https://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Advocatus_Ecclesi%C3%A6&feed=atom&action=historyAdvocatus Ecclesiæ - Historial de revisiones2024-03-28T09:26:03ZHistorial de revisiones para esta página en el wikiMediaWiki 1.24.1https://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Advocatus_Ecclesi%C3%A6&diff=43941&oldid=prevLuz María Hernández Medina en 23:06 3 ago 20192019-08-03T23:06:34Z<p></p>
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</tr><tr><td colspan="2" class="diff-lineno">Línea 1:</td>
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<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Advocatus Ecclesiæ:  <del class="diffchange diffchange-inline">Un nombre </del>aplicado<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>en la [[Edad Media]]<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>a ciertos [[laicos]], generalmente de <del class="diffchange diffchange-inline">la nobleza</del>, cuyo [[deber]] era, <del class="diffchange diffchange-inline">bajo ciertas [[</del>condiciones<del class="diffchange diffchange-inline">]]</del>, <del class="diffchange diffchange-inline"> </del>representar una iglesia o [[monasterio]] en particular, y defender sus <del class="diffchange diffchange-inline"> </del>[[<del class="diffchange diffchange-inline">derechos</del>]] contra <del class="diffchange diffchange-inline">los poderes</del>.  Estos defensores estaban especialmente <del class="diffchange diffchange-inline">comprometidos </del>a representar a sus clientes ante <del class="diffchange diffchange-inline">las cortes </del>seculares.  <del class="diffchange diffchange-inline">Ellos ejercitaban </del>la [[<del class="diffchange diffchange-inline">autoridad </del>civil]] en el dominio de la <del class="diffchange diffchange-inline">Iglesia </del>o monasterio, y estaban obligados a proteger la iglesia con armas en caso de algún asalto <del class="diffchange diffchange-inline">eventual</del>.  Finalmente, era su deber <del class="diffchange diffchange-inline">dirigir </del>a los hombres armados en <del class="diffchange diffchange-inline"> </del>nombre de la <del class="diffchange diffchange-inline">Iglesia </del>o monasterio y comandarlos en <del class="diffchange diffchange-inline">[[</del>tiempo<del class="diffchange diffchange-inline">]] </del>de [[guerra]].  A cambio de estos servicios el <del class="diffchange diffchange-inline">mediador </del>recibía ciertos ingresos determinados de la [[propiedad eclesiástica]], en forma de provisiones o servicios, los cuales podía <del class="diffchange diffchange-inline">pedir </del>o también <del class="diffchange diffchange-inline">embargar  de los bienes de de </del>la <del class="diffchange diffchange-inline">iglesia. Estos mediadores  ya existían aun en  tiempos </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">los romanos; </del>un <del class="diffchange diffchange-inline"> [[Sínodo de Cartago]] decretó, en 401, que al emperador se le debía solicitar que proveyera,  en conjunto con los obispos, defensores para las iglesias (Hefele, Conciliengeschichte, 2d ed., I, 83).  Existe evidencia, además, de tales defensores ecclesiæ en Italia, al final del  siglo V.  Gregorio I, sin </del>embargo<del class="diffchange diffchange-inline">, restringía el cargo para miembros del clero. Era el deber de estos defensores el proteger </del>a los <del class="diffchange diffchange-inline">pobres y defender los derechos y posesiones </del>de la iglesia<del class="diffchange diffchange-inline">. En el reino franco, y bajo los carlovingios, los deberes de los mediadores de la iglesia fueron ampliados y definidos de acuerdo a los principios del gobierno que prevalecía en el reino de Carlomagno; de ahí en adelante nos encontramos a los advocatus ecclesiæ en el sentido medieval.  El capitulario de cerca de  790 (Mon-Germ. Hist., Cap. Reg. Francor., I, 201) ordenaba que el alto clero, "por amor al honor de la iglesia y el respeto debido al sacerdocio" (pro ecclesiastico honore, et pro sacerdotum reverentia) debía tener mediadores.  Carlomagno, quien obligaba a los obispos, abades y abadesas a mantener mediadores, ordenaba que se ejerciera un gran cuidado en la selección de personas para ocupar dicho cargo; “deben ser hombres juiciosos, que estén familiarizados con la ley y que posean propiedades en el condado”. (Grafschaft.-Ver Capitulo 802, y 801-13, 1. c. I, 93, 172).  Las iglesias, monasterios y canonicatos, como tales, igualmente admitían mediadores, quienes por [[decreto]] asumían la posición antes definida. En tiempos de Carlomagno el rey tenía el derecho de designar a los mediadores, pero muchas instituciones eclesiásticas obtenían el derecho de elección.  El cargo no era, al principio, hereditario, ni vitalicio; en el periodo post-Carlomagno, sin embargo, se convirtió en uno hereditario, y fue ocupado por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en ampliar sus derechos respecto a la iglesia o el monasterio</del>.   </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">'''</ins>Advocatus Ecclesiæ<ins class="diffchange diffchange-inline">'''</ins>:  <ins class="diffchange diffchange-inline">Nombre </ins>aplicado en la [[Edad Media]] a ciertos [[laicos]], generalmente de <ins class="diffchange diffchange-inline">origen noble</ins>, cuyo [[deber]] era, <ins class="diffchange diffchange-inline">en determinadas </ins>condiciones, representar <ins class="diffchange diffchange-inline">a </ins>una iglesia o [[monasterio]] en particular, y defender sus [[<ins class="diffchange diffchange-inline">derecho</ins>]]<ins class="diffchange diffchange-inline">s </ins>contra <ins class="diffchange diffchange-inline">la fuerza</ins>.  Estos defensores estaban especialmente <ins class="diffchange diffchange-inline">[[obligación |obligados]] </ins>a representar a sus clientes ante <ins class="diffchange diffchange-inline">los tribunales </ins>seculares.  <ins class="diffchange diffchange-inline">Ejercían </ins>la [[<ins class="diffchange diffchange-inline">Autoridad Civil |jurisdicción </ins>civil]] en el dominio de la <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Edificaciones Eclesiásticas |iglesia]] </ins>o monasterio, y estaban obligados a proteger la iglesia con armas en caso de algún asalto <ins class="diffchange diffchange-inline">real</ins>.  Finalmente, era su <ins class="diffchange diffchange-inline">[[</ins>deber<ins class="diffchange diffchange-inline">]] guiar </ins>a los hombres armados en nombre de la <ins class="diffchange diffchange-inline">iglesia </ins>o monasterio y comandarlos en tiempo de [[guerra]].  A cambio de estos servicios el <ins class="diffchange diffchange-inline">defensor </ins>recibía ciertos ingresos determinados de la [[<ins class="diffchange diffchange-inline">Propiedad Eclesiástica |</ins>propiedad eclesiástica]], en forma de provisiones o servicios, los cuales podía <ins class="diffchange diffchange-inline">exigir </ins>o también <ins class="diffchange diffchange-inline">en </ins>la <ins class="diffchange diffchange-inline">forma </ins>de un embargo a los <ins class="diffchange diffchange-inline">bienes </ins>de la iglesia.   </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><del class="diffchange diffchange-inline">Tan temprano como en el siglo IX </del>se <del class="diffchange diffchange-inline">emitieron decretos conciliares </del> <del class="diffchange diffchange-inline">para proteger a las instituciones eclesiásticas contra las excesivas demandas </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">los mediadores, quienes</del>, en <del class="diffchange diffchange-inline">efecto</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">llegaron a ser  de muchas maneras  una carga muy pesada </del>para <del class="diffchange diffchange-inline">sus clientes.  Ellos manejaban </del>las <del class="diffchange diffchange-inline">posesiones que se les confiaban</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">así como sus propias propiedades</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">saqueaban los bienes de la iglesia</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">se apropiaban </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">los títulos y otros ingresos  y oprimieron </del>en <del class="diffchange diffchange-inline">toda manera posible a aquellos a quienes debían proteger</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">  El puesto era ansiosamente buscado</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">ya que </del> <del class="diffchange diffchange-inline">ofrecía muchas ventajas.  Los reclamos excesivos </del>de los <del class="diffchange diffchange-inline">mediadores produjeron  múltiples disputas entre ellos </del>y <del class="diffchange diffchange-inline">las iglesias o monasterios. Los obispos </del>y los <del class="diffchange diffchange-inline">abades, quienes vieron sus derechos seriamente reducidos, apelaron al emperador </del>y <del class="diffchange diffchange-inline">al Papa  por protección</del>. En el <del class="diffchange diffchange-inline">siglo XII se emitieron graves advertencias desde Roma</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">restringiendo las acciones arbitrarias </del>de los <del class="diffchange diffchange-inline">mediadores bajo pena  </del>de <del class="diffchange diffchange-inline"> penalidades eclesiásticas severas, lo cual,  sin embargo, no puso un alto </del>a los <del class="diffchange diffchange-inline">abusos prevalecientes. En ciertas ocasiones, los emperadores y príncipes ejercían </del>el <del class="diffchange diffchange-inline">puesto </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">mediador, </del>en <del class="diffchange diffchange-inline">cuyo caso designaban </del>a <del class="diffchange diffchange-inline">mediadores suplentes (subadvocati) para representarlos</del>.  </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Estos defensores </ins>se <ins class="diffchange diffchange-inline">encuentran incluso en la época [[Roma |romana]]; un </ins> <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Sínodos Africanos |Sínodo </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">Cartago]] (401) [[decreto |decretó]] que se debía solicitar al emperador que proveyera</ins>, en <ins class="diffchange diffchange-inline">conjunto con los [[obispo]]s</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">''defensores'' </ins>para las <ins class="diffchange diffchange-inline">iglesias ([[Karl Joseph von Hefele |Hefele]]</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">''Conciliengeschichte''</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">2da ed.</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">I, 83).  Además, existe evidencia </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">tales ''defensores ecclesiæ'' </ins>en <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Italia]] fines del siglo V</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">  Sin embargo</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Papa San Gregorio I Magno |Gregorio I]] limitaba el cargo para miembros del [[Clero Secular |clero]]. </ins> <ins class="diffchange diffchange-inline">Era el [[deber]] </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">estos ''defensores'' proteger a </ins>los <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Pobreza </ins>y <ins class="diffchange diffchange-inline">Pauperismo |pobres]] </ins>y <ins class="diffchange diffchange-inline">defender </ins>los <ins class="diffchange diffchange-inline">[[derecho]]s </ins>y <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Propiedad Eclesiástica |posesiones]] de la iglesia</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>En el <ins class="diffchange diffchange-inline">reino [[los Francos |franco]]</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">y bajo los carlovingios, los deberes </ins>de los <ins class="diffchange diffchange-inline">defensores </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">la iglesia fueron ampliados y definidos de acuerdo </ins>a los <ins class="diffchange diffchange-inline">principios del gobierno que prevalecía en </ins>el <ins class="diffchange diffchange-inline">reino </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">[[Carlomagno]]; de ahí </ins>en <ins class="diffchange diffchange-inline">adelante nos encontramos </ins>a <ins class="diffchange diffchange-inline">los ''advocatus ecclesiæ'' en el sentido [[Edad Media |medieval]]</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">  </ins></div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><del class="diffchange diffchange-inline">Fuente: </del> <del class="diffchange diffchange-inline">THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina </del>(<del class="diffchange diffchange-inline">Lyons, 1706), III, bk. 2, iv; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Louvain, 1753</del>-<del class="diffchange diffchange-inline">59), II, § 3, bk</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">(Rome</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">1844), s</del>.<del class="diffchange diffchange-inline">v</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">Advocatus Ecclesiarum</del>, I, <del class="diffchange diffchange-inline">143 sq.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765</del>), <del class="diffchange diffchange-inline">observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical </del>(<del class="diffchange diffchange-inline">Bonn</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">1870</del>)<del class="diffchange diffchange-inline">; G</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">BLONDEL</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">De Advocatis Ecclesiasticis in Rhenanis praesertim Regionibus </del>a <del class="diffchange diffchange-inline">IX usque ad XIII Saeculum</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">Dissertatio (Paris</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">1892)</del>; <del class="diffchange diffchange-inline">BRUNNER</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">Deutsche Rechtsgeschichte </del>(<del class="diffchange diffchange-inline">Leipzig, 1892), II, 302 sqq</del>.<del class="diffchange diffchange-inline">; WAITZ</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed</del>., <del class="diffchange diffchange-inline">Berlin</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">1885</del>)<del class="diffchange diffchange-inline">, IV, 408 sq</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">cf. VII</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">320 sq.; HINSCHIUS</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">Kirchenrecht (Berlin</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">1878)</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">II</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">629</del>.  </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Un capitulario de cerca de </ins> <ins class="diffchange diffchange-inline">790 </ins>(<ins class="diffchange diffchange-inline">Mon</ins>-<ins class="diffchange diffchange-inline">Germ</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">Hist</ins>., <ins class="diffchange diffchange-inline">Cap</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">Reg. Francor</ins>., I, <ins class="diffchange diffchange-inline">201</ins>) <ins class="diffchange diffchange-inline">ordenaba que el alto [[Clero Secular |clero]]</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">"en aras del [[honor]] de las iglesias y el respeto debido al [[sacerdocio]]" </ins>(<ins class="diffchange diffchange-inline">''pro ecclesiastico honore</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">et pro sacerdotum reverentia''</ins>) <ins class="diffchange diffchange-inline">debía tener defensores</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> [[Carlomagno]]</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">el cual [[obligación |obligaba]] </ins>a <ins class="diffchange diffchange-inline">los [[obispo]]s</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">[[abad]]es y [[abadesa]]s a mantener ''advocati''</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">ordenaba que se ejerciese gran cuidado al escoger las [[persona]]s para ocupar el cargo</ins>; <ins class="diffchange diffchange-inline">deben ser [[hombre]]s juiciosos</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">familiarizados con la [[ley]] y que posean [[propiedad]]es en el condado”.  </ins>(<ins class="diffchange diffchange-inline">''Grafschaft''</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">—Ve Capitulario 802 y 801-13</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">1</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">c. I</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">93</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">172</ins>). <ins class="diffchange diffchange-inline">  Las iglesias</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">[[monasterio]]s y [[canónigo |canonjías]]</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">como tales</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">igualmente admitían defensores</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">quienes asumían por grados la posición antes definida.  En tiempos de Carlomagno el rey tenía el [[derecho]] de nombrar los defensores</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">pero muchas instituciones eclesiásticas obtuvieron el derecho de [[elección]]</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins></div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Kirsch, Johann Peter. "Advocatus Ecclesiæ." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01168c.htm>.</div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Al principio el cargo no era [[legados |hereditario]] ni vitalicio; en el periodo postcarolingio, sin embargo, se convirtió en uno hereditario, y fue ocupado por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en ampliar sus [[derecho]]s respecto a la iglesia o el [[monasterio]].  Tan temprano como en el siglo IX se emitieron [[decreto]]s [[concilio |conciliares]]  para proteger a las instituciones eclesiásticas contra las excesivas demandas de los defensores, quienes, en efecto, llegaron a ser  de muchas maneras  una carga muy pesada para sus clientes.  Ellos negociaban con las posesiones que se les confiaban como con sus propios bienes, saqueaban la hacienda de la iglesia, se apropiaban de los [[diezmos]] y otros ingresos  y oprimían en toda manera posible a aquellos a quienes debían proteger.    </ins></div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Traducido por Lourdes P. Gómez González  </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><del class="diffchange diffchange-inline">Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina</del></div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">El oficio era muy solicitado, pues ofrecía muchas ventajas.  Las pretensiones excesivas de los defensores dieron lugar a muchas disputas entre ellos y las iglesias o [[monasterio]]s.  Los [[obispo]]s y los [[abad]]es, quienes vieron sus [[derecho]]s seriamente restringidos, apelaron al emperador y al [[Papa]] para su protección. En el siglo XII se emitieron graves advertencias desde [[Roma]], restringiendo las acciones arbitrarias de los defensores bajo pena de [[sanción |sanciones]] eclesiásticas severas, lo cual, sin embargo, no puso un alto a los abusos prevalecientes. En ciertas ocasiones, los emperadores y príncipes ejercían el puesto de defensor, en cuyo caso designaban a defensores suplentes (subadvocati) para representarlos.</ins></div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">'''Bibliografía''':  THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina (Lyon, 1706), III, bk. 2, IV; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Lovaina, 1753-59), II, § 3, Lb. 8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc. (Roma, 1844), s.v. Advocatus Ecclesiarum, I, 143 ss.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765), observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical (Bonn, 1870); G. BLONDEL, De Advocatis Ecclesiasticis en Rhenanis praesertim Regionibus a IX usque ad XIII Saeculum, Dissertatio (París, 1892); BRUNNER, Deutsche Rechtsgeschichte (Leipzig, 1892), II, 302 ss.; WAITZ, Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed., Berlín, 1885), IV, 408 ss. cf. VII, 320 ss.; HINSCHIO, Kirchenrecht (Berlín, 1878), II, 629.</ins></div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">'''Fuente''':  </ins>Kirsch, Johann Peter. "Advocatus Ecclesiæ." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1<ins class="diffchange diffchange-inline">, pp. 168-169</ins>. New York: Robert Appleton Company, 1907. <ins class="diffchange diffchange-inline">3 agosto 2019 </ins><http://www.newadvent.org/cathen/01168c.htm>.</div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Traducido por Lourdes P. Gómez González<ins class="diffchange diffchange-inline">. lmhm</ins></div></td></tr>
</table>Luz María Hernández Medinahttps://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Advocatus_Ecclesi%C3%A6&diff=43937&oldid=prevLuz María Hernández Medina: Luz María Hernández Medina movió la página Advocatus Ecclesiae, Advocatus a Advocatus Ecclesiæ2019-08-03T20:39:51Z<p>Luz María Hernández Medina movió la página <a href="/wiki/Advocatus_Ecclesiae,_Advocatus" class="mw-redirect" title="Advocatus Ecclesiae, Advocatus">Advocatus Ecclesiae, Advocatus</a> a <a href="/wiki/Advocatus_Ecclesi%C3%A6" title="Advocatus Ecclesiæ">Advocatus Ecclesiæ</a></p>
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<td colspan='1' style="background-color: white; color:black; text-align: center;">← Revisión anterior</td>
<td colspan='1' style="background-color: white; color:black; text-align: center;">Revisión de 20:39 3 ago 2019</td>
</tr><tr><td colspan='2' style='text-align: center;'><div class="mw-diff-empty">(Sin diferencias)</div>
</td></tr></table>Luz María Hernández Medinahttps://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Advocatus_Ecclesi%C3%A6&diff=7281&oldid=prevLuz María Hernández Medina en 15:20 27 sep 20082008-09-27T15:20:01Z<p></p>
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<td colspan='2' style="background-color: white; color:black; text-align: center;">← Revisión anterior</td>
<td colspan='2' style="background-color: white; color:black; text-align: center;">Revisión de 15:20 27 sep 2008</td>
</tr><tr><td colspan="2" class="diff-lineno">Línea 1:</td>
<td colspan="2" class="diff-lineno">Línea 1:</td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Advocatus Ecclesiæ:  Un nombre aplicado, en la [[Edad Media]], a ciertos [[laicos]], generalmente de la nobleza, cuyo [[deber]] era, bajo ciertas [[condiciones]],  representar una iglesia o [[monasterio]] en particular, y defender sus  [[derechos]] contra los poderes.  Estos defensores estaban especialmente comprometidos a representar a sus clientes ante las cortes seculares.  Ellos ejercitaban la [[autoridad civil]] en el dominio de la Iglesia o monasterio, y estaban obligados a proteger la iglesia con armas en caso de algún asalto eventual.  Finalmente, era su deber dirigir a los hombres armados en  nombre de la Iglesia o monasterio y comandarlos en [[tiempo]] de [[guerra]].  A cambio de estos servicios el mediador recibía ciertos ingresos determinados de la [[propiedad eclesiástica]], en forma de provisiones o servicios, los cuales podía pedir o también embargar  de los bienes de de la iglesia. Estos mediadores  ya existían aun en  tiempos de los romanos; un  [[Sínodo de Cartago]] decretó, en 401, que al emperador se le debía solicitar que proveyera,  en conjunto con los obispos, defensores para las iglesias (Hefele, Conciliengeschichte, 2d ed., I, 83).  Existe evidencia, además, de tales defensores ecclesiæ en Italia, al final del  siglo V.  Gregorio I, sin embargo, restringía el cargo para miembros del clero. Era el deber de estos defensores el proteger a los pobres y defender los derechos y posesiones de la iglesia. En el reino franco, y bajo los carlovingios, los deberes de los mediadores de la iglesia fueron ampliados y definidos de acuerdo a los principios del gobierno que prevalecía en el reino de Carlomagno; de ahí en adelante nos encontramos a los advocatus ecclesiæ en el sentido medieval.  El capitulario de cerca de  790 (Mon-Germ. Hist., Cap. Reg. Francor., I, 201) ordenaba que el alto clero, "por amor al honor de la iglesia y el respeto debido al sacerdocio" (pro ecclesiastico honore, et pro sacerdotum reverentia) debía tener mediadores.  Carlomagno, quien obligaba a los obispos, abades y abadesas a mantener mediadores, ordenaba que se ejerciera un gran cuidado en la selección de personas para ocupar dicho cargo; “deben ser hombres juiciosos, que estén familiarizados con la ley y que posean propiedades en el condado”. (Grafschaft.-Ver Capitulo 802, y 801-13, 1. c. I, 93, 172).  Las iglesias, monasterios y canonicatos, como tales, igualmente admitían mediadores, quienes por [[decreto]] asumían la posición antes definida. En tiempos de Carlomagno el rey tenía el derecho de designar a los mediadores, pero muchas instituciones eclesiásticas obtenían el derecho de elección.  El cargo no era, al principio, hereditario, ni vitalicio; en el periodo post-Carlomagno, sin embargo, se convirtió en uno hereditario, y fue ocupado por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en ampliar sus derechos respecto a la iglesia o el monasterio.  Tan temprano como en el siglo IX se emitieron decretos conciliares  para proteger a las instituciones eclesiásticas contra las excesivas demandas de los mediadores, quienes, en efecto, llegaron a ser  de muchas maneras  una carga muy pesada para sus clientes.  Ellos manejaban las posesiones que se les confiaban, así como sus propias propiedades, saqueaban los bienes de la iglesia, se apropiaban de los títulos y otros ingresos  y oprimieron en toda manera posible a aquellos a quienes debían proteger.  El puesto era ansiosamente buscado, ya que  ofrecía muchas ventajas.  Los reclamos excesivos de los mediadores produjeron  múltiples disputas entre ellos y las iglesias o monasterios. Los obispos y los abades, quienes vieron sus derechos seriamente reducidos, apelaron al emperador y al Papa  por protección. En el siglo XII se emitieron graves advertencias desde Roma, restringiendo las acciones arbitrarias de los mediadores bajo pena  de  penalidades eclesiásticas severas, lo cual,  sin embargo, no puso un alto a los abusos prevalecientes. En ciertas ocasiones, los emperadores y príncipes ejercían el puesto de mediador, en cuyo caso designaban a mediadores suplentes (subadvocati) para representarlos.  </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Advocatus Ecclesiæ:  Un nombre aplicado, en la [[Edad Media]], a ciertos [[laicos]], generalmente de la nobleza, cuyo [[deber]] era, bajo ciertas [[condiciones]],  representar una iglesia o [[monasterio]] en particular, y defender sus  [[derechos]] contra los poderes.  Estos defensores estaban especialmente comprometidos a representar a sus clientes ante las cortes seculares.  Ellos ejercitaban la [[autoridad civil]] en el dominio de la Iglesia o monasterio, y estaban obligados a proteger la iglesia con armas en caso de algún asalto eventual.  Finalmente, era su deber dirigir a los hombres armados en  nombre de la Iglesia o monasterio y comandarlos en [[tiempo]] de [[guerra]].  A cambio de estos servicios el mediador recibía ciertos ingresos determinados de la [[propiedad eclesiástica]], en forma de provisiones o servicios, los cuales podía pedir o también embargar  de los bienes de de la iglesia. Estos mediadores  ya existían aun en  tiempos de los romanos; un  [[Sínodo de Cartago]] decretó, en 401, que al emperador se le debía solicitar que proveyera,  en conjunto con los obispos, defensores para las iglesias (Hefele, Conciliengeschichte, 2d ed., I, 83).  Existe evidencia, además, de tales defensores ecclesiæ en Italia, al final del  siglo V.  Gregorio I, sin embargo, restringía el cargo para miembros del clero. Era el deber de estos defensores el proteger a los pobres y defender los derechos y posesiones de la iglesia. En el reino franco, y bajo los carlovingios, los deberes de los mediadores de la iglesia fueron ampliados y definidos de acuerdo a los principios del gobierno que prevalecía en el reino de Carlomagno; de ahí en adelante nos encontramos a los advocatus ecclesiæ en el sentido medieval.  El capitulario de cerca de  790 (Mon-Germ. Hist., Cap. Reg. Francor., I, 201) ordenaba que el alto clero, "por amor al honor de la iglesia y el respeto debido al sacerdocio" (pro ecclesiastico honore, et pro sacerdotum reverentia) debía tener mediadores.  Carlomagno, quien obligaba a los obispos, abades y abadesas a mantener mediadores, ordenaba que se ejerciera un gran cuidado en la selección de personas para ocupar dicho cargo; “deben ser hombres juiciosos, que estén familiarizados con la ley y que posean propiedades en el condado”. (Grafschaft.-Ver Capitulo 802, y 801-13, 1. c. I, 93, 172).  Las iglesias, monasterios y canonicatos, como tales, igualmente admitían mediadores, quienes por [[decreto]] asumían la posición antes definida. En tiempos de Carlomagno el rey tenía el derecho de designar a los mediadores, pero muchas instituciones eclesiásticas obtenían el derecho de elección.  El cargo no era, al principio, hereditario, ni vitalicio; en el periodo post-Carlomagno, sin embargo, se convirtió en uno hereditario, y fue ocupado por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en ampliar sus derechos respecto a la iglesia o el monasterio.   </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Tan temprano como en el siglo IX se emitieron decretos conciliares  para proteger a las instituciones eclesiásticas contra las excesivas demandas de los mediadores, quienes, en efecto, llegaron a ser  de muchas maneras  una carga muy pesada para sus clientes.  Ellos manejaban las posesiones que se les confiaban, así como sus propias propiedades, saqueaban los bienes de la iglesia, se apropiaban de los títulos y otros ingresos  y oprimieron en toda manera posible a aquellos a quienes debían proteger.  El puesto era ansiosamente buscado, ya que  ofrecía muchas ventajas.  Los reclamos excesivos de los mediadores produjeron  múltiples disputas entre ellos y las iglesias o monasterios. Los obispos y los abades, quienes vieron sus derechos seriamente reducidos, apelaron al emperador y al Papa  por protección. En el siglo XII se emitieron graves advertencias desde Roma, restringiendo las acciones arbitrarias de los mediadores bajo pena  de  penalidades eclesiásticas severas, lo cual,  sin embargo, no puso un alto a los abusos prevalecientes. En ciertas ocasiones, los emperadores y príncipes ejercían el puesto de mediador, en cuyo caso designaban a mediadores suplentes (subadvocati) para representarlos.  </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Fuente:  THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina (Lyons, 1706), III, bk. 2, iv; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Louvain, 1753-59), II, § 3, bk. 8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc. (Rome, 1844), s.v. Advocatus Ecclesiarum, I, 143 sq.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765), observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical (Bonn, 1870); G. BLONDEL, De Advocatis Ecclesiasticis in Rhenanis praesertim Regionibus a IX usque ad XIII Saeculum, Dissertatio (Paris, 1892); BRUNNER, Deutsche Rechtsgeschichte (Leipzig, 1892), II, 302 sqq.; WAITZ, Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed., Berlin, 1885), IV, 408 sq. cf. VII, 320 sq.; HINSCHIUS, Kirchenrecht (Berlin, 1878), II, 629.  </div></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Fuente:  THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina (Lyons, 1706), III, bk. 2, iv; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Louvain, 1753-59), II, § 3, bk. 8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc. (Rome, 1844), s.v. Advocatus Ecclesiarum, I, 143 sq.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765), observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical (Bonn, 1870); G. BLONDEL, De Advocatis Ecclesiasticis in Rhenanis praesertim Regionibus a IX usque ad XIII Saeculum, Dissertatio (Paris, 1892); BRUNNER, Deutsche Rechtsgeschichte (Leipzig, 1892), II, 302 sqq.; WAITZ, Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed., Berlin, 1885), IV, 408 sq. cf. VII, 320 sq.; HINSCHIUS, Kirchenrecht (Berlin, 1878), II, 629.  </div></td></tr>
<tr><td colspan="2"> </td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins style="font-weight: bold; text-decoration: none;"></ins></div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Kirsch, Johann Peter. "Advocatus Ecclesiæ." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01168c.htm>.</div></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Kirsch, Johann Peter. "Advocatus Ecclesiæ." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01168c.htm>.</div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Traducido por Lourdes P. Gómez González  </div></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Traducido por Lourdes P. Gómez González  </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina</div></td><td class='diff-marker'> </td><td style="background-color: #f9f9f9; color: #333333; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #e6e6e6; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina</div></td></tr>
</table>Luz María Hernández Medinahttps://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Advocatus_Ecclesi%C3%A6&diff=7169&oldid=prevLuz María Hernández Medina en 13:03 12 sep 20082008-09-12T13:03:09Z<p></p>
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<td colspan="2" class="diff-lineno">Línea 1:</td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Un nombre aplicado, en la Edad Media, a <del class="diffchange diffchange-inline">ciertas personas laicas</del>, generalmente de <del class="diffchange diffchange-inline">origen de </del>nobleza, <del class="diffchange diffchange-inline">quienes su </del>deber era, bajo ciertas condiciones, <del class="diffchange diffchange-inline">el de </del>representar una iglesia o monasterio en particular, y defender sus derechos <del class="diffchange diffchange-inline">cabalmente.</del>. Estos <del class="diffchange diffchange-inline">mediadores </del>estaban especialmente comprometidos a representar a sus clientes ante las cortes <del class="diffchange diffchange-inline">laicas</del>. Ellos ejercitaban la <del class="diffchange diffchange-inline">jurisdicción </del>civil en el dominio de la Iglesia o <del class="diffchange diffchange-inline">Monasterio</del>, y estaban obligados a proteger la <del class="diffchange diffchange-inline">Iglesia </del>con <del class="diffchange diffchange-inline">sus propias manos </del>en caso de <del class="diffchange diffchange-inline">un ataque</del>. Finalmente, era su deber dirigir a los hombres<del class="diffchange diffchange-inline">-</del>en <del class="diffchange diffchange-inline">armas en el </del>nombre de la Iglesia o monasterio<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>y <del class="diffchange diffchange-inline">dirigirlos </del>en <del class="diffchange diffchange-inline">tiempos </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">Guerra</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">En regreso por éstos </del>servicios <del class="diffchange diffchange-inline">los mediadores recibian ciertas ganancias de las posesiones </del>de la <del class="diffchange diffchange-inline">Iglesia</del>, en forma de provisiones o servicios, <del class="diffchange diffchange-inline">las </del>cuales <del class="diffchange diffchange-inline">podia </del>pedir<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>o <del class="diffchange diffchange-inline">tambien en forma </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">gravamen </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">la propiedad </del>de la iglesia. Estos mediadores <del class="diffchange diffchange-inline">se datan desde </del>los <del class="diffchange diffchange-inline">tiempos Romanos</del>; un <del class="diffchange diffchange-inline">decreto Sinodo </del>de Cartago, en 401, <del class="diffchange diffchange-inline">en el </del>que <del class="diffchange diffchange-inline">el </del>emperador <del class="diffchange diffchange-inline">estaba requerido a proveer</del>, en conjunto con los obispos, defensores <del class="diffchange diffchange-inline">de </del>las iglesias (Hefele, Conciliengeschichte, 2d ed., I, 83). Existe evidencia, <del class="diffchange diffchange-inline">ademas</del>, de tales defensores ecclesiæ en Italia, al final del <del class="diffchange diffchange-inline">quinto </del>siglo. <del class="diffchange diffchange-inline">Gregory </del>I, <del class="diffchange diffchange-inline">aunsinembargo</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">confinaban la oficina a </del>miembros del clero. Era el deber de estos defensores el proteger a los pobres<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>y defender los derechos y posesiones de la iglesia. En el <del class="diffchange diffchange-inline">reyno Frankish</del>, y bajo los <del class="diffchange diffchange-inline">Carlovingians</del>, los deberes de los mediadores de la iglesia fueron <del class="diffchange diffchange-inline">aumentados </del>y definidos de acuerdo a los principios del gobierno <del class="diffchange diffchange-inline">los cuales prevalecian </del>en el reino de <del class="diffchange diffchange-inline">CarloMagno</del>; de <del class="diffchange diffchange-inline">ahora </del>en adelante <del class="diffchange diffchange-inline">volvemos a ver </del>a los advocatus ecclesiæ en <del class="diffchange diffchange-inline">la edad </del>medieval. El <del class="diffchange diffchange-inline">Capitulo </del>790 (Mon-Germ. Hist., Cap. Reg. Francor., I, 201) ordenaba que el alto clero, "por <del class="diffchange diffchange-inline">el bien del </del>honor de la iglesia<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>y el respeto debido al sacerdocio" (pro ecclesiastico honore, et pro sacerdotum reverentia) <del class="diffchange diffchange-inline">deberia </del>tener mediadores. <del class="diffchange diffchange-inline">Carlosmagno</del>, quien <del class="diffchange diffchange-inline">obligada </del>a los obispos, <del class="diffchange diffchange-inline">abatos, </del>y <del class="diffchange diffchange-inline">abadesos el mantenerse advocati</del>, ordenaba que un gran cuidado <del class="diffchange diffchange-inline">deberia ejercerse </del>en la <del class="diffchange diffchange-inline">seleccion </del>de personas para <del class="diffchange diffchange-inline">estar en la oficina,</del>; <del class="diffchange diffchange-inline">deben </del>ser hombres juiciosos, que <del class="diffchange diffchange-inline">esten </del>familiarizados con la ley<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>y que <del class="diffchange diffchange-inline">tengan </del>propiedades en el <del class="diffchange diffchange-inline">condado </del>(Grafschaft.-Ver Capitulo 802, y 801-13, 1. c. I, 93, 172). Las <del class="diffchange diffchange-inline">igleisas</del>, monasterios<del class="diffchange diffchange-inline">, </del>y <del class="diffchange diffchange-inline">canonigos</del>, como tales, igualmente <del class="diffchange diffchange-inline">recibian </del>mediadores, quienes por decreto <del class="diffchange diffchange-inline">asumian </del>la <del class="diffchange diffchange-inline">posicion </del>definida. En <del class="diffchange diffchange-inline">tiempor </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">Carlosmagno </del>el rey <del class="diffchange diffchange-inline">tenia </del>el derecho de designar a los mediadores, pero muchas instituciones <del class="diffchange diffchange-inline">eclesiasticas obtenian </del>el derecho de <del class="diffchange diffchange-inline">elegir</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">En la oficina </del>no <del class="diffchange diffchange-inline">se podia</del>, al principio, <del class="diffchange diffchange-inline">que fueran puestos hereditarios</del>, ni vitalicio; en el periodo post-<del class="diffchange diffchange-inline">Carlosmagno</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">aunsinembargo</del>, se <del class="diffchange diffchange-inline">convirtio </del>en <del class="diffchange diffchange-inline">que fueran hereditarios</del>, y <del class="diffchange diffchange-inline">fueron ocupados </del>por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en <del class="diffchange diffchange-inline">engrandecer </del>sus derechos <del class="diffchange diffchange-inline">en conexión con </del>la iglesia o <del class="diffchange diffchange-inline">del </del>monasterio. <del class="diffchange diffchange-inline">Decretos del Concejo fueron aprobados a principios de </del>siglo <del class="diffchange diffchange-inline">noveno </del>para proteger a las instituciones <del class="diffchange diffchange-inline">eclesiasticas en </del>contra <del class="diffchange diffchange-inline">de </del>las excesivas demandas de los mediadores, quienes, en efecto, <del class="diffchange diffchange-inline">crecieron en muchas maneras </del>a ser una carga pesada para sus clientes. Ellos manejaban las posesiones que se les confiaban <del class="diffchange diffchange-inline">asi </del>como sus propias propiedades, <del class="diffchange diffchange-inline">saquearon </del>los bienes de la iglesia, se <del class="diffchange diffchange-inline">apropiaron </del>de los <del class="diffchange diffchange-inline">titulos de propiedades </del>y <del class="diffchange diffchange-inline">de otras ganancias </del>y oprimieron en toda manera <del class="diffchange diffchange-inline">possible </del>a <del class="diffchange diffchange-inline">todo aquel a quien se le asignaban </del>a proteger. <del class="diffchange diffchange-inline">Desde entonces la oficina</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">puesto </del>que <del class="diffchange diffchange-inline">ofrecia </del>muchas ventajas<del class="diffchange diffchange-inline">, era fervientemente y perseguido</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">Las excesivas demandas </del>de los mediadores <del class="diffchange diffchange-inline">dieron alza en multiples </del>disputas entre ellos y las iglesias <del class="diffchange diffchange-inline">y </del>monasterios. Los obispos y los <del class="diffchange diffchange-inline">abatos</del>, quienes <del class="diffchange diffchange-inline">encontraron </del>sus derechos seriamente reducidos, apelaron al <del class="diffchange diffchange-inline">emperados </del>y al Papa <del class="diffchange diffchange-inline">para su </del>protección. En el siglo <del class="diffchange diffchange-inline">doce advertencias graves </del>se emitieron desde Roma, restringiendo las acciones <del class="diffchange diffchange-inline">de alto-mando </del>de los mediadores bajo <del class="diffchange diffchange-inline">una </del>pena <del class="diffchange diffchange-inline">severa </del>de <del class="diffchange diffchange-inline">penalizaciones eclesiasticas</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">y los que no</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">aunsinembargo</del>, <del class="diffchange diffchange-inline">se </del>puso un <del class="diffchange diffchange-inline">atlo </del>a los abusos <del class="diffchange diffchange-inline">que prevalecian</del>. En ciertas ocasiones, los emperadores y <del class="diffchange diffchange-inline">principes ejercian </del>el puesto de <del class="diffchange diffchange-inline">mediadores</del>, en <del class="diffchange diffchange-inline">ciertos casos se asignaban </del>a mediadores<del class="diffchange diffchange-inline">-</del>suplentes (subadvocati) para representarlos.  </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Advocatus Ecclesiæ:  </ins>Un nombre aplicado, en la <ins class="diffchange diffchange-inline">[[</ins>Edad Media<ins class="diffchange diffchange-inline">]]</ins>, a <ins class="diffchange diffchange-inline">ciertos [[laicos]]</ins>, generalmente de <ins class="diffchange diffchange-inline">la </ins>nobleza, <ins class="diffchange diffchange-inline">cuyo [[</ins>deber<ins class="diffchange diffchange-inline">]] </ins>era, bajo ciertas <ins class="diffchange diffchange-inline">[[</ins>condiciones<ins class="diffchange diffchange-inline">]]</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>representar una iglesia o <ins class="diffchange diffchange-inline">[[</ins>monasterio<ins class="diffchange diffchange-inline">]] </ins>en particular, y defender sus <ins class="diffchange diffchange-inline"> [[</ins>derechos<ins class="diffchange diffchange-inline">]] contra los poderes</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>Estos <ins class="diffchange diffchange-inline">defensores </ins>estaban especialmente comprometidos a representar a sus clientes ante las cortes <ins class="diffchange diffchange-inline">seculares</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>Ellos ejercitaban la <ins class="diffchange diffchange-inline">[[autoridad </ins>civil<ins class="diffchange diffchange-inline">]] </ins>en el dominio de la Iglesia o <ins class="diffchange diffchange-inline">monasterio</ins>, y estaban obligados a proteger la <ins class="diffchange diffchange-inline">iglesia </ins>con <ins class="diffchange diffchange-inline">armas </ins>en caso de <ins class="diffchange diffchange-inline">algún asalto eventual</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">  </ins>Finalmente, era su deber dirigir a los hombres <ins class="diffchange diffchange-inline">armados </ins>en <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>nombre de la Iglesia o monasterio y <ins class="diffchange diffchange-inline">comandarlos </ins>en <ins class="diffchange diffchange-inline">[[tiempo]] </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">[[guerra]]</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> A cambio de estos </ins>servicios <ins class="diffchange diffchange-inline">el mediador recibía ciertos ingresos determinados </ins>de la <ins class="diffchange diffchange-inline">[[propiedad eclesiástica]]</ins>, en forma de provisiones o servicios, <ins class="diffchange diffchange-inline">los </ins>cuales <ins class="diffchange diffchange-inline">podía </ins>pedir o <ins class="diffchange diffchange-inline">también embargar  </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">los bienes </ins>de de la iglesia. Estos mediadores <ins class="diffchange diffchange-inline"> ya existían aun en  tiempos de </ins>los <ins class="diffchange diffchange-inline">romanos</ins>; un <ins class="diffchange diffchange-inline"> [[Sínodo </ins>de Cartago<ins class="diffchange diffchange-inline">]] decretó</ins>, en 401, que <ins class="diffchange diffchange-inline">al </ins>emperador <ins class="diffchange diffchange-inline">se le debía solicitar que proveyera</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>en conjunto con los obispos, defensores <ins class="diffchange diffchange-inline">para </ins>las iglesias (Hefele, Conciliengeschichte, 2d ed., I, 83). <ins class="diffchange diffchange-inline">  </ins>Existe evidencia, <ins class="diffchange diffchange-inline">además</ins>, de tales defensores ecclesiæ en Italia, al final del <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>siglo <ins class="diffchange diffchange-inline">V</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline"> Gregorio </ins>I, <ins class="diffchange diffchange-inline">sin embargo</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">restringía el cargo para </ins>miembros del clero. Era el deber de estos defensores el proteger a los pobres y defender los derechos y posesiones de la iglesia. En el <ins class="diffchange diffchange-inline">reino franco</ins>, y bajo los <ins class="diffchange diffchange-inline">carlovingios</ins>, los deberes de los mediadores de la iglesia fueron <ins class="diffchange diffchange-inline">ampliados </ins>y definidos de acuerdo a los principios del gobierno <ins class="diffchange diffchange-inline">que prevalecía </ins>en el reino de <ins class="diffchange diffchange-inline">Carlomagno</ins>; de <ins class="diffchange diffchange-inline">ahí </ins>en adelante <ins class="diffchange diffchange-inline">nos encontramos </ins>a los advocatus ecclesiæ en <ins class="diffchange diffchange-inline">el sentido </ins>medieval. <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>El <ins class="diffchange diffchange-inline">capitulario de cerca de  </ins>790 (Mon-Germ. Hist., Cap. Reg. Francor., I, 201) ordenaba que el alto clero, "por <ins class="diffchange diffchange-inline">amor al </ins>honor de la iglesia y el respeto debido al sacerdocio" (pro ecclesiastico honore, et pro sacerdotum reverentia) <ins class="diffchange diffchange-inline">debía </ins>tener mediadores. <ins class="diffchange diffchange-inline"> Carlomagno</ins>, quien <ins class="diffchange diffchange-inline">obligaba </ins>a los obispos, <ins class="diffchange diffchange-inline">abades </ins>y <ins class="diffchange diffchange-inline">abadesas a mantener mediadores</ins>, ordenaba que <ins class="diffchange diffchange-inline">se ejerciera </ins>un gran cuidado en la <ins class="diffchange diffchange-inline">selección </ins>de personas para <ins class="diffchange diffchange-inline">ocupar dicho cargo</ins>; <ins class="diffchange diffchange-inline">“deben </ins>ser hombres juiciosos, que <ins class="diffchange diffchange-inline">estén </ins>familiarizados con la ley y que <ins class="diffchange diffchange-inline">posean </ins>propiedades en el <ins class="diffchange diffchange-inline">condado”. </ins>(Grafschaft.-Ver Capitulo 802, y 801-13, 1. c. I, 93, 172). <ins class="diffchange diffchange-inline">  </ins>Las <ins class="diffchange diffchange-inline">iglesias</ins>, monasterios y <ins class="diffchange diffchange-inline">canonicatos</ins>, como tales, igualmente <ins class="diffchange diffchange-inline">admitían </ins>mediadores, quienes por <ins class="diffchange diffchange-inline">[[</ins>decreto<ins class="diffchange diffchange-inline">]] asumían </ins>la <ins class="diffchange diffchange-inline">posición antes </ins>definida. En <ins class="diffchange diffchange-inline">tiempos </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline">Carlomagno </ins>el rey <ins class="diffchange diffchange-inline">tenía </ins>el derecho de designar a los mediadores, pero muchas instituciones <ins class="diffchange diffchange-inline">eclesiásticas obtenían </ins>el derecho de <ins class="diffchange diffchange-inline">elección</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">  El cargo </ins>no <ins class="diffchange diffchange-inline">era</ins>, al principio, <ins class="diffchange diffchange-inline">hereditario</ins>, ni vitalicio; en el periodo post-<ins class="diffchange diffchange-inline">Carlomagno</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">sin embargo</ins>, se <ins class="diffchange diffchange-inline">convirtió </ins>en <ins class="diffchange diffchange-inline">uno hereditario</ins>, y <ins class="diffchange diffchange-inline">fue ocupado </ins>por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en <ins class="diffchange diffchange-inline">ampliar </ins>sus derechos <ins class="diffchange diffchange-inline">respecto a </ins>la iglesia o <ins class="diffchange diffchange-inline">el </ins>monasterio. <ins class="diffchange diffchange-inline"> Tan temprano como en el </ins>siglo <ins class="diffchange diffchange-inline">IX se emitieron decretos conciliares  </ins>para proteger a las instituciones <ins class="diffchange diffchange-inline">eclesiásticas </ins>contra las excesivas demandas de los mediadores, quienes, en efecto, <ins class="diffchange diffchange-inline">llegaron </ins>a ser <ins class="diffchange diffchange-inline"> de muchas maneras  </ins>una carga <ins class="diffchange diffchange-inline">muy </ins>pesada para sus clientes. <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>Ellos manejaban las posesiones que se les confiaban<ins class="diffchange diffchange-inline">, así </ins>como sus propias propiedades, <ins class="diffchange diffchange-inline">saqueaban </ins>los bienes de la iglesia, se <ins class="diffchange diffchange-inline">apropiaban </ins>de los <ins class="diffchange diffchange-inline">títulos </ins>y <ins class="diffchange diffchange-inline">otros ingresos  </ins>y oprimieron en toda manera <ins class="diffchange diffchange-inline">posible </ins>a <ins class="diffchange diffchange-inline">aquellos </ins>a <ins class="diffchange diffchange-inline">quienes debían </ins>proteger. <ins class="diffchange diffchange-inline">  El puesto era ansiosamente buscado</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">ya </ins>que <ins class="diffchange diffchange-inline"> ofrecía </ins>muchas ventajas. <ins class="diffchange diffchange-inline">  Los reclamos excesivos </ins>de los mediadores <ins class="diffchange diffchange-inline">produjeron  múltiples </ins>disputas entre ellos y las iglesias <ins class="diffchange diffchange-inline">o </ins>monasterios. Los obispos y los <ins class="diffchange diffchange-inline">abades</ins>, quienes <ins class="diffchange diffchange-inline">vieron </ins>sus derechos seriamente reducidos, apelaron al <ins class="diffchange diffchange-inline">emperador </ins>y al Papa <ins class="diffchange diffchange-inline"> por </ins>protección. En el siglo <ins class="diffchange diffchange-inline">XII </ins>se emitieron <ins class="diffchange diffchange-inline">graves advertencias </ins>desde Roma, restringiendo las acciones <ins class="diffchange diffchange-inline">arbitrarias </ins>de los mediadores bajo pena <ins class="diffchange diffchange-inline"> </ins>de <ins class="diffchange diffchange-inline"> penalidades eclesiásticas severas</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">lo cual</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline"> sin embargo</ins>, <ins class="diffchange diffchange-inline">no </ins>puso un <ins class="diffchange diffchange-inline">alto </ins>a los abusos <ins class="diffchange diffchange-inline">prevalecientes</ins>. En ciertas ocasiones, los emperadores y <ins class="diffchange diffchange-inline">príncipes ejercían </ins>el puesto de <ins class="diffchange diffchange-inline">mediador</ins>, en <ins class="diffchange diffchange-inline">cuyo caso designaban </ins>a mediadores suplentes (subadvocati) para representarlos.  </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina (Lyons, 1706), III, bk. 2, iv; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Louvain, 1753-59), II, § 3, bk. 8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc. (Rome, 1844), s.v. Advocatus Ecclesiarum, I, 143 sq.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765), observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical (Bonn, 1870); G. BLONDEL, De Advocatis Ecclesiasticis in Rhenanis praesertim Regionibus a IX usque ad XIII Saeculum, Dissertatio (Paris, 1892); BRUNNER, Deutsche Rechtsgeschichte (Leipzig, 1892), II, 302 sqq.; WAITZ, Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed., Berlin, 1885), IV, 408 sq. cf. VII, 320 sq.; HINSCHIUS, Kirchenrecht (Berlin, 1878), II, 629.  </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Fuente:  </ins>THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina (Lyons, 1706), III, bk. 2, iv; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Louvain, 1753-59), II, § 3, bk. 8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc. (Rome, 1844), s.v. Advocatus Ecclesiarum, I, 143 sq.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765), observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical (Bonn, 1870); G. BLONDEL, De Advocatis Ecclesiasticis in Rhenanis praesertim Regionibus a IX usque ad XIII Saeculum, Dissertatio (Paris, 1892); BRUNNER, Deutsche Rechtsgeschichte (Leipzig, 1892), II, 302 sqq.; WAITZ, Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed., Berlin, 1885), IV, 408 sq. cf. VII, 320 sq.; HINSCHIUS, Kirchenrecht (Berlin, 1878), II, 629.  </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div> </div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Kirsch, Johann Peter</ins>. <ins class="diffchange diffchange-inline">"Advocatus Ecclesiæ." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01168c.htm></ins>.</div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><del class="diffchange diffchange-inline">J</del>.<del class="diffchange diffchange-inline">P</del>. <del class="diffchange diffchange-inline">KIRSCH</del></div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Traducido por Lourdes P. Gómez González  </div></td></tr>
<tr><td class='diff-marker'>−</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #ffe49c; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div>Traducido por Lourdes P. Gómez González</div></td><td class='diff-marker'>+</td><td style="color:black; font-size: 88%; border-style: solid; border-width: 1px 1px 1px 4px; border-radius: 0.33em; border-color: #a3d3ff; vertical-align: top; white-space: pre-wrap;"><div><ins class="diffchange diffchange-inline">Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina</ins></div></td></tr>
</table>Luz María Hernández Medinahttps://ec.aciprensa.com/newwiki/index.php?title=Advocatus_Ecclesi%C3%A6&diff=4902&oldid=prevSysop en 22:11 18 dic 20072007-12-18T22:11:17Z<p></p>
<p><b>Página nueva</b></p><div>Un nombre aplicado, en la Edad Media, a ciertas personas laicas, generalmente de origen de nobleza, quienes su deber era, bajo ciertas condiciones, el de representar una iglesia o monasterio en particular, y defender sus derechos cabalmente.. Estos mediadores estaban especialmente comprometidos a representar a sus clientes ante las cortes laicas. Ellos ejercitaban la jurisdicción civil en el dominio de la Iglesia o Monasterio, y estaban obligados a proteger la Iglesia con sus propias manos en caso de un ataque. Finalmente, era su deber dirigir a los hombres-en armas en el nombre de la Iglesia o monasterio, y dirigirlos en tiempos de Guerra. En regreso por éstos servicios los mediadores recibian ciertas ganancias de las posesiones de la Iglesia, en forma de provisiones o servicios, las cuales podia pedir, o tambien en forma de gravamen de la propiedad de la iglesia. Estos mediadores se datan desde los tiempos Romanos; un decreto Sinodo de Cartago, en 401, en el que el emperador estaba requerido a proveer, en conjunto con los obispos, defensores de las iglesias (Hefele, Conciliengeschichte, 2d ed., I, 83). Existe evidencia, ademas, de tales defensores ecclesiæ en Italia, al final del quinto siglo. Gregory I, aunsinembargo, confinaban la oficina a miembros del clero. Era el deber de estos defensores el proteger a los pobres, y defender los derechos y posesiones de la iglesia. En el reyno Frankish, y bajo los Carlovingians, los deberes de los mediadores de la iglesia fueron aumentados y definidos de acuerdo a los principios del gobierno los cuales prevalecian en el reino de CarloMagno; de ahora en adelante volvemos a ver a los advocatus ecclesiæ en la edad medieval. El Capitulo 790 (Mon-Germ. Hist., Cap. Reg. Francor., I, 201) ordenaba que el alto clero, "por el bien del honor de la iglesia, y el respeto debido al sacerdocio" (pro ecclesiastico honore, et pro sacerdotum reverentia) deberia tener mediadores. Carlosmagno, quien obligada a los obispos, abatos, y abadesos el mantenerse advocati, ordenaba que un gran cuidado deberia ejercerse en la seleccion de personas para estar en la oficina,; deben ser hombres juiciosos, que esten familiarizados con la ley, y que tengan propiedades en el condado (Grafschaft.-Ver Capitulo 802, y 801-13, 1. c. I, 93, 172). Las igleisas, monasterios, y canonigos, como tales, igualmente recibian mediadores, quienes por decreto asumian la posicion definida. En tiempor de Carlosmagno el rey tenia el derecho de designar a los mediadores, pero muchas instituciones eclesiasticas obtenian el derecho de elegir. En la oficina no se podia, al principio, que fueran puestos hereditarios, ni vitalicio; en el periodo post-Carlosmagno, aunsinembargo, se convirtio en que fueran hereditarios, y fueron ocupados por poderosos nobles, quienes constantemente se empeñaban en engrandecer sus derechos en conexión con la iglesia o del monasterio. Decretos del Concejo fueron aprobados a principios de siglo noveno para proteger a las instituciones eclesiasticas en contra de las excesivas demandas de los mediadores, quienes, en efecto, crecieron en muchas maneras a ser una carga pesada para sus clientes. Ellos manejaban las posesiones que se les confiaban asi como sus propias propiedades, saquearon los bienes de la iglesia, se apropiaron de los titulos de propiedades y de otras ganancias y oprimieron en toda manera possible a todo aquel a quien se le asignaban a proteger. Desde entonces la oficina, puesto que ofrecia muchas ventajas, era fervientemente y perseguido. Las excesivas demandas de los mediadores dieron alza en multiples disputas entre ellos y las iglesias y monasterios. Los obispos y los abatos, quienes encontraron sus derechos seriamente reducidos, apelaron al emperados y al Papa para su protección. En el siglo doce advertencias graves se emitieron desde Roma, restringiendo las acciones de alto-mando de los mediadores bajo una pena severa de penalizaciones eclesiasticas, y los que no, aunsinembargo, se puso un atlo a los abusos que prevalecian. En ciertas ocasiones, los emperadores y principes ejercian el puesto de mediadores, en ciertos casos se asignaban a mediadores-suplentes (subadvocati) para representarlos. <br />
THOMASSIN, Vetus et Nova Ecclesiae Disciplina (Lyons, 1706), III, bk. 2, iv; VAN ESPEN, Jus ecclesiasticum (Louvain, 1753-59), II, § 3, bk. 8, j; FERRARIS, Bibliotheca canonica, etc. (Rome, 1844), s.v. Advocatus Ecclesiarum, I, 143 sq.; BOHMER, De Advocatia Ecclesiarum cum Jure Patronatus, in his Observationes Juris Canonici (Gottingen, 1765), observat. VI; HAPP, De Advocatia Ecclesiastical (Bonn, 1870); G. BLONDEL, De Advocatis Ecclesiasticis in Rhenanis praesertim Regionibus a IX usque ad XIII Saeculum, Dissertatio (Paris, 1892); BRUNNER, Deutsche Rechtsgeschichte (Leipzig, 1892), II, 302 sqq.; WAITZ, Deutsche Verfassungsgeschichte (2 ed., Berlin, 1885), IV, 408 sq. cf. VII, 320 sq.; HINSCHIUS, Kirchenrecht (Berlin, 1878), II, 629. <br />
<br />
J.P. KIRSCH<br />
Traducido por Lourdes P. Gómez González</div>Sysop