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− | El origen de la palabra '''amuleto''' no parece haber sido establecido definitivamente. Los [[amuleto]]s han sido usados como una salvaguardia contra la mala suerte, peligros o [[brujería]], e invocados como garantía de éxito en las empresas. Entre los [[Grecia |griegos]] fueron variamente conocidos bajo las designaciones de ''phylacterion'', ''periamma'' y ''periapton'', mientras que para los [[Arabia |árabes]] y [[Persia |persas]] era familiar como talismán, posiblemente derivado del griego tardío ''telesma''. Los amuletos han tenido una boga bastante general entre todos los pueblos de todas las épocas y se han caracterizado por una desconcertante variedad en cuanto al material, la forma y el modo de usarlos. Han servido para esto las piedras talladas, trozos de metal, figuras de [[deidad |dioses]], tiras de papel, o pergamino con frases enigmáticas, [[bendición |bendiciones]] y [[maldición |maldiciones]]. Entre los [[Egipto |egipcios]] el escarabajo tenía la primacía entre los amuletos. Este era comúnmente una joya realizada en forma de un escarabajo, y curiosamente grabada en un lado con muchos artificios. Entre los griegos y [[Roma |romanos]] parece que se usaron los amuletos ampliamente como una defensa contra ciertos podres [[mal]]ignos a los que ellos atribuían una parte considerable en el gobierno y control del mundo.
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− | En cuanto al escape de esta [[superstición]] se refiere, los [[israelitas |judíos]] disfrutaban de una ventaja que no poseían los pueblos [[paganismo |paganos]] de la antigüedad: tenían el [[conocimiento]] del [[Dios]] [[verdad]]ero, y la [[Legislación de Moisés |Ley mosaica]], que daba instrucciones muy detalladas para el gobierno de su vida social y [[religión |religiosa]], contenía severas prohibiciones contra la [[Arte Oculto, Ocultismo |magia]] y la [[adivinación]]. A partir de algunos pasajes en el [[Génesis]] (31,19; 35,4) se puede deducir razonablemente que, sin embargo, incluso en tiempos [[patriarca]]les no estaban totalmente libres de esta contaminación. No hay [[duda]] que más tarde, a través de su contacto con los [[Egipto |egipcios]] y [[Babilonia |babilonios]], entre los cuales el uso de [[amuleto]]s estaba muy extendido, recurriesen a los talismanes de muchas maneras.
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− | A partir de las referencias a ellos en el [[Pentateuco]] no se puede determinar si los ''tephillin'', es decir, las pequeñas bolsas de cuero que contenían pasajes de la [[Legislación de Moisés |Ley]], y más tarde conocidas como [[filacterias]], eran considerados como amuletos en todo momento. En todo caso, al principio no parecen haber tenido tal propósito; más tarde, sin embargo, indiscutiblemente se usaron como tal, como lo [[prueba]] el [[Tárgum]] ([[Cantar de los Cantares |Cant.]] 8,3) así como Buxtorf (Synagoga Jud, ed. 1737). No hay [[duda]] de que solo algunos de los ornamentos utilizados en la ropa de las [[mujer]]es [[judaísmo |judías]] eran realmente amuletos. Esta parece ser la interpretación adecuada de la frase ''lunetas'' que aparece en [[Isaías]] 3,18, así como en los aretes mencionados en el versículo 20 del mismo capítulo. Esta [[superstición]] dominó incluso más fuertemente entre los judíos de los tiempos post-bíblicos, en parte como resultado de su interacción más libre con otros pueblos, y en parte debido al formalismo extremo de su vida [[religión |religiosa]]. El [[Talmud]] contiene evidencia de esto.
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− | La confianza puesta en los [[amuleto]]s, como otras formas de [[superstición]], surgió de la [[ignorancia]] y el [[miedo]] popular; por tanto, con la llegada de la [[religión]] [[cristianismo |cristiana]] estaba destinada a desaparecer. Sin embargo, habría sido demasiado el haber esperado que la victoria del [[cristianismo]] a este respecto hubiese sido una fácil e instantánea. De ahí que es comprensible que en los más recientes [[conversión |conversos]] desde el [[paganismo]] quedase una disposición, si no a aferrarse a las formas a las que tenían necesariamente que haber [[abjuración |abjurado]], en todo caso, a atribuir a los [[simbolismo |símbolos]] cristianos de [[Culto Cristiano |culto]] algo del poder y el valor de los amuletos que poseían abundantemente en el paganismo.
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− | Desde el principio [[la Iglesia]] estuvo en estado de alerta para detectar los primeros signos de este abuso y para oponerse severamente a él. Así, por ejemplo, nos encontramos que el [[concilio |Concilio]] de [[Laodicea]], en el siglo IV, después de prohibirle al [[Clero Secular |clero]] la práctica de la [[brujería |hechicería]], la [[Arte Oculto, Ocultismo |magia]] y la fabricación de [[amuleto]]s, decidió que los que usasen amuletos serían [[excomunión |excomulgados]]. [[San Epifanio de Salamina |Epifanio]] (''Expositio fidei Catholicæ'', c. 24) atestigua categóricamente que la Iglesia prohibía el uso de amuletos. En un sentido relativo se [[dulía |veneraban]] objetos queridos para la [[Virtud de Religión |piedad]] [[cristianismo |cristiana]], tales como en los primeros días la representación del Buen Pastor, el [[Cordero (en el Simbolismo Cristiano Primitivo) |Cordero]], [[Palma en el Simbolismo Cristiano |palmas]], [[reliquias]] de los [[mártir]]es; y en días posteriores, pinturas de los [[Comunión de los Santos |santos]], [[Medallas Devocionales |medallas]], [[Agnus Dei]]s, etc. En la mente de la Iglesia, de ningún modo se pensaba que tuviesen ningún poder latente o divinidad en ellos, o suponía que, por sí mismos, asegurasen a sus poseedores la protección contra daño o éxito en las empresas.
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− | El [[Concilio de Trento]] (Ses. XXV) se esforzó por formular la enseñanza autorizada de [[la Iglesia]] respecto al [[honor]] tributado a las [[Veneración de Imágenes |imágenes]] de [[Jesucristo |Cristo]], la Bendita Virgen [[María]] y los [[Comunión de los Santos |santos]]. No trata ostensiblemente sobre al asunto de los [[amuleto]]s, pero las palabras en las que expresa su sentir sobre el culto a las imágenes describe con peculiar propiedad la actitud de la Iglesia hacia toda esa variedad de objetos [[Virtud de Religión |piadosos]], aprobados o tolerados por ella, que han sido tan impropiamente estigmatizados como amuletos. “El Santo [[sínodo |Sínodo]] ordena que las imágenes de Cristo, de la Virgen Madre de [[Dios]] y de otros santos han de ser mantenidas en las [[Edificaciones Eclesiásticas |iglesias]]; y que se les debe rendir honor y veneración; y que no se han de reverenciar porque se crea que en ellos hay cualquier divinidad o virtud; o que se les pueda pedir cualquier cosa; o que se pueda poner en las imágenes alguna confianza como hacían de antiguo los [[gentiles]]... sino porque el honor que se les brinda se refiere a los prototipos que ellas representan, etc.” De esta manera se diferencian fuerte y definitivamente de los [[amuleto]]s y talismanes de la [[superstición]] popular, ya sea de la antigüedad o de periodos posteriores.
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− | '''Bibliografía''': HÜBNER, Amuletorum historia (Halle, 1710); EMELE, Ueber Amulete (Mainz, 1827).
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− | '''Fuente'''. Delany, Joseph. "Use and Abuse of Amulets." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. 24 Aug. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/01443b.htm>.
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− | Traducido por Luz María Hernández Medina
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