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Jueves, 18 de abril de 2024

Christopher Madruzzi

De Enciclopedia Católica

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Nació de una familia noble de Trento el 5 de julio de 1512; murió en Tivoli, Italia, el 5 de julio de 1578. Estudió en Padua y Bolonia, en 1529 recibió de su hermano mayor un canonicato en Trento y la parroquia de Tirol cerca de Merán; fue en 1536 canónigo en Salzburgo, en 1537 de Brixen, y en 1539 llegó a ser príncipe-obispo de Trento. Siendo sólo subdiácono en ese tiempo, fue promovido al diaconato, sacerdocio y episcopado en 1542. En enero de 1543 fue nombrado administrador de la Sede de Brixen, y poco después, en el mismo año de 1543, el Papa Pablo III (1534-49) lo elevó a la dignidad de cardenal. Habiendo renunciado a su obispado en Trento en 1567, pasó sus últimos años de vida en Italia, y se convirtió en cardenal-obispo de Sabina, Palestrina y Porto sucesivamente. Pocos años después de su muerte sus restos fueron sepultados en la capilla familiar, en la iglesia de San Onofrio, en Roma.

Madruzzi fue un hombre de grandes dotes intelectuales, muy versado en asuntos seculares y eclesiásticos. Carlos V (1519-56) y su hermano, Rey Fernando I, luego emperador (1556-64), lo estimaban altamente y lo emplearon en muchas misiones delicadas e importantes. En la controversia entre católicos y protestantes, en la época de la incipiente Reforma, siempre demostró ser un hábil adalid de la Iglesia. Tomó parte activa en la Dieta Imperial de Ratisbona (1541) como representante del emperador, y defendió vigorosamente la enseñanza católica contra la herejía de Martín Lutero.

Como cardenal-obispo de Trento, y gobernante temporal de ese principado, naturalmente desempeñó un rol prominente en el Concilio de Trento. Entre otros asuntos, insistió que la reforma de la Iglesia se debía tomar en serio, un asunto muy deseado por Carlos V, y con el cual esperaba atraer de nuevo a los protestantes a la Iglesia. Fue mayormente debido a sus esfuerzos que se discutió este asunto y se aprobaron decretos de tal carácter en cada sesión junto con las decisiones sobre asuntos doctrinales. También se empeñó en promover una vida verdaderamente cristiana y religiosa en el pueblo y los eclesiásticos bajo su jurisdicción. Para los fieles recomendaba principalmente la confesión y Comunión por lo menos anualmente; y para los religiosos una conducta edificante, casta y templada, y un cumplimiento fiel de todas las obligaciones inherentes a su alto oficio. Él mismo era culto y erudito, y patrocinaba con gran magnificencia las artes liberales y el aprendizaje. Una sola mancha lleva su memoria, y es la acumulación de muchos beneficios en sus manos. Se hizo mención de sus más pequeñas tenencias eclesiásticas; en adición a las dos sedes que obtuvo en 1546, con el favor de Carlos V, recibía anualmente un subsidio de 2,000 ducados del arzobispado español de Compostela. Puede ser excusado de algún modo en vista del uso y costumbre de su época, y de la carga financiera que sobrellevó durante las sesiones del Concilio de Trento; además, en 1567, renunció a una de sus dos sedes.


Bibliografía: PALLAVICINI Hist. Conc. Trident. lib. V-VIII; BONELLI, Mon. Eccl. Trident., III (Trent, 1765).

Fuente: Schaefer, Francis. "Christopher Madruzzi." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/09519a.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina.