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Jueves, 28 de marzo de 2024

La Planta urbana de la Ciudad de los Reyes, y su emblemática política, moral y religiosa

De Enciclopedia Católica

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Vamos a empezar a anotar, aquí, las ideas que nos sugieren el análisis de la planta urbana de la Ciudad de los Reyes, a partir de la planta “definitiva” del Barroco. Hablamos de los planos universalmente conocidos, merced a la imprenta. Entre ellos, el que nos parece que mejor expresa, simbólicamente, el carácter de Lima es el que fue publicado con ocasión de la exaltación universal de Santo Toribio de Mogrovejo.

Por lo tanto, no hablaremos de la Ciudad en gestación, ni enembrión de Pizarro, sino de la Ciudad de los Reyes, como la cabeza indiscutible de América del Sud, cuyo único parangón fue la Ciudad de México: Es la ciudad de tiempos de Pedro de Peralta Barnuevo y Rocha Benavides, y de José de Orejón y Aparicio.

Al analizar cualquier asunto barroco, busquemos siempre la explicación más simple, vayamos al sentido radical. Si ubicamos la raíz, veremos el tronco; y una vez percibo el tronco, veremos la ramificación y la follajería [ 1 ].

La iconografía barroca del plano de Lima, es escenográfica, pedagógica. Es decir; <<deleitando enseña>> [2]. Si vemos con ojos de ver inevitablemente tendremos que asociar este grabado con el plano de la Ciudad: El arco, los baluartes, la fuente y las fuentecillas,


XXXXXXX DELEITANDO ENSEÑA

El Barroco es enigma, pero no es Misterio. El Misterio es profundo, insondable, inasible, inabarcable; por el contrario el enigma pide a gritos ser descubierto.Por eso transporta en sí mismo las claves de interpretación. El enigma es el ojo de la cerradura que nos permite entrever los salones gigantescos de la Domus Sapiantiae [2]; es la barquilla, que nos permite navegar - sin naufragar- por los mares de los más profundos conocimientos, poniendo proa al Norte, rumbo al océano de la más Profunda Sabiduría .

Una gran verdad decía San Roberto Bellarmino, cuando afirmaba que <<más sabía un niño recitando el catecismo, que todos Sabios de Grecia juntos>>. En el Barroco, el conocimiento de lo fundamental de <<Lo Temporal>> y de <<Lo Eterno>> fue universal[4].

La iconografía religiosa está encuadrada en un marco doctrinal fijo, universal y eterno. Expresa la verdad revelada. <<De Muchas maneras habló Dios a los hombres>>, dice el Apóstol [4]. Cristo es el Verbo Eterno de la Boca del Padre. Cristo es el Justo; y la boca del Justo derrama Sabiduría.... y la Sabiduría edificó una casa para sí.[5 ] La Ciudad de los Reyes es esa casa. Quien comprenda la ordenación racional de la ciudad, podrá decir, como el Salmista: <<He conocido, Señor, el decoro de tu casa>>. Toda persona con un mínimo conocimiento de la Historia de la salvación, con una formación religiosa básica y con una capacidad intelectual promedio debe darse cuenta de que toda lo referido a la Ciudad de Los Reyes, es predicativo de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.