fue muy indulgente frente a los escándalos. Hizo que el Trono de Pedro fuera auspiciador del Renacimiento, y para embellecer Roma vendió indulgencias so pretexto de financiar la construcción de las Basílicas.

En este período los sacerdotes perdieron su rol, copiaron al laico y se mundanizaron. Se cuenta que en un mitin germánico promovido por las protestas de Lutero un cartel decía: "Primero reinó Venus, Luego Marte, y ahora Atena posee el Cetro de Roma". Clara alusión a los 3 últimos papas comentados por nosotros.

  Es en estas circunstancias en que Lutero se enfrentó al Papa, y los cristianos de Alemania decían que la Iglesia había entrado en un proceso de "Verweltlichung" (mundanización); por lo que apoyaban a Lutero en su reclamo, y gritaban con él: "Alle sind wir Priester" (todos somos sacerdotes). Según Lutero no había en la Iglesia un estado "Weltlich" (laico) para los no ordenados; sino que "todos los cristianos pertenecían al reino sacerdotal".
  La Iglesia y su Derecho llegaron así fatigados al Concilio de Trento; y es comprensible entonces el rumbo doctrinal, y disciplinario (para muchos extremista) que este Concilio tomó (1545-1563). Y aquí volvemos a recordar que la historia del Derecho Canónico es la misma historia de la Iglesia; y ésta es la historia del Espíritu Santo Santificador del mundo. La Iglesia en efecto es "divina por su origen, sobrenatural por su fin, pero humana por sus componentes8.
  Hasta aquí hemos llegado con el Derecho, junto con el Espíritu del Señor que santificó a la Iglesia a través de lo que los autores han convenido en llamar el "ius vetus" o Derecho Canónico que abarca desde los tiempos apostólicos hasta la primera Codificación del año 1917. En efecto, hemos tratado de observar cómo el Espíritu Santo se incrustó hasta en los recovecos de la historia para salvar al hombre de sus pellejerías con la magnificencia de su Gracia. En algún momento hasta pareció que la Iglesia se escapaba del Espíritu sin darse cuenta de que se toparía con él por la espalda. El famoso protestante e historiador austríaco, Pástor, creyó poner en evidencia las lacras de la Iglesia investigando esta época oscura de los Papas, pero al concluir su estudio, pidió a León XIII que lo aceptase en la Iglesia católica, porque la paradoja de la subsistencia de la Iglesia en esos siglos a pesar de los hombres que la guiaron, era una prueba casi apodíctica de que el Espíritu Santo la sostenía y la hacía surgir cada vez más vital y más santa.
  Actualmente estamos en lo que se llama el "ius hodiernum" que abarca los Códigos latinos de 1917 y de 1983; y el Código oriental de 1995. Todo lo hasta aquí dicho sigue vigente, como vigente está todo lo que escribí en 1983 sobre el Espíritu santificador de la Iglesia a través de sus leyes, en el artículo "La Iglesia en espera", en esta misma revista que hoy acoge estas reflexiones9. De ese artículo sólo quiero hacer recordar que la "ratio peccati" que hoy llamamos "Salus animarum" ha sido la peculiaridad más saltante que la Iglesia ha tenido siempre para elaborar y para aplicar sus normas. Los civilistas no pueden creer que en la Iglesia se dé lo que no puede darse en el Estado ni en el Derecho Civil, es decir que un Obispo siendo de menor rango, pueda dispensar de una ley general de la Iglesia dada por el mismo Papa, cuando en un caso pastoral particular, la salvación de las almas así lo requiera. El canon 87 es verdaderamente sensacional, y tan jurídico como todo el Derecho del Pueblo de Dios.
  La Iglesia es consciente de la importancia que para la Salvación tiene la conciencia personal de cada fiel, y el Derecho canónico eso lo ha especificado en el uso y el respeto que la Iglesia de Dios tiene para con el fuero interno.
  La Potestad de la Iglesia es singular en este punto, porque es la única que se hace responsable no sólo del campo externo en que actúan los fieles, sino también del campo íntimo de la conciencia de cada uno, porque su obligación no es sólo el de procurar el Bien humano de las personas, sino también salvarlas dándoles un bienestar espiritual. Parecería que esto fuera propio del campo exclusivo teológico-moral, muy personal entre el fiel y Dios, mediante el Confesor, y que no tuviera nada que hacer el Derecho en este punto; tan es así que los mismos canonistas suelen decir: "De internis non júdicat Ecclesia"; sin embargo la verdad es que la Iglesia sí interviene en lo interno porque ella ata y desata también jurídicamente en la tierra y en el cielo. De ahí que se usen esos términos de Fuero o Foro externo, e interno. Con el Foro externo se salva el fin ulterior humano de todas las leyes, que es el Bien Común; y con el Foro interno se busca el fin ulterior de todas las personas, que es la Salvación eterna. No debiera haber conflicto entre ambos fueros, pero si surgiera algún impasse, la Iglesia respeta el predominio de lo más absoluto y personal que tiene el ser humano frente a Dios, que es su conciencia. No voy a ahondar en esta materia10.
  El 27 de Noviembre de 2003 llegaremos al segundo decenio de la codificación vigente. Es otro de los lauros obtenidos por Juan Pablo II, que ha sabido respetar en el Derecho Canónico vigente, el espíritu que quiso darle tanto el Papa Juan XXIII como el Segundo Concilio Vaticano.
  Sólo deseo concluir estas reflexiones recordando la necesidad cada vez más urgente y pastoral, de que en las Diócesis se organicen Tribunales de Conciencia, al estilo de la Penitenciería Apostólica o de la Signatura Romana. Estos Tribunales especializados deberían estar bajo la responsabilidad de viejos párrocos con sensibilidad de salvación de las almas, o de sacerdotes de mucha experiencia en el trato con las almas, o de Obispos eméritos con corazón paternal para que ayuden a los fieles en el Fuero interno, y que puedan dar sentencias reservadas y secretas en ese mismo Fuero, que tranquilicen a las almas en los problemas de conciencia extrasacramentales que requieren comprensión, dispensas, privilegios tanto de orden público como privado.
  Cuántos casos conocemos de nulidad de matrimonio por ejemplo, o de personas que no pueden volverse a casar por disposición del Código, o porque las pruebas que tienen no pueden ser exhibidas en el fuero externo, o porque los interesados, por caridad no desean mover problemas de tiempos pasados, o porque por las pasiones políticas la Iglesia misma tiene por conveniente no agitarlas, o por mil y una razón que el fuero externo no puede contemplar, pero que un pastor de almas, al contacto cotidiano con el quehacer de la Salvación, entiende que sí tienen solución por otros caminos también eclesiales, que van más allá del fuero interno sacramental y pueden producir efectos jurídicos-extrasacramentales.
  Los canonistas sabemos que ambos fueros pertenecen a un solo orden jurídico de la Iglesia, por lo que aquello hecho en un fuero tiene efectos jurídicos en el otro.
  Estos Tribunales de Conciencia son aconsejados especialmente para el matrimonio, y para el sacerdocio.
  Cuántos casos matrimoniales, o del Orden Sacerdotal, o de los Derechos Humanos podrían ser ventilados allí. Creo que debiera haber a nivel diocesano al menos uno de estos Tribunales de Conciencia, porque como dice el c. 1752 comentado por mí en el libro "Derecho de los Obispos", la salvación de las almas es el fin ulterior y metajurídico de la Iglesia y de todas sus normas. El canon dice que "la salvación de las almas debe ser siempre la ley Suprema de la Iglesia", y es el Obispo en definitiva quien debe velar por la conservación y el acrecentamiento de la Gracia en su Diócesis.
  Estas reflexiones pretenden ser un ensayo que agradezca al Santo Padre la visión moderna que le ha dado a la codificación de 1983, como monumento al Concilio Vaticano II, al haber tenido el tino de plastificar en normas escritas toda la espiritualidad y todo el nervio y pasión de los hombres de la Iglesia que tienen por vocación la salvación universal.

P. Dr. Luis Cordero Rodríguez


ENTREVISTA AL PADRE LUIS CORDERO (Año 2009)

Muy buenos amigos de PAX TV sí que es especial el día de hoy porque está con nosotros el padre Lucho Cordero que es el protagonista de una obra que tiene el espíritu Don Bosco y el espíritu del beato Juan XXIII la obra EL INSTITUTO RONCALLI. Bienvenido padre y muchísimas gracias.


Gracias a ustedes también.

Lo hemos intentado en otras ocasiones también

Sí, la salud no me acompaña

Pero es un día grande, aunque está cerca de los 80 y cerca de los 50 de vida sacerdotal aquí está rebosando energía no tanto como lo hemos conocido como rector en la facultad de teología, vicerrector en la Universidad Católica Sedes Sapientiae y muchas cosas que ahora nos va a contar. Me recordaba que quien le ordeno es también una persona gigante en la historia de la iglesia de Lima que es el Monseñor Dammert que nos puede decir, podemos empezar recordando a Monseñor Dammert si le parece.

Bueno, en realidad yo con el Monseñor Dammert no he trabajado mucho, en cambio ha sido parte de la formación intelectual nuestra, pero ciertamente él era Obispo auxiliar de Lima cuando nosotros terminábamos la facultad de teología y nos ordenamos sacerdotes. Después yo he seguido la trayectoria de Dammert por mis estudios que he hecho sobre el derecho canónico y el derecho civil en la sierra peruana. Yo llegué a hacer una tesis doctoral en Roma para probar que ni el derecho canónico ni el derecho civil peruano se puede aplicar a partir de 2000 metros de altura.

Se suspende, le da el soroche al derecho.

Por la idiosincrasia de nuestro pueblo, por la geografía, por las dificultades tanto de la parte civil como de la parte canónica para poder llevar a cabo exactamente como quiere la constitución y como quiere tanto el derecho civil como el eclesiástico. Las costumbres jurídicas son las más importantes allá y esto trae una serie de recuerdos, cuando yo me ordene de sacerdote y había sido antropólogo antes estudie en la Universidad de San Marcos antropología y con ese criterio entre al seminario, entonces pedí a ver si podía ir a una parroquia o a otro lugar donde hubiera dificultades y seria la cosa más práctica de aplicar la antropología entre los pueblos andinos.

Lo que hizo Santo Toribio, aplicó el derecho para que entre a la diócesis

Así es. A propósito de Santo Toribio yo leí que cuando él era abogado decía algo así como "Viva Dios perias mundus, el derecho lo primero y el mundo que importa", pero cuando fue arzobispo de Lima comenzó a decir "la salud de las almas es la ley más grande", cambió totalmente. Entonces a mí me dieron una parroquia en Ayacucho, de Huancasancos; es un lugar que para llegar se va en avión, luego de Ayacucho se va en camión hasta Cangallo y de aquí se va en mula hasta Hancapi y de este lugar también se va en mula hasta Huancasancos esta es una región que tenía en esa época más o menos unos 64 pueblitos en total 200 y más familias, pero bien dispersas, entonces allí comencé a trabajar yo lo primero que hice fue una encuesta para ver cómo estaba la gente. Cuando yo llegué a Huancasancos el Obispo mío que en esa época era el Obispo de Ayacucho Monseñor Alcedo me dice "vas a llegar a un lugar donde hay un criterio anticlerical, porque hace mucho tiempo hubo un pleito entre el pueblo y Monseñor Álvarez por unos terrenos y cuestiones agropecuarias que existían". Entonces el Obispo no quiso ir nunca más y el pueblo jamás accedió a ayudar al Obispo, es por ello que ese pueblo estaba 80 años sin sacerdote cuando yo llegue era bien difícil organizarte y él me dijo frente a la iglesia hay un señor que es un abogado y mejor ni le saludes, pero curiosamente yo llegue un día de carnavales tocamos la campana y este señor me mando un piquete de gente para dejar de tocar la campana y yo le dije si usted es capaz de parar a todo el pueblo que no toque esos pitos y cosas en la calle yo paro de tocar la campana, pero ahí quedo. Después paso el tiempo yo organice a los niños y a las chicas en dos organizaciones que se llamaban los corazones valientes y las almas valientes, eran chiquillos hasta segundo de media porque no había más en ese pueblo. En esa organización con ellos yo fui a buscar a las personas y los chicos y las chicas llamaban a sus padres, se recogían y ahí me di cuenta que los hijos de ese señor estaban con nosotros en ese grupo, pero no estaban bautizados entonces yo pensé y tenía que decirle a este señor que bautice a sus hijos, pero si el obispo me ha dicho que ni lo salude. Un día estaba yo limpiando la iglesia con los corazones valientes y Salí a tomar un poco de aire, en esa época yo fumaba y empecé a fumar un cigarrillo y en ese instante el señor salía de su caserón, se encontraba arreglando una camioneta y era la única que existía en ese pueblo, entonces me acerco y le digo doctor fuma usted y me dijo si, comenzamos a hablar de todo y al final el señor se despidió de mí y poco a poco todos los sábados él se hacia el encontradizo y conversábamos; nos hicimos tan amigos que llegaba las 4:30 o 5:00 de la mañana para despertarme, ya que yo dormía en la sacristía para ir a su hacienda para ordeñar vacas. Entonces muy amigos, pero cuanto más amigo me hacía más difícil me era a mí pedirle que bautizara a sus hijos, luego no pasó nada y seguíamos así hasta que llegó el momento en que yo tenía que irme a Roma a estudiar, justamente tenía que salir un sábado en la mula para ir hasta Huancapi y era un día viernes, luego yo me acerco al mercadito que no era más que un cerrito para comprar unos quesitos y llevar a mamá. Entonces yo subía y él bajaba por el cerrito, entonces le digo doctor que hace por acá responde he traído cositas para que vendan, entonces le comento doctor el sábado yo me voy a Lima y no regreso- si me dice, se va a Lima y no regresa caramba me dice yo que tenía la ilusión que usted bautizara a mis hijos.

¿Ya no tuvo que pedirle nada?

Entonces yo le dije doctor justo lo que le iba a decir yo hoy día, porque esa era la introducción para decirle esto- él me dice no mejor que usted no me lo haya dicho porque ya me di cuenta que es momento de inclinar la cabeza. El día viernes a las once de la noche he bautizado a sus hijos.

¡Qué maravilla!

Y al día siguiente sábado yo salía para Lima, luego me fui a Roma, etc. una impresión que tuve fue que el primer año de mi ordenación sacerdotal su luna de miel y que me dejo a mí este criterio "Cristo pasa de nosotros a los demás" cuando queremos convertir a alguien no lo vamos a convertir, pero si somos auténticos y demostramos ser lo que somos Cristo pasa y es él quien convierte; está a sido la idea que yo he predicado toda mi vida en cincuenta años de sacerdote Cristo pasa a través de nosotros a los demás si somos enanos pasa enano, si somos gigantes pasa gigante, si somos tristes pasa triste, si somos alegres pasa alegre y si somos inteligentes pasa inteligente depende de nosotros y así pasa el Señor. Bueno, después yo me fui a Roma a estudiar derecho civil y derecho canónico, hasta el doctorado e hice esa tesis del cual hablábamos, precisamente para probar que era muy difícil en esos lugares, era una tesis de 836 páginas y no es una tesis cualquiera.

Pero fue discutida o cómo, porque, así como uno lo escucha parece que es relativista no.

Si llego un momento en que estábamos en pleno concilio ecuménico, había dos decanos el de derecho civil y el otro de derecho eclesiástico, el de derecho canónico me para y me dice no lo que pasa es que usted quiere hacer lo que están haciendo estos africanos que quieren cambiar la iglesia con el tan- tan, porque yo le explicaba ahí como era la pastoral de sustitución que habían instituido los españoles precisamente cambiando las costumbres andinas con criterios cristianos. Y él me dijo no, no eso no lo sé y yo le dije no pues aquí se trata de una verdadera pastoral de sustitución y no de un tan – tan, no de recuperar las cosas andinas y entonces él se molestó y me dijo no yo estoy con usted y estoy contra el concilio. Bueno era una salida del padre Toscanel un franciscano muy estudioso e interesante.

Qué acogida tuvo la tesis o que aplicación.

La tesis evidentemente salió suma colude lo máximo, yo mande todo esto al concejo superior de investigaciones científicas de España y me contestaron entusiasmados para publicarla, pero me decían si lo vamos a publicar tal como esta es demasiado dura porque esta entrelazada con el aspecto social, sociológico, jurídico y pastoral. Es por ello que tenemos que realizar un estudio para hacerlo mejor, pero necesitamos un equipo de abogados y sociólogos que lo hagan y me dicen que esto se van a demorar bastante y seguramente ya no le vamos a poder pagar el derecho de autor, yo ignorante dije no entonces no lo hagan y pensé si ellos lo pueden hacer también lo puedo hacer yo, pero uno no se da cuenta que cuando uno regresa esta atiborrado de tantas cosas que uno no tiene tiempo, ya han pasado cincuenta años y no he escrito un libro de esto, cuarenta ya porque esto fue el año 1967. Entonces qué paso, esta tesis fue bien discutida evidentemente, pero también bien aceptada y por el contrario los que no aceptaron esto fueron los peruanos; cuando yo he venido acá y presente todo esto a la conferencia episcopal, el cardenal y en esa época Monseñor Landázuri me mando decir que no que los Obispos conocían y vivían todo esto así que no había como. Yo proponía tres conferencias episcopales para el Perú una para la costa, la sierra y la selva, porque tienen distintas realidades y distintos derechos que hay que aplicar, porque el derecho andino está es la base del pueblo mismo. El resumen que yo escribí sobre la tesis, ustedes saben que para que te den el título tiene uno que publicar la tesis entonces la publique un resumen de unas ochenta páginas, pero lo cambie el título y lo puse Problemas de Ayer y de Hoy en la Pastoral en una Parroquia de los Andes Peruanos, eso sí lo publicó Salamanca y lo hizo suyo, eso sí ha tenido muchísima acogida el librito es de unos ciento ochenta y 200 paginas, y con eso yo saque el título pero como digo es bien difícil aplicarla, yo creía que yo venía acá y al instante todo se arreglaba, pero nada que ver porque ahí había todo una industria mental que había que cambiar, hay toda una organización eclesiástica tradicional de siglos que es muy difícil mover, sobre todo las situaciones concretas aunque en aquella época el código todavía no había cambiado, sin embargo yo ponía de la necesidad que hubiera parroquias y sacerdotes, es decir parroquias con laicos encargados y un equipo de sacerdotes que fueran como San Pablo dando vueltas por todas las regiones y llegando de vez en cuando para hacer la liturgia, dejaba la eucaristía y después los laicos se encargaban de la paraliturgia y la vida eclesiástica continuara durante la semana, pero teníamos la conexión con la radio eso ya existía desde Sutatensa en Colombia y todas las parroquias tenían una radio línea pequeña.

En Cajamarca los Agustinos creo que tienen radio Santa Mónica.

Así es única de una zona y eso se hizo, es por ello que era fácil que los sacerdotes vinieran de vez en cuando y nunca estuvieran lejos de su pueblo, porque a diario tenían esa conexión con la radio, había esas radios líneas pequeñas que se vendían por todas partes con un transistor especial. Entonces así comenzó todo el trabajo, pero cuando yo regreso ya me hicieron vicerrector de la Universidad Católica de Ayacucho y ya me desconecté de la parroquia, pero ya comencé un mundo directo con los jóvenes; yo conocí ahí a Abimael Guzmán quien trabajaba en la facultad de educación y yo era el vicerrector.


Cuál la Universidad Nacional.

No, no estoy hablando de la Universidad Católica de Ayacucho que ya no existe, pero también en la Nacional enseñaba él.

Estaban vinculados.

Pero lo curioso era esto que éramos amigos y en una ocasión estando en una cafetería que quedaba cerca de la Universidad en la calle 28 de julio y me dice tenemos que deshacer el pasado hay que organizar de tal manera que ese pasado cristiano que impide que el Perú marche de verdad hacia el futuro.

Y sabía que usted era sacerdote.

Claro si yo era vicerrector de la universidad.

Se atrevía a decir eso

Sincero él pues, eso era lo que él pensaba y yo le preguntaba pero que socialismo le vas a dar aquí a esta gente. A no me dice primero hay que poner ceniza a toda la historia del Perú, cuando los peruanos estemos ya arrodillados en esas cenizas recién sabremos que socialismo le vamos a dar, estaba de moda pues el famoso Pol Pot que decía destruye el pasado para construir de la nada todo. Bueno, él fundó allá Sendero Luminoso en pleno grupo indígena, pero vino la revolución de Velasco y entonces él paso a la clandestinidad.


¿Y usted le llego a escuchar o le hablo alguna vez a él?

Si, a diario, pero ya tenía la idea y era bien difícil sacarlo y era un hombre que estaba convencido de lo que decía.

Bueno vamos a pasar a la segunda parte y centrarnos más en el Instituto Roncalli, estamos con el padre Luis Cordero y es una gracia muy especial. Bien nos encontramos con el padre Luis Cordero que nos ha estado hablando de su trayectoria netamente académica con ese primer año de pastoral en Ayacucho y también nos estaba hablando de su tesis doctoral, ahora vamos a dar un giro copernicano. Padre Lucho usted estaba en Roma y creo que participo en el concilio y seguramente que ahí conoció a Juan XXIII.

Si éramos convocados todos los estudiantes para ayudar durante el concilio a los Obispos y una vez por mes Juan XXIII nos reunía a nosotros, es decir a los sacerdotes o personas que trabajábamos y nos daba algunas orientaciones, entonces comenzamos así una amistad bastante interesante con Juan XXIII me acuerdo inclusive que le hacíamos preguntas tontas como por ejemplo alguien le pregunto ¿santo padre cuánta gente trabaja en el Vaticano? Y el papa contesto la mitad o sea era de ese tipo de personas que te acoge con unas salidas intempestivas no peleaba nunca. Me acuerdo que Jean Guiton escribió un libro sobre la vida de la virgen santísima en una forma muy mundana y actual; es decir del hombre de la calle, el cardenal Pietro Parenti salió en contra del libro y escribió en el observatorio romano que ese libro debía de considerarse no legible y al día siguiente todo el mundo esperaba ver cuál era la reacción de Juan XXIII y Juan XXIII mando a publicar en ocho columnas Jean Guiton primer observador del concilio, primer laico observador del concilio y con eso acallo todo los problemas y no hubo nada. Juan XXIII era ese tipo de gente y lógicamente nos cautivó sobre todo en la primera noche en la focoata famosa en que el papa dijo son las once de la noche qué hacen ustedes por acá ya váyanse a casa ahí van a encontrar a los niños denle una caricia del PAPA y si encuentran una lagrima enjuáguenla, si encuentran una tristeza díganle que el papa los quiere mucho, eso fue suficiente como para robarnos a nosotros jóvenes sacerdotes el entusiasmo para seguir adelante y mirar la vida con ojos de amor. De ahí pues que toda la obra mía posterior ha estado enmarcada con ese criterio del PAPA Joan, Juan XXIII.

Por qué usted vino, viene de Roma con su doctorado...

No, yo vine de Roma y me voy a Ayacucho otra vez de vicerrector de la Universidad y después por razones difíciles yo tengo que dejar Ayacucho y me vengo a Lima, aquí Monseñor Miguel Tubiano me pide a mí que trabaje en la facultad de teología , a partir de allí cambia la historia de mi vida y me dedique pues treinta años de profesor universitario, luego me llamaron de la Universidad de Lima para fundar la facultad de derecho en la Universidad de Lima enseñando yo Derecho Romano y ahí he estado veinte años. Entonces yo le dije a esta gente me gustaría enseñar acá, pero me gustaría poner una condición; fue que las primeras promociones de derecho se dediquen a una obra pastoral, social; porque no puede haber tantos abogados que no tengan una sensibilidad humana ,el decano de esa época Camilo Carrillo y la actual rectora Ice Bisosqui me dijo si no hay ningún problema y así empezamos nosotros a hacer una especie de encuesta y nos dimos cuenta que en San Isidro, Barranco y surco en esos lugares que todo el mundo cree que no hay pobres, pues hemos encontrado 20 000 niños de la calle trabajando.

Del cuarto mundo no del que se habla.

Entonces dije nosotros no podemos ir a trabajar a la punta del cerro ni a Comas ni a otro lugar, porque ahí no viven los chicos, no trabajan ahí los chicos duermen allá, pero vienen a vivir a Surco, Miraflores, San Isidro y entonces a partir de ahí buscamos un terreno cerca de este lugar y conseguimos con la ayuda del señor Jaime Payet que era el entonces alcalde de Surco conseguimos el terreno que tenemos actualmente en Roncalli y ahí comenzó la obra y le pusimos este nombre naturalmente con los muchachos de las primeras promociones de la Universidad de Lima.

Usted ha contado el inicio que a mí me recordaba un poco el Bartolomé Garelli de don Bosco cuando un día usted estaba en un bar, creo que es muy importante porque fue como una llamada del señor.

Así es paso lo siguiente que nosotros queríamos hacer algo, pero en el Perú se necesita mucha obra social para los enfermos, minusválidos, niños, madres solteras y otros, entonces no sabíamos por dónde empezar y con este grupo de chicos nos fuimos a SIERS a tomar un lonche y cambiar ideas y en eso se acerca un niño, viéndome a mí que yo me comía mi sándwich me dice: maestro, maestro me como su lechuga, porque yo había dejado la lechuga aparte, entonces me dio pena le dije ven con migo y fuimos a pedir un menú completo y el chico llevo su azafate hasta una mesa y salió volando a la calle, después de un rato regreso con cinco niños a devorarse la comida que él mismo había pedido. Entonces yo les dije a los muchachos eso es nuestro trabajo y ahí es que los chicos ya se diseminaron por todas partes para saber dónde estaban estos niños, donde trabajaban, cómo vivían, etc. Entonces los alumnos ya actualmente abogados fueron a ver a los padres de estos niños y las señoras decían cuánta plata me va a mandar usted para que yo mande a mis hijos ahí a ese Instituto, entonces nos dimos cuenta que realmente los chicos llevaban dinero a su casa y que si venían con nosotros ya no iban a trabajar, es por ello que tenían miedo estos papas. Entonces yo dije hay que organizar de tal forma que ellos puedan llevar algo, ya conseguido el terreno les dije a todo el mundo e invité a la gente y fuimos por las casas trayendo a los chicos al principio los traíamos y llevábamos en camioneta.

Con el padre Hurtado

Si, entonces yo les dije hagan una obra limpien la casa, saquen las piedras, barran y otras pequeñas cosas y yo les doy un ticket de un color, vengan a la catequesis un ticket verde; si juegan un partido de fútbol un ticket amarillo; si vienen a la misa un ticket azul; si es una fiesta un ticket blanco. Lugo dije voy a abrir un banco y véndanle esos tickets al banco, el banco les compra y les va dar un valor de dinero, entonces un ticket azul un Roncalli, ticket verde medio Roncalli, un ticket amarillo un cuarto Roncalli, un ticket rojo diez centavos de Roncalli y un ticket blanco dos Roncallis, entonces la gente pues algunos me regalaban zapatos, vestidos, comida, juguetes y yo puse una tienda y compren con esos Roncallis lo que quieran acá; entonces ya no regalaba nada, y los chicos comenzaron a pensar que realmente viniendo a Roncalli y dejando la calle ellos ni iban a descuidar su familia porque llevaban a la casa aceite, harina, pan, comida y todas las cosas que me regalaban a mí ellos compraban con sus Roncallis y llevaban para la casa. Los padres ya comenzaron a ver de forma distinta la obra de estos niños que ya no iban a las calles, pero estaban conmigo, pero eso si ya no llevaban dinero y así es como fue la forma como yo saque a los niños de la calle.


Usted tenía en mente algo como el oratorio de don Bosco.

Bueno lógicamente sí.

Usted tiene un hermano salesiano.

Si

El padre Carlos

Pero no solo eso, si no yo he sido oratoriano desde niño y yo he conocido a don Bosco en el año 1937 cuando cerca de mi casa pasaba la banda del oratorio y donde iba yo los domingos era un oratorio festivo de los domingos y día de fiesta, ahí teníamos catequesis entre otras cosas, realmente ahí todos nos dimos cuenta la necesidad de estar siempre unidos a un sacerdote, amigo o a alguien quien se ocupe de nosotros. Porque el niño quiere que alguien se ocupe de él.


Claro el perro y el niño donde hay cariño.

Que interesante, entonces es así como yo hice ese criterio y le di un sentido más moderno, mientras tanto conseguimos el terreno, el dinero para empezar una obra, el arquitecto Ricardo Pérez León fue quien diseño toda la obra, así mismo el arquitecto Risueño comenzó a edificarla y en un espacio de más o menos de 10 000 metros cuadrados hemos hecho la obra que tenemos en estos momentos.

Dónde está ubicado

En higuereta calle el Rocío 295 entre la segunda y tercera cuadra de Pedro Venturo la entrada y son tres cuadras, entonces ahí vienen los niños por su cuenta, ya sea caminando y a veces salen a las cinco de la mañana de la tablada de Lurín vienen caminando para estar todo el día con nosotros.

Qué día

Sábados, es el día que estoy con ellos porque antes yo estaba tres veces por semana, pero ahora solamente el sábado y por qué, porque ya se pasó a la segunda etapa y esta segunda etapa es un Centro Educativo Ocupacional donde se enseña diseño gráfico, diseño arquitectónico, computación, informática, carpintería metálica, panadería, gasfitería, electricidad donde los muchachos en tres años ya salen profesionales y todo es gratis.


Qué días tienen las clases

De lunes a viernes de 8:30am- 4:30 pm todos los días.

Cuántos alumnos aproximadamente

Hay cabida para 500 o 600 normalmente debería ser 300 muchachos diarios, pero desgraciadamente yo no le entiendo todavía y algo tengo que estudiar para ver cómo se puede solucionar, porque por mas propaganda que hago, por más cartas que mando a las radios, es decir por más cosas que hago los padres desconfían de lo gratuito y piensan que algo tenemos nosotros, donde estará la maña, piensan que algo estamos haciendo.


Que andarán buscando

Eso y nos cuesta bastante tener niños con nosotros gratuitamente, porque la única condición que tienes que tener es haber terminado la primaria.


Hay condiciones de edades

Para entrar al centro de acogida a partir de los dos años de edad hasta los diecisiete años.


Al oratorio, para ir el sábado

Yo le llamo centro de acogida, para no tener el mismo lenguaje de los salesianos entonces el centro de acogida de 12 a 17 años, pero los que han terminado la primaria y ya no quieren seguir estudiando entran al Instituto a estudiar una profesión y en tres años salen profesionales, prácticamente el Instituto es una Universidad con solo primaria.


Es decir, tienen vacantes ahora.

Cientos de vacantes no hay límite.

Pueden hacer propaganda aquí por PAX TV solo tiene que traer la propaganda y la colocan.

Si como no, voy a mandar por correo y con tu permiso, pero los chicos no vienen y eso es gratuito al principio tuve que pagarles el pasaje; pero también yo no puedo gastar cincuenta soles diarios en pasaje es mucho y entre todos porque todos tienen derecho. Al final les e obligado por escrito que los padres que se interesen y se comprometan que van a mandar el pasaje a sus hijos, porque las tres comidas les doy yo desayuno, almuerzo y cena y los chicos no pierden nada, además no me falta nunca nada eh te advierto ya que sería injusto si digo que me falta comida para los chicos jamás les falta.

Y de dónde salen para sus pensiones, para las personas que están escuchando si quieren ayudar sin duda que necesitaran voluntarios, porque a los profesores quién los paga o como se sostiene todo.

Nosotros, en la cuestión de voluntariado y lo voy a decir con toda sinceridad y yo no creo mucho porque el voluntario te trabaja un día muy bien y cien días no viene y entonces yo no puedo tener a los chicos esperando al profesor, entonces yo pago busco el dinero para pagar a la gente. Yo tengo un presupuesto de cerca de S/10 000 mensuales.


Son profesores titulados los que dan la clase.

Si titilados no ganan gran cosa, pero ganan lo suficiente para vivir.


Tiene una gran mística también, ya que es como un centro de acogida.

Para el movimiento de acogida yo tengo ahí los brigadieres que son los antiguos chicos que han crecido, pero para el centro educativo si necesito gente especializada en computación, matemática, historia, educación cívica muchos me trabajan gratuitamente, pero por propia decisión y la mayoría son jubilados y otros no es por ello que yo tengo que pagarles.

Y hay chicos que ya están trabajando

Los que terminan reciben un título que se llama empresario rustico, porque no puedo ponerlos empresariado o microempresario porque no han terminado la media, ya que han hecho solo primaria y claro en vez de la media han estudiado conmigo otras cosas no, estudian todo tienen educación cívica, educación religiosa, matemática, geografía, historia y tienen todo como si fuera una secundaria, pero como un centro especializado.

Bueno salen con un título mis chicos y cada año salen dos promociones es como en la Universidad semestral; es decir son ciclos semestrales, entonces con cuatro semestres ya pueden salir y aun mas ahora estoy haciendo como una especie de plan piloto para incubadora de micro empresariado los chicos que han terminado sus estudios con nosotros o que han terminado en otro sitio pueden entrar y hacen dos ciclos o tres ciclos tranquilamente para hacer una especialización en su microempresario, nosotros le ponemos abogado, el primer dinero le damos nosotros para que puedan empezar. Comenzare explicando de la panadería los jóvenes terminan la panadería y una vez terminado no tienen plata, horno, dinero entonces lo que hago y sé que actualmente con S/200 ellos tienen todo lo necesario para hacer 3 000 panes y con esos S/ 200 compran la harina, manteca, mejorador, levadura entre otros pero no tienen maquinarias y ellos compran lo necesario y se vienen a Roncalli, en la tarde hacen su pan lo dejan en la refrigeradora y en la mañana vienen temprano ponen eso que está en la refrigeradora lo ponen en el horno luego salen a vender. Supongamos que hoy día 3 000 panes y que lo vendan cada uno a 10 o 15 céntimos entonces tienen que sacar los S/200 para el día siguiente e incluso sacan hasta S/ 400, entonces que hacen S/200 para los insumos del día siguiente y los otros S/ 200 se reparten entre ellos tres, porque generalmente forman una asociación de tres chicos y todo en regla pagando impuesto, organizando y nosotros se lo decimos todo y al principio utilizan nuestras maquinarias.

Tienen clientes fijos, si alguien quiere ayudarle a comprar podrían ponerse en contacto.

No, no nosotros no podemos vender nada según la Ley peruana y como todo lo nuestro y los insumos son donación y nosotros damos un certificado de donación yo no puedo comercializar, todo lo que yo tengo es para los chicos; es decir para el consumo interno. Una vez que ya se han independizado forman su propia asociación yo les presto por un tiempo, pero hay un contrato con una firma del que provee estas maquinarias, si ellos le dan a esta firma S/100 diarios en un promedio de dos o tres meses le ponen el horno, poco a poco le ponen la cortadora, amasadora y en un año ya tienen todo su material y su taller.


Varios tendrán su negocio y taller propio.

Por supuesto, pero solo estoy hablando de panadería, pero hay también diseño gráfico, diseño arquitectónico y hay un grupo de arquitectos que les dan trabajo, pero mientras están estudiando no reciben nada, si los señores piden algo es Roncalli que les da su certificado de donación para ellos y una vez que estos chicos se gradúan, ya ellos por su cuenta ya tienen dónde ir. Los últimos ciclos tienen que ir a practicar a una panadería grande, a un centro de libros o a una serie de cosas donde les permita aprender mejor. Por ejemplo, yo les propuse a los jóvenes un concurso para que me sacaran la página web de Roncalli, formaron cuatro grupos distintos y elaboraron unas páginas web hermosas y yo ahora estoy sacando de una y d otro para formar uno solo, pero lo hicieron con una fantasía extraordinaria, con movimientos impresionantes y grandes cantidades de fotografías.

¿Cuál es la web de Roncalli?

En estos momentos no lo puedo decir todavía, pero está en marcha ya que tenemos que organizarlo y ahora he incluido un curso de postgrado de web, donde los alumnos al terminar sus estudios están en la posibilidad de elegir seguir un ciclo o dos más con nosotros exclusivamente para aprender la última palabra de la página web y les da dinero ya que lo pueden vender a $200 o $100 eso depende de la manera como ellos lo organicen y haya quien quiera pagar eso. Esto es una obra que tiene dos centros bien claros para mí el centro mejor es el de acogida, ya que vienen los niños de dos años tres años.

¿Cuántos irán ahí?

Yo tengo tres mil niños.

Tres mil

Si tres mil niños que giran ya que no están todos los días, pero se nota en navidad.

Tiene dos momentos importantes verdad

Si, en julio el día de mi santo yo festejo como si fuera cumpleaños de todos los chicos, entonces en este mes llegan a 100 y 1500 niños en julio pero en diciembre hay tres 3 000 porque vienen otros que nunca vienen y son traídos por los mismos chicos, son dos grandes movimientos y hay mucha gente a quienes yo escribo quienes me regalan los polos, porque todos los chicos terminan son cinco juegos pero para esto tienen que haber tenido una cantidad enorme de tikets de asistencia Roncalli, entonces esto lo canjean y tienen derecho a un par de zapatillas, un polo, una pelota, un panetón y un juguete.


¿Cómo son esos dos días grandes es qué consisten?

Para la fiesta del cumpleaños llegan a las 8:30 a.m. y lo primero que comen es un tamal, ya sea pan con tamal o pan con huevo duro y pan con plátano e inmediatamente después se dividen en 35 grupos debido a que son tantos niños y hay 35 piñatas entonces cada grupo tiene que romper una piñata de acuerdo a su edad termina la ruptura de piñatas, luego comienza una olimpiada que consiste en cinco juegos que tienen que jugar todos el primero es el partido y se divide el equipo A con el equipo B, después el equipo C non el D y luego se cruzan y así ellos van sacando en blanco quien es el campeón de los campeones y el campeón de campeones va y escoge su regalo. Ya ustedes comprenderán hay tres mil cosas, tres mil juguetes donde los chicos se ponen allí en fila y tienen que escoger uno solo.

Y hay paz se entienden.

Es la muerte, pero esta todo organizado los chicos reciben su regalo después pasan a recibir su polo, su pelota, zapatillas y luego ya se van a la casa y como verán ahí necesitamos mucha ayuda en la calle más que adentro.


¿Quiénes apoyan?

Los antiguos alumnos, yo tengo cuarenta años diciendo la misa de Carmelitas a medio día, de manera que los que eran pequeños han crecido ahí como en la parroquia de Las Carmelitas y en San Antonio de Miraflores y esa gente para mi es incondicional, entonces yo pido quien me regala dinero, quien me dona los polos hay un señor que me regala las zapatillas y son pues tres mil pares de zapatillas y esto no es un chiste, así sucesivamente. Luego semanalmente yo tengo quien me regala los huevos semanales, el pan lo producimos nosotros y hay un grupo INASA que es un grupo de químicos que hacen el control de calidad de los alimentos para todo el Perú, pero el estudio que ellos hacen no lo pueden comercializar y me lo mandan a mí y con eso nunca nos falta nada de comer, hubo un tiempo también en el Cordon Bleu le sobraba alguna comida y me lo mandaban a mí ahora ya no lo hacen, ya que todo tiene su etapa pero INASA hasta ahora no nos falla tenemos en abundancia atún, harina, pescado; es decir todo tipo de comida y nosotros nos arreglamos para que esto nos alcance para todos.

Y el gran día de navidad, para que se vayan preparando y colaborando los que están viendo el programa

En la navidad igual, busco los panetones y los tres mil panetones me los regalan y lo demás, los chicos además de todo lo que llevan, cada uno lleva un panetón más a su casa. Ahora tenemos un poco más de problemas ya que vienen más chicos de lo que uno cree.

Se multiplican.

Bueno como decía, yo tomo la píldora, pero sigo teniendo hijos y lo que hago es que aquellos chicos que vienen por única vez en navidad los formo y les digo los que quieren pelota acá y los que quieren panetón acá y con eso ya divido esto es con los que vienen por única vez, pero los que vienen siempre que son alrededor de los tres mil a esos hay que darle todo, ya que merecen el fruto de todo lo que nos dan a nosotros. Yo no tengo nada en mi nombre todo de manera que esta todo a nombre de Roncalli y dependemos totalmente de la gente amiga no hay ninguna fundación, pero al principio sí para que vamos a negarlo el gobierno belga nos ayudó durante los primeros tres años para comprar las maquinarias y hoy día tenemos ya como cincuenta computadoras, la panadería que ya queda chica y bueno tenemos que crecer también en esto.

¿Cuál es el mensaje que le da, porque era muy bonito cuando nos contaba al comienzo que lo que pasa de nosotros al otro?

El mensaje primario es cristo pasa de nosotros a los demás si somos enanos pasa enanos; si somos gigantes pasa gigante, pero siempre pasa con una pelota con un cigarrillo con lo que fuera. Quería decir lo siguiente no se sabe nunca cuando uno empieza una obra si es una obra de Dios o no y no se sabe si solamente es una emoción u algo por el estilo. Y cómo me convencí que era una obra de Dios, es cuando conseguí el terreno, yo le reuní a todos los vecinos di una conferencia y los vecinos no quisieron.


Para contarle lo que iba a hacer.

Ellos no quisieron y había un grupo de policías que organizaron una invasión al terreno, ya que el terreno era grande y por fortuna alguien me paso la voz y me dice están organizando esto. Entonces yo le pregunté al arquitecto que hago- me dijo cércalo- y cuántos ladrillos se necesitan- 23 000 mil- ahora de dónde saco plata, pero con él estaba un señor que se había jubilado de ladrillero REX y me dice no te preocupes vamos a hablar con el señor Alaneta él es muy buena gente porque ellos queman 45 000 ladrillos por cada noche y estamos hablando de la época de los años 1980- 85, fui a hablar con el señor Alaneta, pero el viejo Alaneta no quiso recibirme y me puso en una mezanine para que hablara con su hijo pues él tendría veintitantos años hable con Francisco Alaneta el hijo pasa esto yo quiero hacer esto y necesito cercar- me dice padre cuánto necesita- 23 000 ladrillos- está usted loco no tendríamos ni mil ladrillos para regalarle, en ese instante suena un citófono interno y le dice señor Francisco baje volando que su papá está muy mal, bajo el chico asustado y después de cuarenta minutos regresó se sentó y me dice padre usted es un brujo- le digo por qué – sabe por qué, mi papá estaba que le iba a dar un infarto porque nos han devuelto cuatro camiones llenos de ladrillos previ porque están mal quemados y hay que volverlos a hacer y usted sabe cuántos son, son 23 000 ladrillos lléveselo. Ahí es cuando yo dije esto es una obra de Dios, es por eso lo que digo que no sabemos al principio si lo que estamos haciendo es de Dios, pero esas pequeñas cosas lo confirman. Después otro detalle es que los chicos no tenían agua ni desagüe, teníamos solo un botadero y le digo al arquitecto esto no puede ser les saco de la calle precisamente para que no orinen en la calle y aquí no hay un lugar adecuado, entonces me hizo el estudio y me dijo se necesitan 3 000 metros de tubos lineales de PBC otros tubos de agua y desagüe. Estábamos en la primera época del primer gobierno de Alan García y era cosa seria y me dijo esto no lo vas a conseguir en ninguna ferretería esta cantidad tienes que ir a una fábrica; dije si no puedo quiere decir que Dios no quiere que yo lo haga, pero el domingo siguiente en la misa del día doce de Carmelita se me acerca un chico y me dice padre quiero hablar con usted. Me comenta que su padre no quiere que ella se case con una persona que está en Estados Unidos y yo quiero casarme con un joven así, entonces yo le dije dile a tu papá que venga a hablar con migo era para zafarme yo del problema, el papá fue a hablar con migo a la Universidad de Lima estuvimos un tiempo hablando y me dijo padre yo voy a ayudar a mi hija no se preocupe, pero me dice que usted está haciendo una obra para niños en qué puedo ayudarlo y le dije mire señor yo no pido plata nunca, usted deme lo que hace en la vida ¿Qué hace usted en la vida? Él me dice yo tengo con mis hijos una fabriquita de tubos de PBC entonces yo saque la lista y le dije esto es lo que necesito y otra cosa este señor era dueño de pinturas vencedor en esa época bien fuerte económicamente, pero no me dijo que era dueño de pinturas vencedor se achico y solo me dijo tengo una fabriquita, justo lo que yo necesitaba y me mando todo y yo me asuste llame a la esposa y le dije señora yo no tengo plata para pagarle a su esposo esto y ella me dijo no se da cuenta usted que mi marido se lo está regalando. Y como eso hay un montón de cosas para concretar esto un día vino a Roncalli ya estaban ahí los chicos ya habíamos conseguido incluso la otra parte del terreno vino un señor de Brasil y me dice quería hacer en Sao Paulo una obra como esta, pero quería inspirarse nosotros teníamos un comedor que es todo de cemento, duro para chicos y me dice que va hacer en ese terreno, yo había pensado en ese terreno preparar una casita para misioneros para que me ayuden pero dije no, este señor no me pregunta por gusto, si no lo hace porque me va a ayudar entonces dije ah voy a hacer una iglesia – una iglesia me dijo- si – y cuánto le va costar- que se yo cuanto me va costar, recién lo estoy pensando pero me gustaría hacer una iglesia rustica como este comedor y me costó $30 000 - a si me dice le doy ahora con una condición que ponga usted en el altar mayor a la virgen María Auxiliadora – era la virgen de mi niñez . si usted va a Roncalli y entra a la capilla se va dar cuenta que la virgen María Auxiliadora esta al principio y él mismo ya hizo a Santa Rosa, San Martín de Porres, don Bosco y Domingo Sabio está dentro de la iglesia. Es una iglesia que tiene más o menos 25 metros de largo por unos 10 metros de ancho, las bancas son todos de cemento, pero nadie se da cuenta Cementos Lima me regalo el cemento y después la misma empresa me dio todos los conteiner es y yo desarme toda esa madera de pino obregón y con esa madera he forrado todas las bancas de la iglesia y parecen de madera mas no de cemento.

Padre Luis yo creí que no íbamos a tener tiempo porque usted decía que estaba un poco enfermo me gustaría hacerle dos preguntas ¿de dónde saca usted esta energía a pesar de que está enfermo? Ya que hemos tenido que aplazar este programa en varias ocasiones porque ha estado hospitalizado y lo segundo es ¿Que le pediría al señor ahora que se acercan sus bodas de oro?

Yo lo único que puedo decir es lo siguiente, es verdad que el Señor hace lo que quiere con la gente ignorante yo me metí a esto de pura ignorancia creí que era fácil y sencillo pero la gente me ayuda los chicos han crecido y se sienten distintos. Estos chicos por ejemplo no quieren que se transfiera fácilmente Roncalli a otra institución si es que no saben ser papás, porque ellos realmente han encontrado en sentido de lo que es el padre.

Se está ya las bodas de oro y también los entonces que le pide al Señor para celebrarlo como Dios manda.

Yo quisiera que se solucione rápido el futuro de Roncalli porque yo quisiera transmitir esto a una congregación religiosa para que sea estable todo el trabajo. Yo pensé en los salesianos pero el inspector a través del Obispo Monseñor Tomassi me manda a decir que en lugar donde estoy yo no es aparente, entonces yo he escrito al cardenal Bertone que es salesiano le he dicho eminencia que hemos sido compañeros en la Universidad en Roma y le digo don Bosco cuando recibió Valdoco no hizo ahí la primera obra de los salesianos porque habían pobres o no pobres sino porque habían niños y ese terreno se los dio el Señor igual nosotros el lugar es lo de menos los chicos son los pobres, son los que peligran en las calles por los ellos hay que hacer las cosas, me gustaría que fueran los padres salesianos los que continuaran mi obra pero no lo sé yo estoy en manos del Señor si los hombres no quieren se queda todo truncado no sé si esto es un mensaje subliminal párale santísimo.


Directo, explicito para él.

Para la congregación

Seguramente que muchas personas de buena voluntad están viendo este programa y ya lo están encomendando a don Bosco y María Auxiliadora y verán lo que son milagros, usted ya nos ha contado ya varios milagros y por qué no se va dar este también.

Dice él tengan devoción a María Auxiliadora y a Jesús sacramentado y verán lo que son milagros y es eso lo que siempre he hecho con todos mis chicos porque nosotros no somos cucufatos no estamos ahí en golpes de pecho ni oraciones continuas, tenemos una pedagogía que se llama la pedagogía del patio y donde estamos y no, donde los chicos crecen sin darse cuenta.

Pedagogía que merecía una tesis doctoral.

Así es, en la Universidad de Salamanca, extraordinaria, suma cum laude, la doctora Bustamante.

Pues padre Lucho en nombre de los miles de niños que han recibido el amor de cristo a través de tantos gestos, en nombre de tantas familias, alumnos y de tantos que hemos estado y que hemos tenido la suerte de trabajar con usted en la facultad de teología donde ha sido rector y en la Sede Sapientiae donde ha sido vicerrector muchísimas gracias que Dios le bendiga y que viva más de cien años y ahora nos da la bendición.

Como no

La bendición de Dios todo poderoso Padre, Hijo y Espíritu santo descienda sobre todos ustedes y permanezca para siempre Amen.

Amen.

Gracias por todo.


1 Dionisio de Halicarnaso en su famosa obra "Antigüedades Romanas II" columna 25 y Plutarco en sus "Vidas paralelas", 13, señalan de alguna forma la comunión de vida que era innata en el matrimonio de los Romanos: El Halicarnaso dice que Rómulo prescribió desde la fundación de Roma que la esposa y el marido debieran ser compañeros de toda la vida "tanto en los bienes materiales, como en los bienes sacrosantos", y Plutarco dice que Porcia hija de Catón le juró a su marido que las esposas debían vivir con sus esposos, no como simples concubinas que participan en común de la misma mesa y del mismo lecho, sino como compañeras de toda la vida en lo bueno y en lo adverso".

  La definición de Modestino sobre el matrimonio en el s. III: "Las nupcias, es decir el matrimonio legítimo romano, consiste en la unión entre un hombre y una mujer, y en el compartir una comunión de toda la vida, adhiriéndose en todo al derecho divino y al derecho humano" (D. 23, 2,1); y la de Ulpiano consignada por Justiniano en sus Instituciones: "Las nupcias, son la unión de un hombre y una mujer que contiene por naturaleza la relación habitual (consuetudo) inseparable por toda la vida" (Inst. 1,1,1,9). Estas definiciones fueron consideradas por los Papas como muy adecuadas al Evangelio, y por eso las asumieron como la esencia para que el matrimonio fuera también considerado un sacramento.
  Nota adicional: Como muchos se la pasan diciendo sin prueba alguna que Modestino sufrió las influencias de S. Pablo en la impostación del Derecho matrimonial, he citado también a Ulpiano que no tuvo contactos con el cristianismo primitivo; aunque no se me escapa que el cristianísimo emperador Justiniano ha podido estar influenciado por S. Pablo al colocar ambos criterios matrimoniales en el Corpus Iuris Civilis, aunque en forma distante (el Digesto se coleccionó mucho después que las Instituciones).

2 Cuando los cristianos se organizaron en Roma, el Derecho civil romano enseñaba que "non concubitus sed consensus" (sólo el consentimiento) era el que generaba un matrimonio legítimamente vinculante; y encontraron que en virtud de este principio eran tres las figuras de maridaje:

a. El "jus connubii", único matrimonio vinculante para la vida, al que tenían derecho los nacidos libres en Roma, y los peregrinos o provincianos nacidos fuera del suelo itálico, en libertad y habían adquirido el derecho del ius connubii (este matrimonio era a la vez sacramento).

b. El "jus concubinarii", como matrimonio estable pero no vinculante para toda la vida; al que tenían derecho: un romano casado con una peregrina sin jus connubii; un romano unido a una liberta; o dos peregrinos que sin el jus connubii se querían casar en el suelo itálico (De suyo no era considerado sacramento, pero era moralmente aceptable por la Iglesia).

c. El "jus contubernii", o unión carnal no estable ni vinculante al que accedían los que habían nacido en la esclavitud. Probablemente la existencia de este jus confundió a S. Jerónimo que en algunas de sus famosas cartas decía que "las personas excesivamente pobres para contraer matrimonio" estaban justificadas si vivían con una esclava "more uxorio" (como casados) y luego "cuando lograban tener mejoría en su economía" la podían "repudiar" para casarse con otra de mejores condiciones sociales". El cardenal Violardo al comentar esto decía que en aquellos tiempos existía la posibilidad de una vida en concubinato antes de realizar un verdadero matrimonio y que S. Jerónimo lo permitía también a los bautizados. Violardo G. "Il pensiero giuridico di S. Girólamo" Milán 1937; y "Appunti sul diritto matrimoniale in S. Ambrogio" Milán 1940. La cita está en las pp. 185-512.

3 Antes de seguir leyendo, quiero hacer notar al lector que en la época de S. Jerónimo y durante los siglos 5° y 6° de la Iglesia, era común que existiera entre los cristianos de Roma un concubinato antes de realizar un verdadero matrimonio, y que los Padres de la Iglesia consentían en "rupturas" y "repudios", antes de las "nuevas nupcias", sin ponerse tantos problemas sobre la indisolubilidad.

  Si leemos en el Mansi la correspondencia entre S. León y Rusticus que hemos comentado en el artículo de la RTL. citado, encontraremos que el Papa León explicaba que no toda mujer (bautizada o no) unida a un hombre había de ser considerada como "Uxor" (esposa) porque la alianza matrimonial sólo era legítima entre "ingenui", es decir entre los nacidos en libertad; y entre "pares", es decir entre los que eran de igual clase social. Y lo curioso es que el Papa añade "y esto es así desde antes que existiera el Derecho Romano" (ver esto en Mansi J.D. "Sacrorum Conciliorum..." Coll. Florencia-Venecia 1759-1798 VI, 40100 ss).

4 El que se interese en esto, le sugiero nuevamente releer mi estudio sobre los procesos en RTL. ya citada.

5 En materia matrimonial por ejemplo, las leyes bárbaras autorizaban la ruptura del matrimonio por motivos muy extravagantes y diversos. Veamos algunos ejemplos: Los alamanos y los bárbaros establecieron el mutuo disenso por embriaguez, o por ociosidad (Lex Romana Burgundorum: Leyes 3,2 y 6,14). Los visigodos convertidos al cristianismo decían que si uno de los cónyuges entraba en un convento, debía disolverse su matrimonio (Lex Romana Visigothorum 3,6,2). Dado el principio de la personalidad del Derecho impuesto por los visigodos, tanto los burgundios como los visigodos llegaron a un acuerdo con los ciudadanos romanos de la península para que todos aceptasen como causales de divorcio, las que Constantino había precisado siglos atrás en Constantinopla (a. 312). El año 650, el rey visigodo Chindasvinto permitió el divorcio sólo en los casos de adulterio de la mujer; mientras que si era el marido quien la repudiaba por otras razones, debía indemnizar a la mujer con una composición equivalente a una dote sin que la mujer tuviera algún derecho para exigir se reinstaurase la vida común (Lex Romana Visigothorum 3, 6, 1,). Sólo en el caso de que el marido pretendiera cambiarla por dinero, la mujer podía repudiar al marido. Si se atrevía a repudiarlo por otros motivos, incluido el adulterio, la mujer podía ser enterrada viva en el fango (evidente época de bárbaros). La Iglesia sólo podía predicar moralización, sin lograr aún establecerse por completo en el campo jurídico, dependiendo todavía de los avatares civiles. (Véase en Demougeot, F: "La Concubine dans les lois barbares du VI siecle" en "Recolección de memorias y trabajos sociohistóricos de derecho... de los países más antiguos de derecho escrito" XII (1983) París p. 68-82).

  Para más detalles sobre el matrimonio, sobre los procesos canónicos, sobre la aparición de un matrimonio canónico distinto del matrimonio civil, y sobre muchas anécdotas específicas, sugiero leer mi artículo "El proceso matrimonial canónico en la historia" en Rev. Teol. Límense 29 (1995) n. 3 Lima. Pág. 440-467.

6 VOGEL, C.: "Libri paenitentiales"; Colecc. Fuentes del Medioevo Turnhout 1978.

7 SCHMITZ, J.: "Die Bussbücher und die Bussdisziplin der Kirche" y "Die Bussbücher und das Kanonische Bussverfahren". Ambos libros reimpresos en Graz, el año de 1958 (son obras del s. XIX).

8 No he querido atropellar todos estos datos con muchas notas al calce.

  En todo este íter histórico me he servido de los voluminosos 21 tomos de la Historia de la Iglesia de Fliche y Martín, que es una obra clásica y de gran prestigio, editada en París a inicios del s. XX.

9 CORDERO, LUIS. "La Iglesia en espera" en Revista Teológica Límense, XVIII (1983) n. 1 p. 39-47.

10 Para más detalles sugiero leer mi libro "El Derecho de los Obispos" publicado en Lima (1998), en las páginas 125-128



Dr. José Antonio Benito Rodríguez