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Viernes, 29 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Marinus»

De Enciclopedia Católica

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Papa (882-884). Hay rezones para pensar que Marino I fue elegido el mismo día de la muerte de Juan VIII (16 dic, 882) y que fue consagrado sin esperar el consentimiento del incompetente emperador Carlos el Gordo. Si la fecha de su elección es incierta, la de su muerte aún lo es más, pero quizá fuera el 15 de mayo de 884. En el siglo séptimo hubo un papa, S. Martín I  y debido a la similitud de los nombres  - Martinus, Marinus- alguns cronistas llamaron al papa Marinus, Martinus. De ahí que algunos historiadores modernos han descrito erróneamente a los dos papas Marinus como Martinus II y Martinus III, respectivamente; el sucesor de Nicolás II se llamó a si mismo Martinus IV.
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Papa ( 942-946).
Marino, del que se conoce muy poco, tuvo una carrera distinguida antes de llegar al papado . Era hijo del sacerdote Palumbo, nacido en Gallese, y estuvo relacionado con la iglesia romana desde la edad de doce años. León IV le ordenó subdiácono y después de acceder al diaconado fue enviado en tres importantes embajadas a Constantinopla. La segunda vez (869) para presidir como legado de Adriano II el Octavo Concilio General. Juan VIII le hizo obispo de Caere (Cervetri), tesorero (arcarius) de la Iglesia romana y archidiácono. Le envió en aquella misión a Constantinopla en la que acabó en la cárcel por la firmeza en llevar a cabo las instrucciones del papa. Aunque era obispo, fue elegido  para suceder a Juan VIII, cuya política siguió sólo en parte. Con la esperanza de de que las facciones de Roma fueran desapareciendo. Desafortunadamente, como se vio más tarde,  no siguió el camino de su predecesor con Formoso, obispo de Oporto al que permitió que volviera a Roma y absolvió de todas las censuras.
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Murió en abril o mayo del año 946 en Roma, donde nació y de donde fue cardenal del título de S. Ciriaco. Fue uno de los papas puestos en el trono de S. Pedro por el poder de Alberico, Príncipe de los Romanos, con quien, aunque era virtuoso "nadie podía mover un dedo sin su permiso". Por ello Marino dejó pocas huellas en el mundo. De alguna manera trabajó por las reforma, fuera de Roma por sus legados y en Italia con sus propias acciones. Favoreció el desarrollo monástico que ya estaba establecido y que por la influencia de Cluny iba a reformar Europa. También se dice que se dedicó a reparar las basílicas y al cuidado de los pobres.
Respecto a Focio, Marino mantuvo la política de Juan VIII y él mismo le condenó.  
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Esperando conseguir el apoyo de Carlos el Gordo, se reunió con aquel inútil emperador en 833. Pero Carlos, que era incapaz de ayudarse a si mismo, nada podía hacer por los otros. Marino envió el Pallium al distinguido Fulk de Reims y a petición del rey Alfredo de Inglaterra, libró de impuestos a la Schola Anglorum o Casa de los Ingleses en Roma. Marino fue enterrado en el pórtico de S. Pedro.
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Bibliografía.
 
Bibliografía.
  
JAFFE, Regesta Pont. Rom., I (Leipzig, 1885); Liber Pontif., II, ed. DUCHESNE; Annals of Fulda y otros annales en Mon. Germ. Script., I; DUCHESNE, The Beginning of the Temporal Sovereignty of the Popes (London, 1908), 187 sq.; MANN, Lives of the Popes in the Early Middle Ages. III, 353 sqq.
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JAFFÉ, Regesta Pont. Rom. (2nd ed.); Liber Pontif., II, ed. DUCHESNE; unos pocos Privileges para los monasterios en P.L. CXXXIII; MANN, Lives of the Popes in the Early Middle Ages, IV, 218 sqq.
 
   
 
   
HORACE K. MANN.
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HORACE K. MANN.
 
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Transcrito  por Douglas J. Potter . dedicado al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María.
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Traducido por Pedro Royo.
 
Traducido por Pedro Royo.

Revisión de 12:06 31 dic 2006

<spanstyle="color:#000066">. Papa ( 942-946). Murió en abril o mayo del año 946 en Roma, donde nació y de donde fue cardenal del título de S. Ciriaco. Fue uno de los papas puestos en el trono de S. Pedro por el poder de Alberico, Príncipe de los Romanos, con quien, aunque era virtuoso "nadie podía mover un dedo sin su permiso". Por ello Marino dejó pocas huellas en el mundo. De alguna manera trabajó por las reforma, fuera de Roma por sus legados y en Italia con sus propias acciones. Favoreció el desarrollo monástico que ya estaba establecido y que por la influencia de Cluny iba a reformar Europa. También se dice que se dedicó a reparar las basílicas y al cuidado de los pobres.

Bibliografía.

JAFFÉ, Regesta Pont. Rom. (2nd ed.); Liber Pontif., II, ed. DUCHESNE; unos pocos Privileges para los monasterios en P.L. CXXXIII; MANN, Lives of the Popes in the Early Middle Ages, IV, 218 sqq.

HORACE K. MANN.

Traducido por Pedro Royo.