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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Guiberto de Rávena»

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'''Guiberto de Rávena''', antipapa conocido como Clemente III, 1080 (1084) a 1100; n en  Parma alrededor de 1025; m. en Cività Castellana, 8 sept., 1100.  
 
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Antipapa conocido como Clemente III, 1080 (1084) a 1100; n en  Parma alrededor de 1025; m. en Cività Castellana, 8 sept., 1100.  
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Adversario de Gregorio VII y de sus políticas reformistas venía de una familia noble de Parma, familia de los margraves de Canossa. Aparece por primera vez como  clérigo  y canciller imperial para Italia, oficio para el que fue nombrado en 1057 por la emperatriz Inés y que ejerció hasta 1063.  
 
Adversario de Gregorio VII y de sus políticas reformistas venía de una familia noble de Parma, familia de los margraves de Canossa. Aparece por primera vez como  clérigo  y canciller imperial para Italia, oficio para el que fue nombrado en 1057 por la emperatriz Inés y que ejerció hasta 1063.  

Revisión de 16:56 29 ago 2020

Guiberto de Rávena, antipapa conocido como Clemente III, 1080 (1084) a 1100; n en Parma alrededor de 1025; m. en Cività Castellana, 8 sept., 1100.

Adversario de Gregorio VII y de sus políticas reformistas venía de una familia noble de Parma, familia de los margraves de Canossa. Aparece por primera vez como clérigo y canciller imperial para Italia, oficio para el que fue nombrado en 1057 por la emperatriz Inés y que ejerció hasta 1063.

Guiberto tomó parte en el sínodo del recién elegido papa Nicolás II (1058-1061), en Sutri en enero de 1059. Pero al morir el papa, maniobró usando sus influencias con el partido antirreformista del Alto Clero Italiano y en la corte imperial para que se eligiese al antipapa Cadalous de Parma (Honorio II), convirtiéndose en oponente de Alejandro II. Debido al apoyo activo del duque Godofredo de Lorena, del arzobispo Anno de Colonia y especialmente de S. pedro Damián, el papa legal fue pronto reconocido hasta en Alemania por la emperatriz Inés. Quizá fuera esta la razón del cese de Guiberto en la chancillería en 1063. En los siguientes nueve años se pierde su pista. Debió seguir en buenas relaciones con la corte alemana, conservando el favor de la emperatriz Inés, porque en 1072 la sede arzobispal de de Rávena quedó vacante y el emperador Enrique IV. Por recomendación de la emperatriz, le nombró para esta sede. El papa Alejandro II dudó si confirmarlo pero Hildebrando le aconsejó que lo hiciera. Guiberto emitió el juramento de fidelidad al Santo Padre y a sus sucesores y fue consagrad obispo de Rávena en 1073.

Alejandro II murió poco después y se sucedió Hildebrando, que fue coronado el 29 de abril de 1073 como Gregorio VII. Guiberto participó en el primer sínodo de Cuaresma del nuevo papa, celebrado en Roma en marzo de 1074, en el que se dictaron importantes leyes contra la simonía uy la incontinencia del clero. Pero no tardo en unirse al partido de la oposición al gran pontífice, con el que discutió por la ciudad de Imola. Se le acusó de haberse aliado con Cencius y el cardenal Hugo Cándido, antagonistas de Gregorio VII en Roma. Se ausentó del sínodo de Cuaresma de 1075 aunque estaba obligado a asistir por juramento. Esta ausencia manifestaba su oposición a Gregorio VII, que le suspendió por negarse a asistir al sínodo. Este mismo año el emperador Enrique IV comenzó su guerra abierta contra Gregorio. En el sínodo de los obispos alemanes celebrado en Worms (enero 1076) de adoptó una disposición para deponer a Gregorio, a la que se unieron los obispos simoníacos de Lombardía. Entre éstos debía estar Guiberto porque compartió la sentencia de excomunión y entredicho que pronunció Gregorio VII contra los obispos culpables de Italia Superior en el sínodo cuaresmal de 1976.

En abril del mismo año unos cuantos obispos y abades lombardos celebraron un sínodo en Pavía, presidido por Guiberto. Como no dudaron en excomulgar al papa, Gregorio hubo de recurrir a medidas más fuertes respecto a Guiberto. En el sínodo cuaresmal de 1078 excomulgó a Guiberto por su nombre y con él al arzobispo Tebaldo de Milán. En marzo de 1080 renovó el anatema contra Enrique IV y reconoció a Rodolfo de Suabia como gobernante de Alemania, con lo que Enrique llamó a una reunió en Brixen a todos los partidarios que tenía entre los obispos germanos y lombardos (junio 1080). En esta reunió se decretó de nuevo la deposición del papa, firmada también por Enrique, y se eligió antipapa al arzobispo de Rávena. Enrique le reconoció inmediatamente, jurando que le haría entrar en Roma, para recibir de sus manos la corona imperial. Guiberto se vistió con los ornamentos papales y procedió con gran pompa hacia Rávena Rn el sínodo de cuaresma de 1981, Gregorio VII reiteró las condenas contra Enrique y sus seguidores. El antipapa no logró que se le reconociera fuera de los dominios de Enrique, habiéndose convertido en un instrumento al servicio del rey, sin iniciativas personales.

El 21 de marzo de 1084m Enrique IV logro apoderarse de la mayor parte de Roma, cercando al papa en Sant'Angelo, y coronando a Guiberto el 24 de marzo como papa en S. Juan de Letrán como Clemente III. El 31 de marzo Guiberto coronó a Enrique como emperador, en S. Pedro. Cuando se supo Robert Guiscard se apresuraba en ayuda de Gregorio, Enrique y su antipapa abandonaron Roma para seguir luchando den Toscana contra las tropas de la margrave Matilde. Gregorio, escoltado por Robert Guiscard, se trasladó a Salerno donde renovó las excomuniones de Enrique y Guiberto. Era el final de 1084.

El episcopado alemán estaba dividido. Los obispos leales a Gregorio celebraron un sínodo en Quedlinburg, en el que denunciaron y condenaron al antipapa, los que apoyaban a Enrique aprobaron en Maguncia la deposición de Gregorio y la elevación de Guiberto (1085). El conflicto siguió hasta después de la muerte de gran Gregorio (25 de mayo de 1085) durante los reinados de sus sucesores Víctor III, Urbano II y pascual II. Guiberto figuraba como el antipapa de Enrique y sus partidarios. Víctor III, que fue elegido tras una larga vacante ocasionada por la critica situación de la Iglesia a en Roma, se vio obligado a huir de Roma, ocho días después de su coronación en S. Pedro (3 mayo 1087) ante los partidarios de Guiberto, quienes, a su vez, atacado por las tropas de la condesa Matilde, tuvieron que atrincherarse en el Panteón.

El papa siguiente, Urbano II (1088-1099), fue durante un tiempo dueño de la ciudad pero después fue expulsado por los seguidores de Guiberto, teniendo que buscar refugio en la Italia Inferior y después en Francia. En junio de 1089 en un pseudo-sínodo celebrado en Roma, el antipapa declaró inválido el decreto de excomunión contra Enrique IV y se acusó de varios cargos a los que apoyaban al papa legítimo. En los años siguientes el prestigio de Urbano II fue creciendo mientras que el poder e influencia de Enrique IV disminuían. La mayor parte de la ciudad de Roma fue capturada por un ejército de cruzad s dirigidos por el conde Hugo de Vermandois, hermano del rey de Francia. El partido de Guiberto mantenía solo el castillo de Sant' Angelo, que acabó cayendo en manos del campeón papal en 1098. La influencia de Guiberto después de la retirada de Enrique IV de Italia quedó virtualmente confinada a Rávena y otros pocos distritos del norte de Italia. Después del acceso de Pascual II (1099-1118), reparó Albano, esperando apoderarse de nuevo de Roma pero fue obligado a retirarse. Llegó a Cività Castellana, donde murió el 8 de septiembre de 1100. Sus seguidores, eligieron otro antipapa, el obispo Teodoro d Sta. Rufina, que nunca llegó a tener ningún poder real. ( compare también los artículos GREGORIO VI, VICTOR III; URBANO II, y PASCUAL II.)


Fuentes

Libelli de lite Imperatorum et Pontificum saec. XI et XII conscripti in Mon. Germ, hist. (3 vols., Hanover, 1890-1897); JAFFÉ, Regesta Romanorum Pontif., 2nd ed., I, 649-55; KÖHNCKE, Wibert von Ravenna (Leipzig, 1888); HEFELE, Konziliengesch., 2nd ed., V, 20 sqq.; HERGENRÖTHER AND KIRSCH, Kirchengesch., 4th ed., II, 346 sqq.: cf. also the bibliography given under the articles mentioned above.

Kirsch, Johann Peter. (1910).

Transcrito por J. Potter. Dedicado al inmaculado corazón de la Virgen María.

Traducido por Pedro Royo