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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Santa Margarita María de Alacoque»

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Religiosa de la [[Orden de la Visitación]]. [[Apóstol]] de la [[devoción al Sagrado Corazón de Jesús]], nació en Lhautecour, [[Francia]], el 22 de julio de 1647; murió en [[Paray-le-Monial], el 17 de octubre de 1690. Sus padres, Claude Alacoque y Philiberte Lamyan, se distinguían menos por sus posesiones temporales que por su virtud, lo que les daba una posición honorable. Desde su tierna infancia Margarita mostró intenso amor por el [[Santísimo Sacramento]], y prefería el [[silencio]] y la [[oración]] a las diversiones infantiles. Después de su [[primera comunión]] a la edad de nueve años, ella practicaba en secreto severas mortificaciones corporales, hasta cuando la parálisis la confinó a la cama por  cuatro años. Al final de este período, habiendo prometido (ver [[promesa]]) a la [[Santísima Virgen]] consagrarse a la vida religiosa, fue instantáneamente restaurada a perfecta salud. La muerte de su padre y la injusticia de un pariente sumió a la familia en la pobreza y la humillación, después de lo cual más que nunca encontró Margarita consuelo en el Santo Sacramento, y Cristo la hizo sensible a su presencia y protección. Usualmente se le aparecía como el Crucificado o el Ecce Homo, y esto no la sorprendía, pues ella pensaba que otros tenían el mismo auxilio Divino. Cuando Margarita tenía diez y siete años, la propiedad de la familia fue recuperada, y su madre le imploró establecerse en el mundo. Su ternura filial le hizo creer que su promesa de la infancia no le obligaba, y que podría servir a Dios en casa mediante penitencia y caridad con los pobres. Luego, aún sangrante de sus austeridades auto-impuestas, comenzó a disfrutar del mundo. Una noche a su regreso de un juego de pelota, tuvo una visión de Cristo como estaba El durante el azotamiento, reprochándole por su infidelidad después de que El le había dado tantas pruebas de Su amor. Durante toda su vida, Margarita llevó luto por dos faltas cometidas en esa época – el uso de algunos adornos superfluos y una máscara en el carnaval para complacer a sus hermano
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Religiosa de la [[Orden de la Visitación]]. [[Apóstol]] de la [[devoción al Sagrado Corazón de Jesús]], nació en Lhautecour, [[Francia]], el 22 de julio de 1647; murió en [[Paray-le-Monial], el 17 de octubre de 1690. Sus padres, Claude Alacoque y Philiberte Lamyan, se distinguían menos por sus posesiones temporales que por su virtud, lo que les daba una posición honorable. Desde su tierna infancia Margarita mostró intenso amor por el [[Santísimo Sacramento]], y prefería el [[silencio]] y la [[oración]] a las diversiones infantiles. Después de su [[primera Comunión]] a la edad de nueve años, ella practicaba en secreto severas mortificaciones corporales, hasta cuando la parálisis la confinó a la cama por  cuatro años. Al final de este período, habiendo prometido (ver [[promesa]]) a la [[Santísima Virgen]] consagrarse a la [[vida religiosa]], fue instantáneamente restaurada a perfecta salud. La muerte de su padre y la injusticia de un pariente sumió a la familia en la pobreza y la humillación, después de lo cual más que nunca encontró Margarita consuelo en el Santo Sacramento, y Cristo la hizo sensible a su presencia y protección. Usualmente se le aparecía como el Crucificado o el Ecce Homo, y esto no la sorprendía, pues ella pensaba que otros tenían el mismo auxilio Divino. Cuando Margarita tenía diez y siete años, la propiedad de la familia fue recuperada, y su madre le imploró establecerse en el mundo. Su ternura filial le hizo creer que su promesa de la infancia no le obligaba, y que podría servir a Dios en casa mediante penitencia y caridad con los pobres. Luego, aún sangrante de sus austeridades auto-impuestas, comenzó a disfrutar del mundo. Una noche a su regreso de un baile, tuvo una visión de Cristo como estaba El durante el azotamiento, reprochándole por su infidelidad después de que El le había dado tantas pruebas de Su amor. Durante toda su vida, Margarita llevó luto por dos faltas cometidas en esa época – el uso de algunos adornos superfluos y una máscara en el carnaval para complacer a sus hermanos.
  
El 25 de mayo de 1671, ingresó al Convento de la Visitación en Paray, donde fue sometida a muchas pruebas para comprobar su vocación, y en noviembre de 1672, pronunció sus votos definitivos. Ella tenía una constitución delicada, pero estaba dotada con inteligencia y buen juicio, y en el claustro escogió para sí misma lo que era más repugnante a su naturaleza, haciendo de su vida una de inconcebibles sufrimientos, los cuales a menudo eran aliviados o instantáneamente curados por nuestro Señor, Quien actuaba como su Director, se le aparecía frecuentemente y conversaba con ella, confiándole la misión de establecer la devoción a Su Sagrado Corazón. Estos extraordinarios sucesos atrajeron sobre ella la crítica adversa de la comunidad, que la trataba como una visionaria, y su superiora le ordenó vivir la vida común. Pero su obediencia, su humildad, y su invariable caridad hacia aquellas que la perseguían, finalmente prevalecieron, y su misión, llevada a cabo en el crisol del sufrimiento, fue reconocida aún por quienes habían mostrado hacia ella la más implacable oposición.
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El 25 de mayo de 1671, ingresó al Convento de la Visitación en Paray, donde fue sometida a muchas pruebas para comprobar su vocación, y en noviembre de 1672, pronunció sus votos definitivos. Ella tenía una constitución delicada, pero estaba dotada con inteligencia y buen juicio, y en el claustro escogió para sí misma lo que era más repugnante a su naturaleza, haciendo de su vida una de inconcebibles sufrimientos, los cuales a menudo eran aliviados o instantáneamente curados por nuestro Señor, quien actuaba como su Director, se le aparecía frecuentemente y conversaba con ella, confiándole la misión de establecer la devoción a Su Sagrado Corazón. Estos extraordinarios sucesos atrajeron sobre ella la crítica adversa de la comunidad, que la trataba como una visionaria, y su superiora le ordenó vivir la vida común. Pero su obediencia, su humildad, y su invariable caridad hacia aquellas que la perseguían, finalmente prevalecieron, y su misión, llevada a cabo en el crisol del sufrimiento, fue reconocida aún por quienes habían mostrado hacia ella la más implacable oposición.
  
 
María Margarita fue inspirada por Cristo para establecer la [[Hora Santa]] y orar postrada con el rostro en tierra desde las once hasta la medianoche en la víspera del primer Viernes de cada mes, para participar en la tristeza mortal que El soportó cuando fue abandonado por Sus Apóstoles en Su Agonía, y para recibir la Sagrada Comunión en el primer Viernes de cada mes. En la primera gran revelación, El le hizo saber su ardiente deseo de ser amado por los hombres y Su designio de manifestar Su Corazón con todos Sus Tesoros de amor y misericordia, de santificación y salvación. El designó el Viernes siguiente a la octava de la fiesta de Corpus Christi como la fiesta del Sagrado Corazón; El la llamó “la Amada Discípula del Sagrado Corazón”, y la heredera de todos Sus tesoros. El amor del Sagrado Corazón era el fuego que la consumía, y la devoción al Sagrado Corazón es el estribillo de todos sus escritos. En su última enfermedad rehusó todo paliativo, repitiendo frecuentemente: “Lo que tenga yo en el cielo y lo que desee yo en la tierra, eres sólo Tu, Oh mi Dios”, y murió pronunciando el Santo Nombre de Jesús.
 
María Margarita fue inspirada por Cristo para establecer la [[Hora Santa]] y orar postrada con el rostro en tierra desde las once hasta la medianoche en la víspera del primer Viernes de cada mes, para participar en la tristeza mortal que El soportó cuando fue abandonado por Sus Apóstoles en Su Agonía, y para recibir la Sagrada Comunión en el primer Viernes de cada mes. En la primera gran revelación, El le hizo saber su ardiente deseo de ser amado por los hombres y Su designio de manifestar Su Corazón con todos Sus Tesoros de amor y misericordia, de santificación y salvación. El designó el Viernes siguiente a la octava de la fiesta de Corpus Christi como la fiesta del Sagrado Corazón; El la llamó “la Amada Discípula del Sagrado Corazón”, y la heredera de todos Sus tesoros. El amor del Sagrado Corazón era el fuego que la consumía, y la devoción al Sagrado Corazón es el estribillo de todos sus escritos. En su última enfermedad rehusó todo paliativo, repitiendo frecuentemente: “Lo que tenga yo en el cielo y lo que desee yo en la tierra, eres sólo Tu, Oh mi Dios”, y murió pronunciando el Santo Nombre de Jesús.
  
La discusión sobre la misión y virtudes de María Margarita continuó durante años. Todas sus acciones, sus revelaciones, sus máximas espirituales, sus enseñanzas respecto a la devoción al Sagrado Corazón, de la cual ella era la principal exponente así como el apóstol, fueron sometidas al más severo y minucioso examen, y finalmente la Sagrada Congregación de ritos emitió voto favorable sobre las heroicas virtudes de esta sierva de Dios. En marzo de 1824, León XII la declaró Venerable, y el 18 de Septiembre de 1864, Pío IX la declaró Beata. Cuando su tumba fue canónicamente abierta en Julio de 1830, tuvieron  lugar dos curaciones instantáneas. Su cuerpo reposa bajo el altar de la capilla en Paray, y muchos favores destacados han sido obtenidos por peregrinos atraídos hacia ese lugar de todas partes del mundo. Su fiesta se celebra el 17 de octubre. [Nota del Editor: Santa María Margarita fue canonizada por Benedicto XV en 1920]  
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La discusión sobre la misión y virtudes de María Margarita continuó durante años. Todas sus acciones, sus revelaciones, sus máximas espirituales, sus enseñanzas respecto a la devoción al Sagrado Corazón, de la cual ella era la principal exponente así como el apóstol, fueron sometidas al más severo y minucioso examen, y finalmente la Sagrada Congregación de ritos emitió voto favorable sobre las heroicas virtudes de esta sierva de Dios. En marzo de 1824, León XII la declaró Venerable, y el 18 de septiembre de 1864 Pío IX la declaró Beata. Cuando su tumba fue canónicamente abierta en Julio de 1830, tuvieron  lugar dos curaciones instantáneas. Su cuerpo reposa bajo el altar de la capilla en Paray, y muchos favores destacados han sido obtenidos por peregrinos atraídos hacia ese lugar de todas partes del mundo. Su fiesta se celebra el 17 de octubre. [Nota del Editor: Santa Margarita María fue canonizada por Benedicto XV en 1920]  
  
  

Revisión de 18:02 2 sep 2008

Religiosa de la Orden de la Visitación. Apóstol de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, nació en Lhautecour, Francia, el 22 de julio de 1647; murió en [[Paray-le-Monial], el 17 de octubre de 1690. Sus padres, Claude Alacoque y Philiberte Lamyan, se distinguían menos por sus posesiones temporales que por su virtud, lo que les daba una posición honorable. Desde su tierna infancia Margarita mostró intenso amor por el Santísimo Sacramento, y prefería el silencio y la oración a las diversiones infantiles. Después de su primera Comunión a la edad de nueve años, ella practicaba en secreto severas mortificaciones corporales, hasta cuando la parálisis la confinó a la cama por cuatro años. Al final de este período, habiendo prometido (ver promesa) a la Santísima Virgen consagrarse a la vida religiosa, fue instantáneamente restaurada a perfecta salud. La muerte de su padre y la injusticia de un pariente sumió a la familia en la pobreza y la humillación, después de lo cual más que nunca encontró Margarita consuelo en el Santo Sacramento, y Cristo la hizo sensible a su presencia y protección. Usualmente se le aparecía como el Crucificado o el Ecce Homo, y esto no la sorprendía, pues ella pensaba que otros tenían el mismo auxilio Divino. Cuando Margarita tenía diez y siete años, la propiedad de la familia fue recuperada, y su madre le imploró establecerse en el mundo. Su ternura filial le hizo creer que su promesa de la infancia no le obligaba, y que podría servir a Dios en casa mediante penitencia y caridad con los pobres. Luego, aún sangrante de sus austeridades auto-impuestas, comenzó a disfrutar del mundo. Una noche a su regreso de un baile, tuvo una visión de Cristo como estaba El durante el azotamiento, reprochándole por su infidelidad después de que El le había dado tantas pruebas de Su amor. Durante toda su vida, Margarita llevó luto por dos faltas cometidas en esa época – el uso de algunos adornos superfluos y una máscara en el carnaval para complacer a sus hermanos.

El 25 de mayo de 1671, ingresó al Convento de la Visitación en Paray, donde fue sometida a muchas pruebas para comprobar su vocación, y en noviembre de 1672, pronunció sus votos definitivos. Ella tenía una constitución delicada, pero estaba dotada con inteligencia y buen juicio, y en el claustro escogió para sí misma lo que era más repugnante a su naturaleza, haciendo de su vida una de inconcebibles sufrimientos, los cuales a menudo eran aliviados o instantáneamente curados por nuestro Señor, quien actuaba como su Director, se le aparecía frecuentemente y conversaba con ella, confiándole la misión de establecer la devoción a Su Sagrado Corazón. Estos extraordinarios sucesos atrajeron sobre ella la crítica adversa de la comunidad, que la trataba como una visionaria, y su superiora le ordenó vivir la vida común. Pero su obediencia, su humildad, y su invariable caridad hacia aquellas que la perseguían, finalmente prevalecieron, y su misión, llevada a cabo en el crisol del sufrimiento, fue reconocida aún por quienes habían mostrado hacia ella la más implacable oposición.

María Margarita fue inspirada por Cristo para establecer la Hora Santa y orar postrada con el rostro en tierra desde las once hasta la medianoche en la víspera del primer Viernes de cada mes, para participar en la tristeza mortal que El soportó cuando fue abandonado por Sus Apóstoles en Su Agonía, y para recibir la Sagrada Comunión en el primer Viernes de cada mes. En la primera gran revelación, El le hizo saber su ardiente deseo de ser amado por los hombres y Su designio de manifestar Su Corazón con todos Sus Tesoros de amor y misericordia, de santificación y salvación. El designó el Viernes siguiente a la octava de la fiesta de Corpus Christi como la fiesta del Sagrado Corazón; El la llamó “la Amada Discípula del Sagrado Corazón”, y la heredera de todos Sus tesoros. El amor del Sagrado Corazón era el fuego que la consumía, y la devoción al Sagrado Corazón es el estribillo de todos sus escritos. En su última enfermedad rehusó todo paliativo, repitiendo frecuentemente: “Lo que tenga yo en el cielo y lo que desee yo en la tierra, eres sólo Tu, Oh mi Dios”, y murió pronunciando el Santo Nombre de Jesús.

La discusión sobre la misión y virtudes de María Margarita continuó durante años. Todas sus acciones, sus revelaciones, sus máximas espirituales, sus enseñanzas respecto a la devoción al Sagrado Corazón, de la cual ella era la principal exponente así como el apóstol, fueron sometidas al más severo y minucioso examen, y finalmente la Sagrada Congregación de ritos emitió voto favorable sobre las heroicas virtudes de esta sierva de Dios. En marzo de 1824, León XII la declaró Venerable, y el 18 de septiembre de 1864 Pío IX la declaró Beata. Cuando su tumba fue canónicamente abierta en Julio de 1830, tuvieron lugar dos curaciones instantáneas. Su cuerpo reposa bajo el altar de la capilla en Paray, y muchos favores destacados han sido obtenidos por peregrinos atraídos hacia ese lugar de todas partes del mundo. Su fiesta se celebra el 17 de octubre. [Nota del Editor: Santa Margarita María fue canonizada por Benedicto XV en 1920]


Escrito por SISTER MARY BERNARD DOLL

Trancrito por Paul T. Crowley

Dedicado a Mrs. Margaret McHugh y Mrs. Margaret Crowley

Traducido del Inglés por Daniel Reyes V.