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Miércoles, 24 de abril de 2024

Libro del Juicio Final

De Enciclopedia Católica

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El nombre con el que se designa al registro del gran estudio inglés hecho por mandato de Guillermo el Conquistador en 1085-86. El nombre aparece por primera vez en el famoso "Dialogus de Scaccario", una disertación compilada cerca de 1176 por Richard Fitzingel, que establece que los ingleses llamaban al registro del catastro "Domesdei", o "Día del Juicio Final", porque la interrogante era una de las que nadie puede escapar, porque el veredicto de su registrador así como la propiedad de la tierra era definitiva e inapelable. Cierto es que los Ingleses se sintieron ofendidos por la investigación de Guillermo. "Es vergonzoso decir", escribía el cronista, "lo que para él no era vergonzoso de hacer. Ni un buey, ni una vaca, ni un puerco fueron dejados de lado en su escrito." Las réplicas dan una completa información acerca de la tierra de Inglaterra, su pertenencia en 1085 y en la época del Rey Eduardo, su extensión, naturaleza, valor, cultivadores y villanos. El registro abarcaba toda Inglaterra excepto los condados del extremo norte. Los resultados están colocados de manera concisa y ordenada en dos libros llamados "Real Hacienda del Día del Juicio Final" (Exchequer Domesday). Otro volumen, que contiene una mayor detallada descripción de Wilts, Dorset, Somerset, Devon, y Cornwall, es llamado "Oficial de Jinetes de la Guardia Real del Día del Juicio Final" (Exon Domesday), como está en la custodia del capítulo de la catedral del Exeter.


El real interés del Registro del Catastro para nosotros aquí se basa en la luz que da a los asuntos de iglesia. Como ha señalado el Profesor Maitland, una comparación del Catastro con nuestros primeros títulos nos muestra no sólo que la Iglesia mantenía tierras de considerable, algunas veces vasta, extensión, pero que había obtenido estas tierras sin costo alguno de reyes o subordinados del rey durante el período Sajón. Encontramos, por ejemplo, que cuatro ministros, Worcester, Evecham, Pershore, y Westminster, eran dueños de cerca del 60% del territorio de Worcestershire (Condado de Worcester), y que la Iglesia de Worcester era dueña de un cuarto de ese condado además de otras propiedades en otros lugares. Sin embargo, es probable que esto no implicara propiedad absoluta, sino sólo superioridad y derecho a determinados servicios (Maitland, "Registro del Catastro y más allá", pp. 236-42). Esto se debe asumir cuando lo vemos establecido, y hasta aquí correctamente, en la autoridad del Catastro, que las posesiones de la Iglesia representaban el 25% de los impuestos del país en 1066 y 26.5% de su área cultivada en 1086. Estas tierras estaban, de cualquier manera, desigualmente distribuidas, la proporción de los terrenos de la Iglesia siendo más grande al sur de Inglaterra. El registro no nos permite decir con claridad cuan avanzado estaba el sistema parroquial, y sin bien en Norfolk y Suffolk todas las iglesias parecen haber sido inscritas, ascendiendo a 243 en el primero, y 364 en el más reciente, condado, el mismo cuidado para inscribir las Iglesias fue obviamente no usado en el Oeste de Inglaterra. Muchas propiedades de la Iglesia parecen haber sido de la naturaleza de la tenencia mantenida por el rey en condiciones de realizar algún servicio, muchos de tipo espiritual. De esta manera leemos; "Alwin el sacerdote posee la sexta parte de un pellejo", en Turvey, Beds, "y la mantuvo tempore regis Edwardi, y podía hacer lo que quisiera con ella; el Rey Guillermo posteriormente se la dio a él en limosnas, con la condición de que debería celebrar dos misas feriales [ferias missa] por las almas del Rey y la Reina dos veces por semana." La información que el Registro del Catastro ofrece es muy valiosa, pero sugiere muchas interrogantes que se mantienen sin respuesta y permanecen intensamente debatidas. Un facsímil de todo el registro fue extraído hace algunos años por fotozincografía, y al final del siglo dieciocho una edición fue impresa en letra especialmente moldeada para representar las contracciones del manuscrito original.

La introducción más sencilla al tema es BALLARD, The Domesday Inquest (London, 1906). El estudiante más avanzado debe consultar MAITLAND, Domesday Book and Beyond (new ed., London, 1907); a ROUND, Feudal England (London, 1895); y a EYTON, Domesday Studies. Pero existen varios pequeños ensayos que tratan de asuntos de interés local.

HERBERT THURSTON Transcrito por Dennis McCarthy Traducido por Armando Llaza Corrales