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Martes, 16 de abril de 2024

Diferencia entre revisiones de «Apostolado de la Piedad Popular: Triduo de acción de gracias a Nuestra Señora del Sagrado Corazón»

De Enciclopedia Católica

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'''El triple recuerdo'''
 
'''El triple recuerdo'''

Revisión de 12:47 28 oct 2022

Nuestra Señora del Sagrado Corazón.jpg

Primer día

El triple recuerdo


I. Tú te acuerdas, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, viendo nuestra miseria y nuestra debilidad, que, a pesar de nuestra indignidad, seguimos siendo tus hijos; nos acogiste con ternura, tu amabilidad nos extendió una mano amiga; Nos escuchaste con amabilidad todos los días de la novena, mientras, postrados a tus pies, meditábamos la hermosa oración de Recuerda. ¡Te agradecemos mil y mil veces, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! ¡Oh, la mejor de las madres!

II. Has recordado, oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, al grito de nuestro dolor, el poder inefable que tu divino Hijo te ha dado sobre su adorable Corazón, y tomando nuestra causa en la mano, te has dignado defenderla con toda la fuerza de tu poderosa intercesión. ¡Te agradecemos mil y mil veces, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! ¡Oh tú, nuestra Abogada celestial y victoriosa!

III. Has recordado, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, para nuestro mayor beneficio, que el corazón de Jesús es la fuente inagotable de todas las gracias, y que puedes abrirlo como quieras para derramar todos los tesoros sobre los hombres. De amor y misericordia, de luz y de salvación que contiene; y te has dignado derramarlos abundantemente sobre nosotros. ¡Te agradecemos mil y mil veces, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! ¡Oh Tesorera celestial del Corazón de Jesús! ¡Y tú, Nuestra Señora del Sagrado Corazón! desde lo alto de tu trono de gloria, miras a tus hijos y nos dices a cada uno de nosotros estas palabras que queremos grabar en nuestro corazón en caracteres de fuego como un triple y dulce recuerdo: Recuerden para siempre, hijos míos, que yo soy su madre, la Esperanza de los desesperados y la Tesorera del Corazón de Jesús. Siempre, sí, siempre, lo recordaremos, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ayúdanos con la ayuda de tu intercesión y la gracia de tu divino Hijo. ¡Que así sea!

Recitar el Acordaos:


Acordaos ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! del inefable poder que vuestro Hijo Divino os ha dado sobre su Corazón adorable, llenos de confianza en nuestros merecimientos, venimos a implorar vuestra protección, ¡Oh Tesorera Celestial del Corazón de Jesús!, de este Corazón que es el manantial inagotable de todas las gracias, el que podrás abrir a vuestro gusto para poder derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor y misericordia, de luz y de salvación que encierra, concédenos lo suplicamos, los favores que pedimos. (aquí se pide la gracia que se desea alcanzar) no podemos salir desairados y puesto que sois nuestra madre ¡Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! acoged favorablemente nuestros ruegos y dignaos atenderlos. Así sea


L/: Nuestra Señora del Sagrado Corazón

R/: rogar a Jesús por nosotros

(tres veces)

Día segundo

El triple beneficio

I. Siempre recordaremos, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, por nuestra propia santificación., de la gracia sobresaliente que te has dignado concedernos. Has acogido nuestra causa con bondad, para el mayor beneficio de nuestra salvación eterna, para elevarnos a pensamientos de fe, devoción y piedad; fortalécenos en el camino de la virtud y graba en nosotros el pensamiento de la eternidad. Este favor obtenido es para nosotros una chispa que viene del cielo que enciende nuestra alma tibia y lánguida, una flecha lanzada por la misericordia divina que traspasa nuestro corazón; un rayo de luz que nos ilumina en medio de las tinieblas de un mundo perverso; un estímulo saludable que excita nuestra voluntad y la conduce a un mayor fervor.

II. ¡Siempre recordaremos, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón! para tu propia gloria, de la gracia sobresaliente que te has dignado concedernos. Conmovido al ver nuestra debilidad, defendiste nuestra causa cerca del Corazón de Jesús; si este Corazón divino ha concedido tu pedido es por el amor que te tiene. Siguiendo el ejemplo de Jesús, también nosotros queremos mostrarte todo nuestro amor: para siempre, oh Madre amada, somos tuyos. Si, en el momento del juicio, tu hermoso nombre a menudo llegaba a nuestros labios como un suspiro y una oración, hoy y siempre lo rezaremos como un dulce canto de alegría y gratitud.

III. Siempre recordaremos, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, para mayor gloria del Corazón de Jesús., de la gracia sobresaliente que te has dignado otorgarnos. Tu mayor deseo es atraernos a este hermoso corazón. El favor por el que nuestra alma, una vez probada, está en deuda contigo, es como una modesta flor de este inmenso jardín, una pequeña piedra preciosa de tan gran tesoro, una gota de estos torrentes de miel, un leve sabor de esto. Paraíso de las delicias. Esta pequeña parte de la felicidad que nos ha tocado compartir no tiene otro objetivo, como sabemos, que comprometernos a volver nuestro pobre corazón hacia el Corazón divino de nuestro amado Jesús. ¡Que así sea!

Tercer día

El triple apostolado

I. El recuerdo de tus bendiciones, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, se extiende por toda la tierra como una dulce fragancia ... Tú eres la Esperanza de los desesperados ... Queremos estar contigo los Apóstoles de Esperanza de los desesperados ... Queremos estar con ustedes, los Apóstoles de la Esperanza cerca de los que sufren y lloran, abrumados por los duros sufrimientos de este valle de lágrimas, fuertemente probado por las seducciones del mundo, perseguidos por amargas perplejidades y las sombras fatales de la desesperación.

II. El recuerdo de tus bendiciones, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, se derrama por toda la tierra como un dulce perfume. Tú eres el Tesorero celestial del Corazón de Jesús, y queremos ser, Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, los Apóstoles de tu glorioso título, los Apóstoles de la devoción que él inspira, de la Asociación que lleva este nombre, y Prometemos inscribirnos para tan consolador apostolado, entre tus más fieles servidores, tus más devotos fanáticos, tus más amados hijos.

III. El recuerdo de tus bendiciones, oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, se extiende por toda la tierra como un dulce perfume. Eres por excelencia el Apóstol del Sagrado Corazón de Jesús: en unión con ustedes, queremos ser los Apóstoles de este Corazón amable, para ofrecerle digno homenaje de amor y reparación por la vergüenza con que lo derrama un mundo ingrato y perverso. Este es, sin duda, el acto más noble que podemos realizar para expresar a tu Inmaculado Corazón, y al adorable Corazón de tu divino Hijo, nuestra eterna gratitud. Oh Nuestra Señora del Sagrado Corazón, prometemos usar toda nuestra influencia para propagar el culto del Sagrado Corazón; en el futuro, no tendremos otro deseo que ver este corazón divino amado totalmente, en todas partes, cada día más, a pesar de todos los obstáculos, en el tiempo y en la eternidad; Que así veamos cumplido este hermoso lema, que es el nuestro: Amado, esté en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús: ¡Ametur ubique terrarum Cor Jesu Sacratissimum!