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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Arco

De Enciclopedia Católica

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El arco es una estructura compuesta de piezas separadas, tales como piedras o ladrillos, que tiene forma de cuñas truncadas, dispuestas en una línea curva para mantener su posición mediante presión mutua. Este método de construcción se llama arqueado, en contraste con el estilo adintelado utilizado en la arquitectura griega, donde los vanos entre columna y columna, o entre columna y pared, eran abarcados por dinteles.

Las piedras separadas que componen la curva de un arco se llaman dovelas, o piedras de arco. Las dovelas inferiores se llaman salmer. Los salmeres usualmente tienen una o ambas juntas horizontales. Se dice que la superficie superior del salmer, contra la cual comienza la primera dovela del arco real (es decir, en el que irradian ambas juntas) está inclinada; la dovela superior o central se llama la clave. El lado inferior o cóncavo de la dovela se llama intradós o sofito, y el lado superior o convexo, el extradós del arco. Los soportes que proveen puntos de descanso y resistencia al arco se llaman pilares y estribos. La parte superior del pilar o estribo donde descansa el arco —técnicamente, de donde surge— es la imposta. La luz de un arco es, en arcos circulares, la longitud de su cuerda y, en general, el ancho entre los puntos de las impostas opuestos de dónde surge. La flecha de un arco es la altura del punto más alto de su entredós sobre la línea de la imposta; este punto a veces se llama la parte inferior de la corona, al ser la corona el punto más alto del extradós. Si se encierra un arco, o se imagina que está encerrado, en un cuadrado, entonces los espacios entre el arco y el cuadrado son sus enjutas.

Formas de Arcos

En Roma y Europa occidental el tipo de arco más antiguo y normal es el semicircular, cuyo centro está en el medio del diámetro. Cuando el centro está en un punto por encima del diámetro, se llama arco peraltado o realzado. Cuando el arco está formado por una curva que es menor que un semicírculo (un segmento de un círculo), con su centro por debajo del diámetro, se llama arco escarzano; o si la curva es mayor que un semicírculo y tiene su centro sobre el diámetro, se llama arco de herradura. Todos estos arcos se trazan desde un centro.

La segunda clase se traza desde dos centros. Ese arco es el apuntado, del cual hay tres variedades principales. El primero es el equilátero, en la cual los dos centros coinciden con los extremos del diámetro. El segundo, más agudamente apuntado es el arco ojival agudo, en el cual los centros están todavía sobre la línea del diámetro, pero fuera de él. El tercero es el arco obtuso, cuyos centros están todavía sobre la línea del diámetro, pero dentro.

La tercera clase consiste en arcos trazados desde tres centros. Este es el arco de tres centros o "arco carpanel". La cuarta clase consiste en arcos trazados desde cuatro centros. La primera variedad es el arco de cuatro centros, o Tudor. Las curvas se pueden trazar de diferentes maneras, y las curvas largas a veces se reemplazan por líneas rectas con una curva corta en la junta. Otra variedad de arco trazado desde tres o cuatro centros es el arco conopial. En este, uno o dos de los centros están debajo, pero los otros dos están arriba del arco. Así las dos curvas superiores del arco son cóncavas, las dos inferiores son convexas.

Los arcos lobulados tienen tres o más lóbulos u hojas. Los más simples son los tréboles de cabeza redonda; los tréboles apuntados; los tréboles de cabeza cuadrada, también llamado arco con hombros. Un arco trebolado es un arco trebolado encerrado en un arco apuntado. Un arco trebolado no está contenido en ningún otro arco. Además del trebolado, existe el arco de cinco lóbulos y el de múltiples lóbulos.

Arco Adintelado: En un arco adintelado las dovelas son en forma de cuñas, pero los extradós e intradós se componen de líneas rectas. A veces, para fortalecer un arco plano o ligeramente curvado, las dovelas tienen ranuras o muescas.

Arcos Compuestos: Si el arco necesita ser inusualmente fuerte, es mejor construir dos arcos independientes, uno encima del otro; o puede construirse en tres anillos separados. Cada uno de estos subarcos, o anillos, que forman todo el arco compuesto, se llama un orden; es una forma de arco más simple que el arco sencillo. Este sistema de arcos concéntricos fue usado por los romanos temprano en el siglo VI a.C., en la Cloaca Maxima en Roma; hay tres donde entra al Tiber. En algunos órdenes compuestos las caras están en el mismo plano; pero, por regla general, los órdenes están sucesivamente retirados, es decir, el sub arco más interior, u orden, es estrecho, el próximo es más ancho, el próximo aún más ancho y así sucesivamente.

Arco Semicircular: Este arco es especialmente característico de la arquitectura románica. Los arcos góticos semicirculares a veces aparecen en la arquitectura de los siglos XIII y XIV.

Arco Peraltado: Mediante zancos, se puede hacer que un arco semicircular estrecho se eleve al mismo nivel que un arco ancho, de modo que las coronas puedan estar al mismo nivel.

Arco Escarzano: Este arco aparece ocasionalmente en las construcciones normandas.

Arco de Herradura: Son comunes en las bóvedas de crucería normandas. Ocurren en la basílica con naves de Diana, cerca del Éufrates, la cual tiene la inscripción 540 d.C. En la construcción oriental, el arco de herradura con frecuencia no es redondo, sino agudamente apuntado. Esto facilita la construcción, ya que la parte superior o más difícil del arco o la cúpula se puede construir con ménsulas y sin centrar, como en muchas cúpulas indias.

Arco Apuntado: No hay dudas sobre la antigüedad del arco apuntado en Oriente; en muchos distritos es tan normal como el semicircular en el románico de Europa; pero no se deduce que esta última lo tomó prestado. Probablemente se ha inventado una y otra vez, a medida que surgió la necesidad. En países donde no había madera, ni herramientas para trabajarla, los nativos tuvieron que construir refugios en piedra. A menudo la única forma conocida de techar estos era apilar piedras planas entre sí, es decir, con una cama horizontal, no con juntas radiadas, y cada hilada se proyectaba un poco más hacia adentro a medida que la pared se elevaba. Claramente, estos muros se hubiesen derrumbado si se hubiese intentado un techo semicircular, pero se podría lograr que se mantuviesen si el techo se construía en forma de arco apuntado —en cualquier caso, si el arco fuese muy agudamente apuntado.

Aunque los arquitectos románicos habían resuelto el mayor problema de la Edad Media, a saber, cómo abovedar con piedras una iglesia con claraboyas, de diseño de basílica, sin la ayuda del arco apuntado, aun así el empleo del arco apuntado facilitó enormemente la construcción de edificios. Junto al uso de nervios diagonales y arbotantes, fue la mayor mejora introducida en la arquitectura medieval (Francis Bond). El arco apuntado es más fuerte que cualquier otro tipo de arco; tiene un empuje más vertical y menos lateral que uno semicircular. Fue de gran utilidad en el abovedamiento.

Arcos de Cuatro Centros: Estos arcos son partes de cuatro diferentes círculos. La posición de los centros varía mucho, y con ellos la belleza del arco. Quizás la posición más habitual es aquella en que que los centros superior e inferior de cada lado del arco estén en la misma línea vertical. El arco de cuatro centros se ha considerado peculiar de Inglaterra; pero era bastante común en Flandes al mismo tiempo que en Inglaterra.

Arco Conopial: Como las curvas superiores de este arco están invertidas, no puede soportar una carga pesada y no ocurre en arcos de pilastra. En Francia, el arco conopial no parece haber entrado al uso general hasta tarde en el siglo XIV. A finales del inglés decorado y el francés “en llamas” (flamboyant), el arco conopial se utiliza con la mayor ventaja. Su origen es indudablemente oriental. Se usa en la India a gran escala en aquellas cúpulas que se construyen con ménsulas. En Inglaterra no se usó para la construcción, sino solo con fines decorativos. El arco conopial, como el arco apuntado, puede variar mucho en forma, de acuerdo con el carácter del arco cuya curva se invierte para dar la parte superior del conopial, y de acuerdo con la longitud asignada a la curva superior.

Arco Lobulado: Al igual que el conopial, es de valor decorativo, no estructural. El arco trebolado de cabeza redonda es menos común que el apuntado. El de cinco lóbulos es usualmente posterior al arco trebolado.

Arcos Elípticos: Se puede dudar si arcos elípticos verdaderos, cuyo origen se desconoce, aparecieron de otra forma que no fuese accidental. Fue utilizado en gran medida por los asirios, y también por los egipcios, en una época muy temprana; pero por alguna razón desconocida no lo introdujeron en sus construcciones mayores. La introducción práctica y el uso del arco se debió a los romanos. El arco apuntado entró en uso alrededor del siglo XII, y estaba destinado a dar a luz a un nuevo estilo de arquitectura. El arco apuntado, cualquiera que sea su origen, hizo su aparición casi al mismo tiempo en todos los países civilizados de Europa. Como esto fue inmediatamente después de la primera Cruzada, se ha conjeturado que los cruzados llegaron a conocerlo en Tierra Santa y lo introdujeron en sus respectivos países a su regreso de Oriente. Lo usaban las naciones sarracena y mahometana, y se utilizó ampliamente en Asia; pero exactamente en qué nación de Oriente se originó el arco apuntado, y de qué manera, son problemas igualmente difíciles de resolver.


Fuente: Poole, Thomas. "Arch." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1, págs. 688-690. New York: Robert Appleton Company, 1907. 3 agosto 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/01688a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina