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Sábado, 27 de abril de 2024

La Ciudad de los Reyes y su Ángel tonante

De Enciclopedia Católica

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Hemos visto que las representaciones de la Plaza Mayor, de la Ciudad de los Reyes, se refieren tanto a lo Temporal como a lo Eterno. Veamos ahora, cómo ambas realidades, se resumen en la estatua que remata la fuente del virrey conde de Salvatierra.

Cristo mismo enseñó que el caminar de esta vida, es peregrinaje al Cielo. Al que se entra por la puerta estrecha, que está al final del camino angosto. Habrá un Juicio, retribución y una alegría, que se asemejan a los gozos de una ceremonia nupcial.

La Emblemática, ha sido creada para ser puesta al servicio de Dios. Está basada en la Sagrada Escritura. Enseña deleitando; es decir: Su pedagogía está apoyada en la verdad del Evangelio, explicada por los Padres y doctores de la Iglesia.

La permanencia en el tiempo de la Emblemática, se debe al hecho de haber sido anotada en lengua latina. Sus significados, y giros alegóricos son los de la Antigüedad clásica, de los que se vale al momento de dar lecciones moralizadoras.

Su atrayente belleza – es decir, el estímulo sensorial, a partir del cual se inicia el proceso del entendimiento – adopta las formas del Mundo Antiguo.

El Barroco es integrador, sintético y reformulador. Tal como se comprueba, frecuentemente en los proemios literarios y discursos laudatorios.

Para el caso concreto de la Fama y Mercurio, (en un contexto profano - generalmente poético y encomiástico) el uso de ambos personajes mitológicos, corresponde a las notas distintivas más conocidas de la Mitología clásica moralizada.

Tratándose de temas sacros, especialmente los que implican Misterios Sagrados, el Barroco, compone emblemas de apariencia clásica, que agrega. moralizados, en contextos de pedagogía sagrada.

Pongamos como ejemplos las expresiones <<Mercurios Soberanos>>, <<Simulacro de Fama>> , ¿<<Eres Miguel o Mercurio>>? , <<Soberbio Luzbel>>, <<Venid deidades>>, etc. En el libro <<La estrella de Lima convertida en sol>>, se lee: <<Simulacro de Fama>>. Deliberadamente, se ha indicado claramente que hay un concepto complejo detrás de esa estatua que aparenta ser la Fama. Pensamos que es la armonía, la concordia y la prosperidad del Reino, como resultado del Buen Gobierno.

¿Cuál es el fin del Buen Gobierno? El bien común. La felicidad. El progreso material, la riqueza, la paz y la tranquilidad.

En la pintura que es materia de comentario, hay inequívocas señales de que lo económico (tanto la economía política, como la economía de la Salvación) es la clave interpretativa. Hay una lista de productos que se ofrecen en el mercado de esa plaza.

El bienestar material es el resultado de una administración austera y sabia; de la comunicación vial y naval segura; del servicio de correo puntual; de la moneda de ley, y de la promulgación de leyes justas.

Lo que acabamos de decir corresponde a los atributos de Mercurio, asociado a la comunicación veloz, a la concordia de las ciudades, y a las actividades comerciales

En cambio, la Fama corresponde al prestigio de la Universidad de Lima (San Marcos), a los lauros académicos de sus catedráticos, al esplendor de sus fiestas cívicas, y al refinamiento de sus certámenes poéticos y literarios. Lo que se dio en llamar la <<Minerva peruana>>.

A partir de aquí, comienza la carga teológica de la estatua. Es el nexo entre el arco del puente, las llagas de la plaza de las cinco fuentes, el reloj astronómico de la fuente central, y la portada de la Basílica del Rosario.

El simulacro de Fama, mira con dirección al arco del puente. Una estatua del Rey Felipe V, remata este arco ceremonial. La calle que parte de aquí, conduce directamente a la plaza mayor. Reinar es regir. Regir significa conducir a los pueblo por senderos de Justicia. La Justicia es estar en amistad con Dios, amar sus Mandamientos y cumplirlos. Y oír su voz, cuando habla por boca de sus Ángeles y Profetas.

La "calle de Palacio" nos recuerda el ingreso de Saulo a Damasco, por la Calle Recta. A tiro de piedra de la plaza, sobre la puerta de la iglesia dominica vemos a s. Juan Bautista, la que voz clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas.”

Como se ha visto ya, la Ciudad de los Reyes, se conforma con el emblema del jardín y de la plaza. En tanto que jardín. Lima está llamada a ser el jardín de virtudes en las que Cristo se recrea. Los Santos y virtuosos de Lima, son pintados con el corazón en la mano. El Conde de Lemos sepultó su corazón en la Iglesia de la Virgen de los Desamparados, colindante con el arco del puente. Y Santo Toribio dispuso que su corazón fuese sepultado en el monasterio de Santa Clara.

El símbolo universal del amor es el corazón. Lima tiene en su centro, el jeroglífico del Corazón traspasado de Cristo, rodeado de las llagas de sus manos y de sus pies .

Santa Rosa, representa el amor de Lima por Cristo . El día que Cristo vuela celoso y airado, castigará a quien adulteró amando las riquezas de la tierra. Y dictará sentencia terrible a quien despreció la Ley Nueva, el mandato del amor. Lima subsistirá por el amor. El amor une y anuda el tejido social.

La estatua del Bautista, apartada de la estatua ecuestre la portada (jeroglífico de Cristo en Gloria), y del clarín de la fuente (jeroglífico de la llegada del día de la ira, indica que el "tiempo de misericordia" pasó.

La estatua de Felipe V "vestido a la heroica" es jeroglífico de Cristo glorioso y majestuoso, entrando a la Ciudad Santa (figurada en el trazo de Lima). La llegada de los reyes, se anunció siempre - en el occidente- con clarín y caja. Con trompetas se anunciaba la victoria en el combate. Para los réprobos el clarín de Lima anuncia llanto y crujir de dientes. Todo tiene su tiempo. Para los réprobos, será tiempo de llorar; y para los justos tiempo de reír y cantar. Tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar.

José Gálvez Krüger

Sociedad Peruana de Historia