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Martes, 23 de abril de 2024

Diferencia entre revisiones de «Don Isaac Abrabanel»

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ISAAC  ABRABANEL:  (también: Abravanel, Abarbanel)
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Judío (v. [[judaísmo]]), hombre de estado, apologista (v. [[apologética]]) y exegeta, nació en [[Lisboa]] en 1437; murió en [[Venecia]] en 1508, fue sepultado (v. [[entierro cristiano]]) en [[Padua]].  Desde su juventud, fue cuidadosamente aleccionado en literaturas talmúdicas (v. [[Talmud]]) y rabínicas (v. [[Rabí y Rabinismo]]), y dominaba varias ramas del [[conocimiento]] secular.  Su agudo [[intelecto]] y, sobre todo, una gran habilidad para los negocios atrajo la atención de Alfonso V de [[Portugal]], quien lo nombró su tesorero, posición que ocupó hasta 1481.  El favor mostrado por un príncipe católico hacia un judío sobresaltó la opinión pública en esos tiempos, y bajo el reinado de  Juan II Abrabanel fue acusado de conspirar con el Duque de Braganza, y  salvó su vida al huir hacia [[Castilla]] en 1483.  Poco después entró al servicio de Fernando  e Isabel, de 1484-92.  Después de la caída de [[Granada], él compartió el [[destino]] de su raza, y fue desterrado de [[España]] en 1492.  Se dirigió a [[Nápoles]] y, debido a varias vicisitudes, se fue sucesivamente a [[Mesina]], [[Corfu]], [[Monópoli]] y finalmente a [[Venecia]].  La mayoría de los trabajos de Abrabanel  datan de sus últimos años de vida cuando, debido a sus desgracias, tuvo más tiempo libre para recopilar y ordenar sus pensamientos. Abrabanel conocía a [[Platón]] y [[Aristóteles]] y es a menudo tenido en una categoría superior entre los filósofos judíos.  Su [[filosofía]], sin embargo, para él era simplemente un medio para defender sus convicciones religiosas.  Difícilmente se puede decir que él haya escrito algún trabajo declaradamente filosófico, con la posible excepción de un tratado juvenil sobre la forma de los elementos naturales; sus opiniones a ese respecto deben ser recopiladas de varios tratados teológicos y exegéticos.  Como teólogo (v. [[teología]]) y apologista Abrabanel se muestra como un campeón de la  más rígida [[ortodoxia]] judía, y no vacila en oponerse a  [[Maimónides]] cuando éste  pareció apartarse de la [[creencia]] tradicional.  En el campo de la  [[exégesis bíblica]], Abrabanel tiene el [[mérito]] de haberse anticipado mucho a lo que ha sido avanzado como nuevo por los investigadores modernos, y de haber considerado sistemáticamente no sólo la letra del Texto Sagrado, sino también las [[personas]] de sus autores, sus objetivos  y su ambiente. Cada comentario contiene  un prefacio en el cual estas preguntas preliminares son tratadas.  Su familiaridad con autores cristianos (v. [[cristianismo]]), su conocimiento de la vida y costumbres cortesanas, un sentido agudo de sus desgracias, unido a un  extenso conocimiento y un  gran poder de observación, lo prepararon eminentemente para la tarea de intérprete bíblico. Tenemos de él un comentario sobre el [[Deuteronomio]]; sobre los primeros cuatro libros del [[Pentateuco]]; sobre los [[profetas]] tempranos y los tardíos.  Estos han sido cálidamente encomiados tanto por judíos como por cristianos, han pasado a través de varias ediciones, y muchas de ellas han sido, por completo o en parte, traducidas al [[latín]]. De sus otros trabajos podemos mencionar "La Corona de los Ancestros", "El Pináculo de la [[Fe]]", "Las fuentes de la Salvación", en forma de un comentario sobre Daniel, "La Salvación de sus Ungidos", "El Heraldo de la Salvación", en el cual se compila y se explica todos los textos mesiánicos (v. [[Mesías]]). Sus obras, cuyos  títulos son expresados aquí en español, fueron escritas en un hebreo moderno, claro, refinado, pero ocasionalmente difuso.
  
Judío Hombre de estado, apologista y exegeta, nacido en Lisboa en el año de 1437; murió en Venecia en el año de 1508, sepultado en Padua. En su juventud, fue cuidadosamente aleccionado en literaturas Talmudlc y Rabínico, y dominaba con maestría varias ramas del aprendizaje secular. Su agudo intelecto y, sobre todo, una gran habilidad en los negocios atrajo la atención de Alfonso V de Portugal, quien lo hizo su tesorero, un puesto que él tuvo hasta el año de 1481. El favoritismo mostrado por un príncipe Católico hacia un Judío causo impacto ante la opinión publica en esos tiempos, y bajo las ordenes de Juan II Abrabanel fue acusado de conspiración con el Duque de Braganza, y muy apenas salvo su vida al huir hacia Castilla en el año de 1483. Poco después entro bajo los servicios de Ferdinand e Isabela en el periodo de los años de 1484-92. Después de la caída de Granada, él compartió la fe de su raza, y fue desterrado de España en el año de 1492. Se acondiciono en Nápoles y, debiendo a varias vicisitudes se fue sucesivamente a Messina, Corfu, Monopoli, y finalmente a Venecia. La mayoría de los trabajos de Abrabanel's se conocen de sus últimos años de su vida, debido a sus desventuras, él encontraba mas placer en colectando y poniendo en orden sus pensamientos. Abrabanel conocía las filosofías de Plato y Aristóteles, y es a menudo catalogado entre los filósofos Judíos. Su Filosofía, aun sin embargo, eran con la intención de el, de simplemente como manera de defender sus convicciones religiosas. De el no se puede decir que haya escrito algún trabajo filosofal profesionalmente, con la posible excepción de un tratado juvenil en la forma que contiene los elementos; Sus puntos de vista en ese respecto deben ser recopilados de varios tratados teológicos y exegitales. Como teólogo y apologista Abrabanel se ve asimismo como un campeón del más rígido judío ortodoxo, y no vacila en oponerse ante los Maimones cuando posteriormente parece en dejar el pensamiento tradicionalista.. En el área de exégesis bíblica, Abrabanel tiene el merito de haberse anticipado mucho como nuevo por los investigadores modernos, y de haber considerado sistemáticamente no solo la letra del sagrado texto, pero también las personas de sus autores, su propósito y sus alrededores. Cada comentario es acompañado con un prefacio en el cual estas preguntas preliminares son comentadas. Su familiaridad con autores Cristianos, su conocimiento de la vida cortesana y sus costumbres, un sentido agudo de sus desaventuras, unido con un extenso conocimiento de un gran poder de la observación, lo adecuaron eminentemente para la tarea de interprete Bíblico. Tenemos de el un comentario sobre el Deuteronomio; En los cuatro primeros libros del Pentecostés; en los primeros y en los posteriores Profetas. Han sido cálidamente aclamados tanto por Judíos como por Cristianos, han pasado a través por varias ediciones, y muchas de ellos han sido, por completo o en parte, traducidos a Latín. De sus otros trabajos podemos mencionar "La Corona de los Ancestros", "La cúspide de la Fe", "La fuente de la Salvación", en forma de un comentario en Daniel, "La Salvación de su consagración" "El Heraldo de la Salvación", en el cual se compila y se explica todos los testos mesiánicos. Sus obras los títulos que aquí se mencionan en Español fueron escritas en una forma clara, refinada, pero ocasionalmente difusa del Hebreo moderno.
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Butin, Romain. "Don Isaac Abrabanel." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01050b.htm>.
 
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Trascrito por Tomas HancilTraducido por: Lourdes P. Gómez.
ROMAIN BUTIN
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Traducido y corregido por Luz María Hernández Medina.
 
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Trascrito por: Tomas Hancil
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Traducido por: Lourdes P. Gómez
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Última revisión de 02:58 27 sep 2008

ISAAC ABRABANEL: (también: Abravanel, Abarbanel). Judío (v. judaísmo), hombre de estado, apologista (v. apologética) y exegeta, nació en Lisboa en 1437; murió en Venecia en 1508, fue sepultado (v. entierro cristiano) en Padua. Desde su juventud, fue cuidadosamente aleccionado en literaturas talmúdicas (v. Talmud) y rabínicas (v. Rabí y Rabinismo), y dominaba varias ramas del conocimiento secular. Su agudo intelecto y, sobre todo, una gran habilidad para los negocios atrajo la atención de Alfonso V de Portugal, quien lo nombró su tesorero, posición que ocupó hasta 1481. El favor mostrado por un príncipe católico hacia un judío sobresaltó la opinión pública en esos tiempos, y bajo el reinado de Juan II Abrabanel fue acusado de conspirar con el Duque de Braganza, y salvó su vida al huir hacia Castilla en 1483. Poco después entró al servicio de Fernando e Isabel, de 1484-92. Después de la caída de [[Granada], él compartió el destino de su raza, y fue desterrado de España en 1492. Se dirigió a Nápoles y, debido a varias vicisitudes, se fue sucesivamente a Mesina, Corfu, Monópoli y finalmente a Venecia. La mayoría de los trabajos de Abrabanel datan de sus últimos años de vida cuando, debido a sus desgracias, tuvo más tiempo libre para recopilar y ordenar sus pensamientos. Abrabanel conocía a Platón y Aristóteles y es a menudo tenido en una categoría superior entre los filósofos judíos. Su filosofía, sin embargo, para él era simplemente un medio para defender sus convicciones religiosas. Difícilmente se puede decir que él haya escrito algún trabajo declaradamente filosófico, con la posible excepción de un tratado juvenil sobre la forma de los elementos naturales; sus opiniones a ese respecto deben ser recopiladas de varios tratados teológicos y exegéticos. Como teólogo (v. teología) y apologista Abrabanel se muestra como un campeón de la más rígida ortodoxia judía, y no vacila en oponerse a Maimónides cuando éste pareció apartarse de la creencia tradicional. En el campo de la exégesis bíblica, Abrabanel tiene el mérito de haberse anticipado mucho a lo que ha sido avanzado como nuevo por los investigadores modernos, y de haber considerado sistemáticamente no sólo la letra del Texto Sagrado, sino también las personas de sus autores, sus objetivos y su ambiente. Cada comentario contiene un prefacio en el cual estas preguntas preliminares son tratadas. Su familiaridad con autores cristianos (v. cristianismo), su conocimiento de la vida y costumbres cortesanas, un sentido agudo de sus desgracias, unido a un extenso conocimiento y un gran poder de observación, lo prepararon eminentemente para la tarea de intérprete bíblico. Tenemos de él un comentario sobre el Deuteronomio; sobre los primeros cuatro libros del Pentateuco; sobre los profetas tempranos y los tardíos. Estos han sido cálidamente encomiados tanto por judíos como por cristianos, han pasado a través de varias ediciones, y muchas de ellas han sido, por completo o en parte, traducidas al latín. De sus otros trabajos podemos mencionar "La Corona de los Ancestros", "El Pináculo de la Fe", "Las fuentes de la Salvación", en forma de un comentario sobre Daniel, "La Salvación de sus Ungidos", "El Heraldo de la Salvación", en el cual se compila y se explica todos los textos mesiánicos (v. Mesías). Sus obras, cuyos títulos son expresados aquí en español, fueron escritas en un hebreo moderno, claro, refinado, pero ocasionalmente difuso.

Butin, Romain. "Don Isaac Abrabanel." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01050b.htm>. Trascrito por Tomas Hancil. Traducido por: Lourdes P. Gómez. Traducido y corregido por Luz María Hernández Medina.