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Viernes, 29 de marzo de 2024

Jean Duvergier de Hauranne

De Enciclopedia Católica

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SAINT-CYRAN.


(O DU VERGER), JEAN; también llamado SAINT-CYRAN por la abadía que tuvo in commendam). Es un de los autores del Jansenismo, Nació en Bayonne, Francia en 1581 y murió en parís en 1643. Después de estudiar humanidades en su ciudad natal y filosofía en la Sorbona, fue a Lovaina, no a la universidad sino al colegio de los Jesuitas, donde se graduó en 1604 con una brillante tesis admirada por Justus Lipsius. Se relación con el futuro teólogo de los jansenistas Cornelius Jansen (Jansenius), un joven discípulo del seguidor de Bayo, Jacques Janson, probablemente comenzó en Lovaina. En 1605 los dos estaban en París asistiendo juntos a las lecciones del galicano Edmond Richer, y estudiando la antigüedad cristiana con la intención de devolverla a su lugar de honor ,usurpado, como ellos decían, por la Escolática.

Siguieron estos estudios y en especial la literatura agustiniana con una energía increíble durante casi doce años, en París, hasta 1611 y a partir de entonces en Campiprat (Cantipré), hogar de Hauranne, bajo la protección del obispo de Bayonne Bertrand d'Eschaux, que hizo a Duverger canónigo de su catedral y a Jansenio director de un colegio recién fundado. Debido, sin duda , al traslado de d'Eschaux de Bayonne a Tours, los dos amigos dejaron Bayonne en 1617, volviendo Jansenio a Lovaina y Duvergier a Poitiers, donde el obispo de la Rocheposay, discípulo de Scalinger y entusiasta humanista, le recibió como amigo le nombró para una canonjía y para el priorato de Bonneville, y más tarde, en 1620, renunció a su favor la abadía de Saint-Cyran-en-Brenne. El prelado comendatario residió poco en la abadía. En 1662 volvió definitivamente a parís, pues la metrópolis le proporcionaba mejores ocasiones para realizar sus planes. Durante los años 1617-1635 hubo una asidua correspondencia entre Saint-Cyran y Jansenio, de la que se conservan solamente las "Lettres de Jansénius à Duverger de Hauranne", que se consiguieran al encarcelar a Saint-Cyran. Estas cartas, de las que se dan con frecuencia cifras convencionales, menciona constantemente el affaire principale, projet, cabale, es decir primero y sobre todo la composición l "Augustinus" por Jansenio, mientras que by Jansen, Saint-Cyran se encargaba de conseguir apoyos para el llamado sistema agustiniano (Ver JANSENISMO).

Para más seguridad, los dos innovadores se reunían ocasionalmente para discutir el progreso de su trabajo común. Una de esas reuniones fue motivo probablemente de plantear el muy debatido Projet de Bourg-Fontaine. En su "Relation juridique de ce qui s'est passé à Poitiers touchant la nouvelle doctrine des Jansénistes" (Poitiers, 1654), Filleau afirmo sobre la autoridad de uno de los conspiradores, entonces arrepentido, que seis personas se habían reunido en secreto en 1621 en la chartreuse (cartuja) de Bourg-Fontaine, cerca de París con el propósito de deshacerse del cristianismo e instaura el deísmo en su lugar. Los lista completa de los nombres de los conspiradores, que Filleau menciona sólo con su letra inicial, fueron aportada por Bayle (Dict., s. v. "Arnauld"); y el de Saint-Cyran la encabeza. Los jansenistas siempre protestaron contra esta historia.

Arnauld la llamó “invento diabólico” y Pascal la ridiculizó en su "Seizième lettre à un provincial". Los argumentos del Padre jesuita Souvage en "Réalité du projet de Bourg-Fontaine démontrée par l'exécution" (Paris, 1755) fueron refutados por D. Clémencet en "La verité et l'innocence victorieuses de la calomnie ou huit lettres sur le projet de Bourg-Fountaine" (Paris, 1758). Aunque el libro de Clémencet fue quemado por orden del Parlamento de París, nunca se le contestó. El comentario de Guizot de que “los adeptos del Jansenismo pasaron insensiblemente de las ideas de Saint-Cyran y Montgeron al ateismo y la adoración de la razón “(Civilisation en Europe, Lec. xii) puede aplicarse a algunos de los jansenistas posteriores, pero le acusación de racionalismo es obviamente insostenible si se trae contra los jansenistas de la primera generación. Quitando lo accesorio de los detalles no confirmados, la narración de Filleau y los argumentos de Sauvage muestran que lo que está en el fondo de las cartas de Jansenio y otros documentos de su tiempo es un propósito oculto pero definido, ya desde 1621, para modificar profundamente los dogmas, moral, prácticas y la constitución de la Iglesia y que se hace responsable de tales cambios a S. Agustín.

Como se ha advertido arriba la participación de Duvergier consistía en conseguir importantes influencias a favor de la revolución religiosa. Mientras estuvo en Poitier se reunió con Richelieu, De Condren y Arnauld d'Andilly. En París buscó a hombres como S. Vicente de Paul, fundador de la Congregación de la Misión, Olier, fundador de S. Sulpicio, Berrulle, superior del Oratorio francés, Tarisse, superior de Saint-Nicholas y muchos más. No se puede negar que estos hombres, al principio, se sintieron atraídos por el ascetismo afectado de Saint-Cyran, pero cuando entendieron su verdadero propósito se alejaron de él. La tersa expresión aplicada en el Breviario Romano a S. Vicente de Paul Sensit simul et exhorruit (tembló al oirlo), se les puede aplicar a todos ellos, excepto a Berulle y Arnauld d'Andilly. Berulle nunca compartió los errores de Duvergier y Jansenio, peor estando en deuda con estos dos por el establecimiento del Oratorio Francés en los Países Bajos, no se dio cuenta de a verdadera finalidad y les dio un verdadero asidero en su orden que no soltaron nunca. Debido a su galicanismo y sus grandes prejuicios contra los jesuitas, Arnauld d'Andilly fue una presa fácil ante los trucos y verborrea de Saint-Cyran, y hasta se trajo consigo a toda la familia Arnauld con las monjas bernardas de Port-Royal.

Así hábil y persistentemente Saint-Cyran se fue introduciendo en el famoso monasterio hasta que en 1636 se convirtió en el único director. Pero su rigorismo y e innovaciones no solo fueron aceptadas por las monjas, sino que Port-Royal se convirtió en el centro de Jansenismo, atrayendo a una multitud de eclesiásticos, abogados, escritores etc. todos ellos luchando unos con otros para ponerse bajo la “dominación espiritual” del Abbé Saint-Cyrán. Su increíble éxito y nefasta obra fueron muy bien descritos por M. Sépet (en la Rev. des quest. hist., xlv, 534): " Aprovechándose del entusiasmo moral despertado por el revivir religioso, un ardiente y sombrío sectario, Saint-Cyran se propuso ganar almas para la orgullosa doctrina de la predestinación absoluta ya a la salvación o a la condenación y a un excesivo rigorismo al que los iniciados se acomodaban fácilmente, mientras que gente de corazón simple, como Pascal arriesgaron su vida y su razón en esas prácticas”.

Saint-Cyran estaba en la cima de su influencia cuando una orden de Richelieu se envió (1638) al las mazmorras de Vicennes: Su encarcelación ha sido en explicad tanto por amigos como por enemigos. Richelieu dio en la con la verdadera razón cuando dijo:” "Saint-Cyran es más peligroso que seis ejércitos…Si Lutero y Calvino hubieran sido arrestados cuando comenzaron a dogmatizar, las naciones se habrían ahorrado muchos problemas” (Ver Marandé, "Inconvénients d'etat procédant du Jansénisme", Paris, 1653.) Escritores jansenistas insisten en el rigor del encarcelamiento de Saint-Cyran. De hecho podía recibir a amigos, pudo leer la primera copia impresa del “Augustinus”, podía colaborar con Antoine Arnauld en la "Fréquente Communion", publicada en 1643 y escribir su "Théologie familière" y el voluminoso "Lettres chrétiennes et spirituelles", y hasta hacer nuevos adeptos.

En 1643, tras la muerte de Richelieu, Saint-Cyran recobró la libertad y volvió a Port-Royal en triunfo, aunque el anuncio de que el “Augustinus” había sido condenado en Roma, le amargó el triunfo. Al oírlo protestó airadamente que “Roma había llegado demasiado lejos y había que darle una lección “.Pero u ataque de apoplejía se lo llevó antes de que pudiera cumplir su amenaza. Pierre de Pons, párroco de Saint-Jacques du Haut-Pas, en una nota escrita por Rapin (Hist. du Jans., p. 305), da testimonio de que Saint-Cyran mientras le daban un masaje, pero ni pidió la absolución ni el viático, a pesar de un certificado que dice lo contrario, entregado por Mulsey, cuando los jansenistas le importunaron y le ofrecieron dinero.

Saint-Cyran fue un escrito r prolífico. Los manuscritos que le encontraron en el momento de su arresto, tenían no menos de 32 folios gruesos. Entre los numerosos escritos que se le atribuyen en el "Dictionnaire des livres Jansénistes" (Amberes, 1755), es difícil distinguir sus obras genuinas, porque en general escribía de forma anónima o bajo un nombre falso o en colaboración con otros. Aparte de dos panfletos frívolos escritos en su juventud "Question royale" (Paris, 1609), una apología del suicidio bajo ciertas circunstancias y “Apologie…pour de la Rocheposay" (Poitiers, 1615), una tesis que intentaba probar que los obispos tiene derecho a llevar armas, sus obras principales son: (1) "Somme des fautes… du P. Garasse" (Paris, 1626), con algunos panfletos adicionales para apoyarla; el libro en sí jerq. Un vil ataque contra los jesuitas con ocasión de un libro un poco incauto escrito por uno de ellos, el heroico padre Garasse; (2) "Petrus Aurelius de hierarchia ecclesiastica" (Paris, 1631), escrito en colaboración con Barcos, el sobrino de Duvergier y otros. El libro pretende ser una defensa de Richard Smith, vicario apostólico de Inglaterra, contra al supuesta maquinación de los jesuitas ingleses; de hecho intenta ganarse para el Jansenismo a la jerarquía católica cuyas prerrogativas exageraba en detrimento del Papa

La parte científica la toma de "De republica christiana" (1617) del apóstata Marc ´Antonio de Dominis; el resto consiste sobre todo en abusar de los jesuitas. Por una inconsistencia singular, Saint-Cyran basa el poder episcopal no tanto el sacramento del orden cuantíen el espíritu interior. El Evêque intérieur, subraya Sainte-Beuve, es simplemente el Directeur, un nombre y un oficio muy deseado por Saint-Cyran fuera expurgado de “Gallia Christiana”. (3) "Chapelet secret du très Saint-Sacrement" (Paris, 1632), una serie de observaciones “quietistas” sobre los atributos de Cristo. Este librito que se convirtió en el ojo del huracán, fue repudiado convenientemente por Saint-Cyran, que sin embargo escribió varios tratados para defenderlo. (4) "Théologie familière" (Paris, 1642), una serie de tratados teológico-devocionales, el catecismo jansenista, lleno de errores en cada tema, condenado por el Santo oficio el 23 de abril de 1654. (5) "Lettres chrétiennes et spirituelles" (Paris, 1645); otra serie (Paris, 1744). Bossuet los llama secos y alambicados (spiritualité sèche et alambiquée). Con la "Théologie familière" se exhibe un buen espécimen de los galimatías de Saint-Cyran y un oscuro ascetismo. Las obras de Saint-Cyran se recogieron en sus "Œuvres" (Lyons, 1679).


Fuentes

Además de la masa de memorias poco confiables de los jansenistas, por ejemplo de LANCELOT (Utrecht, 1738), DU FOSSÉ (Utrecht, 1739), ARNAULD D'ANDILLY (Utrecht, 1751), etc., ver Lettres de C. Jansénius á J. DuVerger de Hauranne, ed. GERBERON (Colonia, 1703); Saint-Cyran in Diction. des Jansénistes, ed. MIGNE (Paris, 1847); RAPIN Hist. du Jansénisme (Paris, 1865); IDEM, Mémoires (Paris, 1865); SAINTE¬BEUVE, Port- Royal (Paris, 1871), corrected by FUZET, Les Jansénistes et leur dernier historien Sainte- Beuve (Paris, 1876); JUNGMANN, De Jansenismo in Dissert. selectæ in hist. eccl. (Bruges, 1886), VI, 217; DALGAIRNS, Introduction to Devotion oto the Sacred Heart (London, 1853); KROLL, Causes of the Jansenist Heresy in Am. Cath. Quart. Rev., 1885; MATHIEU, Jansénius et Saint¬Cyran in Pages d'histoire: Renaissance et Réforme (Paris, 1905); MAYNARD, Vie de Saint Vincent de Paul; FAILLON, Vie de M. Olier. Una larga biografía en BRUNIETIÈRE, Hist. de la litt. française (Paris, 1899).


Sollier, Joseph. (1909)


Transcrito por WGKofron. Con agradecimeinto a la Iglesia de Santa Maria de, Akron, Ohio.


Traducido por Pedro Royo