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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Diferencia entre revisiones de «Gregorio VIII, Papa»

De Enciclopedia Católica

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Antipapa.  
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(ALBERTO DI MORRA).  
  
Mauricio Burdinus (Bordinho, Bourdin), colocado en la silla papal por el emperador Enrique V el 8 de marzo de 1118. Burdino era un francés nacido probablemente en Limoges. Recibió una buena educación en Cluny y siguió a su compañero benedictino Bernardo, Arzobispo de Toledo y Primado de España más allá de los Pirineos. En un tiempo en que Cluny significaba conocimiento y reforma el progreso de su carrera estaba asegurado. En 1098 obispo de Coimbra, en 1111 elevado a la sede metropolitana de Braga, tres años después, como consecuencia de una discrepancia con el primado fue suspendido por Pascual II. Mas tarde fue a Roma donde de tal manera simpatizó con el pontífice, Pascual, también cluniacense, que lo conservó en la corte papal y le encargó asuntos verdaderamente de peso. En 1117 cuando Enrique vino a Roma para forzar sus condiciones al papa, que estaba seguro en Benevento, envió a Burdino con algunos cardenales para negociar con el emperador. Esta misión acabó siendo la ruina de Bourdin. Seducido de sus principios gregorianos, abiertamente abrazó la causa de Enrique y para enfatizar su apostasía, colocó la corona sobre la cabeza del emperador el día de Pascua de Resurrección. Enseguida fue excomulgado pero al mismo tiempo destinado al papado por sus nuevos socios. Unos pocos meses más tarde, cuando Enrique, al saber la muerte de Pascual, apresuró el viaje a Roma, rodeado de juristas, para ver que los cardenales habían sido más listos, y como no pudo capturar a Gelasio, declaró que su elección era nula y tras un discurso por el sabio Irnerius de Bolonia sobre los derechos imperiales, sobornó a una asamblea de romanos que eligieron papa a Burdino, quien con una ironía inconsciente, tomó el nombre de Gregorio. Los honores del papado se convirtieron en cenizas en sus manos. Fue excomulgado repetidamente y finalmente entregado como prisionero en manos de Calixto II, habiendo sido recluido varias veces en distintos monasterios hasta su muerte en 1137. Y así terminó la carrera de un prelado a quien, como dice Guillermo de Malmesbury (Gesta Regum Angl., V, 434) “todos hubieron estado obligados a venerar  y adorar por su prodigiosa diligencia, si no hubiera él preferido buscar la gloria  con un crimen tan notorio”. Uno de los cánones del Noveno Concilio general, 1123, declara que todas la ordenaciones hechas por él después de su condena, o de cualquier obispo consagrado por él, eran ilegítimas.
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Bibliografía.
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Nacido a principios del siglo XII en Benevento; elegido en Ferrara el 21 de oct. de 1187 y muerto en Pisa el 17 de diciembre de 1187 tras un pontificado de un mes y veintisiete días. El año 1187 fue el año en que el cristianismo casi desaparece de Palestina. El 4 de julio Saladino ganó la decisiva batalla de Hittin cerca del lago Tiberíades; el 3 de octubre el terrible sultán era dueño de Jerusalén. Las noticias de la caída de la Ciudad Santa golpeó a Europa como un rayo. Se dice que Urbano III murió de un ataque al corazón (el 20 de octubre). Al día siguiente los cardenales eligieron al canciller, Cardenal Alberto, que era de Benevento, descendiente de una noble familia  que había recibido una buena educación  y se hizo monje cisterciense o benedictino de Monte Casino. Fue creado cardenal - diácono en 1155 por Adriano IV y en 1158 cardenal- presbítero con el título de S. Lorenzo in Lucina. Alejandro III en 1172 le nombro su canciller.  
JAFFE, Regesta RR. PP., 2d ed., I, 821-22: II, 715.
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JAMES F. LOUGHLIN .
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Es interesante anotar que fue el último cardenal que usó ese título hasta que volvió a ser usado en tiempos de Pío X, porque los cancilleres que siguieron, por razones no satisfactoriamente explicadas se llamaban a si mismos vicecancilleres. El cardenal Alberto fue uno de los dos legados enviados a Inglaterra por Alejandro III para investigar el asesinato de Sto. Tomás Becket. También coronó, en nombre del papa, a Alfonso II de Portugal. Era universalmente estimado por su amabilidad y en cuanto se sentó en el trono de Pedro  inició acciones con Barbarroja para reconciliarle con la iglesia. Puesto que la política dominante en su pontificado era la cruzada para recuperar el Santo Sepulcro, emitió encíclicas a todos los fieles pidiendo oraciones y ayunos y puesto que la paz entre los dos rivales, Pisa y Venecia, era necesaria para el transporte de tropas y suministros, reparó la primera de las ciudades, y allí le sorprendió la muerte. Fue enterrado con todos los honores  y le sucedió Clemente III.
Transcrito por Janet van Heyst.
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Escrito por James F. Loughlin.
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Transcrito por Janet van Heyst.
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Traducido por Pedro Royo.
 
Traducido por Pedro Royo.
  
The Catholic Encyclopedia, Volume VI. Published 1909. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, September 1, 1909. Remy Lafort, Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York
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The Catholic Encyclopedia, Volume VI. Published 1909. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, September 1, 1909. Remy Lafort, Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York.
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Bibliografía
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Liber Pontificatis, ed. DUCHESNE, II, 451; WATTERICH, Vitoe Pont. Rom., II, 683-92; Bibl. de l'Ecole des Chartes (1881), XLII, 166; NADIG, Gregors VIII 57 tugiges Pontifikat (Basle, 1890).

Última revisión de 22:23 17 ene 2007

(ALBERTO DI MORRA).


Nacido a principios del siglo XII en Benevento; elegido en Ferrara el 21 de oct. de 1187 y muerto en Pisa el 17 de diciembre de 1187 tras un pontificado de un mes y veintisiete días. El año 1187 fue el año en que el cristianismo casi desaparece de Palestina. El 4 de julio Saladino ganó la decisiva batalla de Hittin cerca del lago Tiberíades; el 3 de octubre el terrible sultán era dueño de Jerusalén. Las noticias de la caída de la Ciudad Santa golpeó a Europa como un rayo. Se dice que Urbano III murió de un ataque al corazón (el 20 de octubre). Al día siguiente los cardenales eligieron al canciller, Cardenal Alberto, que era de Benevento, descendiente de una noble familia que había recibido una buena educación y se hizo monje cisterciense o benedictino de Monte Casino. Fue creado cardenal - diácono en 1155 por Adriano IV y en 1158 cardenal- presbítero con el título de S. Lorenzo in Lucina. Alejandro III en 1172 le nombro su canciller.

Es interesante anotar que fue el último cardenal que usó ese título hasta que volvió a ser usado en tiempos de Pío X, porque los cancilleres que siguieron, por razones no satisfactoriamente explicadas se llamaban a si mismos vicecancilleres. El cardenal Alberto fue uno de los dos legados enviados a Inglaterra por Alejandro III para investigar el asesinato de Sto. Tomás Becket. También coronó, en nombre del papa, a Alfonso II de Portugal. Era universalmente estimado por su amabilidad y en cuanto se sentó en el trono de Pedro inició acciones con Barbarroja para reconciliarle con la iglesia. Puesto que la política dominante en su pontificado era la cruzada para recuperar el Santo Sepulcro, emitió encíclicas a todos los fieles pidiendo oraciones y ayunos y puesto que la paz entre los dos rivales, Pisa y Venecia, era necesaria para el transporte de tropas y suministros, reparó la primera de las ciudades, y allí le sorprendió la muerte. Fue enterrado con todos los honores y le sucedió Clemente III.


Escrito por James F. Loughlin.


Transcrito por Janet van Heyst.

Traducido por Pedro Royo.


The Catholic Encyclopedia, Volume VI. Published 1909. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, September 1, 1909. Remy Lafort, Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York.


Bibliografía Liber Pontificatis, ed. DUCHESNE, II, 451; WATTERICH, Vitoe Pont. Rom., II, 683-92; Bibl. de l'Ecole des Chartes (1881), XLII, 166; NADIG, Gregors VIII 57 tugiges Pontifikat (Basle, 1890).