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Jueves, 28 de marzo de 2024

Academia Francesa

De Enciclopedia Católica

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Antigua puerta de la Academia Francesa, antes de 1780
Dictionnaire de lacademie francaise.jpeg
Sceau richelieu.jpg

Fundación

La academia francesa fue fundada por el Cardenal Richelieu en 1635. Durante varios años, cierto número de caballeros ilustres, tales como Godeau, de Gombeaud, Giry, Chaplain, Habert, de Serizay, y el Abad Cerisy de Malleville, se encontraban una vez por semana en la casa de Conrart, con el propósito de discutir asuntos literarios. Gracias a los esfuerzos del Abad de Boisrobert, la existencia de esta sociedad llegó a ser conocida por el Cardenal de Richelieu, quien concibió la idea de hacer de este ente una institución nacional.

En 1635 la Academia Francesa fue formalmente establecida por medio de las cartas de patente reales. El número de sus miembros fue fijado en cuarenta, y se estableció la organización, la que ha sufrido pocos cambios desde entonces. A la cabeza de la Academia estaban los oficiales: un director, que presidía las reuniones; un canciller quien tenía custodia de los archivos y del sello; y un secretario perpetuo, quien preparaba el trabajo y mantenía los registros. El secretario perpetuo fue nombrado de por vida con un salario de 6,000 francos por año. El director y el canciller fueron al principio nombrados por dos meses. En la actualidad se eligen por un período de tres meses.

Todos eran considerados miembros regulares, y recibían un salario anual de 1,500 francos. La forma en la que se eligen miembros ha cambiado varias veces desde 1635. En la actualidad, cuando un académico muere, los candidatos que se consideran con méritos para llenar la vacante, presentan su candidatura. Los nuevos miembros son electos por mayoría del cuerpo completo de integrantes. Un año más tarde, tiene lugar su recepción pública. En los primeros años, los miembros de la Academia fueron católicos.

Entre los hombres más distinguidos que fueron integrantes de la Academia, se encuentran: Corneille, Racine, Boileau, La Bruyère, d'Aguesseau, Bossuet, Fénelon, Fléchier, Mabillon, Lamoignon, Séguier, Fleury, Delille, Chateaubriand, Lamartine, de Barante, de Tocqueville, Berryer, Lacordaire, Dupanloup, de Falloux, Gratry, Montalembert, Ampère, Pasteur, de Bornier, Cardinal Perraud, todos ellos, hijos fieles de la Iglesia. Entre otros miembros católicos de la institución debemos mencionar a: Brunetière, Coppée, de Mun, Lamy, Mézières, Duc de Broglie, René Bazin, Comte d'Haussonville, and Thureau-Dangin.

El número total de miembros de la Academia Francesa de 1634 a 1906 ha sido de 500. De ellos, catorce fueron cardenales, nueve arzobispos, y veinticinco obispos, tres pertenecieron a familias reales: Conde de Clermont, Lucien Bonaparte y Aumale. Un miembro: A. Thiers, fue Presidente de la República Francesa; quince fueron primeros ministros; cuarenta y nueve, ministros; treinta y seis embajadores; veinte, duques y similares; seis fueron de la nobleza española; treinta y nueve, caballeros de la orden del rey, del Santo Espíritu, o de San Luis; once caballeros de la Goleen Fleece; y treinta grandes cruces de la Legión de Honor.

Veinticuatro miembros fueron electos a la Academia Francesa antes de que llegaran a tener veintitrés años de edad; veintitrés fueron electos a los setenta años de edad, antes de que se llevara a cabo su recepción; quince murieron antes de alcanzar la edad de cuarenta y cinco; dieciocho tenían noventa años de edad cuando murieron, y dos vivieron para ser centenarios.

El Diccionario

El objetivo de la Academia fue establecido en cuanto a definir las normas a fin de cuidar por la pureza de la Lengua Francesa. A fin de cumplir con esta finalidad se determinó que era necesario compilar un diccionario, una gramática, un tratado de retórica, y un tratado de poética. Solamente el diccionario fue formulado y escrito. De 1694 a 1878, se publicaron varias ediciones. La oficina de la Academia no tiene la función de crear palabras, sino de registrarlas como aprobadas, con la autoridad de los mejores escritores y el intelecto de la sociedad.

El diccionario se prepara por seis miembros que son nombrados de por vida, y quienes cuentan con la ayuda del Secretario Perpetuo. Cada palabra es sometida por el presidente de este comité a la aprobación de la Academia. Además del diccionario, la Academia Francesa, a sugerencia de Voltaire, en 1778, comenzó a elaborar el “Diccionario Histórico de la Lengua Francesa”, el cual sin embargo, nunca llegó más allá de la letra A. Esta actividad fue abandonada hace cerca de veinte años. Cada año, la academia entrega cierto número de premios.

Previo a 1780, solamente dos premios habían sido concedidos. Desde ese entonces, legados y donaciones han proveído una suma anual de más de 200,000 francos para el premio de “Vertu”, y los premios literarios. Algunos premios para prosa y poesía son dados luego de competición. El premio “Monthyon” (por literatura, 19,000 francos) el premio “Thérouanne” (por trabajos históricos 4,000 francos) el premio “Marcellin Guérin” (por trabajos literarios, 5,000 francos) y el premio “Gubert” (por historia francesa, 10,000 francos) son los más importantes.

El premio de “Vertu” el cual fue establecido por M. de Monthyon en 1784, es entregado a personas pobres que hayan alcanzado un grado notorio de caridad o de valor. Muchos de estos premios han sido destinados a misioneros y hermanas de varias órdenes.

Historia

Al principio, los académicos tenían sus reuniones en la casa de Conrart, luego en la de Seguiré, después de la muerte de Luis XIV, se llegó a contar con salones amplios con provisiones, dependientes y sirvientes.

En 1793, la Convención suprimió la Academia Francesa, también la Academia de Inscripciones, la de Bellas Letras, la de Ciencias, la de Pintura y Escultura, y la de Arquitectura. Ellas fueron reestablecidas en 1795, bajo el nombre del Instituto Nacional, compuesto de tres secciones: la primera que cubría el área de ciencias físicas y matemáticas, la segunda la de moral y ciencia política, y la tercera la de literatura y de bellas artes.

De ese período data incluso el uniforme, el cual es usado por los miembros del instituto en ceremonias públicas y para funciones solemnes. Consiste el mismo en un abrigo, collar y hombreras en verde, un sombrero con plumas negras y adornadas con tricolores.

Bonaparte, luego de su elección como Primer Cónsul, dio una nueva organización al Instituto, el cual desde entonces está compuesto por cuatro secciones. La primera es la de ciencias, correspondiendo ésta a la ex Academia de Ciencias; la segunda a la de Lengua Francesa y Literatura, correspondiendo ésta a la ex Academia Francesa; la tercera, la de Historia y Literatura Antigua, correspondiendo ésta a la Academia de Inscripciones; y la cuarta, la de Bellas Artes, correspondiendo a la anterior Academia de Bellas Artes.

En 1806 Napoleón I le otorgó al Instituto, el Colegio de las Cuatro Naciones. Aquí fue donde la Academia llevó a cabo sus sesiones, y aquí estableció sus oficinas y biblioteca. El edificio recibió el nombre de Palacio del Instituto. Luis XVIII oficialmente reestableció el nombre de Academia. Luis Felipe le agregó una quinta sección al instituto, bajo el nombre de la Academia de Moral y Ciencias Políticas.

Desde ese entonces no se han realizado modificaciones en la organización del instituto. Por tanto, al presente se incluye: (i) la Academia Francesa; (ii) la Academia de Bellas Artes; (iii) La Academia de Inscripciones y Bellas Letras; (iv) la Academia de Ciencias; (v) la Academia de Moral y Ciencias Políticas. ¿Cuál ha sido la influencia de la Academia Francesa? Algunos críticos le han criticado cierta tendencia a dañar y estar contra la originalidad.

Sin embargo, la opinión general de los académicos es que ha corregido el juicio, purificado el gusto, y formado la lengua de los escritores franceses. Arnold, en su ensayo “La Influencia Literaria de los Académicos” alaba tal entidad como una corte suprema de letras y una referencia de la opinión educada. Se le adscriben muchas de las más conocidas características de la lengua francesa, su pureza, delicadeza y flexibilidad.

Academia de Bellas Artes

La Academia de Bellas Artes reemplazó en 1795 a la Academia de Pintura y Escultura que había sido fundada por Luis XIV en 1648, y la Academia de Arquitectura fundada en 1675. Fue reorganizada el 23 de enero de 1803, y luego el 21 de marzo de 1816. Está ahora compuesta de cuarenta miembros: catorce pintores, ocho escultores, ocho arquitectos, cuatro grabadores, y seis compositores musicales.

Hay, además, diez miembros honorarios y cuarenta miembros estrictos. Entre los miembros son seleccionados los Directores de la “Escuela de Bellas Artes”, y de la Villa Medici, la Academia de Arte de Francia en Roma, fundada por Colbert en 1666, por jóvenes pintores, escultores, arquitectos y músicos quienes han sido seleccionados mediante competencia y son enviados a Italia por cuatro años, a fin de completar sus estudios con pago del gobierno.

Academia de Inscripciones y Bellas Letras

En 1663, a sugerencia de Colbert, Luis XIV nombró un comité de cuatro miembros de la Academia Francesa, tenían la tarea de abordar las leyendas de inscripciones y medallas. Este fue el origen de la Academia de Inscripciones y Bellas Letras, fundada en 1701. Estaba compuesta por diez miembros honorarios, diez pensionarios, diez asociados, y diez estudiantes.

Como parte de sus estudios, la Academia de Inscripciones y Bellas Letras incluye aspectos de historia, geografía y antigüedades de Francia, así como antigüedades de Oriente, Grecia y de la civilización latina, la historia de la ciencia entre los antiguos y la filología comparada.

Academia de Ciencias

La Academia de Ciencias fue fundada en 1666, a sugerencia de Colbert. Al principió abordó los temas de geometría, astronomía, mecánica, anatomía, química y botánica. En la actualidad, sus sesenta y seis miembros, divididos en once secciones de seis miembros cada uno –geometría, mecánica, física, astronomía, geografía y navegación, química, mineralogía, botánica, agricultura, anatomía, y zoología, medicina y cirugía. Hay, además, dos secretarios perpetuos, diez miembros honorarios, ocho miembros extranjeros, ocho extranjeros asociados, y cien miembros correspondientes tanto de Francia como del exterior.

La Academia de Ciencias Políticas y Morales

Esta academia fue fundada en 1795. Fue suprimida por Napoleón en 1803, y fue reestablecida por Louis Felipe en 1832. Se encontraba compuesta por treinta miembros divididos en cinco secciones: filosofía, moral, legislación-ley pública-jurisprudencia, economía política, e historia filosófica. Otra sección fue agregada en 1855: política-administración-finanzas.

En 1872 el número de miembros fue fijado en cuarenta, además de los diez miembros honorarios, seis fueron asociados, y entre treinta y cuarenta, fueron miembros correspondientes. Cada año, el 5 de octubre, las cinco secciones de la institución tenían una discusión pública, en donde se entregaban premios. En 1877 el Duque de Aumale, dejó al Instituto de Francia, por medio de su testamento, el castillo de Chantilly, con todas sus colecciones de arte.


HOUSSAYE, The Forum, February, 1876; VINCENT, The French Academy (Boston, 1901); FUNCK-BRENTANO, Richelieu et l'Académie (Paris, 1904); FABRE, Chapelain et nos deux premières Academies (Paris, 1890); TASTET, Histoire des guarante fauteuils de l'Académie française depuis sa fondation jusqu'-à nos jours (Paris, 1855); PELISSON-OLIVET, ed. LIVET, Histoire de l'Académie française (Paris, 1858); JEANROY-FÉLIX, Fauteuils contemporains de l'Académie française (Paris, 1900); FAGUET, Histoire de la littérature française (Paris, 1900), II; PETIT DE JULLEVILLE, Histoire de la langue et de la littérature française (Paris, 1897), IV.

JEAN LE BARS

Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes.