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Jueves, 28 de marzo de 2024

Studia Limensia Capítulo III: Las murallas de la Ciudad de los Reyes, y su relación con los Arcángeles Arcabuceros

De Enciclopedia Católica

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El capítulo II termina diciendo que Lima, sus murallas, sus habitantes y la Fe quedarán incólumes. Comenzaremos el capítulo III, explicando el protagonismo de las Jerarquías angélicas en el logro de esta <<triumphante incolumidad>>. Que es Corporativa, social y personal, General y particular. Tanto en el plano personal, como el plano colectivo, veremos plasmada la idea de la defensa del castillo interior , conformado por murallas concéntricas. Este concepto es válido tanto para lo hercotectónico alegórico- que veremos en este capítulo-, como para la experiencia mística. El hombre, goza de la compañía, consejo y protección del Santo Ángel de la Guarda. Esto es una verdad de Fe. Las Naciones, gozan, igualmente, de la protección de un Ángel tutelar. Esta es otra verdad de Fe. Sabido esto, es fácil comprender el protagonismo de los Santos Ángeles en la Historia de la Salvación. Además, explica el origen del afecto y la gratitud general frente a estos auxilios sobrenaturales. En el presente capítulo, explicaremos la vinculación de los Arcángeles Arcabuceros en la defensa de la Ciudad. Dejaremos para un capítulo posterior, el afecto particular de la ciudad, a los Ángeles Guardianes. Por coherencia y correspondencia iconográfica podemos afirmar, rotundamente, que existe trabazón lógica entre el tema de los Santos Arcángeles Arcabuceros y la defensa de la ciudad de Los Reyes, como también, con otros temas de la iconografía religiosa virreinal. La Ciudad de los Reyes, es Nueva Sión. Es Nueva Damasco, Es Ciudad de Dios: No es <<Ciudad Santa>>, pero es Ciudad de Santos. Sin embargo, por ser <<Ciudad de Dios>>, es Ciudad Santa “in fieri” (en devenir): Urbe con vocación de santidad. Otros marcadores no menos importantes, sobre este asunto, son:La planta de la fortaleza hierosolimitana de los Caballeros Hospitalarios, y los diseños Urbanos de Eximenix. Estos marcadores nos permitirán desarrollar, en su momento, los conceptos de Ciudad Baluarte de la Fe, Puerto de Salvación e Iglesias-baluarte.



El asunto del los <<Arcángeles Arcabuceros>> ha sido la incógnita dominante, de la interpretación pictórica del Arte Barroco. Sobre asunto, se han publicado muchos libros, presentados incontables tesis, y pronunciado conferencias por todo el mundo.

Al abstraer a los Santos Arcángeles Arcabuceros de su contexto barroco, de inmediato se les enmudeció, porque se quebró el binomio <<imagen y palabra>>, propio de la pedagogía pictórica barroca.

Esta mudez no desalentó a los intérpretes, y buscaron hacerlos hablar, pero por mala boca: las huacas inmundas, y los testimonios de los cronistas.

Se abrió entonces el Ánfora de Pandora: Se sumaron <<Las Jerarquías angélicas de San Dionisio Aeropagita>>, los <<Ángeles de los escritos apócrifos>>, por mencionar solo a aquellas fuentes que parecían ser idóneas.

Se creyó, simplemente, que el problema estaba resuelto identificando las imágenes con las jerarquías angélicas; con decir qué nombres eran canónicos, y cuáles no. Para explicar la presencia de arcabuces se usó la puerta falsa del escape; es decir el Sincretismo.

De ahí en adelante, los Santos Ángeles de Dios, espíritus gloriosos, quedaron reducidos a la mera antropomorfización del rayo, del trueno y del relámpago.

Propondremos aquí, una visión panorámica desde la óptica del Barroco, a la luz de los acontecimientos “actuales” de entonces, y de su conmemoración para perpetua memoria.

La serie de <<Arcángeles Arcabuceros>> forma parte de la panoplia iconográfica conmemorativa de la Victoria sobre el Gran Turco, en Lepanto.

Presentaremos pruebas confirmatorias de Sermonarios, de la Poesía Histórica, la Poesía Heroica, los Emblemas Heroicos, la Música de Capilla de la Ciudad de los Reyes y de la Ciudad de México, y los devocionarios que ponen de relieve la gratitud del orbe cristiano a San Miguel Arcángel, a las Milicias Celestiales, y en especial al Santo Ángel de la Guarda. A demás, la alusión bélica mana de las Sagradas Escrituras, tanto para Dios Todopoderoso , los Santos Ángeles y la Virgen Gloriosa y Bendita. Todo lo mencionado aquí da sustento a la lo que afirmamos: La Ciudad de los Reyes es Nueva Sión, Victoriosa sobre sus enemigos. Será elevada a los cielos con los ciudadanos redimidos en el día postrero. Lima se ajusta a los parámetros de la Jerusalén celeste, que es guardada por centinelas celestiales y defendida por turbas angélicas, que obeden a María Belona, Reina de los Ángeles. También sirve de argumento a los villancicos de batalla peruanos y novohispanos.



José Gálvez Krüger