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Viernes, 29 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Incienso»

De Enciclopedia Católica

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(Lat. Gr. thumiama), Sustancia aromática que se obtiene de ciertos árboles resinosos, empleado principalmente con fines de culto religioso. La palabra también se utiliza  para señalar el humo o perfume que  al quemar el incienso.  
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[[Archivo:Incienso.jpg|300px|thumb|left|Turiferario. Fotografía de Ghevond Vardapet]][[Archivo:DOMINGODERAMOS2010MARCOSMORENO48.jpg|300px|thumb|left|]][[Archivo:25276739 10155360980118198 656776829 n.jpg|300px|thumb|left|Fotografía de Jaime del Rosario Calderón Rovira]]
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==Naturaleza==
  
1. Naturaleza
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([[latín eclesiástico|Latín]], ''thus'', [[Grecia|griego]],  ''thumiama'').  Sustancia aromática que se obtiene de ciertos árboles resinosos y empleado principalmente con fines de [[culto cristiano|culto]] [[religión|religioso]].  La palabra también se utiliza  para señalar el humo o perfume que surge cuando se quema el incienso.  
  
En tiempos antiguos el incienso se extraía de dos árboles, viz. el Boswellia sacra de Arabia Felix, y el  Boswellia papyrifera de la India, ambos pertenecientes a la familia de los Terebintios. Se le menciona en  Num., vii, 14; Deut., xxxiii, 10, etc. se extraía de la corteza y en la actualidad se extrae como goma. Con el propósito de aumentar la fragancia y producir un humo más denso, se le añadían otros elementos (cf. Josephus, "Bella Jud.", V, 5). Estos ingredientes generalmente llegaban a 4 pero algunas veces hasta trece y la tarea de mezclarlos en la debida proporción era asignada bajo la Ley antigua a ciertas familias. (Cant., iii, 6).  
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En [[tiempo]]s antiguos el incienso se extraía de dos árboles, es decir, el ''Boswellia sacra'' de [[Arabia]] Felix, y el  ''Boswellia papyrifera'' de la [[India]], ambos pertenecientes a la familia de los terebintos. Se le menciona en  [[Números|Núm.]] 7,14; [[Deuteronomio|Deut.]] 33,10, etc. Se extraía de la corteza igual que se obtiene la goma al presente.   Con el propósito de aumentar la fragancia y producir un humo más denso, se le añadían varios elementos extraños (cf. [[Flavio Josefo|Josefo]], "Bell. Jud.", V, 5). Estos ingredientes generalmente eran cuatro, pero algunas veces tantos como trece, y la tarea de mezclarlos en la debida proporción era asignada bajo las ordenanzas de la [[Legislación de Moisés|Ley]] antigua a ciertas [[familia]]s. ([[Cantar de los Cantares|Cant.]] 3,6).
  
2. Uso
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==Uso==
  
El uso del incienso era muy común.  Era empleado con propósitos profanos para combatir la languidez o fatiga producida por el excesivo calor, tal como se utilizan los perfumes ahora.  Los escritores clásicos mencionan su uso en la adoración pagana.  (cf. Ovid, "Metamorph.", VI, 14, Virgil, "AEneid", I, 146). Herodoto asegura su uso entre los Asirios y Babilonios, mientras que las monumentales tablas egipcias representan a los reyes meciendo los incensarios. Su uso se hizo extensivo en los rituales judios siendo utilizado especialmente en conexión con las ofrendas eucarísticas de aceite, frutas y vino o los sacrificios incruentos ((Levítico, vi, 15). Por mandato de Dios, Moisés construyó un altar de incienso  (cf. Ex.. xxx), sobre el cual las especies y gomas más dulces que quemaban, función diaria que se le encomendó a una rama especial de la Tribu Levítica (I Par., ix, 29).  
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El uso del incienso era muy común.  Era utilizado con propósitos profanos como un antídoto contra el cansancio producido por el calor excesivo, tal como se utilizan los perfumes hoy día.  Los escritores clásicos mencionan su introducción al [[idolatría|culto]] [[paganismo|pagano]].  (cf. Ovidio, "Metamorph.", VI, 14, Virgilio, "Eneida", I, 146).   Herodoto atestigua de su uso entre los [[Asiria|asirios]] y [[Babilonia|babilonios]], mientras que en las tabletas monumentales [[Egipcio|egipcias]] se representa a los reyes balanceando [[incensario]]sEntró extensamente al ritual [[judaísmo|judío]], en el cual se utilizaba especialmente en relación con las [[ofrendas]] eucarísticas de aceite, frutas y vino o los [[sacrificio]]s incruentos (([[Levítico|Lev.]] 6,15).   Por mandato de [[Dios]], [[Moisés]] construyó un [[altar]] del incienso  (cf. [[Éxodo|Éx.]] 30), sobre el cual se quemaban las especies y gomas más dulces, y la función de la renovación diaria se le encomendó a una rama especial de la [[tribu judía|tribu]] [[levitas|levítica]] (1 [[Libros de las Crónicas|Crón.]] 9,29).
  
No es fácil precisar cuando exactamente se introdujo el incienso en los servicios religiosos de la Iglesia.  No existe evidencia alguna en las primeras cuatro décadas. Más aún, su uso común en el Templo y las referencias que se hacen de él en el Nuevo Testamente (Lucas, i, 10; Apoc., viii, 3-5) sugerirían una temprana familiaridad con el culto Cristiano.  La referencia auténtica más temprana de su uso en el servicio de la Iglesia se encuentra en el Seudo-Dionisio  ("De Hier. Ecc.", III, 2).  --Las Liturgias de Santiago y Marcos—que en su forma actual  datan del siglo quinto  -- se refieren a su uso en los Sagrados Misterios. En un Calendario Litúrgico Romano del siglo Séptimo, se menciona que el incienso fue utilizado en  la procesión del obispo al altar en Viernes Santo. (cf. "Ordo Romanus VIII" of St. Amand). El peregrino  Etheria  vió constató su uso en los Oficios de vigilia del Domingo en Jerusalem (cf. Peregrinatio, II). Casi todas las Liturgias Orientales dan testimonio de su uso durante la celebración de la Misa, especialmente durante el Ofertorio.  En la Iglesia Romana aparece desde casi los inicios  incensar el Evangelio – en el Ofertorio en el siglo once y en el Introito en el siglo doce, en el Benedictus y en el Magnificat de la Horas Canónicas alrededor del siglo trece y con relación a la Bendición y Elevación del Santísimo Sacramente, alrededor del Siglo catorce.  En el “Ordo Romanus VI” se describe incensar al celebrante y en el tiempo de Durandus (Rat. Off.Div) los clérigos asistentes eran incensados.  En nuestros tiempos, en la Iglesia Occidental se utiliza el incienso en las Misas solemnes, bendiciones solemnes, funciones y procesiones, oficios corales y en las absoluciones de los difuntos.  En estas ocasiones las personas, lugares,  y cosas tales como las reliquias de Cristo y de los Santos, crucifijo, altar, libro de los Evangelios, féretros, restos, sepultura, etc. Se inciensan.  El incienso, al ser utilizado, generalmente se quema.  Sin embargo, existen dos casos donde no se consume y éstos son los granos colocados en la Vela Pascual y los granos colocados en el sepulcro de los altares consagrados. Durante la Misa, el incienso generalmente se bendice antes de ser utilizado.
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No es fácil precisar cuándo exactamente se introdujo el incienso en los servicios religiosos de [[la Iglesia]].  No existe evidencia de su uso durante los primeros cuatro siglos.   Sin embargo, su uso común en el [[Templo de Jerusalén|Templo]] y las referencias a él en el [[Nuevo Testamento]] ([[Evangelio según San Lucas|Lc.]] 1,10; [[Apocalipsis|Apoc.]] 8,3-5) sugerirían una temprana familiaridad con él en el [[culto cristiano]].  La primera referencia [[auténtico|auténtica]] de su uso en el servicio de la Iglesia se encuentra en [[Dionisio el Pseudo-Areopagita|Seudo-Dionisio]] ("De Hier. Ecc.", III, 2).  Las [[liturgia]]s de Santiago y Marcos ---que en su forma actual  no son anteriores al siglo V--- se refieren a su uso en los Sagrados [[misterio|Misterios]] (cf. Brightman, "Liturgias Orientales").   Un [[Ordines Romani|ordo romano]] del siglo VII menciona que el incienso era utilizado en  la [[procesiones|procesión]] del [[obispo]] al [[altar]] y el [[Viernes Santo]]. cf. "Ordo Romanus VIII de [[San Amando]]; para el Ordo en Einsiedeln MS., cf. Duchesne, "Christian Worship", 481).  
  
3. Simbolismo y manera de Incesar
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La [[peregrinaciones|peregrina]]  Eteria  lo vio empleado en la [[vigilia]] de los [[Oficio Divino|Oficios]] del [[domingo]] en [[Jerusalén]] (cf. Peregrinatio, II).  Casi todas las liturgias orientales dan testimonio de su uso en la celebración de la [[Sacrificio de la Misa|Misa]], especialmente en el [[ofertorio]]  (cf. Goar, "Euchologium Grecorum", 73; Renaudot, "Coll. liturgiarum orient.", I, 200).    En la [[Santa Sede|Iglesia Romana]] la incensación en el Evangelio de la Misa aparece muy temprano  ---en el ofertorio en el siglo XI, y en el [[introito]] en el siglo XII, en el [[Benedictus]] y en el [[Magníficat]] de las [[horas canónicas]] alrededor del siglo XIII, y en relación con la [[elevación]] y la [[bendición]]  del [[Eucaristía como Sacramento|Santísimo Sacramento]], alrededor del siglo XIV.  El “Ordo Romano VI” describe la incensación del celebrante, y en la época de [[Guillermo Durando|Durando]] (Rat. Off. Div) se incensaba a los [[clérigo]]s ayudantes.  En la actual [[disciplina eclesiástica|disciplina]] de la [[Iglesia Latina|Iglesia Occidental]] se utiliza el incienso en las Misas [[solemnidad|solemnes]], bendiciones solemnes, funciones y procesiones, oficios corales y en las absoluciones para los difuntos.    En estas ocasiones se inciensa a las [[persona]]s, lugares  y cosas tales como las [[reliquias]] de [[Jesucristo|Cristo]] y de los [[Comunión de los Santos|santos]], el [[crucifijo del altar|crucifijo]], el altar, libro de los [[Evangelios]], los féretros, los restos, la sepultura, etc.  Cuando se usa el incienso, generalmente es quemado.  Sin embargo, existen dos casos donde no se consume: (1)  los granos colocados en el [[cirio pascual]] y (2) los granos colocados en el sepulcro de los [[altar]]es [[consagración|consagrados]]. Durante la Misa, el incienso generalmente se bendice antes de ser utilizado.
  
El Incienso, con su perfume dulce y el humo que asciende  es típico de las buenas oraciones Cristianas, que se avivan en el corazón por el fuego del amor de Dios y exhalan la fragancia de Cristo, que se eleva haciendo dignas y agradables las ofrendas a Sus ojos (cf Amalarius "De eccles. officiis" in P.L., CV). Incensar es el acto de impartir el olor del incienso. El incensario (q.v.) se toma con la mano derecha a la altura del pecho, agarrado por una cadena cerca de la cubierta: la mano izquierda que sostiene la cadena en la parte superior, se coloca en el pecho. Entonces se eleva el incensario hasta llegar a la altura de los ojos moviéndolo de adelante para atrás y ligeramente sobre el objeto que se inciensa e inmediatamente traído al punto de partida.  Esto constituye una sola oscilación. En caso de una doble oscilación, se deberá repetir el movimiento externo, haciendo más pronunciado el segundo movimiento que el primero. La dignidad de la persona o cosa determinará si la oscilación es una o doble, así como si se oscilará una o más veces. El pebetero es el recipiente que contiene el incienso para su uso inmediato. The incense-boat is the vessel containing the incense for immediate use. Se le llama así debido a su forma. Generalmente lo lleva un turiferario en la mano suelta. 
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==Simbolismo y Manera de Incensar==
  
P. MORRISROE
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El Incienso, con su dulce aroma de perfume y el humo que asciende  es típico de las [[bien|buenas]] [[oración|oraciones]] [[cristianismo|cristianas]], las cuales, avivadas en el corazón por el fuego del [[amor]] de [[Dios]] y exhalando el olor de [[Jesucristo|Cristo]], eleva una [[ofrendas|ofrenda]]  agradable a sus ojos (cf [[Amalario de Metz|Amalario]] "De eccles. officiis" en P.L., CV).  Incensar es el acto de impartir el olor del incienso.  Se toma el [[incensario]] con la mano derecha a la altura del pecho, agarrado por una cadena cerca de la cubierta; la mano izquierda, que sostiene la parte superior de la cadena, se coloca en el pecho. Entonces se eleva el incensario hasta llegar a la altura de los ojos,  y se le da un movimiento hacia afuera y ligeramente ascendente hacia el objeto a ser incensado, y de inmediato se lleva al punto de partida.    Esto constituye una sola oscilación.  Para una doble oscilación, se debe repetir el movimiento hacia afuera, haciendo más pronunciado el segundo movimiento que el primero. La dignidad de la [[persona]] o cosa determinará si la oscilación es sencilla o doble, y también si se oscilará una o más veces. La naveta es el recipiente que contiene el incienso para su uso inmediato, y se le llama así debido a su forma. Generalmente lo lleva un turiferario en la mano desocupada. 
Transcrito por Kevin Cawley
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Traducido por Ana Laura Cox
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'''Fuente''':  Morrisroe, Patrick. "Incense." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. 26 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/07716a.htm>.
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Traducido por Ana Laura Cox.  lhm.
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'''Enlaces relacionados'''
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* Fotografías del rito oriental, de Ghevond Vardapet [https://www.facebook.com/ghevond.vardapet?fref=nf]
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* Afecto oriental del Papa Francisco [https://www.facebook.com/jose.galvezkruger/media_set?set=a.542097175840091.1073741944.100001194418102&type=3]
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*Afecto oriental de los Papas [https://www.facebook.com/jose.galvezkruger/media_set?set=a.449404755109334.94140.100001194418102&type=3]
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* [[Vocabulario litúrgico bizantino]]
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* [[Rito de Constantinopla ]]
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* [[Menaion]]
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* [[Rito bizantino: Ektenía antes del Padre Nuestro]]
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* [[Resurrección de Jesucristo]]
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* [[Agatángelo]]
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* [[San Gregorio el Iluminador]]

Última revisión de 09:36 12 dic 2017

Turiferario. Fotografía de Ghevond Vardapet
DOMINGODERAMOS2010MARCOSMORENO48.jpg
Fotografía de Jaime del Rosario Calderón Rovira

Naturaleza

(Latín, thus, griego, thumiama). Sustancia aromática que se obtiene de ciertos árboles resinosos y empleado principalmente con fines de culto religioso. La palabra también se utiliza para señalar el humo o perfume que surge cuando se quema el incienso.

En tiempos antiguos el incienso se extraía de dos árboles, es decir, el Boswellia sacra de Arabia Felix, y el Boswellia papyrifera de la India, ambos pertenecientes a la familia de los terebintos. Se le menciona en Núm. 7,14; Deut. 33,10, etc. Se extraía de la corteza igual que se obtiene la goma al presente. Con el propósito de aumentar la fragancia y producir un humo más denso, se le añadían varios elementos extraños (cf. Josefo, "Bell. Jud.", V, 5). Estos ingredientes generalmente eran cuatro, pero algunas veces tantos como trece, y la tarea de mezclarlos en la debida proporción era asignada bajo las ordenanzas de la Ley antigua a ciertas familias. (Cant. 3,6).

Uso

El uso del incienso era muy común. Era utilizado con propósitos profanos como un antídoto contra el cansancio producido por el calor excesivo, tal como se utilizan los perfumes hoy día. Los escritores clásicos mencionan su introducción al culto pagano. (cf. Ovidio, "Metamorph.", VI, 14, Virgilio, "Eneida", I, 146). Herodoto atestigua de su uso entre los asirios y babilonios, mientras que en las tabletas monumentales egipcias se representa a los reyes balanceando incensarios. Entró extensamente al ritual judío, en el cual se utilizaba especialmente en relación con las ofrendas eucarísticas de aceite, frutas y vino o los sacrificios incruentos ((Lev. 6,15). Por mandato de Dios, Moisés construyó un altar del incienso (cf. Éx. 30), sobre el cual se quemaban las especies y gomas más dulces, y la función de la renovación diaria se le encomendó a una rama especial de la tribu levítica (1 Crón. 9,29).

No es fácil precisar cuándo exactamente se introdujo el incienso en los servicios religiosos de la Iglesia. No existe evidencia de su uso durante los primeros cuatro siglos. Sin embargo, su uso común en el Templo y las referencias a él en el Nuevo Testamento (Lc. 1,10; Apoc. 8,3-5) sugerirían una temprana familiaridad con él en el culto cristiano. La primera referencia auténtica de su uso en el servicio de la Iglesia se encuentra en Seudo-Dionisio ("De Hier. Ecc.", III, 2). Las liturgias de Santiago y Marcos ---que en su forma actual no son anteriores al siglo V--- se refieren a su uso en los Sagrados Misterios (cf. Brightman, "Liturgias Orientales"). Un ordo romano del siglo VII menciona que el incienso era utilizado en la procesión del obispo al altar y el Viernes Santo. cf. "Ordo Romanus VIII de San Amando; para el Ordo en Einsiedeln MS., cf. Duchesne, "Christian Worship", 481).

La peregrina Eteria lo vio empleado en la vigilia de los Oficios del domingo en Jerusalén (cf. Peregrinatio, II). Casi todas las liturgias orientales dan testimonio de su uso en la celebración de la Misa, especialmente en el ofertorio (cf. Goar, "Euchologium Grecorum", 73; Renaudot, "Coll. liturgiarum orient.", I, 200). En la Iglesia Romana la incensación en el Evangelio de la Misa aparece muy temprano ---en el ofertorio en el siglo XI, y en el introito en el siglo XII, en el Benedictus y en el Magníficat de las horas canónicas alrededor del siglo XIII, y en relación con la elevación y la bendición del Santísimo Sacramento, alrededor del siglo XIV. El “Ordo Romano VI” describe la incensación del celebrante, y en la época de Durando (Rat. Off. Div) se incensaba a los clérigos ayudantes. En la actual disciplina de la Iglesia Occidental se utiliza el incienso en las Misas solemnes, bendiciones solemnes, funciones y procesiones, oficios corales y en las absoluciones para los difuntos. En estas ocasiones se inciensa a las personas, lugares y cosas tales como las reliquias de Cristo y de los santos, el crucifijo, el altar, libro de los Evangelios, los féretros, los restos, la sepultura, etc. Cuando se usa el incienso, generalmente es quemado. Sin embargo, existen dos casos donde no se consume: (1) los granos colocados en el cirio pascual y (2) los granos colocados en el sepulcro de los altares consagrados. Durante la Misa, el incienso generalmente se bendice antes de ser utilizado.

Simbolismo y Manera de Incensar

El Incienso, con su dulce aroma de perfume y el humo que asciende es típico de las buenas oraciones cristianas, las cuales, avivadas en el corazón por el fuego del amor de Dios y exhalando el olor de Cristo, eleva una ofrenda agradable a sus ojos (cf Amalario "De eccles. officiis" en P.L., CV). Incensar es el acto de impartir el olor del incienso. Se toma el incensario con la mano derecha a la altura del pecho, agarrado por una cadena cerca de la cubierta; la mano izquierda, que sostiene la parte superior de la cadena, se coloca en el pecho. Entonces se eleva el incensario hasta llegar a la altura de los ojos, y se le da un movimiento hacia afuera y ligeramente ascendente hacia el objeto a ser incensado, y de inmediato se lleva al punto de partida. Esto constituye una sola oscilación. Para una doble oscilación, se debe repetir el movimiento hacia afuera, haciendo más pronunciado el segundo movimiento que el primero. La dignidad de la persona o cosa determinará si la oscilación es sencilla o doble, y también si se oscilará una o más veces. La naveta es el recipiente que contiene el incienso para su uso inmediato, y se le llama así debido a su forma. Generalmente lo lleva un turiferario en la mano desocupada.


Fuente: Morrisroe, Patrick. "Incense." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. 26 Jan. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/07716a.htm>.

Traducido por Ana Laura Cox. lhm.


Enlaces relacionados

  • Fotografías del rito oriental, de Ghevond Vardapet [1]
  • Afecto oriental del Papa Francisco [2]
  • Afecto oriental de los Papas [3]