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sobre la fe católica
Viernes, 29 de marzo de 2024

Letanía de la Preciosísima Sangre de Cristo

De Enciclopedia Católica

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Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espiritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Sangre de Cristo, hijo único del Padre Eterno, sálvanos

Sanfre de Cristo, Verno encarnado,

Sangre de Cristo, Nuevo y Antiguo Testamento,

Sangre de Cristo, derramada sobre la tierra durante su agonía,

Sangre de Cristo, vertida en la flagelación.

Sangre de Cristo, que emanó de la corona de espinas,

Sangre de Cristo, derramada sobre la Cruz,

Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación,

Sangre de Cristo, sin la cual no puede haber remisión,

Sangre de Cristo, alimento eucarístico y purificación de las almas,

Sangre de Cristo, manantial de misericordia,

Sangre de Cristo, victoria sobre los demonios,

Sangre de Cristo, fuerza de los mártires,

Sangre de Cristo, virtud de los confesores,

Sangre de Cristo, fuente de virginidad,

Sangre de Cristo sostén de los que están en peligro.

Sangre de Cristo, alivio de los que sufren,

Sangre de Cristo, consolación en las penas,

Sangre de Cristo, espíritu de los penitentes,

Sangre de Cristo, auxilio de los moribundos,

Sangre de Cristo, paz y dulzura de los corazones,

Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna,

Sangre de Cristo que libera a las almas del Purgatorio,

Sangre de Cristo, digna de todo honor y de toda gloria,

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

V.- Nos rescataste, Señor, por tu Sangre.

R.- E hiciste nuestro el reino de los cielos.

Oremos: Dios Eterno y Todopoderoso que constituíste a tu hijo único Redentor del mundo, y que quisiste ser apaciguado por su sangre, haz que venerando el precio de nuestra salvación y estando protegidos por él sobre la tierra contra los males de esta vida, recojamos la recompensa eterna en el Cielo. Por Jescucristo Nuestro Señor. Amén

A cada invocación, se responde “Sálvanos”

(Compilado por José Gálvez Krüger)