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Jueves, 28 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Oraciones a San José que la Iglesia reza»

De Enciclopedia Católica

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==Oración del Papa León XIII==
 
==Oración del Papa León XIII==
  
A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
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A ti, [[bienaventurado|Las ocho Bienaventuranzas]] San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.
  
 
Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.
 
Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.

Revisión de 21:59 22 sep 2013

San José y el Niño. Dibujo Javier Yep
San josé yep.jpg

Oración del Papa León XIII

A ti, Las ocho Bienaventuranzas San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, ya cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.

A San José por los pobres, por los enfermos y por los moribundos

Estos son la porción escogida de tu amor, excelso Patriarca, y en el cual muestras a menudo la eficacia de tu protección. Los que sufren estrecehez y necesidad, los que padecen en el lecho del dolor corporales sufrimientos, los que en el trance duro de la muerte imploran tu consuelo. Te pedimos por ellos, mansísimo Padre de pobres, de enfermos y de moribundos; te pedimos por ellos, y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el negro demonio de la desesperación. Sonríe a los trsites con la dulzura de la esperanza; haz llegara a los necesitados el pan de la caridad; anticipa a los ojos vidriados de los agonizantes un rayo de luz del paraíso que les está prometido.

Padre nuestro, Ave María y Gloria


Tomado del libro Año Sacro de Felix Sardá y Salvany Recopilado por José Gálvez Krüger

A San José por los pobres, por los enfermos y por los moribundos

Estos son la porción escogida de tu amor, excelso Patriarca, y en el cual muestras a menudo la eficacia de tu protección. Los que sufren estrecehez y necesidad, los que padecen en el lecho del dolor corporales sufrimientos, los que en el trance duro de la muerte imploran tu consuelo. Te pedimos por ellos, mansísimo Padre de pobres, de enfermos y de moribundos; te pedimos por ellos, y por nosotros cuando nos hallemos en su aflictiva situación. Derrama sobre los corazones lacerados el bálsamo de la santa confianza en Dios; ahuyenta de ellos el negro demonio de la desesperación. Sonríe a los trsites con la dulzura de la esperanza; haz llegara a los necesitados el pan de la caridad; anticipa a los ojos vidriados de los agonizantes un rayo de luz del paraíso que les está prometido.

Padre nuestro, Ave María y Gloria


Tomado del libro Año Sacro de Felix Sardá y Salvany Recopilado por José Gálvez Krüger