|
|
Línea 1: |
Línea 1: |
− | Debido al uso de sandalias generalizado en los países orientales, el lavatorio de los pies fue reconocido en casi todas partes desde los primeros [[tiempo]]s como un [[deber]] de cortesía a ser mostrado a los huéspedes ([[Génesis | Gén.]] 18,4; 19,2; [[Evangelio según San Lucas | Lc.]] 7,44, etc.) La acción de [[Jesucristo | Cristo]] después de la [[Última Cena]] ([[Evangelio según San Juan | Jn.]] 13,1-15) también debe haberlo investido con un profundo significado [[religión | religioso]], y de hecho, hasta el tiempo de [[San Bernardo de Claraval | San Bernardo]] encontramos escritores eclesiásticos, por lo menos ocasionalmente, que le aplicaban a esta [[ceremonia]] el término ''Sacramentum'' en su sentido más amplio, por el que sin [[duda]] denotaban que poseía la [[virtud]] de lo que ahora llamamos un [[sacramental]]. El mandato de Cristo de que se lavasen los pies los unos a los otros debió haber sido entendido desde el principio en un sentido literal, pues [[San Pablo]] (1 [[Epístolas a Timoteo y Tito | Tim.]] 5,10) implica que para que una [[viuda]] fuese [[honor | honrada]] y [[consagración | consagrada]] en [[la Iglesia]] debía ser una “que tenga el testimonio de sus [[bien | buenas]] [[actos humanos | obras]]: que haya [[educación | educado]] bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los [[Comunión de los Santos | santos]]…”
| + | #REDIRECCIÓN [[Lavatorio de Pies y Manos]] |
− | | + | |
− | Hemos de creer que esta tradición nunca se ha interrumpido, aunque la evidencia de los primeros siglos está dispersa y es incierta. Por ejemplo, el [[Concilio de Elvira]] (300 d.C.) en el canon XLVIII ordena que los pies de los que van a ser bautizados, no han de ser lavados por los [[sacerdote]]s, sino presumiblemente por [[clérigo]]s o por lo menos [[laicos]]. Esta práctica del lavado de los pies en el [[bautismo]] se mantuvo mucho tiempo en la [[Galia cristiana | Galia]], [[Milán]] e [[Irlanda]], pero aparentemente no se [[conocimiento | conocía]] en [[Roma]] o en el Oriente. En [[África]], el nexo entre esta ceremonia y el bautismo se hizo tan estrecho que existía el peligro de que fuese confundida con una parte integrante del [[ritos | rito]] del propio bautismo ([[Vida de San Agustín de Hipona | Agustín]], Ep. LV, "Ad Jan.", n. 33). De ahí que en muchos lugares se asignase el lavatorio de los pies a otro día de aquél en que se realizaba el bautismo. En las órdenes religiosas de la ceremonia hallado gracia como una práctica de la caridad y la humildad.
| + | |
− | | + | |
− | En las órdenes religiosas la ceremonia encontró favor como una práctica de [[caridad]] y [[humildad]]. La [[Regla de San Benito]] dispone que debe hacerse todos los sábados para toda la comunidad por él que ejerció el cargo de cocinero durante la semana; mientras que también ordenaba que el [[abad]] y los hermanos debían lavar los pies de los que fuesen recibidos como invitados. El acto era uno religioso y debía ir acompañado de [[oración | oraciones]] y [[Salmos]], "pues en nuestros huéspedes Cristo mismo es honrado y recibido".
| + | |
− | | + | |
− | El lavado de pies en la [[liturgia]] (si podemos confiar en la evidencia negativa de los primeros registros) parece haber sido establecido en Oriente y Occidente en una [[fechas y datación | fecha]] comparativamente tardía. En 694 el Decimoséptimo Sínodo de Toledo ordenó a todos los [[obispo]]s y sacerdotes en una posición de superioridad, bajo pena de [[excomunión]], lavar los pies de las [[persona]]s sujetas a ellos. El asunto también es tratado por [[Amalario de Metz]] y otros liturgistas del siglo IX. No aparece bastante claro si la [[costumbre]] de celebrar este “mandato” (de ''Mandatum novum do vobis'', las primeras palabras de la [[antífona]] inicial) el [[Jueves Santo]] se desarrolló a partir de la práctica bautismal originalmente fijada para ese día, pero pronto se convirtió en una costumbre universal en las [[edificaciones eclesiásticas | iglesias]] [[catedral]]es y colegiatas.
| + | |
− | | + | |
− | En la segunda mitad del siglo XII, el [[Papa]] le lavaba los pies a doce [[subdiáconos]] después de su [[Sacrificio de la Misa | Misa]] y de trece [[hombre]]s [[pobreza y pauperismo | pobres]] después de su cena. El “[[Caeremoniale Episcoporum]]" ordena que el obispo ha de lavar los pies a trece hombres pobres o a trece de sus [[canónigo]]s. El [[prelado]] y sus ayudantes van investidos y se canta ceremonialmente el [[Evangelios | Evangelio]] "Ante diem festum Paschæ" con [[incienso]] y luces al comienzo de la función. La [[mayoría]] de los reyes de [[Europa]] también acostumbraban anteriormente realizar el mandato. La costumbre se conserva todavía en las cortes de [[Austria]] y [[España]].
| + | |
− | | + | |
− | El lavado de manos litúrgico ya ha sido tratado en el artículo [[lavabo]]. Cabe señalar que, posiblemente como consecuencia de las palabras de San Pablo (1 Tim. 2,8): "Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el [[cielo]] unas manos puras.”, los primeros [[cristianismo | cristianos]] hicieron una norma del lavado de las manos incluso antes de la [[oración]] privada, como lo atestiguan muchos pasajes de los [[Padres de la Iglesia | Padres]] (por ejemplo, [[Tertuliano]] "Apolog.”, XXXIX; "De orat.", XIII). El lavado múltiple en una [[Misa pontifical]] probablemente da testimonio de la práctica en una época más temprana. Notemos también que el “Caeremoniale Episcoporum” obliga al uso de la ''credenza'' (N. de la T.: Italiano, del latín medieval ''credentia'', confianza, posiblemente a partir de la práctica de colocar comida y bebida en una mesa para ser probada por un sirviente antes de ser servida para asegurarse de que no contenía veneno) o degustación como medida de precaución contra el veneno incluso para el agua utilizada en el lavado de manos.
| + | |
− | | + | |
− | | + | |
− | '''Bibliografía''': THALHOFER in Kirchenlexikon, s. vv. Fuss-washung: Handwaschung; Carrol, Dict. d'archeol. et lit., s.v. Ablutions; THURSTON, Lent and Holy Week (Londres, 1904), 304 ss.
| + | |
− | | + | |
− | '''Fuente''': Thurston, Herbert. "Washing of Feet and Hands." The Catholic Encyclopedia. Vol. 15. New York: Robert Appleton Company, 1912.
| + | |
− | <http://www.newadvent.org/cathen/15557b.htm>.
| + | |
− | | + | |
− | Traducido por Luz María Hernández Medina
| + | |