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Viernes, 29 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Studia Limensia Capítulo IV: El Puente de piedra y el Arco Triunfal»

De Enciclopedia Católica

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En el arco del puente, están presentes tres maneras de concebir el tiempo: Cronos, Kairos y Transitus. El mayor énfasis está puesto en el kairós: Tiempo que Dios aprovecha, para acercarse al hombre, y salvarlo. Tiempo de oportunidad, y de bendición de divina. La fuga del tiempo, se anunciaba con el pasar de las edades del mundo [14] , las edades del hombre [15] , del año solar [16] , de los meses [17] , de las semanas [18] , de los días [19] , de las horas [20] , y de los cuartos de hora [21] . Porque, en ese lapso podían ser empleado en asuntos edificantes: Quince minutos duraba un sermón, una peroración en San Marcos, y el rezo de cinco misterios del Santo Rosario. Sabiendo que el tiempo huye, el hombre, llegó a sacralizar la sucesión de momentos, mediante horologios penitenciales.  
 
En el arco del puente, están presentes tres maneras de concebir el tiempo: Cronos, Kairos y Transitus. El mayor énfasis está puesto en el kairós: Tiempo que Dios aprovecha, para acercarse al hombre, y salvarlo. Tiempo de oportunidad, y de bendición de divina. La fuga del tiempo, se anunciaba con el pasar de las edades del mundo [14] , las edades del hombre [15] , del año solar [16] , de los meses [17] , de las semanas [18] , de los días [19] , de las horas [20] , y de los cuartos de hora [21] . Porque, en ese lapso podían ser empleado en asuntos edificantes: Quince minutos duraba un sermón, una peroración en San Marcos, y el rezo de cinco misterios del Santo Rosario. Sabiendo que el tiempo huye, el hombre, llegó a sacralizar la sucesión de momentos, mediante horologios penitenciales.  
  
Los horologios  ascéticos [22] , eran propuestas para programar el tiempo en función del reloj de la Pasión de Cristo, y el reloj de los dolores de María. Ambos están asociados al reloj de la paciencia personal y al calendario del vencimiento de la Pasión dominante.  La idea era recordar al limeño la llegada de la última hora. Porque todas las horas hieren, y la última mata, como dice el aforismo latino . El aparato barroco del arco reconstruido por el virrey Amat, tiene en la parte central un reloj mecánico. Su composición concilia, el ya mencionado concepto del horologio angélico, con el concepto el reloj de la buena muerte. Este rejo invita al moribundo a invocar el auxilio de los corazones de Jesús, José y María, para un feliz tránsito . Tal como estaba emplazado el reloj de tiempos de Amat, el reloj tenía una connotación política , en tanto que la ornamentación que lo circundaba, era de tipo moral.
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Los horologios  ascéticos [22] , eran propuestas para programar el tiempo en función del reloj de la Pasión de Cristo, y el reloj de los dolores de María. Ambos están asociados al reloj de la paciencia personal y al calendario del vencimiento de la pasión dominante [23].  La idea era recordar al limeño la llegada de la última hora. Porque todas las horas hieren, y la última mata, como dice el aforismo latino [24] . El aparato barroco del arco reconstruido por el virrey Amat, tiene en la parte central un reloj mecánico. Su composición concilia, el ya mencionado concepto del horologio angélico, con el concepto el reloj de la buena muerte. Este rejo invita al moribundo a invocar el auxilio de los corazones de Jesús, José y María, para un feliz tránsito [25] . Tal como estaba emplazado el reloj de tiempos de Amat, el reloj tenía una connotación política [26], en tanto que la ornamentación que lo circundaba, era de tipo moral.
  
 
'''El Arco es el Costado Abierto de Cristo'''
 
'''El Arco es el Costado Abierto de Cristo'''

Revisión de 17:01 28 oct 2022

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Hemos terminado el Capítulo III, con la sorpresiva aparición de Francisco Pizarro, en la emblemática urbana, y en la defensa angélica de la Ciudad de los Reyes. En el presente capítulo, seguiremos hablando, de la presencia de los Ángeles, y el rol que juegan en la cabecera del puente, y en el arco de acceso a esta ciudad capital. Sin embargo, la defensa angélica y doctoral aludidas en el capítulo anterior, no son las únicas alegorías contenidas en las murallas y su Arco Triunfal.

Antes de entrar a explicar el simbolismo del arco del puente, y de sus elementos, debemos insistir en que todo lo que se dirá, está sujeto a codificaciones, nomenclaturas, definiciones, y emblemas barrocos. La Ciudad amurallada, con su puente, su arco, y sus 5 fuentes, son expresión arquitectónica del cuerpo humano de Cristo. Se inspira en la iniciativa redentora y salvadora de Cristo-Pontífice, que ha tendido el puente que permitirá al hombre alcanzar el Cielo, bajo la guía y protección de los Ángeles. Cristo ha dejado abrirse el costado por amor, y ha redimido a la Humanidad a precio de sangre [1] . Toda la planta urbana de la Ciudad de los Reyes, habla del Amor de Dios, y de su Filantropía. El Arco de Lima, entendido como puerta franca, sin el aparato que lo corona, debe ser visto como el costado [2] abierto de Cristo. Lima tiene cuatro representaciones arquitectónicas del cuerpo martirizado del Redentor de la Humanidad: 1) Las murallas. 2) El arco triunfal. 3) El muro pretil y las fachadas de la iglesia de la Soledad y la iglesia de san Francisco. 4) Las cinco fuente de la Plaza Mayor. Todos estos espacios urbanos, soportan una carga pasionista y dolorista.

El arco es el fin de un camino, que está trazado sobre el puente de piedra. El simbolismo del puente, no ofrece mayor dificultad, dado que Cristo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. El puente, es el camino angosto, que desemboca en la puerta estrecha. Estos simbolismos han sido bellamente ilustrados, y doctamente comentados por Antoni Sucquet [3] . Como ya se ha dicho, Cristo es el Pontífice, que tendió el puente, que permite a los hombres acceder al Cielo. El alma no puede alcanzar a Dios, de un solo vuelo, sino por grados y jornadas. Dicho de otra manera, estamos netamente en el camino de la perfección. El puente de piedra y su meta, el arco triunfal, son jeroglífico de este camino de Fe perfecta, que conduce a la Eterna Bienaventuranza.

El camino ascendente del puente indica que hay amistad con Dios. El camino flanqueado por ángeles y demonios, cuyos jeroglíficos son los tajamares y baluartes, nos indica, tanto las tentaciones del maligno, como la protección del ángel custodio. El rechazo a las tentaciones (tajamares) del maligno (el río embravecido [4] ), y el solaz del estado de gracia (baluarte) explican el puente del Rímac en tanto que jeroglífico [5] . Este camino ascendente al Cielo, está señalado por el orden ascendente de los esbeltos campanarios [6] . La eterna bienaventuranza se expresa mediante el alegre repicar de los bronces consagrados.

En los planos de la Ciudad de los Reyes, grabados por fray Pedro de Nolasco, se nota con claridad un puente con dos portadas. Las portadas pareadas son comunes en la arquitectura barroca. La iconografía de la Ciudad de los Reyes, privilegia la emblemática sobre la realidad. Defiende y postula la conservación del modelo, a pesar de que la materialización arquitectónica del modelo, o no exista, o haya desaparecido. Aunque los planos y grabados de Lima puedan coincidir con la evidencia arquitectónica, o documental, no debe olvidarse que su fin es la exaltación modélica, y que su lenguaje es simbólico.

Las portadas, simbolizan la entrada del Cielo, y la entrada del Infierno. Son la puerta del vicio, y la puerta de la virtud. La eterna felicidad y la tristeza sin término. Temas que también estarán presentes en la arquitectura del campanario de la iglesia de San Agustín. El simbolismo de las portadas de Lima, se pueden rastrear, e identificar sin dificultad en dos libros, de fácil acceso, como veremos a continuación.

Ángeles diligentes y demonios negligentes

La portada de Lima está inspirada en la emblemática de los Ángeles Auxiliares y Tutelares [7].Los Santos Ángeles inspiran el uso santo del Tiempo. Nos enseñan diligencia [8] , prudencia [9] y ciencia [10] . Y como se decía en Lima, la ciencia es la llave que abre la Puerta de la Salvación. Los ángeles, son sinónimo de orden, claridad, y armonía.

La portada [hipotética] del Rímac está inspirada en la acción ordinaria de los demonios. Los ángeles caídos, buscan la perdición del viador. Simbolizan la negligencia, la imprudencia, la indiferencia y la nesciencia. Los demonios son sinónimo de desorden, oscuridad y confusión.

La pedagogía de los ángeles, en el aparato del Arco de Lima está referido al tema del Tiempo. Porque el Tiempo es sagrado. Su buen o mal uso, es pasible, por tanto, de premio y castigo. El tiempo sirve para el encuentro con Dios, y el regreso a su Casa. Quien vive alejado de Dios, vive errante y vagabundo, despreciando el refugio del Corazón de Cristo. El tiempo que predican los Santos Ángeles, es un tiempo de oportunidad y de enmienda. El tiempo pasado, si fue mal empleado se confía a la Misericordia de Dios. El tiempo presente, es ofrecido a Dios que nos mira en su presente continuo. Mientras que tiempo futuro, se confía a su Providencia. En la expiación del hoy, se da la expiación del pasado, y se prepara la recomendación del futuro.

Los Ángeles quieren que hombre aprenda a orar, a vivir y a morir. A hacer sus votos, a cumplirlos y, finalmente ofrecerlos a Dios, en el tiempo oportuno. La vida de gracia del hombre, es el tiempo de la multiplicación de los talentos, y tiempo de lucrar con la gracia. Al igual que los “talentos” de la parábola, el tiempo es un don. Tal vez, el más valioso de todos. Porque es breve y escaso. Los dividendos obtenidos, son los ocios sagrados, que veremos en el Capítulo V. La comodidad, y la riqueza espiritual, se representan en forma de jardines floridos, bañados por ríos apacibles [11].

Por el contrario, la Puerta [hipotética] del Rímac simboliza el tiempo perdido. Se pierde el tiempo transigiendo con las seducciones del demonio. La pereza, la ociosidad, y la molicie, adormecen al hombre. Este adormecimiento y letargo espiritual, anuncian la pesadilla eterna, del sueño de la condenación. La arquitectura del arco del puente pretende dar voces de advertencia y de alarma. Advertencias y alarmas pertenecen a un tema específico: El despertador cristiano [12] . Se suele representar el adormecimiento espiritual, en forma de un varón o una mujer, dormidos a la vera de un río caudaloso [13] , con el cuerpo medio descompuesto, que está engrilletado a sensualidades. Dando a entender que está muriendo de a pocos, en medio de deleites. El camino del mal debe ser abandonado a tiempo, porque nadie sabe el día, ni la hora.

El reloj y los horologios

En el arco del puente, están presentes tres maneras de concebir el tiempo: Cronos, Kairos y Transitus. El mayor énfasis está puesto en el kairós: Tiempo que Dios aprovecha, para acercarse al hombre, y salvarlo. Tiempo de oportunidad, y de bendición de divina. La fuga del tiempo, se anunciaba con el pasar de las edades del mundo [14] , las edades del hombre [15] , del año solar [16] , de los meses [17] , de las semanas [18] , de los días [19] , de las horas [20] , y de los cuartos de hora [21] . Porque, en ese lapso podían ser empleado en asuntos edificantes: Quince minutos duraba un sermón, una peroración en San Marcos, y el rezo de cinco misterios del Santo Rosario. Sabiendo que el tiempo huye, el hombre, llegó a sacralizar la sucesión de momentos, mediante horologios penitenciales.

Los horologios ascéticos [22] , eran propuestas para programar el tiempo en función del reloj de la Pasión de Cristo, y el reloj de los dolores de María. Ambos están asociados al reloj de la paciencia personal y al calendario del vencimiento de la pasión dominante [23]. La idea era recordar al limeño la llegada de la última hora. Porque todas las horas hieren, y la última mata, como dice el aforismo latino [24] . El aparato barroco del arco reconstruido por el virrey Amat, tiene en la parte central un reloj mecánico. Su composición concilia, el ya mencionado concepto del horologio angélico, con el concepto el reloj de la buena muerte. Este rejo invita al moribundo a invocar el auxilio de los corazones de Jesús, José y María, para un feliz tránsito [25] . Tal como estaba emplazado el reloj de tiempos de Amat, el reloj tenía una connotación política [26], en tanto que la ornamentación que lo circundaba, era de tipo moral.

El Arco es el Costado Abierto de Cristo

En la bibliografía barroca, se emplean múltiples expresiones para aludir a la Santa Llaga. Los autores la llaman “Río del Paraíso”, “Ventana del Arca ”, “Puerta del Templo de Salomón”, etc, epítetos que se corresponden con las particularidades de Lima, como ya hemos visto a lo largo de estos capítulos. Los mismos autores indican que las Santas Llagas, nos serán mostradas el día del Juicio, tal como ocurre en la Plaza Mayor de Lima. Los autores, señalan también, que la devoción a esta Llaga manda poner la boca sobre ella, tal como hacía Santa Rosa. Recuerdan que la Santa Llaga es reparadora de la vida, y es obra de nuestra redención.

Un impreso devocional guatemalteco , contiene consideraciones que son aplicables al asunto que tratamos en este capítulo. Dice al hablar de la Llaga: “Hacéis abrir una puerta tan grande, que jamás se cerró”. […] Tuvisteis cuidado de abrirme ese sacratísimo costado, para que saliese sangre que todo me limpia, y tuviese yo entrada a lo íntimo de ese enamorado corazón, donde todos mis bienes se atesoran. […] Adorote costado sacratísimo, asilo seguro de los culpados, refrigerio amabilísimo de todos cansados y recogimiento de todos los desterrados. ¿Qué tan junto y unido me queréis con vos? ¿No basta para mí estar al pie de esa Cruz? ¿Puede haber mayor misericordia, que no ser arrojado de aquí como merezco? ¿Aun queréis que suba, que entre, que tome mi lugar en ese corazón que me queréis dar?” Estas frases, transcritas literalmente del “Exercicio de afectos, a la llaga del costado, y corazon de Jesus: Dividido en los siete dias de la Semana” coinciden plenamente con el argumento arquitectónico del Arco, del aparato barroco y la iglesia de los desamparados. Que forman un todo en mismo espacio urbano: Llaga, Misericordia, Amparo, Camino de Rectitud, y uso santo del tiempo. Queda claro, entonces, que esa puerta franca es, en primer lugar, jeroglífico del costado de Cristo. Carece de portones, porque Cristo no quiere que nada se interponga entre Él y los limeños, para repartir entre ellos los Tesoros del Templo salomónico; es decir Su Misericordia, que vale más que todo el oro de Ofir .

El Arco, es el inicio de un camino directo a la fuente de la plaza mayor. Lima es una ciudad misionera, y esta calle, llamada de Palacio, es jeroglífico de la calle recta por la ingresó a Damasco, el Apóstol de los Gentiles. Apeado y enceguecido.

Es la puerta de un un refugio y de una altísima fortaleza, establecida por Cristo, para que ningún mal se acerque a los limeños, a los que tiene escondidos en su propio corazón. El autor del ejercicio antes mencionado, dice que esa puerta conduce a tierra pacífica, que está a salvo de todo aquello que la pueda atacar. Explica que hasta llegar ahí, el hombre anda en guerra, en peligro, asaltado, robado y acuchillado, porque anda entre enemigos. Casi al final del ejercicio, el autor exclama: ¡O quién tuviera cinco corazones para ponerlos en esas cinco llagas! Como ya lo habrá notado el lector, lo dicho por el autor guatemalteco, vale para la ciudad de Lima.

La Ciudad de los Reyes, imitando a San Pablo, empieza a mostrarnos ya, el camino de la compasión, del arrepentimiento, y de la concupiscencia de la sabiduría, cuyo principio es el santo temor de Dios.

El Arco como ojo de la cerradura

Toda puerta tiene una llave , y la llave de la puerta franca de Lima es la Cruz de los Improperios, conocida popularmente, como la “Cruz del Caminante”. Al pie de la Cruz, siempre está María. Junto a la puerta Jubilar, está la Madre de la Alegría. Junto al Amparador, está la Madre de los Desamparados. La Puerta de la Cielo fue abierta con la llave de la Cruz. Si la Cruz es la llave, María es la clavera.

La llave emblemática, tiene forma de cruz , y su lema alude al poder de abrir y cerrar. Abre la Puerta del Cielo, y la Puerta del Purgatorio, y cierra para siempre la del Infierno. Conviene advertir acerca de la existencia de un tema pictórico, llamado cruces braquiales. Las autoridades vicarias de Cristo, también son claveros. El Monarca tiene la llave de la felicidad temporal, y el obispo tiene la llave de la felicidad eterna. Porque el Colegio Apostólico, ha recibido el poder de atar y desatar. El Arco, servía de puerta ceremonial, para para la entronización del Arzobispo y del Virrey de Lima. El virrey simboliza el Buen Gobierno. Es padre, y procurador del bien y las delicias del reino. Tal como el Arzobispo es el Buen Pastor. El Virrey, cuando entraba a la ciudad, recibía la llave simbólica, hecha de plata fina .

Portones antiguos, alzad los dinteles .

Aunque se supo cuándo vendría en cuerpo mortal, Nadie sabe ni el día ni la hora de la segunda venida de Cristo revestido de Gloria y Majestad. En esto se podría resumir el discurso del aparato barroco que desapareció en el terremoto de 1746. Tenía (probablemente en el intradós) el nicho de la Virgen de Belén (Jeroglífico de la Ciudad Belénica), y la estatua ecuestre del Rey Felipe V, animoso campeón de la Cristiandad. (Jeroglífico de la ciudad hierosolimitana celeste). Sus victorias y triunfos terrenales, son jeroglífico del Triunfo Escatológico de Cristo. El rey de España , entrando a Lima, representa a Cristo entrando a la a Ciudad Santa, caballero en mansísimo pollino. Pero también, representa su regreso el día postrero, en que ha de venir como el Rey victorioso montado en brioso caballo de batalla. Ese día vendrá como Juez Airado, que decidirá, quienes pasarán por la Puerta de la Misericordia, y quienes pasarán por la Puerta de la Justicia. Los pináculos de aquel aparato, indican lo definitivo del discurso.

El segundo aparato del Arco, que fue edificado por el Virrey Amat, se oculta del asunto, pero de manera diferente. El reloj y los campanarios de Amat están expeditos para marcar la hora de la llegada de Cristo Glorioso, y lo saludarán lanzando las campanas al vuelo.

Los festivos y alegres sonidos de los bronces sagrados, humillan y entristecen al demonio. Su orgullo lo privó de la Eterna bienaventuranza. El demonio en es un ser triste, que estará eternamente triste. Porque perdió la Gloria. La perdió por su propia culpa. Su tristeza se transformó en odio y en celos; y por tanto en voluntad de destruir. Ver que los hombres son capaces de alcanzar la felicidad, lo enloquece, lo enfurece. Por eso quiere ver al hombre eternamente triste. Lima Triunfará sobre él. Sus habitantes lo saben, El clarín de la fuente de la Plaza Mayor, anuncia a los vientos, el triunfo de la Eucaristía, y de la fe Jubilosa. Sabemos que el aparato tenía un remate escultórico. Sabemos que los mensajes del arco variaban según donde se encontrara el espectador. Sabemos que hay dos bocetos que delinean las esculturas. ¿Qué esculturas son? ¿Podemos saber? Nos inclinamos a decir que sí. Porque, conocemos el discurso barroco, del plano de Nolasco, que nos sirve de pauta. Ahí se destaca nítidamente el Apocalipsis y el patronato de San Francisco Solano. Las formas toscamente delineadas en el boceto, coinciden con las formas de la Virgen Apocalíptica, y del seráfico Solano, que vemos en la escasa iconografía de Lima. Nos inclinamos a pensar que ambas coronaban el conjunto, tocándose las espaldas. Solano viendo a Lima, y la Virgen al Rímac.

José Gálvez Krüger ©

Sociedad Peruana de Historia

Notas

[1] Figurada en los flujos de agua de las cinco fuentes de la Plaza Mayor.

[2] Este concepto quedará claro a lo largo de la exposición. Conviene mencionar aquí los epítetos barrocos, que se dispensaban a la Santa Llaga: Fuente Río del Paraíso. Ventana del Arca. Puerta del Templo de Salomón. Las llagas nos serán mostradas el día del Juicio. La devoción a esta Llaga manda poner la boca sobre ella. Llaga reparadora de la vida, obra de nuestra redención. Los sacramentos salieron de este costado

[3] Sucquet, Antoni. Via Vitæ Æternæ, Amberes, 1620

[4] Las crecidas del Rímac son aluviales. Turbidez extrema de las aguas, acarreo de rocas y todo tipo de sedimentos. Desafiarlo implica la muerte. Solo se puede evitar, mediante un puente. El huayco o riada, suscita miedo e inseguridad. Ambos obnubilan la razón, y vician el juicio. Luego, el hombre toma decisiones erróneas, cuando no fatales. En la ruina y desolación, se siente abandonado del Señor, su Dios, de Quien se aleja. Sus necesidades materiales le llevan a interpelar la autoridad vicaria del Funcionario, de quien murmura. El río salido de madre destruye, como las aguas del Diluvio. Mata a todo ser viviente que está fuera de la seguridad del Arca de Noé. (Segunda figura de la ciudad amurallada). El río en crecida, perturba, preocupa, y espanta, como a los Discípulos en la Tempestad del Mar de Galilea. El Mar, formado de ríos, azota y prueba a Jonás. Mediante la tempestad y el naufragio, galvaniza la vocación misionera, y tiempla la Fe de San Pablo Misionero. El agua del río en huayco, no se puede beber. El agua salada del mar, tampoco. La falta de agua produce sed. La sed es figura del alma humana sedienta de Dios. La vocación de eternidad, sellada en el alma eterna de la Creatura, se subleva contra la realidad de la muerte. La confusión del hombre es asumida por Cristo. La convierte en padecimiento redentor y oración sacerdotal: “Tengo Sed”. El Sediento, se vuelve Fuente de Agua Viva, quíntuple pórtico de la piscina probática de Bethesda. Se hace Jordán Bautismal, pozo insondable de Misercordia. Es el Agua Fresca, hecha Vino generoso y festivo, por los ruegos de María. “Causa de Nuestra alegría”. Por eso, la Emblemática resume todo esto en el “Ciervo que busca la fuente de su ventura”, y en el “Unicornio”, que disipa el veneno de la fuente, sumergiendo su asta. “La Legión”de demonios pide a Cristo que le deje poseer una piara de cerdos, a cambio de abandonar a quien vivía fuera de sí, en un cementerio. La Legión (es decir miles de demonios), entra en la piara de cerdos, y se arroja por un barranco, para ahogarla en el mar. Los cerdos demoníacos del relato evangélico, anuncian la Armada del Gran Turco, vencida y humillada en el mar de Lepanto.

[5] Sucquet, Antoni. Ibíd.

[6] Nada impide decir que el aparato barroco de este puente es un simulacro en miniatura de la Catedral de Lima, y de su Puerta Jubilar.

[7] Drexel, Jeremias. Horologium auxiliaris tutelaris angeli, 1631.

[8] La diligencia es la virtud cardinal con la que se combate la Del latín diligere que significa cuidar. Forma parte de la virtud de la caridad ya que está motivada por el amor. La diligencia, es el esmero y el cuidado en ejecutar algo.

[9] La prudencia es el comportamiento orientado hacia la felicidad.

[10] Ciencia o Sabiduría: Santo Temor de Dios.

[11] El Río Bueno riega, fecunda y alegra el Jardín Místico. Nuevo Paraíso, sembrado con las semillas del dolor. Regado por la sangre y las lágrimas de Cristo. Huerto amenísimo, Donde Cristo se recrea, con las flores del jardín de santidad limana. Donde se reúnen “Amado con Amada”. Detallaremos este asunto, en el capítulo titulado Agricultura espiritual.

[12] Barcia y Zambrana, José de. Despepertador Christiano Marial, Madrid, 1692.

[13] El río malo, riega el jardín de la voluptuosidad, la concupiscencia. Ahí crece el fruto que mata.

[14] Bona, Giovanni .Horologium asceticum, Colonia, 1686.

[15] Hernandez, Francisco Xavier. El alma victoriosa de la passion dominante por medio del examen particular de la conciencia de los exercicios cotidianos y practica de las devociones. Madrid, 1777.

[16] Omnes vulnerant ultima necat.

[17] El reloj que mencionamos, fue hechura del grabador alemán Johann Michael Söckler (1744-1781). Grabador en cobre que ilustró libros escritos en lengua alemana.

[18] Regularidad, exactitud, fidelidad, puntualidad, mesura y oportunidad.

[19] Drexelius, Hieremias. Noe Architectus Arcae in Diluvio Navarchus,1640

[20] Jesús S.J., Tomás de. Exercicio de afectos, a la llaga del costado, y corazon de Jesus. : Dividido en los siete dias de la Semana.

[21] Vale más que todo el oro de Ofir, mucho más que el precioso ónice o el lapislázuli. La sabiduría es más valiosa que el oro y el cristal, no se puede comprar con joyas engastadas en oro fino. El coral y el jaspe no sirven para adquirirla. La sabiduría vale mucho más que los rubíes. Job 28, 16-18.

[22] Concupivi salutare tuum, Domine, et lex tua meditatio mea est. Psal. 118, 174-176.

[23] El tema de las llaves ha sido tratado de varias maneras. Cfr. JACOB CARL STAUDER (Emblemas).

[24] Hay matiz en el rol auxiliador de María; Como Apoticaria, de Cristo Médico. Y como refugio de enfermos. Tal como veremos, cuando mencionemos de paso a la iglesia de Santa Ana.

[25] Paradin, Claude. Devises heroiques, et emblems, Paris, 1614.

[26] Benvenuto Tisi, llamado Garofalo (Italiano; 1481 - 1559) ”Alegoría del Antiguo y Nuevo Testamento”.

[27] La llave de la Ciudad de los Reyes, tiene un diseño similar, a la llave de sagrarios y monumentos.

[28] Portones antiguos, alzad los dinteles, que va a entrar el Rey de la Gloria. (Sal. 24, 7).

LIBRO STUDIA LIMENSIA

Studia Limensia Capítulo I: El Hypogrammon de la Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo II: La Planta urbana de la Ciudad de los Reyes, y su emblemática política, moral y religiosa

Studia Limensia Capítulo III: Las murallas de la Ciudad de los Reyes, y su relación con los Arcángeles Arcabuceros

Studia Limensia Capítulo IV: El Puente de piedra y el Arco Triunfal

Studia Limensia Capítulo V: La Plaza Mayor, y las tres plazas ceremoniales de Ciudad de los Reyes

Studia Limensia Capítulo VI:La Plaza Mayor y su Fuente Apocalíptica