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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Agrapha»

De Enciclopedia Católica

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Un nombre usado por primera vez, en 1776, por J. G. Körner, para los Dichos de Jesús que han llegado hasta nosotros por fuera de los Evangelios canónicos. Después de que Alfred Resch hubo escogido la expresión como el título para su trabajo erudito sobre estos Dichos (1889), su significado técnico fue generalmente aceptado. Consideraremos, primero, los límites de los Agrapha; en segundo lugar, los criterios de su genuinidad; tercero, la lista de aquellos que probablemente son auténticos.
 
Un nombre usado por primera vez, en 1776, por J. G. Körner, para los Dichos de Jesús que han llegado hasta nosotros por fuera de los Evangelios canónicos. Después de que Alfred Resch hubo escogido la expresión como el título para su trabajo erudito sobre estos Dichos (1889), su significado técnico fue generalmente aceptado. Consideraremos, primero, los límites de los Agrapha; en segundo lugar, los criterios de su genuinidad; tercero, la lista de aquellos que probablemente son auténticos.
  
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Los Agrapha deben satisfacer tres condiciones:
 
Los Agrapha deben satisfacer tres condiciones:
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(c) Llegando a nosotros a través de canales por fuera de los Evangelios canónicos, los Agrapha no comprenden: (1) Simples formas paralelas, o amplificaciones, o, de nuevo, combinaciones de Dichos contenidos en los Evangelios canónicos. Así encontramos una combinación de Mat. vi, 19; x,9; Lucas, xii, 33, en Ephr. Syr. Test. (opp. Græce, ed. Assemani, II, 232): “Pues Yo escuché al Buen Maestro en los divinos evangelios diciendo a sus discípulos, No obtengáis nada en la tierra." (2) Párrafos exhortativos de Jesús, reflexiones dadas por escritores antiguos. Así Hipólito (Demonstr. adv. Judæos, VII) parafrasea Ps. lxviii (lxix), 26: “De donde él dijo, dejad, Padre, que su templo sea desolado”.
 
(c) Llegando a nosotros a través de canales por fuera de los Evangelios canónicos, los Agrapha no comprenden: (1) Simples formas paralelas, o amplificaciones, o, de nuevo, combinaciones de Dichos contenidos en los Evangelios canónicos. Así encontramos una combinación de Mat. vi, 19; x,9; Lucas, xii, 33, en Ephr. Syr. Test. (opp. Græce, ed. Assemani, II, 232): “Pues Yo escuché al Buen Maestro en los divinos evangelios diciendo a sus discípulos, No obtengáis nada en la tierra." (2) Párrafos exhortativos de Jesús, reflexiones dadas por escritores antiguos. Así Hipólito (Demonstr. adv. Judæos, VII) parafrasea Ps. lxviii (lxix), 26: “De donde él dijo, dejad, Padre, que su templo sea desolado”.
  
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La genuinidad de los Agrapha puede inferirse parcialmente a partir de evidencia externa y parcialmente a partir de evidencia interna.
 
La genuinidad de los Agrapha puede inferirse parcialmente a partir de evidencia externa y parcialmente a partir de evidencia interna.
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(b) Evidencia Interna. – La siguiente pregunta es, si el Dicho bajo consideración es consistente con el pensamiento y espíritu de Jesús como se manifiesta en los evangelios canónicos. Si se llega a una conclusión negativa en esta investigación, la prueba debe ser completada hallando una explicación razonable del surgimiento del Dicho.
 
(b) Evidencia Interna. – La siguiente pregunta es, si el Dicho bajo consideración es consistente con el pensamiento y espíritu de Jesús como se manifiesta en los evangelios canónicos. Si se llega a una conclusión negativa en esta investigación, la prueba debe ser completada hallando una explicación razonable del surgimiento del Dicho.
  
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Las fuentes de las cuales pueden recogerse los Agrapha auténticos son: (a) el Nuevo Testamento y manuscritos del Nuevo Testamento; (b) la tradición Apócrifa; (c) las citas patrísticas; y (d) la así llamada “Logia Oxirrinco” de Jesús. Los Agrapha contenidos en fuentes Judías o Mahometanas pueden ser curiosos, pero difícilmente son auténticos. Puesto que la crítica de los Agrapha es en la mayoría de los casos difícil, y a menudo insatisfactoria, la discrepancia frecuente de los resultados críticos debe esperarse como un hecho corriente. Los siguientes Agrapha son probablemente dichos genuinos de Jesús.
 
Las fuentes de las cuales pueden recogerse los Agrapha auténticos son: (a) el Nuevo Testamento y manuscritos del Nuevo Testamento; (b) la tradición Apócrifa; (c) las citas patrísticas; y (d) la así llamada “Logia Oxirrinco” de Jesús. Los Agrapha contenidos en fuentes Judías o Mahometanas pueden ser curiosos, pero difícilmente son auténticos. Puesto que la crítica de los Agrapha es en la mayoría de los casos difícil, y a menudo insatisfactoria, la discrepancia frecuente de los resultados críticos debe esperarse como un hecho corriente. Los siguientes Agrapha son probablemente dichos genuinos de Jesús.
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A.J. MAAS
 
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Transcrito por WGKofron
 
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Con agradecimientos a la Iglesia de Santa María, Akron, Ohio  
 
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Traducido por Daniel Reyes V.
 
Traducido por Daniel Reyes V.

Revisión de 00:04 18 ene 2007


Un nombre usado por primera vez, en 1776, por J. G. Körner, para los Dichos de Jesús que han llegado hasta nosotros por fuera de los Evangelios canónicos. Después de que Alfred Resch hubo escogido la expresión como el título para su trabajo erudito sobre estos Dichos (1889), su significado técnico fue generalmente aceptado. Consideraremos, primero, los límites de los Agrapha; en segundo lugar, los criterios de su genuinidad; tercero, la lista de aquellos que probablemente son auténticos.

LIMITES

Los Agrapha deben satisfacer tres condiciones: deben ser Dichos, no discursos, deben ser Dichos de Jesús, deben no estar contenidos en los Evangelios canónicos.

(a) Siendo simples Dichos, y no discursos, los Agrapha no abarcan las prolongadas secciones atribuidas a Jesús en la “Didascalia” y en la “Pistis Sophia”. Estas obras contienen también algunas breves citas de palabras declaradas de Jesús, aunque pueden haber sido excluidas de los Dichos por otras razones. Tal parece ser el Dicho en “Didasc. Syr.” II, 8 (ed. Lagarde, p. 14); “Un hombre no es probado, si no es tentado”.

(b) Siendo Dichos de Jesús, los Agrapha no abarcan: (1) Los Dichos contenidos en cuentos religiosos, tales como los que encontramos en los Evangelios apócrifos, los Actos apócrifos, o la Carta de Cristo a Abgar (Eus. Hist. Eccl. I, 13). (2) Pasajes de la Escritura atribuidos a Jesús por un simple descuido. Así “Didasc. Apost. Syr.” (ed. Lagarde, p. 11, línea 12) atribuye al Señor las palabras de Prov., xv, 1 (Sept.), “La ira destruye aún al hombre sabio”. (3) Las expresiones atribuidas a Jesús por error de los transcriptores. La Epístola de Bernabé, iv, 9, dice: “Como el hijo de Dios dice, resistamos toda iniquidad, y odiémosla”. Pero esto es solo una interpretación de un error del escriba Latino que escribió “sicut dicit filius Dei”, en vez de “sicut decet filios Dei”, la verdadera interpretación del Griego òs prépei uìoîs Theoû. (4) Los Dichos atribuidos a Jesús por simple conjetura. Resch ha planteado la conjetura de que las palabras de Clemente de Alejandría, Stromata I, 8, 41, “Estos son los que manejan con tesón sus telares y no entretejen nada, dice la Escritura”, se refieren a un Dicho de Jesús, si bien no hay un fundamento sólido para esta creencia.

(c) Llegando a nosotros a través de canales por fuera de los Evangelios canónicos, los Agrapha no comprenden: (1) Simples formas paralelas, o amplificaciones, o, de nuevo, combinaciones de Dichos contenidos en los Evangelios canónicos. Así encontramos una combinación de Mat. vi, 19; x,9; Lucas, xii, 33, en Ephr. Syr. Test. (opp. Græce, ed. Assemani, II, 232): “Pues Yo escuché al Buen Maestro en los divinos evangelios diciendo a sus discípulos, No obtengáis nada en la tierra." (2) Párrafos exhortativos de Jesús, reflexiones dadas por escritores antiguos. Así Hipólito (Demonstr. adv. Judæos, VII) parafrasea Ps. lxviii (lxix), 26: “De donde él dijo, dejad, Padre, que su templo sea desolado”.

CRITERIOS DE GENUINIDAD

La genuinidad de los Agrapha puede inferirse parcialmente a partir de evidencia externa y parcialmente a partir de evidencia interna.

(a) Evidencia Externa. – Primero determinar la fuente o fuentes independientes por las cuales el Dicho en cuestión ha sido preservado, y luego ver si la autoridad más antigua para el Dicho es de fecha y carácter tales que razonablemente podría haber tenido acceso a tradición extracanónica. Para Papías y Justino Mártir tal acceso puede ser admitido, pero difícilmente para un escritor del siglo cuarto. Estos son casos extremos, la principal dificultad tiene que ver con escritores intermedios.

(b) Evidencia Interna. – La siguiente pregunta es, si el Dicho bajo consideración es consistente con el pensamiento y espíritu de Jesús como se manifiesta en los evangelios canónicos. Si se llega a una conclusión negativa en esta investigación, la prueba debe ser completada hallando una explicación razonable del surgimiento del Dicho.

LISTA DE AGRAPHA AUTENTICOS

Las fuentes de las cuales pueden recogerse los Agrapha auténticos son: (a) el Nuevo Testamento y manuscritos del Nuevo Testamento; (b) la tradición Apócrifa; (c) las citas patrísticas; y (d) la así llamada “Logia Oxirrinco” de Jesús. Los Agrapha contenidos en fuentes Judías o Mahometanas pueden ser curiosos, pero difícilmente son auténticos. Puesto que la crítica de los Agrapha es en la mayoría de los casos difícil, y a menudo insatisfactoria, la discrepancia frecuente de los resultados críticos debe esperarse como un hecho corriente. Los siguientes Agrapha son probablemente dichos genuinos de Jesús.

(a) En el Nuevo Testamento y los manuscritos del Nuevo Testamento: En los Códices D y Phi, y en algunas versiones de Mat., xx, 28, “Mas yo pido del pequeño que crezca, y del más grande que disminuya”. En el Codex D de Lucas, vi, 4: “El mismo día, viendo a uno trabajando en Sábado, le dijo: Hombre, si sabes lo que haces, bendito eres, pero si no lo sabes, eres maldito y un transgresor de la Ley”. En Actos, xx, 35, “Recuerda la palabra del Señor Jesús, como él dice: Es una cosa más santa dar, que recibir”.

(b) En la tradición apócrifa: En el Evangelio según los Hebreos (Jerome, Ezech., xviii, 7): “En el Evangelio que los Nazarenos están acostumbrados a leer, aquél según los Hebreos, se coloca entre los crímenes más grandes el de quien haya afligido el espíritu de su hermano”. En el mismo Evangelio (Jerome, Eph. V, 3 sig.): “En el Evangelio Hebreo también leemos del Señor diciendo a los discípulos: Y nunca, decía él, os regocijéis, excepto cuando hayáis contemplado a vuestro hermano con amor”. En El Orden Apostólico de la Iglesia, 26: “Pues él nos dijo antes, cuando estaba enseñando: El débil será salvado por el fuerte.” En “Acta Philippi”, 34: “Pues el Señor me dijo: Excepto que hagáis que lo más bajo esté en lo más alto y lo de la izquierda en la derecha, no entraréis en mi reino”.

(c) En citas patrísticas: Justino Mártir, Dial. 47: “Por eso también Nuestro Señor Jesucristo dijo, En aquellas cosas que Yo os comprenda, en esas os juzgaré”. Clemente de Alejandría, Stromata I, 24, 158: “Pues pedid por las cosas grandes, y las pequeñas os serán dadas por añadidura”. Clemente de Alejandría, Strom. I, 28, 177: "Por eso con razón también la Escritura en su deseo de hacernos razonadores, nos exhorta: Sed banqueros autorizados, que desaprueban algunas cosas, pero rápidamente retienen lo que es bueno”. Clemente de Alejandría, Stromata V, 10, 64: “Porque sin mala voluntad, dice él, el Señor declaró en cierto evangelio: Mi misterio es para mí y para los hijos de mi casa”. Origen, Homil. En Jer., XX, 3: "Pues el Salvador mismo dice: Quien está cerca de mí está cerca del fuego, y quien está lejos de mí, está lejos del Reino”.

(d) En la Logia Oxirrinco: El primer Logion es parte de Lucas, vi, 42; del cuarto, se deja solamente la palabra “pobreza”: el octavo, también, está malamente mutilado. El texto de la otra Logia está en una condición más satisfactoria. El segundo Logion: “Jesús dice, A menos que ayunéis del mundo, no encontraréis el reino de Dios”. Tercer Logion: Jesús dice: Me puse de pie en medio del mundo y encarnado me parecía a ellos, y encontré a todos los hombres ebrios, y no encontré entre ellos a ninguno sediento, y mi alma se apenaba por los hijos de los hombres, porque están ciegos en su corazón y no ven.”. Quinto Logion: “Jesús dice: Dondequiera que hay dos, no están sin Dios; y dondequiera que hay uno solo, Yo digo que estoy con él. Levantad la piedra y allí me encontraréis; partid la madera, y allí estoy Yo”. Sexto Logion: “Jesús dice: Ningún profeta es aceptado en su tierra, ningún médico cura a aquellos que lo conocen”. Séptimo Logion: “Jesús dice, Una ciudad construida sobre la cima de una colina y firmemente establecida no puede caer ni quedar escondida”. Octavo Logion: “Jesús dice: “Lo que escucharás con tu oido…”. La aseveración de Resch de que setenta y cinco Agrapha son probablemente Dichos genuinos de Jesús armoniza con la suposición de que todos nacen de la misma fuente, pero no se somete a la opinión de otros eruditos.


ROPES in HAST., Dict. of the Bible (New York, 1905); Sprüche Jesu, Texte und Untersuch., XIV, 2 (Leipzig, 1896); RESCH, Agrapha, Texte und Untersuch., VI (Leipzig, 1889); GRENFELL and HUNT, LOGIA IESOU, (Egypt Expl. Fund, London, 1897); LOCK AND S ANDAY, Sayings of Jesus (Oxford, 1897); NESTLER, N. T. supplementum (Leipzig, 1896). Complete bibliographies will be found in most of the foregoing works.

A.J. MAAS

Transcrito por WGKofron

Con agradecimientos a la Iglesia de Santa María, Akron, Ohio

Traducido por Daniel Reyes V.