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Jueves, 18 de abril de 2024

Alquimia

De Enciclopedia Católica

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Alquimia (del arábigo al, el, y el griego chemia o chemeia, mezcla de líquidos; el término aparece por primera vez en un edicto de Diocleciano) es el arte de transmutar metales inferiores en oro y plata. Fue el predecesor de la moderna ciencia de la química, pues los primeros pasos en el desarrollo de la ciencia moderna se basan en el trabajo de los antiguos alquimistas. La química data de la segunda mitad del siglo XVIII. Cerca de esta época se formuló la idea de que la formación de un óxido era un proceso aditivo; que un óxido era más pesado que el metal original, porque algo se le añadía al mismo. El descubrimiento del oxígeno a menudo se toma como la fecha del nacimiento de la química. Estableció el hecho de que el óxido rojo de mercurio está compuesto de mercurio y oxígeno. La falta de esta aparentemente simple concepción le dio a la alquimia su existencia definida. Desde tiempos egipcios antiguos los hombres habían estudiado las propiedades químicas de los cuerpos sin establecer ninguna teoría tangible o defendible. El nombre alquimia se ha aplicado al trabajo de todos los primeros investigadores. Por su medio se determinó un gran número de hechos, que sólo fueron clasificados y razonablemente explicados por la nueva ciencia de la química.

Muchos de los alquimistas eran sinceros buscadores de la verdad, y algunos de los grandes intelectos de su época figuran entre ellos. Dos motivos impulsaron a muchos investigadores: la esperanza de realizar la transmutación de los metales, y la búsqueda de la inmortalidad terrenal por el descubrimiento del elixir vitae. El elemento fantástico evidente en tales deseos operó para dar a la alquimia una mala reputación, y no siempre se armoniza el lugar en la historia de la ciencia al que tiene derecho. Dado que la creencia en la posibilidad de la transmutación de los metales era casi universal, gran parte del trabajo de los alquimistas fue dirigido a la producción de oro. A menudo el trabajo era perfectamente honesto, pero hay muchos casos de charlatanismo registrados. Hombres deshonestos engañaban a los gobernantes ambiciosos. Si se descubría que eran culpables de fraude, a veces se les aplicaba la pena capital. Enrique IV de Inglaterra exhortaba a los sabios de su reino a estudiar la alquimia y a descubrir la piedra filosofal para pagar las deudas del país. En el siglo XVI prácticamente todos los gobernantes patrocinaban a los alquimistas.

Muchos clérigos eran alquimistas. A San Alberto Magno, un prominente dominico y obispo de ’Ratisbona, se le atribuye la obra "De Alchimia", aunque esta es de dudosa autenticidad. Varios tratados sobre alquimia se atribuyen a Santo Tomás de Aquino. Él investigó teológicamente la cuestión de si el oro producido por la alquimia podía ser vendido como oro puro, y decidió que podría, si realmente poseyese las propiedades del oro (Suma Theologica, II-II.77:2). Un tratado sobre el tema se atribuye al Papa Juan XXII, que es también el autor de una bula "Spondent quas non exhibent” (1317) contra los alquimistas deshonestos. No se puede insistir muy firmemente que había muchos alquimistas honestos. Los químicos nunca han renunciado a la creencia de que la transmutación de elementos todavía podría llevarse a cabo, y el trabajo reciente en la radiactividad viene a demostrar su posible realización en el caso del radio y el helio.

La literatura sobre el tema es extensa. Se han conservado muchas de las obras de los escritores antiguos, a menudo inteligibles debido a la terminología. Autores modernos también han escrito tratados sobre la historia del tema. Berthelot editó una obra "Collection des anciens Alchimistes Grecs" con los textos griegos. Él escribió "Les Origines de I'Alchimie" y otras obras sobre el mismo asunto. La "Geschichte der Alchimie" de Schmieder (La Haya, 1832) es útil. Observaciones sobre el tema se pueden encontrar en los tratados sobre la historia de la química, tal como las “Cartas Familiares” de Liebig y la “Historia de la Química” de Thomson, y en las partes introductorias de los manuales de química.


Fuente: Sloane, Thomas O'Conor. "Alchemy." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1, pp. 272-273. New York: Robert Appleton Company, 1907. 26 Sept. 2016 <http://www.newadvent.org/cathen/01272b.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina