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Viernes, 26 de abril de 2024

La Ciudad de los Reyes, Baluarte de la Fe y Puerto de Salvación

De Enciclopedia Católica

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La Ciudad de los Reyes y el Callao: La Ciudad Baluarte de la fe y Puerto de Salvación Josepho Galvezio Pimpollo de la Minerva peruana



Tal como la armadura se adecua a los contornos del cuerpo del “mílite cristiano”, la muralla de la Ciudad de los Reyes debe adecuarse al objeto que es materia de protección y custodia: el Sagrado Corazón de Jesús y los corazones imitativos de sus ciudadanos . En otra parte hemos afirmado y probado que el carácter cardiomórfico y la devoción de la Ciudad de los Reyes al Sagrado Corazón está, afirmada en la fuente central y los 4 surtidores periféricos de la Plaza Mayor . Según Lohman la muralla, originalmente tuvo 5 portadas que se correponderían con las cinco llagas, y un arco ceremonial de entrada a la cabeza del puente, que bien puede significar el costado abierto del Corazón Misericordioso de Jesús. La fuente del Virrey Conde de Salvatierra es jeroglífico de María al Pie de la Cruz, del Sagrado Corazón de Jesús y del Triunfo de la Ciudad y de la Iglesia .


Que quede claro, desde el comienzo, que estas consideraciones y las que siguen, brotan directamente de los mapas limeños barrocos y,de sus orlas y ornamentos, de la muralla toda, del puente de piedra y el arco, y de la portada de las Maravillas Lima es una Ciudad Militante, que proclama anticipadamente su victoria, porque tiene por prenda del Triumpho, la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía, el reinado del Corazón Eucaristido desde el tabernáculo, y la santidad - universalmente proclamada de Rosa de Lima, de Francisco Solano y de Toribio de Mogrovejo. Lima es una ciudad previsora, que no quiere recibir el reproche de Cristo <<ved que estoy a la puerta y llamo>>, sino que , por el contrario, le ha levantado un arco Triunfal, nueva puerta dorada, con campanarios y relox (sic) significando que sea cual fuere el día y la hora en que el Señor se sirva venir en Gloria y Majestad, se le tiene preparado el camino de plata fina de las virtudes colectivas, porque se ha removido toda piedra de escándalo y todo el ripio que embaraza el camino de la salvación ¿Acaso hemos olvidado que la Ciudad de los Reyes empedraba sus calles con lingotes de plata en la fiesta de Corpus Christi y obsequiaba a su Amo con arcos de fantasía que levantaba en las cuatro esquinas de la Plaza Mayor?



El camino espiritual, que no de otra estamos hablando, es custodiado por San Miguel y San Gabriel Arcángel que guardan la entrada en dos capillas votivas, significando - por una lado - la espectativa de la ciudad que espera impaciente a Cristo <<como el centinela a la aurora>> y -por otro lado - la lealtad invencible y trimphante (sic) de la Muy noble y fidelísima Ciudad de los Reyes. El arco confesaba a Dios y al Rey; a diferencia de Jerusalén, la ingrata, que no quiso tener más rey que el César, Lima no quiere tener más Rey que Cristo, ni más Patria que el Cielo, por eso aceptando la soberanía del Su Majestad Católica, que es su primer sirviente: el Rey terrestre es reflejo del Espejo del Rey Celeste. Lima ama al Rey de España porque le ha enseñado a amar al rey de la Gloria: Cristo es Rey, pero no es Rey de este mundo.



El Rey de España es aquí el jeroglífico del ingreso a la Ciudad Santa, caballero en mansísimo pollino en las vísperas de su Pasión voluntariamente aceptada; pero también es jeroglíco de su regreso el día postrero en en que ha de venir como el Rey victorioso que es montado en brioso caballo de batalla. Los campanarios spn jeroglífico de los clarines, atabales y atamboras que anuncian simpre la presencia del Monarca en el campo de batalla. La advertencia es clara quien no quiere pasar por la puerta de la Misericordia, tendrá que pasar por la puerta de la Justicia.



Lo que se predica de Lima, se aplica también al Callao. No debe considerarse al puerto, en este caso, como una urbe distinta, porque el Callao y Lima, y dependen uno de la otra. Las murallas de ambas deben ser entendidas como una una única fortaleza.



Antes de continuar, debemos hacer una precisión; se trata en sentido estricto de murallas espirituales que para poder ser predicadas y percibidas se alegorizan bajo los ropajes de la arquitectura militar. Dicho en otras palabras, son realidade invisibles -como ciertamente es el combate espiritual- pero que para poder ser percibidas por el entendimiento humano, son explicadas con realidades tangibles, visibles y conocidas por todos. ¿Hay prueba iconográfica que aporte indicios o pruebe plenamente la exposición precedente? ¡Sin duda alguna! Baste recordar las ilustraciones idealizadas e imaginarias hechas por que Guamán Poma de las principales ciudades del naciente virreinato, en tiempos del Virrey Conde de Oropesa, que comienzan con la consideración de la Ciudad del Cielo que se muestra amurallada porque sirve de modelo a aquéllas


Nótese que en el caso del Callao, Tucumán, santiago de Chile y Pisco, se presenta una vista panorámica, en tanto que Limas sólo es figurada en su Plaza Mayor, que es su corazón donde la Iglesia Catedral hace las veces de defensa, porque ahí se han levantado los Reales de Dios, Señor de los Ejércitos . Bien se aplica aquí el lema del emblema: “El corazón de los Reyes está en manos de Dios”.

Estamos siempre siempre en presencia de Dios y nunca lo recordamos, gozamos de la compañía y protección de los Ángeles sin saberlo y nos beneficiamos de la oración de los Santos del Cielo sin oírlas. Además Guamán Poma amuralla a ciudades que nunca tuvieron defensas militares, por lo que se infiere –por comparación de la ciudad del cielo – que se tratan de defensas espirituales, de urbes que persiguen ser reflejo de la ciudad de Dios.


Hay grabados en los que se representan simultáneamente a la Ciudad de Lima, y a las zonas de Misión del Paraguay y del Tucumán amurallados, y elevados al cielo bajo el patrocinio de San Francisco Solano fallecido medio siglo antes de que el Virrey Duque de la Palata mandara levantar las defensas de Lima. Hay un combate espiritual terrenal y un combate espirtual celestial: por eso se representan al mílite cristiano y al ángel con yelmo, armadura, escudo, loriga, espada, cinto y calzas.



No hay soldado sin armadura, ni soldado que no pertenezca a un ejército, ni combate sin enemigo; ni asedio sin Plaza Fuerte, Real o Alácar que se defienda; como tampoco hay nave que maree sin vela y sin gobernalle, menos aún sin puerto para atracar y fondeadero para ancorar. "La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar el una misma cosa", decía Francisco de Quevedo, por eso decimos que es la Iglesia es militante. La victoria sobre los Moros en Lepanto y a la puertas de Viena dejaron una huella ostensible en la Pintura virreinal, en una renovada atención a Santiago Matamoros y en el tema pictórico de “la Nave Mística de la Iglesia”. El tema del atraque de la Nave de la Iglesia en puerto seguro es vísto místicamente, siglos después por san Juan Bosco, que la ve atracndo entre las columnas hercúleas e inconmovibles de la Sagrada Eucaristía y de la Inmaculada Concepción, que como sabemos, eran los afanes defensivos del Alcázar Místico limano.





La pintura, la música y la retórica del barroco, se articular en torno de estas ideas fuerza: el mílite cristiano revestido con la armadura de la fe, coaligado con las legiones de ángeles, derrota y arroja al abismo a  las legiones infernales. Los ángeles suelen estar representados o bien vestidos con túnicas, o bien revestidos con armadura de estilo romano imperial.

Las prendas militares los revisten cuando el Demonio Maldito, ataca con el mayor furor, “con osado ardor protervo” como diría Roque Ceruti en En este trance los Santos ángeles, y quienes pertenecen a Cristo, se revisten con la armadura de la fe, cuyo yelmo es la Gracia de Dios, la loriga es la Justicia, es escudo la Fe, el cíngulo la verdad y las calzas indican que se transitan los senderos de justicia que preparan la paz evangélica. La emblemática muestra dos tipos de ostentación triunfal la ostentación de las armas vencedoras (virtudes, fortaleza) y la ostentación de los despojos de los vencidos (vicio, la debilidad). Lima, en la portada de las Maravillas hace ostensión de armas. Sólo se conserva evidencia de una puertas, pero presumimos que, por coincidencia emblemática, debio una haber otra puerta ostensoria, pero con sentido opuesto.




El cristiano y los santos ángeles se parapetan tras el escudo de la fe para detener las flechas del basilisco, y ahogan el fuego de la devastación y de la aniquilación que lanza el Dadron ignívomo, con el Fuego Abrasador del Amor de Cristo, que vivifica, purifica y restaura (la comunión, el Purgatorio y la Gloria), que se hace metralla y munición en las espingardas y arcabuces de los Ángeles cuzqueños.



El Callao, y por lo tanto Lima , vivieron siempre corazón en la carganta por el riesgo de piratas y filibusteros; en el "El templo de la fama vindicado", el autor reconocer que el defecto más grave del virreinato fue su debilidas defensiva, como que cierto es, que las costas del virreinato sufrieron sufrieron bloqueo, ataque y saqueo más de una vez (Clipperton, L'Hermite, Drake etc). Por lo tanto no es de extrañar que en la invocación de las milicitas celestiales, se las representara con los pertrechos de los Tercios de Flandes, que era la fuerza de élite europea.


La victoria final se obtiene después de soportar el "asedio" y obstanación del mundo y de los enemigos que son el pecado que ofende a Dios, los demonios que pierden las almas, los herejes que apolillan y corroen la doctrina y , los moros y judíos que niegan la divinidad de Cristo, Dios y Señor Nuestrolos, y los piratas que roban la bolsa y la vida. La perla del Pacífico obtiene su oriente cuando canta feliz su victoria, que es cuando Dios otorga a Lima y a los limeños la llave que abre las puertas del cielo y cierra las del infierno





Todo esto implica, finalmente que Lima es Ciudad Triumphante, y Ciudad de Paz Evangélica. Todo aquel que quiera ponerse al abrigo de sus murallas deberá deponer las armas del pecado y del escándalo, porque en la Ciudad de Los Reyes impera la Virtud.