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Viernes, 29 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Arrio»

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[[Herejía|Heresiarca]], nació alrededor de 250, murió en 336 d.C. Se dice que era de ascendencia libia y que  su [[padres | padre]] se llamó Amonio.  En el 306, Arrio, que había aprendido sus puntos de vista [[religión|religiosos]] de Luciano, el [[presbítero]] de [[Antioquía]] y después [[mártir]], se puso de parte de [[Melecio de Licópolis|Melecio]], un [[cisma|cismático]] egipcio, contra [[San Pedro de Alejandría|Pedro]], [[obispo]] de [[Alejandría]]. Siguió una reconciliación y Pedro [[Órdenes Sagradas|ordenó]] [[diáconos|diácono]] a Arrio. Discusiones posteriores llevaron al obispo a [[excomunión|excomulgar]] a este inquieto eclesiástico que, sin embargo, se ganó la amistad de Aquilas, sucesor de Pedro, que le ordenó presbítero en 313 y le puso a cargo del muy conocido distrito de Alejandría, llamado Baucalis.  Esto permitió a Arrio exponer las [[Biblia|Sagradas Escrituras]] oficialmente y ejerció mucha influencia cuando en 318 estalló su disputa con el obispo Alejandro, sobre la [[verdad]] fundamental de la [[substancia]] y filiación divina de [[Jesucristo|Nuestro Señor]] (ver [[arrianismo]]).  Mientras muchos [[prelado]]s [[Siria|sirios]] seguían al innovador, él fue condenado en Alejandría en 321 por su [[diócesis|diocesano]] en un [[sínodo]] de cerca de cien obispos egipcios y libios.
  
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Destituido y excomulgado, el heresiarca huyó a [[Palestina]]. Dirigió una declaración de principios completamente, a [[Eusebio de Nicomedia]] que aun así  se convirtió en su defensor de por vida y quien había ganado la estima de [[Constantino el Grande|Constantino]] por sus logros mundanos. 
  
Heresiarca nacido alrededor de 250, muerto en 336. Se dice que era de ascendencia libia. El nombre de su padre, Ammonio. En el 306, Arrio, que había aprendido sus puntos de vista religiosos de Luciano, el presbítero de Antioquía y después mártir, se puso de parte de Melecio, un cismático egipcio, contra Pedro, obispo de Alejandría. Siguió una reconciliación  y Pedro ordenó de diácono a Arrio. Discusiones posteriores llevaron al obispo a excomulgar a este inquieto eclesiástico que sin embargo se ganó la amistad de Achilas, sucesor de Pedro, que le ordenó de sacerdote en 313 y le puso al cargo del bien conocido distrito de Alejandría, llamado Baucalis. Esto permitió a Arrio exponer las Escrituras oficialmente y ejerció mucha influencia cuando en 318 estalló su disputa con el obispo Alejandro, sobre la verdad fundamental de la sustancia y filiación divina de Nuestro Señor (ver ARRIANISMO). Mientras muchos prelados sirios seguían a los innovadores, él fue condenado en Alejandría en 321 por su diocesano  en un sínodo de cerca de cien obispos egipcios y libios.  
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En su casa el proscrito, siempre un escritor dispuesto, componía en verso y en prosa una defensa de sus principios que llamó "Thalia", del que han sobrevivido algunos fragmentos. También se dice que publicó canciones para los marineros, molineros y viajeros con las que ilustraba su [[credo]]. Era un hombre más alto de lo normal, delgado, ascético y severo, descrito con vivos colores por [[San Epifanio]] (Heresies, 69, 3); pero su [[carácter]] [[moral]] nunca fue juzgado excepto [[duda|dudosamente]] de [[ambición]] por [[Teodoreto]].  Debía ser ya de edad avanzada cuando, tras inútiles negociaciones y una visita a [[Egipto]], apareció en [[Primer Concilio de Nicea|Nicea]] en el año 325, donde la confesión de [[fe]] que presentó fue completamente destrozada. Más de trescientos obispos lo  [[anatema]]tizaron junto con sus escritos y sus seguidores y fue desterrado al Ilírico. Dos prelados compartieron su destino: Tehonas de Marmarica y Secundus de Ptolemaida. Sus libros fueron quemados.  
  
Privado y excomulgado, el heresiarca huyó a Palestina. Dirigió una declaración de principios, completamente insana, a Eusebio de Nicomedia que en adelante se convirtió en campeón de por vida y ganó la estima de Constantino por sus por sus logros internacionales.  
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Los [[arrianismo|arrianos]], junto con sus amigos melecianos, crearon dificultades en [[Alejandría]]. En 328, Eusebio de Nicomedia, mediante cartas indulgentes, persuadió a Constantino que le llamara del exilio. El emperador no sólo permitió su vuelta sino que ordenó a [[San Atanasio]] que le reconciliara con [[la Iglesia]]. Ante la negativa del [[Comunión de los Santos|santo]], siguieron los disturbios.  
  
El proscrito, mientras, componía en su casa en verso y en prosa la defensa de sus principios que llamó "Thalia", del que han sobrevivido algunos fragmentos. También se dice que publicó canciones para los marineros, molineros y viajeros con las que ilustraba su credo. Era un hombre más alto que de lo normal, delgado, ascético y severo, descrito con vivos colores por  Epifanio (Heresies, 69, 3); pero su carácter moral nunca fue juzgado excepto por Teodoreto, en relación a su ambición. Debía ser ya de avanzada edad cuando tras inútiles negociaciones y una visita a Egipto, apareció en Nicea en el año 325, donde la confesión de fe que presentó fue completamente destrozada. Fue anatematizado con sus escritos y sus seguidores por más de trescientos obispos y desterrado al Ilírico. Dos prelados compartieron su destino Tehonas de Marmarica y Secundus de Ptolemaida. Sus libros fueron quemados.
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El arreglado y parcial Sínodo de [[Tiro]] en el año 335 depuso a Atanasio con cargos fútiles. Ahora se [[persecución|perseguía]] a los [[católico]]s; Arrio tuvo una entrevista con Constantino y sometió un credo, que el emperador juzgó [[ortodoxia|ortodoxo]]. Por un rescripto imperial Arrio le requirió a Alejandro de Constantinopla que le diera la [[Eucaristía|Comunión]]; pero el golpe de la Providencia derrotó un intento que los católicos consideraban un [[sacrilegio]]. El heresiarca murió repentinamente y fue [[entierro cristiano|enterrado]] por su propia gente.   
  
Los arrianos, junto con sus amigos meletianos, crearon dificultades en Alejandría. Eusebio de Alejandría, en 328,  persuadió a Constantino que le amnistiara y le llamara del exilio. El emperador no sólo permitió su vuelta sino que ordenó a Atanasio que le reconciliara con la iglesia. Al negarse, siguieron los disturbios.  
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Él tenía modales persuasivos, un estilo evasivo y un temperamento polemizador, pero en la controversia que lleva su nombre solo importó al principio. No representaba la tradición de [[Iglesia de Alejandría|Alejandría]], sino las sutilezas tópicas de [[Antioquía]]. De ahí que su desaparición de la escena no detuvo a con los combatientes ni terminó la lucha que él había imprudentemente provocado. [[teología dogmática|Teólogo]] de partido, no tenía los rasgos del genio; y él fue el producto, no el fundador, de una [[escuelas|escuela]].
  
El año 335, un sínodo partisano en Tiro depuso a Atanasio con cargos fútiles: ahora se perseguía a los católicos. Arrio se había reunido con el emperador al que presentó un credo que el emperador juzgó ortodoxo y por un rescripto imperial Arrio requirió a Alejandro que le diera la comunión. Los católicos creyeron que esto es un sacrilegio pero la providencia lo resolvió a su manera y el heresiarca murió repentinamente y fue enterrado por su propia gente.
 
  
Tenía unas formas exitosas, un estilo evasivo y un temperamento polemizador, pero en la controversia que llevó su nombre solo participó al principio. No representaba la tradición de Alejandría sino las sutilezas tópicas de Antioquía. De ahí que su desaparición de la escena no terminó ni con los combatientes ni terminó la lucha que él había precipitadamente provocado. Teólogo de partido, no tenía las formas del genio ni fue el fundador ni el producto de ninguna escuela.
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'''Bibliografía''':  SOZOMEN, H.E., 1, 68, 69; THEODORET, H.E., 1; SOCRATES, H.E., 1; PHILOSTORG., 1; ATHAN., De Synodis; EUSEB., De Vita Constantini; RUFIN., H.E., 1; TRAVASA, Vita di Ario (Venice, 1746); GIBBON, XXI; NEWMAN, Arrianos, 2, 3; Tractos, Causas del Arrianismo. Ver también [[arrianismo]].  
  
===Bibliografía===
 
  
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'''Fuente''':  Barry, William. "Arius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907.  <http://www.newadvent.org/cathen/01718a.htm>.
  
SOZOMEN, H.E., 1, 68, 69; THEODORET, H.E., 1; SOCRATES, H.E., 1; PHILOSTORG., 1; ATHAN., De Synodis; EUSEB., De Vita Constantini; RUFIN., H.E., 1; TRAVASA, Vita di Ario (Venice, 1746); GIBBON, XXI; NEWMAN, Arians, 2, 3; Tracts, Causes of Arianism. Ver también ARRIANISMO.
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Traducido por Pedro Royo.  lhm
 
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WILLIAM BARRY.
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Traducido por Pedro Royo
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Última revisión de 14:21 2 ago 2010

Heresiarca, nació alrededor de 250, murió en 336 d.C. Se dice que era de ascendencia libia y que su padre se llamó Amonio. En el 306, Arrio, que había aprendido sus puntos de vista religiosos de Luciano, el presbítero de Antioquía y después mártir, se puso de parte de Melecio, un cismático egipcio, contra Pedro, obispo de Alejandría. Siguió una reconciliación y Pedro ordenó diácono a Arrio. Discusiones posteriores llevaron al obispo a excomulgar a este inquieto eclesiástico que, sin embargo, se ganó la amistad de Aquilas, sucesor de Pedro, que le ordenó presbítero en 313 y le puso a cargo del muy conocido distrito de Alejandría, llamado Baucalis. Esto permitió a Arrio exponer las Sagradas Escrituras oficialmente y ejerció mucha influencia cuando en 318 estalló su disputa con el obispo Alejandro, sobre la verdad fundamental de la substancia y filiación divina de Nuestro Señor (ver arrianismo). Mientras muchos prelados sirios seguían al innovador, él fue condenado en Alejandría en 321 por su diocesano en un sínodo de cerca de cien obispos egipcios y libios.

Destituido y excomulgado, el heresiarca huyó a Palestina. Dirigió una declaración de principios completamente, a Eusebio de Nicomedia que aun así se convirtió en su defensor de por vida y quien había ganado la estima de Constantino por sus logros mundanos.

En su casa el proscrito, siempre un escritor dispuesto, componía en verso y en prosa una defensa de sus principios que llamó "Thalia", del que han sobrevivido algunos fragmentos. También se dice que publicó canciones para los marineros, molineros y viajeros con las que ilustraba su credo. Era un hombre más alto de lo normal, delgado, ascético y severo, descrito con vivos colores por San Epifanio (Heresies, 69, 3); pero su carácter moral nunca fue juzgado excepto dudosamente de ambición por Teodoreto. Debía ser ya de edad avanzada cuando, tras inútiles negociaciones y una visita a Egipto, apareció en Nicea en el año 325, donde la confesión de fe que presentó fue completamente destrozada. Más de trescientos obispos lo anatematizaron junto con sus escritos y sus seguidores y fue desterrado al Ilírico. Dos prelados compartieron su destino: Tehonas de Marmarica y Secundus de Ptolemaida. Sus libros fueron quemados.

Los arrianos, junto con sus amigos melecianos, crearon dificultades en Alejandría. En 328, Eusebio de Nicomedia, mediante cartas indulgentes, persuadió a Constantino que le llamara del exilio. El emperador no sólo permitió su vuelta sino que ordenó a San Atanasio que le reconciliara con la Iglesia. Ante la negativa del santo, siguieron los disturbios.

El arreglado y parcial Sínodo de Tiro en el año 335 depuso a Atanasio con cargos fútiles. Ahora se perseguía a los católicos; Arrio tuvo una entrevista con Constantino y sometió un credo, que el emperador juzgó ortodoxo. Por un rescripto imperial Arrio le requirió a Alejandro de Constantinopla que le diera la Comunión; pero el golpe de la Providencia derrotó un intento que los católicos consideraban un sacrilegio. El heresiarca murió repentinamente y fue enterrado por su propia gente.

Él tenía modales persuasivos, un estilo evasivo y un temperamento polemizador, pero en la controversia que lleva su nombre solo importó al principio. No representaba la tradición de Alejandría, sino las sutilezas tópicas de Antioquía. De ahí que su desaparición de la escena no detuvo a con los combatientes ni terminó la lucha que él había imprudentemente provocado. Teólogo de partido, no tenía los rasgos del genio; y él fue el producto, no el fundador, de una escuela.


Bibliografía: SOZOMEN, H.E., 1, 68, 69; THEODORET, H.E., 1; SOCRATES, H.E., 1; PHILOSTORG., 1; ATHAN., De Synodis; EUSEB., De Vita Constantini; RUFIN., H.E., 1; TRAVASA, Vita di Ario (Venice, 1746); GIBBON, XXI; NEWMAN, Arrianos, 2, 3; Tractos, Causas del Arrianismo. Ver también arrianismo.


Fuente: Barry, William. "Arius." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01718a.htm>.

Traducido por Pedro Royo. lhm