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Jueves, 28 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Getsemaní»

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(Del hebreo gat, prensa; y semen, aceite)  
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([[Lengua y Literatura Hebreas|Hebreo]] ''gat'', prensa; y ''semen'', aceite) es el lugar en el cual [[Jesucristo]] sufrió la [[Agonía de Cristo|agonía]] y fue tomado [[prisión|prisionero]] por los [[judaísmo|judíos]]. [[Evangelio según San Marcos|San Marcos]] (14,32) lo llama ''chorion'', un “lugar” o “propiedad”.  [[Evangelio según San Juan|San Juan]] (18,1) habla de él como ''kepos'', un “jardín” o “huerto”. En Oriente, un campo sombreado por numerosos árboles frutales y rodeado por un muro de piedra suelta o un seto vivo forman el ''el bostan'', el jardín. El nombre “prensa de aceite” es da indicios suficientes indicación de que fue plantado especialmente con árboles de olivo. Según la versión griega y otras, [[Evangelio según San Mateo|San Mateo]] (26,36) designa al Getsemaní con un término equivalente al utilizado por San Marcos. La [[Revisión de la Vulgata|Vulgata]] interpreta la palabra ''chorion'' con la palabra ''villa'', pero no existe razón para suponer que allí había una residencia. San Lucas (22,39) se refiere a él como el “Monte de los Olivos”, y San Juan (18,1) dice que estaba “al otro lado del torrente Cedrón”. De acuerdo con San Marcos, el Salvador acostumbraba retirarse a este lugar, y San Juan escribe: “[[Judas Iscariote|Judas]] también, quien lo traicionó, [[conocimiento|conocía]] el lugar, porque Jesús había acudido allí a menudo junto con sus [[discípulos de Cristo|discípulos]].”
Es el lugar en el cual Jesucristo sufrió la agonía y fue hecho prisionero por los judíos. San Marcos (xiv, 32) lo llama “un lugar”; San Juan (xviii, 1) habla de él como “un jardín”. En oriente un campo sombreado por numerosos árboles frutales y rodeado de tapias de piedra, forman un jardín.
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El nombre “prensa de aceite” es suficiente indicación de que fue plantado especialmente por los árboles de olivo. De conformidad con la versión griega y de otros, San Mateo (xxvi, 36) designa al Getsemaní con términos semejantes a los que utiliza San Marcos. La Vulgata indica la palabra corión en lugar de la palabra villa, pero no existe razón para suponer que allí se encontraba una residencia. San Lucas (xxii, 39) se refiere como el “Monte de los Olivos”, y San Juan (xviii, 1) habla de estar en el “arroyo del Cedrón”. De acuerdo con San Marcos, el Salvador tenía el hábito de retirarse a este lugar, y San Juan escribe: “Judas también, quien lo traicionó, conocía el lugar, porque Jesús había acudido allí junto con sus discípulos.
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Un lugar tan memorable, al cual todos los [[evangelista]]s dirigen su atención, no fue perdido de vista por los primeros [[cristianismo|cristianos]]. En su "Onomasticon," [[Eusebio de Cesarea]] dice que Getsemaní está situado "al pie del Monte de los Olivos", y él agrega que "los [[fieles]] estaban acostumbrados a ir allí a [[oración|orar]]". En 333 el Peregrino de Bordeaux visitó el lugar, llegando por el camino que sube a la cúspide de la montaña, es decir más allá del puente que cruza el [[Valle de Josafat]]. En el [[tiempo]] de los judíos, el puente que cruzaba el torrente de Cedrón ocupaba casi el mismo lugar que uno que se ve allí hoy día, como lo testifica la antigua escalera cortada en la roca, que por un lado descendía del pueblo y por el otro serpenteaba hacia el tope de la montaña. [[San Petronio]], [[obispo]] de Bolonia (c. 420), y Sofronio, [[patriarca]] de [[Jerusalén]], hablan de esta inmensa escalera y otros dos peregrinos contaban los peldaños.  Todavía se ven rastros de ella en el lado hacia la ciudad, y se han descubierto numerosos peldaños, muy grandes y bien conservados, sobre el actual Huerto de Getsemaní.  El Peregrino de Bordeaux señala: "a la izquierda, entre las vides, está la piedra donde Judas Iscariote traicionó a Cristo". Al traducir el "Onomasticon" de Eusebio, [[San Jerónimo]] agrega al artículo Getsemaní la declaración de que "ahora hay una [[edificaciones eclesiásticas|iglesia]] construida allí" (Onomasticon, ed. Klostermann, pág. 75).  Santa Silvia de Aquitania (385-388) narra que el [[Jueves Santo]] la [[procesiones|procesión]] que bajaba del Monte de los Olivos, hizo una estación en "la bella iglesia" construida en el lugar donde Jesús sufrió la Agonía. "De allí", ella agrega, "descendieron al Getsemaní donde Cristo fue tomado prisionero" (S. Silviae Aquit. Peregr., ed. Gamurrini, 1888, pp. 62-63).  Esta iglesia, notable por sus bellas columnas ([[San Teófanes]], Chronogr. Ad an. 682), fue destruida por los [[Persia|persas]] en 614; reconstruida por los [[Cruzadas|cruzados]], y finalmente arrasada, probablemente en 1219. [[Arculfo]] (c. 670), [[San Wilibaldo]] (723), Daniel el Ruso (1106), y Juan de Wurzburg (1165) mencionan la Iglesia de la Agonía.  Recientemente se descubrieron los cimientos en el lugar indicado por ellos, es decir, a corta distancia de la esquina sud-oriental del actual Huerto de Getsemaní.  
  
Un lugar tan memorable que merecen la atención de todos los Evangelistas y que no fue perdido de vista por los primeros cristianos. En su "Onomasticon," Eusebio de Caesarea dice que Gethsemani se sitúa "al pie del Monte de los Olivos", y él agrega que "el creyente fue acostumbrado a ir a orar allí". En 333 el Peregrino de Bordeaux visitó el lugar, llegando por el camino que sube a la cúspide de la montaña, es decir más allá del puente por el valle de Josafat.  
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Un relato fragmentario de una [[peregrinaciones|peregrinación]] en el siglo IV, conservada por [[Pedro el Diácono]] (1037), menciona "una gruta en el lugar donde los judíos tomaron cautivo al Salvador". Según la tradición fue en esta gruta en la que Cristo solía refugiarse con sus discípulos para pasar la noche.  Fue También memorable por una cena y un lavado de pies que, según la misma [[tradición y Magisterio vivo|tradición]], tuvo lugar allí. [[Eutiquio I]], patriarca de [[Constantinopla]] (m. 583), dice en uno de sus [[homilía|sermones]] que [[la Iglesia]] conmemora tres cenas. "La primera comida", dice él, "junto con la purificación, tuvo lugar en el Getsemaní en el día [[Sabbath|sábado]], el primer día, es decir, cuando el [[domingo]] ya había comenzado. Es por eso que nosotros celebremos la vigilia” (P. G., LXXXVI, 2392).  La segunda cena fue la de Betania, y la tercera fue la del Jueves Santo, en la que instituyó la Santa [[Eucaristía]].
  
En el tiempo de los judíos, el puente que dividió el torrente de Cedrón ocupó casi el mismo lugar como el que aún puede ser visto en la actualidad, como es testificado por el corte de la escalera antiguo en la piedra que vino abajo del pueblo y en la otra hace una herida a la montaña. Petronius, Obispo de Bolonia (c. 420), y Sophronius, Patriarca de Jerusalén, hablan de esta inmensa escalera y otros dos peregrinos contaban los pasos.
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Teodosio (c. 530) describe esta gruta en los siguientes términos: "Allí [en el valle de Josafat] está situada la [[basílica]] de Santa [[María]], la Madre de [[Dios]], con su sepulcro.  Allí también está el lugar donde el Señor cenó con sus [[discípulos de Cristo|discípulos]]y donde le lavó los pies. Allí se ven cuatro bancos donde Nuestro Señor se reclinó en medio de [[los Apóstoles]], y en cada uno de los cuales se pueden sentar tres [[persona]]s. Allí también Judas traicionó al Salvador. Algunas personas, cuando visitan el lugar, comparten algún refrigerio por devoción, pero sin carne. Ellos encienden antorchas porque el lugar está en una gruta”.  Antonio de Placencia (570), Arculfo, Epifanio el Hagiopolita, y otros hacen mención de la muy conocida [[Pascua]] de la que fue [[testigo]] la gruta de Getsemaní. En la Iglesia de la Agonía se conservaba la piedra, que según la tradición, fue la misma en la que Jesús se arrodillaba durante Su Agonía. Está relacionado con lo que dice Arculfo, de que después de la destrucción de la iglesia por los persas, la piedra fue llevada a la gruta donde fue venerada.   En la Iglesia de la Agonía se conservó la piedras sobre la cual, según la tradición, se [[genuflexión|arrodilló]] [[Jesucristo|Jesús]] durante su agonía. Arculfo relata que después que los persas destruyeron la iglesia, la piedra fue llevada a la gruta, donde fue [[dulía|venerada]].  En 1165 Juan de Wurzburg la encontró todavía preservada en el mismo lugar, todavía puede observarse en el techo de la gruta una inscripción respecto a ella.  En el siglo XIV, los peregrinos, extraviados por la presencia de la piedra y la inscripción, llamaron [[error|erróneamente]] a este [[santuario]] la Gruta de la Agonía.
  
Los rastros de él todavía pueden ser vistos en el lado hacia la ciudad, y se han descubierto numerosos pasos, muy grandes y bien conservados, sobre el actual Jardín de Getsemaní. El Peregrino de Bordeaux anota: "a la izquierda, entre las vides, está la piedra donde Judas Iscariote traicionó a Cristo". Traduciendo el "Onomasticon" de Eusebio, San Jerónimo agrega al artículo Getsemaní, la declaración de que "una iglesia se construye ahora allí" (Onomasticon, ed. Klostermann, pág. 75).  
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En tiempos antiguos la gruta abría hacia el sur.  El suelo circundante había sido elevado considerablemente debido a la tierra que las lluvias habían erosionado de la montaña, y se hizo una nueva entrada por el lado del noroeste. El techo rocoso se apoya sobre seis pilares, de los que tres están en albañilería, y desde el siglo VI ha sido traspasado por una especie de tragaluz que permite el ingreso de un poco de luz. La gruta, que es de forma irregular, mide, en números redondos, unos 56 pies de largo, 30 de ancho y 12 de alto en su mayor dimensión. Está adornada con cuatro [[altar]]es, pero sólo quedan vestigios de las pinturas que antes cubrían las paredes y del piso de [[mosaicos]].  A una distancia de cerca de 130 pies al sur de la gruta está el Huerto de Getsemaní, un recinto de forma cuadrangular que mide aproximadamente 195 pies a cada lado. Allí hay siete olivos, el más grande de los cuales mide alrededor de 26 pies de circunferencia.  Si no estaban allí en tiempos de Cristo, por lo menos son los vástagos de los árboles testigos de su Agonía.  Con la ayuda de documentos históricos, se ha establecido que estos mismos árboles ya [[esencia y existencia|existían]] en el siglo VII.  Al este del jardín hay una masa rocosa considerada como el lugar tradicional donde los tres Apóstoles esperaron. A un tiro de piedra hacia el sur, el tronco de una columna instalada en una pared le señaló a los cristianos nativos el lugar donde Jesús oró en la [[vigilia]] de su [[Devoción a la Pasión de Cristo|Pasión]].   tocón de una columna se ajustó en una pared señalando el lugar donde Jesús oró en la víspera de su Pasión.  Detrás de esa pared se descubrieron los cimientos de la antigua Iglesia de la Agonía.
  
Santa Silvia de Aquitania (385-388) relaciona eso el jueves Santo, la procesión que baja del Monte de los Olivos, hizo una estación en "la iglesia bonita" construida en el lugar donde Jesús sufría la Agonía. "De allí", ella agrega, "ellos descienden al Getsemaní donde Cristo fue hecho prisionero" (S. Silviae Aquit. Peregr., ed. Gamurrini, 1888, pp. 62-63).
 
  
Esta iglesia, notable para sus bellas columnas (Theophanes, Chronogr. anuncio un. 682), fue destruida por los persas en 614; reconstruida por los Cruzados, y finalmente arrasada, probablemente en 1219. Arculf (c. 670), St. Willibald (723), Daniel el Ruso (1106), y John de Wurzburg (1165) mencionan la Iglesia de la Agonía. Las fundaciones se han descubierto recientemente en el lugar indicado por ellos, i. e. a una distancia muy corta de la esquina sur-oriental del actual Jardín de Getsemaní.  
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'''Fuente''':  Meistermann, Barnabas. "Gethsemani." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909.
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<http://www.newadvent.org/cathen/06540a.htm>.
  
Un recuento fragmentario de una peregrinación en el Siglo IV, conservado por Pedro el Diácono (1037), menciona "una gruta en el lugar donde los judíos hicieron cautivo al Salvador". Según la tradición estaba en esta gruta en la que Cristo estaba habituado a tomar refugio con sus discípulos y pasar la noche. También era memorable por una cena y un lavado de piés que, según la misma tradición, tuvo lugar allí. Eutychius, Patriarca de Constantinopla (d. 583), dice en uno de sus sermones que la Iglesia conmemora tres cenas. "La primera comida", él dice, "junto con la purificación, tuvo lugar en el Getsemaní en el día Sabático, el primer día, i. e. cuando el domingo ya había empezado. De allí que nosotros celebremos la vigilia de ese entonces” (P. G., LXXXVI, 2392).
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Traducido por Giovanni E. Reyes, L H M.
 
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La segunda cena era la de Betania, y la tercera, era esa, la del Jueves Santo, en la que instituyó la Santa Eucaristía. Theodosius (c. 530) describe esta gruta en los siguientes términos: "Allí [en el valle de Josafat] se sitúa la basílica de Santa María, la Madre de Dios, con su sepulcro”.
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Luego continúa: “Existe también el lugar donde el Señor cenó con sus discípulos. Allí él lavó sus piés. Hay cuatro bancos donde Nuestro Señor se reclinó en medio de Sus Apóstoles. En cada banco se pueden sentar tres personas. Allí también Judas traicionó al Salvador. Algunas personas, cuando visitan el lugar, por medio de la devoción, comparten algún refresco, pero ninguna carne. Ellos encienden antorchas, porque el lugar está en una gruta”.
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Antonius de Plaisance (570), Arculf, Epifanio el Hagiopolite, y otros hacen mención de la gruta del Getsemaní. En la Iglesia de la Agonía se conservaba la piedra, que según la tradición, fue la misma en la que Jesús se arrodillaba durante Su Agonía. Está relacionado con lo que dice Arculf, de que después de la destrucción de la iglesia por los persas, la piedra se llevó a la gruta donde se veneró.
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En 1165 Juan de Wurzburg encontró todavía este lugar y todavía puede observarse en el techo de la gruta, una inscripción que así lo atestigua. En el Siglo XIV, los peregrinos, inducidos por la presencia de la piedra y la inscripción, llamaron equivocadamente a este santuario, la Gruta de la Agonía.
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En tiempos antiguos la gruta abrió al sur. La tierra circundante ha sido levantada considerablemente a través de tierra que se ha ido acumulando bajo la montaña, por acción de las lluvias. Una nueva entrada se ha hecho en el lado del noroeste. El techo rocoso es apoyado por seis pilares de los que tres estában en reparaciones. Desde el Siglo VI, se ha abierto una claraboya que permite el ingreso de un poco de luz. La gruta que es irregular en forma, es, tiene en números redondos, unos 18 metros de largo, unos 10 metros de ancho, y 4 metros de altura, en sus dimensiones más grandes. Se adorna con cuatro altares, y sólo pueden encontrarse restos de los cuadros de las paredes y de los mosaicos del suelo, los que estaban con anterioridad.
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A una distancia de cerca de 43 metros al sur de la gruta del Jardín de Getsemaní, se encuentra un quadrangular que mide aproximadamente 65 metros por lado. Aquí se encuentran siete olivos, el más grande de unos 8.3 metros de circunferencia. Si ellos no son los árboles que se encontraban en los tiempos de Cristo, son al menos los vástagos de los árboles testigos de su Agonía.
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Con la ayuda de documentos históricos, ha sido posible establecer que los mismos árboles ya estaban en existencia en el Siglo VII. Al este del jardín hay una masa rocosa considerada como el lugar tradicional donde los tres Apóstoles esperaron. Cerca de allí en el sur, el tocón de una columna se ajustó en una pared señalando el lugar donde Jesús oró en la víspera de su Pasión. Se descubrieron las fundaciones de la iglesia antigua de la Agonía detrás de esta pared.
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BARNABAS MEISTERMANN
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Transcripción de Joseph P. Thomas
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Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes
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Dedicado a la Sra. Hildegard Grabowski
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Última revisión de 03:32 1 mar 2010

(Hebreo gat, prensa; y semen, aceite) es el lugar en el cual Jesucristo sufrió la agonía y fue tomado prisionero por los judíos. San Marcos (14,32) lo llama chorion, un “lugar” o “propiedad”. San Juan (18,1) habla de él como kepos, un “jardín” o “huerto”. En Oriente, un campo sombreado por numerosos árboles frutales y rodeado por un muro de piedra suelta o un seto vivo forman el el bostan, el jardín. El nombre “prensa de aceite” es da indicios suficientes indicación de que fue plantado especialmente con árboles de olivo. Según la versión griega y otras, San Mateo (26,36) designa al Getsemaní con un término equivalente al utilizado por San Marcos. La Vulgata interpreta la palabra chorion con la palabra villa, pero no existe razón para suponer que allí había una residencia. San Lucas (22,39) se refiere a él como el “Monte de los Olivos”, y San Juan (18,1) dice que estaba “al otro lado del torrente Cedrón”. De acuerdo con San Marcos, el Salvador acostumbraba retirarse a este lugar, y San Juan escribe: “Judas también, quien lo traicionó, conocía el lugar, porque Jesús había acudido allí a menudo junto con sus discípulos.”

Un lugar tan memorable, al cual todos los evangelistas dirigen su atención, no fue perdido de vista por los primeros cristianos. En su "Onomasticon," Eusebio de Cesarea dice que Getsemaní está situado "al pie del Monte de los Olivos", y él agrega que "los fieles estaban acostumbrados a ir allí a orar". En 333 el Peregrino de Bordeaux visitó el lugar, llegando por el camino que sube a la cúspide de la montaña, es decir más allá del puente que cruza el Valle de Josafat. En el tiempo de los judíos, el puente que cruzaba el torrente de Cedrón ocupaba casi el mismo lugar que uno que se ve allí hoy día, como lo testifica la antigua escalera cortada en la roca, que por un lado descendía del pueblo y por el otro serpenteaba hacia el tope de la montaña. San Petronio, obispo de Bolonia (c. 420), y Sofronio, patriarca de Jerusalén, hablan de esta inmensa escalera y otros dos peregrinos contaban los peldaños. Todavía se ven rastros de ella en el lado hacia la ciudad, y se han descubierto numerosos peldaños, muy grandes y bien conservados, sobre el actual Huerto de Getsemaní. El Peregrino de Bordeaux señala: "a la izquierda, entre las vides, está la piedra donde Judas Iscariote traicionó a Cristo". Al traducir el "Onomasticon" de Eusebio, San Jerónimo agrega al artículo Getsemaní la declaración de que "ahora hay una iglesia construida allí" (Onomasticon, ed. Klostermann, pág. 75). Santa Silvia de Aquitania (385-388) narra que el Jueves Santo la procesión que bajaba del Monte de los Olivos, hizo una estación en "la bella iglesia" construida en el lugar donde Jesús sufrió la Agonía. "De allí", ella agrega, "descendieron al Getsemaní donde Cristo fue tomado prisionero" (S. Silviae Aquit. Peregr., ed. Gamurrini, 1888, pp. 62-63). Esta iglesia, notable por sus bellas columnas (San Teófanes, Chronogr. Ad an. 682), fue destruida por los persas en 614; reconstruida por los cruzados, y finalmente arrasada, probablemente en 1219. Arculfo (c. 670), San Wilibaldo (723), Daniel el Ruso (1106), y Juan de Wurzburg (1165) mencionan la Iglesia de la Agonía. Recientemente se descubrieron los cimientos en el lugar indicado por ellos, es decir, a corta distancia de la esquina sud-oriental del actual Huerto de Getsemaní.

Un relato fragmentario de una peregrinación en el siglo IV, conservada por Pedro el Diácono (1037), menciona "una gruta en el lugar donde los judíos tomaron cautivo al Salvador". Según la tradición fue en esta gruta en la que Cristo solía refugiarse con sus discípulos para pasar la noche. Fue También memorable por una cena y un lavado de pies que, según la misma tradición, tuvo lugar allí. Eutiquio I, patriarca de Constantinopla (m. 583), dice en uno de sus sermones que la Iglesia conmemora tres cenas. "La primera comida", dice él, "junto con la purificación, tuvo lugar en el Getsemaní en el día sábado, el primer día, es decir, cuando el domingo ya había comenzado. Es por eso que nosotros celebremos la vigilia” (P. G., LXXXVI, 2392). La segunda cena fue la de Betania, y la tercera fue la del Jueves Santo, en la que instituyó la Santa Eucaristía.

Teodosio (c. 530) describe esta gruta en los siguientes términos: "Allí [en el valle de Josafat] está situada la basílica de Santa María, la Madre de Dios, con su sepulcro. Allí también está el lugar donde el Señor cenó con sus discípulosy donde le lavó los pies. Allí se ven cuatro bancos donde Nuestro Señor se reclinó en medio de los Apóstoles, y en cada uno de los cuales se pueden sentar tres personas. Allí también Judas traicionó al Salvador. Algunas personas, cuando visitan el lugar, comparten algún refrigerio por devoción, pero sin carne. Ellos encienden antorchas porque el lugar está en una gruta”. Antonio de Placencia (570), Arculfo, Epifanio el Hagiopolita, y otros hacen mención de la muy conocida Pascua de la que fue testigo la gruta de Getsemaní. En la Iglesia de la Agonía se conservaba la piedra, que según la tradición, fue la misma en la que Jesús se arrodillaba durante Su Agonía. Está relacionado con lo que dice Arculfo, de que después de la destrucción de la iglesia por los persas, la piedra fue llevada a la gruta donde fue venerada. En la Iglesia de la Agonía se conservó la piedras sobre la cual, según la tradición, se arrodilló Jesús durante su agonía. Arculfo relata que después que los persas destruyeron la iglesia, la piedra fue llevada a la gruta, donde fue venerada. En 1165 Juan de Wurzburg la encontró todavía preservada en el mismo lugar, todavía puede observarse en el techo de la gruta una inscripción respecto a ella. En el siglo XIV, los peregrinos, extraviados por la presencia de la piedra y la inscripción, llamaron erróneamente a este santuario la Gruta de la Agonía.

En tiempos antiguos la gruta abría hacia el sur. El suelo circundante había sido elevado considerablemente debido a la tierra que las lluvias habían erosionado de la montaña, y se hizo una nueva entrada por el lado del noroeste. El techo rocoso se apoya sobre seis pilares, de los que tres están en albañilería, y desde el siglo VI ha sido traspasado por una especie de tragaluz que permite el ingreso de un poco de luz. La gruta, que es de forma irregular, mide, en números redondos, unos 56 pies de largo, 30 de ancho y 12 de alto en su mayor dimensión. Está adornada con cuatro altares, pero sólo quedan vestigios de las pinturas que antes cubrían las paredes y del piso de mosaicos. A una distancia de cerca de 130 pies al sur de la gruta está el Huerto de Getsemaní, un recinto de forma cuadrangular que mide aproximadamente 195 pies a cada lado. Allí hay siete olivos, el más grande de los cuales mide alrededor de 26 pies de circunferencia. Si no estaban allí en tiempos de Cristo, por lo menos son los vástagos de los árboles testigos de su Agonía. Con la ayuda de documentos históricos, se ha establecido que estos mismos árboles ya existían en el siglo VII. Al este del jardín hay una masa rocosa considerada como el lugar tradicional donde los tres Apóstoles esperaron. A un tiro de piedra hacia el sur, el tronco de una columna instalada en una pared le señaló a los cristianos nativos el lugar donde Jesús oró en la vigilia de su Pasión. tocón de una columna se ajustó en una pared señalando el lugar donde Jesús oró en la víspera de su Pasión. Detrás de esa pared se descubrieron los cimientos de la antigua Iglesia de la Agonía.


Fuente: Meistermann, Barnabas. "Gethsemani." The Catholic Encyclopedia. Vol. 6. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/06540a.htm>.

Traducido por Giovanni E. Reyes, L H M.