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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Raza Humana»

De Enciclopedia Católica

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[[Archivo:5 razas.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Esquimales.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Alemania 1890.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Image022.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:5981213937725416.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Razas tipo jpg.gif|300px|thumb|left]][[Archivo:Raza amarilla.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Razas 2.jpg|300px|thumb|left]]El hombre exhibe diferencias que han sido interpretadas en varias formas.  Algunos las consideran tan grandes que toman en cuenta las variedades de razas humanas como especies distintas; otros mantienen la unidad de la raza humana, y ven que las diferencias no son lo suficientemente grandes como para constituir especies diferentes.  La aparentemente ilimitada fertilidad al cruzarse las razas es un hecho a favor de la unidad de la humanidad.  Las diversidades son sin duda sólo cuantitativas, la diferencia entre las variedades más opuestas (por ejemplo, los negros más obscuros y los blancos más claros) ha sido superada en varias etapas.  La unidad del hombre está además respaldada por la aparente similitud entre los salvajes más primitivos y los representativos de la cultura más elevada.   
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[[Archivo:5 razas.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Esquimales.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Alemania 1890.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Image022.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:5981213937725416.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Razas tipo jpg.gif|300px|thumb|left]][[Archivo:Raza amarilla.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Razas 2.jpg|300px|thumb|left]][[Archivo:Razas12.jpg|300px|thumb|left]]El hombre exhibe diferencias que han sido interpretadas en varias formas.  Algunos las consideran tan grandes que toman en cuenta las variedades de razas humanas como especies distintas; otros mantienen la unidad de la raza humana, y ven que las diferencias no son lo suficientemente grandes como para constituir especies diferentes.  La aparentemente ilimitada fertilidad al cruzarse las razas es un hecho a favor de la unidad de la humanidad.  Las diversidades son sin duda sólo cuantitativas, la diferencia entre las variedades más opuestas (por ejemplo, los negros más obscuros y los blancos más claros) ha sido superada en varias etapas.  La unidad del hombre está además respaldada por la aparente similitud entre los salvajes más primitivos y los representativos de la cultura más elevada.   
  
 
Los varios tipos de seres humanos que viven ahora son sólo razas diferentes.  G.Schwalbe pensó que el tipo primitivo de hombre Cuaternario con los arcos prominentes, cráneo superior achatado, mandíbula inferior sin mentón, etc. (el homo primigenius), debe distinguirse como una especie separada del homo sapiens.  Las peculiaridades de este homo primigenius, decía él, no caen dentro de los límites de las variaciones del homo sapiens.  Sin embargo, las investigaciones de H. Klaatsch, especialmente su investigación de los cráneos de los aborígenes australianos, muestran que las mismas peculiaridades se encuentran aún en los hombres que viven hoy.  Consecuentemente, el homo primigenius, aunque primitivo, es simplemente una de las razas del hombre.
 
Los varios tipos de seres humanos que viven ahora son sólo razas diferentes.  G.Schwalbe pensó que el tipo primitivo de hombre Cuaternario con los arcos prominentes, cráneo superior achatado, mandíbula inferior sin mentón, etc. (el homo primigenius), debe distinguirse como una especie separada del homo sapiens.  Las peculiaridades de este homo primigenius, decía él, no caen dentro de los límites de las variaciones del homo sapiens.  Sin embargo, las investigaciones de H. Klaatsch, especialmente su investigación de los cráneos de los aborígenes australianos, muestran que las mismas peculiaridades se encuentran aún en los hombres que viven hoy.  Consecuentemente, el homo primigenius, aunque primitivo, es simplemente una de las razas del hombre.

Revisión de 03:43 27 may 2012

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El hombre exhibe diferencias que han sido interpretadas en varias formas. Algunos las consideran tan grandes que toman en cuenta las variedades de razas humanas como especies distintas; otros mantienen la unidad de la raza humana, y ven que las diferencias no son lo suficientemente grandes como para constituir especies diferentes. La aparentemente ilimitada fertilidad al cruzarse las razas es un hecho a favor de la unidad de la humanidad. Las diversidades son sin duda sólo cuantitativas, la diferencia entre las variedades más opuestas (por ejemplo, los negros más obscuros y los blancos más claros) ha sido superada en varias etapas. La unidad del hombre está además respaldada por la aparente similitud entre los salvajes más primitivos y los representativos de la cultura más elevada.

Los varios tipos de seres humanos que viven ahora son sólo razas diferentes. G.Schwalbe pensó que el tipo primitivo de hombre Cuaternario con los arcos prominentes, cráneo superior achatado, mandíbula inferior sin mentón, etc. (el homo primigenius), debe distinguirse como una especie separada del homo sapiens. Las peculiaridades de este homo primigenius, decía él, no caen dentro de los límites de las variaciones del homo sapiens. Sin embargo, las investigaciones de H. Klaatsch, especialmente su investigación de los cráneos de los aborígenes australianos, muestran que las mismas peculiaridades se encuentran aún en los hombres que viven hoy. Consecuentemente, el homo primigenius, aunque primitivo, es simplemente una de las razas del hombre.

Las diferencias físicas que se encuentran en la raza humana pueden agruparse juntas en tipos básicos o “razas”, las cuales se dividen después en subrazas. Otra forma de agrupación es en “naciones” y “tribus”, que pueden ser descritas como unidades políticas de hombres de habla y costumbres similares. La investigación de diferencias físicas es tarea de la antropología (la ciencia del hombre), cuyo deber es establecer numéricamente en la forma más exacta posible las diferencias conspicuas entre los tipos fundamentales y entre las razas que surgen por la mezcla entre ellas. Se pueden emplear un número de métodos para lograr este fin. El método de altura y medición busca expresar en forma matemática las diferencias en tamaño, ya sea de todo el cuerpo o de sus partes. Las diferentes medidas son computadas, obteniendo así medidas o índices relativos y se determinan los ángulos que las diferentes partes del cuerpo forman unas con otras. Para este propósito se mide el mayor número posible de individuos de una raza; el promedio de los resultados se considera como la expresión de la peculiaridad de la raza, o los resultados se representan en la forma de curvas que expresan los valores numéricos derivados del estudio de un grupo. Ya que las medidas absolutas y relativas no bastan por sí solas para determinar las peculiaridades raciales, se ha recurrido al trazo en dibujos, y se obtienen así las formas para su comparación. Este método tiene la ventaja de que todas las posibles dimensiones y ángulos pueden medirse posteriormente, independientemente del objeto. H. Klaatsch construyó triángulos y cuadrángulos (cráneo-trigonometría) en estos trazos, o buscó definir las curvas como segmentos de círculos (ciclografía del cráneo).

Al método gráfico y al de mediciones también debe agregarse la descripción de peculiaridades morfológicas. La diferencia más impactante en los hombres es la estatura. Por consecuencia, de acuerdo a este criterio se ha intentado separar las razas en grupos. Aún en Europa, se ha demostrado que existen marcadas diferencias entre las personas altas del norte de Escandinavia, Inglaterra y el norte de Alemania por un lado, y por el otro, las personas de baja estatura del Mediterráneo (especialmente los italianos). También se encuentran altas estaturas en otras regiones, por ejemplo los Fueguinos; otras razas se distinguen por su estatura extremadamente baja, por ejemplo, los Bushman de África, los Lapps del Ártico, y sobre todo las extremadamente pequeñas tribus de los bosques del centro y del sur de África (estatura generalmente por debajo de los cuatro pies once pulgadas), quienes ahora son agrupados juntos como Pigmeos, y los nativos de la Isla Andamán en la Bahía de Bengala, los Semand de Malaca, y los Negrites de las Filipinas. Aunque el peso del cuerpo, que depende en gran medida de causas externas, no sirve para hacer diferenciación, por otro lado, las proporciones del cuerpo varían en diferentes razas. Las razas primitivas se caracterizan en particular por un tronco corto, brazos y piernas cortas. Sin embargo, las diferencias no son mayores a aquellas entre miembros de diferentes clases, como lo ha demostrado J. Ranke. G. Fritsch hizo uso de la longitud de la espina vertebral para comparar las proporciones corporales (modulus). En esta forma construyó un canon o regla general, que Stratz utilizó al comparar varias personas: la raza blanca tiene las proporciones del canon, los Fueguinos tienen longitud en exceso en los brazos, los negros tienen longitud en exceso en las cuatro extremidades, y los chinos déficit en la longitud de las cuatro extremidades.

En cuanto al esqueleto, se intentó en primero lugar, determinar peculiaridades raciales estudiando el cráneo. Se determinó la longitud, anchura y altura del cráneo, y a partir de éstas se calcularon los índices longitud-anchura, longitud-altura y anchura-altura, esto es, la anchura y la altura fueron expresadas como porcentajes de la longitud o de la anchura. Según el Acuerdo de Frankfurt de 1882 los cráneos se dividen en angostos o dolicocefálicos (hasta 74.9), medianos o mesocefálicos (de 75.0 a 79.9) y anchos o braquicefálicos (más de 80.0); y más adelante en camaecefálicos (hasta 70.0), medianos u ortocefálicos (de 70.1 a 75.0), y altos o hipsicefálicos (más de 75.0). Según el acuerdo internacional de 1883 se agregaron las siguientes designaciones a aquellas ya en uso: ultradicocefálicos (de 55.0 a 59.9), hiperdolicocefálicos (de 60.0 a 64.9) y ultrabraquicefálicos (de 90.0 a 94.9). A los cráneos con un índice de 75.01 a 77.77 de longitud-anchura, los franceses les llaman subdolicocefálicos, de 80.01 a 83.33 sub-braquicefálicos; y sólo consideran los índices de 77.78 a 80.0 como mesocefálicos. El cuanto al frente del cráneo, el criterio empleado para determinar las peculiaridades de una raza es la altura y la anchura, el ángulo facial y la forma de las fosas nasales, la entrada de la órbita y el paladar. Las razones de la anchura del arco zigomático (suponiéndolo igual a 100) a la altura de toda la cara (desde la nasion hasta el gnathion), y a la altura de la parte superior de la cara (de la nasion hasta el prosthion), proporcionan índices faciales que han sido divididos por R. Martín en los siguientes grupos: (1) Índice para toda la cara: hipercuriprosopos (hasta 79.9), curiprosopos (80.0 a 89.9), leptoprosopos (90.0 a 94.9), hiperleptoprosopos (más de 95.0). (2) Índice para la cara superior: hipereuriónico (hasta 44.9), euriónico (45.0 a 49.9), mesial (50.0 a 54.9) leptos (55.0 a 59.9), hiperleptus (más de 60.0). Las expresiones euriprosopos y euriónico corresponden a la camaeconchos del Acuerdo de Frankfurt; leptos es lo mismo que leptoprosopos. Según el Acuerdo de Frankfurt las órbitas son camaeconchos (hasta 80.0), mesoconchos (80.1 a 85.0), hipsiconchos (más de 85.0); las fosas nasales son leptorrino (hasta 47.0), mesorrino (47.1 a 51.0), platirrino (51.1 a 58.0), hiperplatirrino (más de 58.0); el paladar es leptostafilino (hasta 80.0), mesostafilino (80.1 a 85.0), braquistafilino (más de 85.0). La parte facial del cráneo con un ángulo facial hasta 82 se llama prógnata; con una ángulo de 83 a 90, ortógnata; con un ángulo igual o mayor a 91, hiperortógnata. Por ángulo facial se entiende aquel formado por la línea que une la sutura naso-frontal y el punto más alejado hacia el frente de la mandíbula superior entre los incisivos centrales (el punto alveolar) con el plano horizontal alemán. El plano horizontal alemán pasa a través del punto más bajo de la orilla inferior de las órbitas y la orilla superior de la apertura del oído. Además de estos índices, a los cuales corresponden grupos más o menos generalmente reconocidos, otros puntos de importancia para la forma de la parte superior del cráneo y la parte facial del cráneo son: el índice de la mayor anchura de la parte superior del cráneo a la menor anchura frontal (pequeña distancia entre las líneas temporales sobre el proceso zigomático del hueso frontal); asimismo el índice de la anchura del zigoma a la menor anchura de la frente, y a la anchura de la cara en los dos ángulos de la mandíbula inferior. En la base del cráneo se pueden tomar mediciones al ángulo formado por el plano del foramen occipital con el plano horizontal alemán y del ángulo formado por este plano alemán con la superficie entre el foramen occipital y la unión esfeno-basilar.

En las comparaciones de cráneos, especialmente los índices de los ángulos, es necesario colocar el cráneo en una posición definida. Para lograr esto, se han utilizado varios métodos además del plano horizontal alemán ya mencionado. G. Schwalbe ha utilizado recientemente la línea glabela-inion (glabela es el punto central entre los arcos de las cejas; inion es la protuberancia del occipucio en la línea media) para la comparación de los cráneos en las suturas sagitales, mientras que H. Klaatsch ha vuelto a la línea glabela-lambda antes propuesta por Hamy (lambda es el punto de unión de las suturas lambdoide y sagital). En el primer caso puede determinarse la altura del casco craneal (la distancia entre el punto más alto desde la línea glabela-inion), la altura del bregma (la distancia lineal del bregma desde el punto de comparación, es decir, la distancia entre el punto de intersección de las suturas coronal y satital por la línea glabela-inion), y sus índices a la línea glabela-inion (el cual se toma como 100). En esta línea Schwalbe trazó el ángulo frontal (aquel entre la tangente del hueso frontal en la glabela y la línea glabela-inion), el ángulo bregman (bregma-glabela-inion); el ángulo lambda (lambda-inion-glabela); el ángulo opistión (glabela-inion-opistión; el opistión es el borde posterior del foramen occipital). Schwalbe también determinó la posición del bregma (distancia del punto base de las verticales-bregma desde la glabela) y el índice de esta posición a la línea glabela-inion, el índice glabela-cerebral (índice del tendón del arco de la glabela al tendón del arco del hueso frontal). Los demás huesos del esqueleto no fueron objeto de estudio exhaustivo hasta tiempos más recientes. Debe darse atención particular, como parte importante de la anatomía de las razas, a la sección cruzada de la diáfisis de los huesos largos, y de la posición de la epífisis a la diáfisis.

No sólo se ha tomado en cuenta la estructura del esqueleto, sino también la musculatura y la formación general de partes blandas. En cuanto a la musculatura se da especial atención a las variaciones encontradas en el rostro; midiendo el grosor de las partes blandas de la cara (punzando con agujas dichas partes en cadáveres frescos o conservados) también da buenos resultados cuando hay suficientes sujetos para la investigación. Aparentemente la cara plana, ancha del mongol está principalmente condicionada por el gran grosor de las partes blandas de la región de la mejilla. También se observan diferencias raciales en la nariz. La nariz de los europeos e indios asiáticos es larga, angosta y con una proyección más o menos decidida; las raíces son altas y angostas, el fondo recto o convexo, las alas están aplanadas, las fosas son verticales al labio superior, la elevación (que es la altura del punto sobre el labio) es relativamente larga. Según las teorías de Topinard las narices se dividen en aguileñas, rectas, chatas, ganchudas y semíticas. La nariz de los aborígenes australianos está pobremente desarrollada; no se proyecta, las raíces son bajas y anchas, el fondo es ancho y más bien cóncavo, las alas decididamente proyectadas; las fosas son paralelas al labio superior y la elevación es leve. Existe un gran número de formas intermedias entre las formas extremas (por ejemplo, según Topinard, el mongoloide, negroide y australoide). Las raíces de la nariz pueden entrar a la frente sin depresión alguna, por un doblez agudo o una curva plana. La región sobre las órbitas y entre los bordes de las órbitas varía. Ya sea toda la parte proyecta en un pliegue (pliegues de las cejas, torus supraorbitalis), o sólo la glabela, que es la parte prominente de la frente justo arriba de la raíz de la nariz, parece estar curva, o las proyecciones surgen de una glabela un tanto deprimida y se extienden aproximadamente hasta la mitad del borde orbital superior, estando planas las secciones de los lados (planum supraorbitale). La frente es ya sea plana o recesiva, o está llena, en domo y se eleva en forma más o menos abrupta. La posición de los orificios de los ojos es horizontal en la raza blanca y se inclina en forma oblicua hacia arriba en los mongoles; en éste último caso el carúnculo lagrimal generalmente no está libre, pero está cubierto por un doblez que se inclina hacia abajo en una curva (el pliegue mongol). En la misma forma la orilla del párpado mongol, que en otros casos está libre, generalmente descansa bajo un doblez transversal. Las formas de la oreja y la boca son menos utilizadas como características raciales. Muestran sólo variaciones individuales, aunque una peculiaridad de la raza negra es la protrusión y grosor de los labios. Para la diferenciación de las razas es especialmente importante el color de los ojos y de la piel, y la forma y color del cabello. El color de estas partes del cuerpo está condicionada por un pigmento café, de cuya cantidad y asentamiento depende el tono del color. Los ojos son denominados azules y azul-grisáceos cuando sólo las capas negras del iris contienen el pigmento, el cual tiene apariencia azulada a través de las nubladas capas exteriores del tejido. Si las demás capas del iris contienen también el pigmento, el ojo tiene apariencia café claro a café oscuro. Las pupilas son como un círculo oscuro, los vasos sanguíneos de la retina se ven rojos sólo en los albinos (personas son poca o ninguna pigmentación). Las demás partes del ojo contienen más o menos pigmento. El pigmento de la piel se encuentra principalmente en la epidermis; en los niños recién nacidos de las razas de color (en ocasiones también en los infantes blancos) como los mongoles y los negros, el pigmento en la piel natural o corium produce manchas azules en la región de los lomos, llamados manchas mongoles. En el cabello la porción exterior sobresaliente es el asiento principal del pigmento. Además la cantidad de vello facial también es importante; el cabello que contiene una gran cantidad de aire (apariencia de edad) se ve blanco o gris, siendo esta condición usualmente acompañada por la desaparición del pigmento del cabello. En cuanto al color del cabello se divide en blondos, castaño claro, negro, rojo y gris; puede ser lacio, suave, ondulado o rizado. El cabello lacio generalmente muestra una sección cruzada circular, y el rizado una sección oval; existen otras secciones cruzadas (por ejemplo, la reniforme o elíptica). En el mismo individuo los ojos, cabello y piel pueden ser de diferentes colores. Los ojos azules, cabellos blondos y piel blanca constituyen el tipo rubio; los ojos cafés, cabello castaño y piel oscura constituyen el tipo moreno. Entre estos dos tipo se encuentran todo tipo de variaciones y mezclas.

Aunque la raza humana debe ser considerada una unidad intelectual y físicamente, han existido y continúan existiendo diferencias que permiten una clasificación en varios grupos y razas.

Aún los más antiguos restos del hombre que datan de la era glacial en Europa muestran varias diferencias que justifican la aceptación de al menos dos razas. Los restos de los esqueletos que ciertamente pertenecen a la era cuaternaria se han encontrado en Francia, Alemania y Austria. La forma de los cráneos encontrados en Spy, Krapina, La Chapelle aux Saintes, Le Moustier, etc, se asemeja al cráneo descubierto en Neandertal, cuya estratificación geológica es incierta. Estos restos pueden agruparse como la “raza Neandertal”, la cual tenía un cráneo largo, angosto y bajo con una frente muy retraída, enormes arcos cafés (torus supraorbitalis), aparato masticador poderoso, mandíbula superior con fossae caninae mandíbula inferior pesada con amplia rama ascendente, sin barbilla, y en su lugar una curva convexa hacia fuera. Algunas de estas características todavía pueden encontrarse entre los esquimales y los aborígenes australianos. Los huesos de los esqueletos indican una estructura rechoncha, de estatura relativamente baja. El modo de andar era erecto, pero parece que con las rodillas dobladas en cierta forma. Existen variaciones aún en esta era. Los restos de Krapina tienen un cráneo algo más ancho que los de los restos de la raza Neandertal de Europa Occidental. El estrato en el cual se encontraron los restos de los esqueletos deben considerarse como pertenecientes al último período intermedio de calor (de la última era glacial), y fueron encontrados con restos de inicios del período Paleolítico, la etapa de civilización representada por los restos de Saint-Acheul y Le Moustier. Durante el período glacial, particularmente durante el final del período Paleolítico (representado por los restos encontrados en Aurignac, Soluté y La Madeleine), existieron seres humanos de formas diferentes. Sus restos, al igual que aquellos encontrados en Laugerie-Basse, Chaneclade, Mentones, y Combe-Capelle, pueden agruparse juntos como la “Raza Cro-Magnon”. No se encuentran las peculiaridades de la raza Neandertal; el generalmente largo cráneo dolicocefálico tiene buena capacidad, y son relativamente altos sin los grandes arcos de las cejas; el aparato para masticación es menos poderoso; la mandíbula superior contiene sólo fossae caninae; la mandíbula inferior es menos masiva, y el mentón es fino y se proyecta. En la estructura del cráneo, la raza Cro-Magnon en general se asemeja al europeo moderno. Se pueden reconocer variaciones locales. No es imposible que ambas razas diluvianas vivieran en la misma era, por lo que habría aparecido el cruce, como parece ser el caso de los cráneos encontrados en Galley Hill y en Brühn. Los huesos de los esqueletos indican una estatura más elevada. Poco después de esto aparecieron variaciones con un cráneo más ancho, o pudieran haber existido junto con la raza Cro-Magnon de cráneo largo de la época diluviana, por lo que las diferentes formas actuales de cráneos encontradas en Europa parecen remontarse a la época más remota. Schliz descubrió dos formas principales de cráneos en los restos encontrados en una capa de la cueva Ofnet cerca de Nördlingen (Bavaria) perteneciente al período de transición entre la era geológica Cuaternaria y la presente: uno era un cráneo bajo, corto, y el otro uno moderadamente alto, largo, ambos con una cara baja y ancha. Estos cráneos recuerdan, por un lado, la forma del cráneo del homo alpinus, y, por el otro, la estructura del cráneo de los desaparecidos moradores de los lagos y de los del tipo Mediterráneo.

Mientras que en el curso de las épocas prehistóricas en Europa las variaciones en la forma del cráneo se multiplicaron, Schliz cree que de las varias eras prehistóricas (era de Piedra, era de Bronce, era de Hierro) muestran razas con formas de cráneo bien definidas. Hasta ahora, de todas las ramas de la humanidad, la europea ha sido la más concienzudamente investigada antropológicamente. No obstante los cruces que han ocurrido continuamente durante los siglos, se reconocen peculiaridades somatológicas definidas. La estatura, la forma del cráneo y el color de la piel han sido tomados como el criterio para estos grupos. Según esta clasificación existe en Europa, en el territorio alpino, una población morena de estatura mediana con cabeza ancha; hacia el norte los cráneos son más angostos, el color de la piel, cabello y ojos es más claro, la estatura más elevada; hacia el sur la estatura es menor, el color de la piel es más oscuro, pero el cráneo tanto en el sur como en el norte es más angosto que en el caso de la primer clase mencionada anteriormente. Iniciando de norte a sur, Ripley nombra estos tres tipos: (1) Raza teutónica: cabeza y cara larga, cabello muy claro, ojos azules, alta estatura, nariz angosta y parcialmente curva; (2) Raza alpina: cabeza redonda, cara ancha, cabello castaño claro, ojos cafés, complexión mediana robusta, variable pero generalmente ancha, nariz fuerte; (3) Raza mediterránea; cabeza larga, cara larga, cabello castaño oscuro a negro, ojos oscuros, complexión de mediana a pequeña, nariz generalmente ancha. Entre estos tipos puros existen numerosos cruces.

Es excesivamente difícil, si no es que imposible, incluir las varias razas de la humanidad en un sistema. Todos los intentos realizados en cuanto a esto contienen ciertos defectos que son quizá inevitables. Linnaeus buscó establecer las peculiaridades físicas e intelectuales características de los habitantes de todos los rincones del mundo entonces conocidos. Posteriormente los investigadores han seleccionado una o varias peculiaridades del cuerpo (por ejemplo, la forma del cráneo o del cabello, el color de la piel) como el principio de clasificación, o han utilizado una combinación de varias características. Por último, se invocaron peculiaridades etnológicas (especialmente el idioma y el grado de civilización) para ayudar en la caracterización. Linnaeus diferenció cuatro variedades del homo diurnus (una subdivisión del homo sapiens): (1) Americana; (2) Europea; (3) Asiática; (4) Africana. No sólo se emplearon como criterio de estas cuatro divisiones el color de la piel y los ojos, el color y forma del cabello, y la forma de la nariz, sino que también se distinguieron los diferentes temperamentos de las cuatro razas, y otras peculiaridades del carácter, modo de vestir, y si las razas individuales se gobernaban por costumbres, leyes, creencias o reglamentación arbitraria.

Blumenbach ya intentó agrupar las razas de la humanidad sobre la base de peculiaridades puramente somatológicas, seleccionando cinco formas típicas del cráneo como criterio de las cinco razas de hombres. Tomó como tipo normal el cráneo de la raza caucásica, el cual se distingue por la armonía de las partes individuales, sin ninguna parte prominente: una frente alta masiva, pómulos angostos, arco alveolar redondo y una mandíbula superior ortógnata están unidas con redondez (mesocefalia). Al tipo caucásico pertenecen: Europeos (excepto los Lapps y los Finns), los asiáticos occidentales y los africanos del norte. Alrededor de este tipo se agrupan los demás, que se relacionan con ambas y entre sí. La raza mongólica incluye a la mayoría de los asiáticos, las tribus Finnish, los Lapps y los esquimales; tiene un cráneo casi cuadrado (excesivamente braquiocefálico), nariz chata, hueso malar plano que se proyecta, arco alveolar un tanto ancho, y mentón que se proyecta. La raza americana tiene una frente más alta, arco superciliar altamente desarrollado, puente nasal profundamente sumergido, pómulos fuertemente proyectados hacia los lados, y una mandíbula inferior alta, ancha y fuerte. En esta raza Blumenbach incluyó a todos los aborígenes americanos excepto al esquimal. El cráneo de la raza malaya es braquiocefálico; los huesos parietales se proyectan se proyectan fuertemente hacia los lados, la nariz y los pómulos son chatos, y las mandíbulas superiores ligeramente prógnatas. A esta raza pertenecen los habitantes de Malaca en Asia y los nativos de las islas de los océanos Pacífico e Índico. La raza etiope incluye a los habitantes de África excepto a los africanos caucásicos del norte; el cráneo es dolicocefálico, la frente llena, los pómulos prominentes, las fosas nasales anchas, el arco alveolar en angosto y prominente, las mandíbulas prognatas, y la mandíbula inferior es grande y fuerte. Blumenbach agregó a estos criterios craneológicos otros de carácter somatológico general, deducido por las observaciones de los miembros del cuerpo, principalmente de la cabeza y sus partes.

La clasificación de Blumenbach aún tiene adeptos, siendo B. P. Ehrenreich, por ejemplo, un vigoroso defensor. Sin embargo, agregó a la clasificación aquellas razas que han llegado a conocerse o al menos conocerse mejor desde los tiempos de Blumenbach. Éstos son principalmente los negros de Asia y las razas aborígenes de Australia y Oceanía. De acuerdo a Ehrenreich la clasificación es: (1) Caucásico-mediterráneo; (2) Africano-Nigriciano; (3) Mongol; (4) Americano; (5) Malayo Polinesio; (6) Australiano. Además están (7) papuanos y negros de Asia, incluyendo a los Dravidianos y las tribus Kolarians de la India, cuya posición en el sistema antropológico de Ehrenreich aún debe considerarse incierta. La clasificación de Blumenbach se basaba en la observación y descripción. Después siguieron una serie de intentos para determinar los diferentes tipos de mediciones. Para la determinación de las variaciones en la parte facial del cráneo, Camper ya había establecido la medición del ángulo facial, que es el ángulo que se forma de la línea del perfil y la línea aurículo-subnasal (la línea desde el orificio del oído hasta la parte más baja de la nariz). A. Retzius introdujo la palabra ortognatismo para significar un ángulo facial casi recto (90°), y llamó al ángulo facial más agudo prógnata. Habiendo notado que en Suecia los germanos tenían cráneos angostos, mientras que los cráneos de los Lapps eran anchos, Retzius buscó determinar estas formas matemáticamente por el índice de longitud-anchura. Combinó los grupos de dolicocefálicos y braquicefálicos con los grupos de ángulos faciales, y así llegó a cuatro tipos principales de cráneos: ortognata dolicocefálico, ortógnata braquiocefálico, prógnata dolicocefálico y prógnata braquiocefálico. Sin embargo, esta clasificación de las formas del cráneo no era satisfactorio, aún cuando se separó el cráneo mesocefálico de los demás, ya que las varias formas se presentan dentro de todas las razas, aunque probablemente con frecuencia variable. Las investigaciones de Welcker probaron que en las razas del Mediterráneo, Malaya y Americana pueden encontrarse cráneos que van desde dolicocefálicos hasta mesobraquicefálicos; los mongoles parecen ser más bien mesobraquicefálicos e hiperbraquicefálicos, mientras que las razas negras se inclinan más a dolicocefálicos. J. Kollman también basó su clasificación racial en la forma del cráneo y de la cara. Supuso seis subespecies: camaeprosopos dolicocefálico, camaeprosopos mesocefálico, camaeprosopos braquiocefálico, leptoprosopos dolicocefálico, leptoprosopos mesocefálico, leptoprosopos braquiocefálico. Estas subespecies se han esparcido a todo el mundo mediante migraciones y penetraciones, y pueden agruparse en dieciocho variedades según la naturaleza de su cabello (suave, quebrado o grueso, y lanudo).

Además de la forma del cráneo, P. Topinard empleó otras peculiaridades somatológicas en la clasificación de las razas. Siguiendo la clasificación de Cuvier, toma como divisiones principales las razas blanca, amarilla y negra, la cual caracteriza principalmente por la forma de la nariz. La raza blanca de nariz angosta (leptorrina) tiene cabello ondulado con sección cruzada. De aquellos con cráneo dolicocefálico, una división es rubia y larga (escandinava o cimírica); otra larga con cabello rojo (primer tipo de los Finns); una tercera de cabello castaño y relativamente pequeña (razas mediterráneas). El tipo mesocefálico con cabello castaño y complexión relativamente pequeña se encuentra en los semitas y egipcios. El tipo braquiocefálico se compone de los pequeños Lapps y Lagurians con cabello castaño, y los celto-eslavos de mediana estatura. La raza amarilla con nariz de anchura media (mesorrina), cabello grueso y lacio de sección cruzada redonda, también contiene tipos dolicocefálicos, mesocefálicos y braquicefálicos. Los esquimales son pequeños, dolicocefálicos y tienen piel amarilla; los tehuelches son grandes, dolicocefálicos y tienen piel rojiza; los polinesios son grandes, mesocefálicos y tienen piel rojiza. El tipo braquiocefálico está representado por los guaranís y peruanos, siendo los primeros de tamaño mediano con piel amarilla y los últimos pequeños con piel olivo. La raza negra de nariz ancha (platirrina) fue dividida por Topinard en un grupo de cabello recto de sección cruzada oval, y un segundo grupo con cabello lanudo de sección elíptica. El primer grupo, que comprende a los aborígenes australianos, son dolicocefálicos, altos y tienen piel negra; en el segundo grupo se presentan todos los tres tipos de cráneos. Los muy pequeños Bushmen amarillos, los grandes melanesianos negros, y los negros africanos son dolicocefálicos; los tasmanios negros de complexión mediana son mesocefálicos; los pequeños Negritos negros son braquicefálicos.

Recientemente, J. Deniker, un francés que ha seleccionado las divisiones de la tierra como un principio de clasificación en la descripción de las varias razas y tribus, ha proporcionado un resumen según principios somatológicos (Las Razas del Hombre, p. 225).

· Cabello rizado, nariz ancha

· Piel amarilla: razas Bushman, comprendiendo Hottentots y Bushmen –piel amarilla, steatopygous, complexión pequeña, dolicocefálicos;

· Piel oscura:

· Razas negrito, comprendiendo muy pequeño tanto sub-braquiocefálico y sub-dolicocefálico;

· Negro, comprendiendo las líneas de Nigritian y Bantu –piel negra, dolicocefálico;

· Melanesianos, comprendiendo papuanos y melanesianos –piel negra-café, complexión mediana, dolicocefálicos.

· Cabello rizado u ondulado

· Piel oscura

· Etíopes –cabello rojizo castaño, nariz angosta, complexión grande, dolicocefálico;

· Aborígenes australianos –piel chocolate café, nariz ancha, complexión mediana, dolicocefálico;

· Dravidianos –piel negra-café, nariz ancha o recta, complexión pequeña, dolicocefálico;

· Piel blanco sucio: Asiriodes –nariz angosta, y convexa con punta gruesa.

· Cabello ondulado, de color castaño o negro, ojos oscuros

· Piel café clara: Indo-afgano –cabello negro, nariz angosta, recta o convexa, estatura alta;

· Piel blanco sucio, cabello negro:

· Alta estatura, cara alargada:

· Árabes y semitas –nariz aguileña, occipucio que se proyecta, dolicocefálico, cara elíptica;

· Beriberis –nariz recta y gruesa, dolicocefálico, cara cuadrada:

· Habitantes de costas europeas –nariz recta y pequeña, mesocefálico, cara oval;

· Baja estatura: habitantes de la isla Ibérica –dolicocefálico;

· Piel blanca pálida, cabello castaño:

· Habitantes de Europa Occidental –complexión pequeña, fuertemente braquicefálicos, cara redonda:

· Habitantes de países en el Adriático –complexión alta, braquicefálicos, cara alargada.

· Cabello ondulado o recto, de color rojo, ojos claros, piel blanca rosada

· Europeos del Norte –cabello generalmente ondulado, rojo o rojizo, alta estatura, dolicocefálico;

· Europeos Orientales –cabello generalmente recto, rubio, complexión pequeña, sub-dolicocefálicos.

· Cabello recto u ondulado y negro, ojos oscuros

· Piel café clara: Ainos –cuerpo muy velludo, nariz ancha y cóncava, dolicocefálico;

· Piel amarilla, cuerpo lampiño:

· Polinesios –nariz se proyecta y con frecuencia convexa, estatura alta, cara elíptica, braquiocefálico o mesocefálico;

· Indonesios –estatura pequeña, nariz ancha y con frecuencia cóncava, pómulos que se proyectan, cara de forma romboide, dolicocefálico;

· Razas nativas de América del Sur –estatura pequeña, nariz recta que se proyecta, mesocefálico o dolicocefálico.

· Cabello recto

· Piel cetrina:

· Nariz recta o aguileña;

· Razas América del Norte – estatura alta, mesocefálica;

· Razas nativas de América Central –complexión pequeña, braquiocefálico;

· Nariz recta; Patagónicos – estatura alta, braquiocefálico, cara cuadrada;

· Piel amarilla-café: Esquimales –estatura pequeña, cara redonda y chata, dolicocefálico;

· Piel amarilla pálida:

· Lapps –nariz roma y ancha, estatura pequeña, braquiocefálico;

· Raza Ugriana –nariz recta o cóncava, estatura pequeña, mesocefálico o dolicocefálico, pómulos que se proyectan;

· Turcos o turco-tártaros –nariz recta, estatura mediana, muy braquiocefálico;

· Piel cetrina: mongoles –pómulos que se proyectan, pliegue mongol, levemente braquicefálicos.

Huxley clasificó a la humanidad sobre una base somático-antropológico. Dividió a la raza humana en cuatro tipos principales: el Australoide, el Negroide, el Xanthoeroi y el Mongoloide, al cual agregó después el Melanocroi. Los aborígenes australianos son los principales representantes del tipo Australoide dolicocefálico (piel y ojos oscuros, cabello negro rizado, nariz chata, arco óseo superciliar pronunciado y muy prognatas). Fuera de Australia, Huxley afirmaba haber encontrado el tipo Australoide en el interior del Deccan, y entre los egipcios. El estándar para el tipo Negroide es el negro Africano. Huxley erróneamente consideraba este tipo como casi sin excepción dolicocefálico. Generalmente carece de un arco óseo superciliar; la piel y los ojos van de café a negro; el cabello es negro, corto y rizado o lanudo; la nariz es chata y ancha; los labios son gruesos y protuberantes, mientras que el prognatismo es universal. Según Huxley, las modificaciones particulares del tipo Negroide son: los pequeños Bushmen con piel más clara; los parcialmente braquicefálicos Negritos con pesado arco superciliar, que viven en el sur y sureste de Asia (la Península Malaya), y en el Andaman, Filipinas e Islas del Mar del Sur (Papuanas) tan lejos como Tasmania. Entre estos Negritos ha habido considerable cruce con los polinesios y malayos. Huxley agrupó juntos a los habitantes de la mayor parte de Europa Central como el tipo Xanthoeroi o del tipo razonablemente blanco. Este grupo se caracteriza por una piel suave casi sin color, ojos azules o grises, y cabello de color claro; la forma del cráneo va desde dolicocefálico hasta braquiocefálico. En el sur y el oeste este tipo entra en contacto con el Melanocroi; en el norte y el este, donde se extiende a la India, con el tipo Mongoloide. Según Huxley, toda Asia y las islas que le rodean al este y sureste, el este y el noreste de Europa y toda América están habitados por el tipo Mongoloide (piel amarilla-café, ojos negros, cabello lacio, nariz pequeña y chata, pliegue oblicuo del párpado, pero sin arco óseo superciliar que se proyecta); el tipo es parte braquiocefálico, parte dolicocefálico. El Melanocroi o castaño vive alrededor del Mar Mediterráneo, y se extiende a través de Asia Menor a través de Arabia y Persia hasta la India. La piel es café, el fino cabello ondulado es casi negro, los ojos son oscuros. Huxley consideraba al Melanocroi el resultado de una mezcla del Xantheroi y los Australoides.

El intento de Linnaeus de utilizar peculiaridades intelectuales como criterio también ha sido imitado repetitivamente. Por ello, Fredrich Mmulleruuml;ller ha combinado peculiaridades somáticas (del cabello) y lingüísticas para formar la base de su clasificación racial. Según su teoría la humanidad está dividida, según la forma de la cabeza, en cabello lanudo y cabello liso. Las razas de cabello lanudo se subdividen es aquellos con cabello de tipo borla (Hottentots, papuanos), y aquellos con cabello australianos, hiperboreanos, americanos, malayos, mongoles) y cabello rizado (como las razas Dravidianas, Nubianas y Meditarráneas). Estas razas se subdividen en un número de grupos de familias sobre la base de idioma y de cultura intelectual que surgían de ellas. Mmulleruuml;ller distinguía; la familia de idiomas Indo-Germánicas (Germánico, Románico, Eslavónico, Celta, Griego, Albanés, Iraní, Hindú); la familia Ural-Altaica (Finno-Ugriano, Turco y Yakutish, Mongol, Tungusio, Samovedic); la familia Sur-Asiática (Chino, Siamés, Annamita, Burmese y Tibetano); la familia Hamito-Semítica (Semito-Arábica, y Hamite); el grupo Malayo-Polinesio (el idioma Malayo, Polinesio y Melanesio); la familia Bantu, y junto con ella los idiomas Americanos (relacionados con este grupo sólo como estructura), el Dravidiano y varios idiomas aislados.

Siguiendo a Cuvier y Topinard, W. H. Flower, un inglés, separa a la humanidad en tres divisiones principales:

· Razas Etíopes o Negroides: (a) el negro de tipo Africano; (b) Hottentots y Bushmen; (c) el negro Oceánico o Melanesios; (d) Negritos.

· Raza Mongol: (a) Esquimal; (b) los Mongoles mismos, comprendiendo al grupo Mongol-Altaico; y el grupo de Mongoles del sur; (c) Malayos; (d) Polinesios, Maoris; (e) Americanos.

· Caucásicos, comprendiendo a los Xantheroi y Melanocroi.

A partir de estas tres razas principales (llamadas por C.H. Stratz arquimórficas), G. Fritsch ha distinguido las razas mixtas derivadas de ellas como metamórficas. Ambas divisiones tienen un instinto fuertemente desarrollado para la migración (población nómada), que ha promovido el crecimiento de la civilización. Al mismo tiempo Fritsch y Stratz supusieron una serie de tribus sin instinto de migración (población no nómada); a éstos Stratz les llamó protomórficos. Sin embargo, estas teorías tienen valor como hipótesis de trabajo, aún cuando puede demostrarse que uno u otro sea incorrecto.

Stratz, en parte siguiendo las investigaciones hechas por Klaatsch acerca del esqueleto, toma como criterio protomórfico lo siguiente: gran variabilidad individual; proporciones normales (según los cálculos de Fritsch) con longitud del brazo levemente excesiva; altura total de seis o siete veces la altura de la cabeza; apariencia externa ligeramente diferente en ambos sexos; mujeres con caderas pequeñas y mamma areolata; piel desde clara a café oscura; cabello muy variable con sección cruzada oval; vello corporal moderadamente desarrollado; protuberancia pronunciada de hueso frontal; inclinación hacia dolicocefálico y prognatismo; mandíbulas fuertes, anchas; parte facial del cráneo grande en proporción a la parte posterior del cráneo; características toscas; nariz grande; órbitas pequeñas muy separadas entre sí; orejas puntiagudas, como la oreja del mono Macaco; estructura esbelta, con gracia, vértebras angostas; ligera curvatura de la columna vertebral; pelvis angosto; tibia platinémica; trasero débil; fémur ligero; sin pantorrillas; tendencia a posición encogida y a curvear el pie hacia adentro; pie adaptado para trepar; pie prensil; desarrollo más débil del hueso del tobillo (talus), del hueso del talón (calcancus), del hueso cuboide (os cuboideun), de los dedos de los pies; arco muy leve a la planta del pie; toda la planta se posa al caminar; desarrollo temprano del instinto sexual. Stratz ha seleccionado como criterio para las tres razas arquimórficas lo siguiente. Aquellos de la raza melanodérmica o negra tienen: longitud excesiva en las piernas; altura total de 7 a 7.5 cabezas; la piel de café oscuro a casi negra; el cabello grueso, negro y rizado, con una sección cruzada elíptica; vello corporal escaso; una inclinación a dolicocefalia (con una anchura muy decidida de la parte posterior del cráneo); prognatismo pronunciado; anchas y altas mandíbulas poderosas. Entre las características de la raza amarilla o xanthodérmica están: longitud deficiente de las extremidades, altura total de 7 a 7.5 cabezas; mamma papillata; piel de amarilla-café a amarilla clara, cabello negro y grueso, con una sección cruzada redonda; vello corporal escaso; inclinación a braquicefalia; mandíbula corta, ancha,; argo frontal leve; pie corto y fuerte con arco moderado. Entre el criterio de la raza blanca o leucodérmica está: proporciones normales; estatura de 7.5 a 8 cabezas; mamma papillata; piel café clara a casi blanca; ortognatismo; arco frontal de leve a apenas notable; mandíbulas angostas y altas; músculos largos en fundillos y pantorrillas; pie angosto y largo con arco poderoso; gran bola en dedo gordo del pie; talón poderoso.

Stratz también buscó comparar las diferentes razas según su relación y desarrollo. Según él, los aborígenes Australianos son hoy en día los más cercanos a la forma monogenética original. Las segundas razas protomórficas son los papuanos, koikoins y razas afines. Después de que las razas negras de África fuesen separados de los grupos principales de la humanidad, el tercer grupo protomórfico más lejano se separó del primer grupo (las razas americanas, los malayos del interior de la península, kanakas, y andamanes). Después que la raza amarilla principal fuese sacada del grupo principal, se formó el cuarto grupo protomórfico (según Stratz, los ainos, veddahs, dravidianos, basques y celtas). Por último, se desarrolló la raza blanca principal. Las razas metamórficas deben considerarse como razas aún en proceso de formulación. Fritsch considera las tres razas arquimórficas principales como centros de radiación: la raza blanca en el Suroeste de Asia, la raza amarilla en el Noreste de Asia, y la raza negra en el Centro de África. El grupo blanco se dividió en las ramas Semíticas y Sánscritas; el grupo amarillo en las ramas Chinas y Seitianas; mientras que la rama Finno-Tatar pertenece tanto al grupo blanco como al amarillo. El grupo negro se dividió en la rama Pelágica (viviendo en las islas al sur y sureste de Asia) y la rama Africana. Según Fritsch, debido a la fertilidad universal de cruces entre la humanidad, el contacto de los grupos principales entre sí y con las razas protomórficas dieron lugar en los puntos de contacto a las razas metamórficas. Fritsch tomó como poblaciones protomórficas no nómadas (es decir, como restos de la población original primitiva): en África, a los Bushmen, Akkas Obongos, Batuas; en Australia, los nativos de Queensland; en Asia, los Dravidianos, Vedas, Guang, Senoi, Kubu-kubu, Hieng, Miao-Tse, Ainos; en América, los Makuks, las tribus Ges del este de Brasil, Fuegianos; en Europa, la raza Neandertal, la raza Alpina, la raza enana Europea, y los Lapps que vivían en chozas de piedra.

Sobre la base de las teorías de Stratz y Keane, Schurtz hace la siguiente clasificación:

· Las primeras razas (que son casi restos desaparecidos de las primeras razas): (1) Palaeo-Asiáticos, raza no Mongol (los Ainos); (2) la raza Etíope (los Nubios); (3) raza enana.

· Grupos principales de familias: A. Color ligero o grupo de razas europeo-occidental-asiático: Alpino del norte, y razas mediterráneas principales; B. Grupo de razas Asiático-Polinesio: grupo Mongol, grupo Malayo-Polinesio; C. Grupo de razas nigritias: (1) Negro; (2) Indios de color oscuro (razas Dravídicas); (3) Nigritianos de Indonesia y oceánicos (Negritos, Melanesios); (4) Australianos y Tasmanios; D. Grupo de razas Americanas.

· Razas híbridas: (1) Raza híbrida Finno-Ugriano; (2) Raza híbrida beriberi.

La mayor parte de las clasificaciones anteriores ofrecen ciertas ventajas, pero también muestran fallas que no pueden ignorarse. Todas contienen grupos grandes que pueden caracterizarse desde los atributos más impactantes como la raza blanca de cabello suave a ondulado, la raza amarilla de cabello rizado, y la raza negra de cabello lanudo. Sin embargo, además todas estas razas muestran una serie de otras diferencias, somatológicas y étnicas. Sin embargo, es difícil agrupar un número de ramas de estos tres grupos principales. La mayoría de los escritores que desean presentar un resumen descriptivo de las razas y poblaciones del mundo (como Deniker, Buscan, Schurtz, y otros) se han guiado, por tanto, por el lugar de residencia de estas razas, y las han agrupado según las divisiones de la tierra donde se puede demostrar que habitan las varias ramas y grupos subordinados.

BARTOLS in Zeitschr. fur Morph. u. Anthrop., VII, 81; BUSCHAN, Menschenkunde (Stuttgart, 1909); IDEM, Illustrierte Volkerkunde (Stuttgart, 1910); CZEKANOWSKI in Arch. fur Anthrop., nueva serie, VI, 47; DAVENPORT, Métodos Estadísticos (Nueva York, 1899); DENIKER, Las razas y los pobladores de la tierra (Paris, 1900), tr. Las Razas del Hombre (Londres, 1900); EHRENREICH, Anthrop. Studien uber d. urbewohner Brasiliens (Brunswick, 1897); FLOWER in Journal Antr. Institu.de Antr, de Gran Bretaña e Irlanda, XIV, 378; FRITSCH in Zeirschr. fur Ethnol. (1910), 580; HADDON, Estudio del Hombre (Londres, 1898); HOERNES, Natur-u. Urgesch. D. Menschen (Viena, 1909); KEANE, Hombre, Pasado y Presente (Cambridge, 1904); KLAATSCH in Arch. fur Anthr., nueva serie, VIII, 101; QUATREFAGES, Estudio de las razas humanas (Paris, 1900); RANKE, Der Mensch (3rd ed., Brunswick, 1911); RANKE in Arch. Fur Anthr., nueva serie, II, 295; RIPLEY, Las Razas de Europa (Londres, 1900); SCHLIZ in Archiv. fur Anthr., nueva serie, IX, 202; SCHURTZ, Volkerkunde Leipzig y Viena, 1903); SCHMIDT, Die Stellung der Pygmaen (Stuttgart, 1910); SCHWALBE in Anat. Anz., IX (1901), Supplement, 44; STRATZ in Arch. fur Anthr., nueva serie, I, 189; IDEM, Naturgesch. des Menschen (Stuttgart, 1904); TOPINARD, Elementos de antropología general (Paris, 1885), tr. (Londres, 1890).

FERDINAND BIRKNER Transcrito por Thomas M. Barrett Traducido por Lucía Lessan Dedicado a las víctimas del genocidio y de la violencia étnica