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Viernes, 19 de abril de 2024

San Giles

De Enciclopedia Católica

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(Latín Ægidius.)

Abad, se dice haber nacido de una ilustre familia ateniense alrededor de la mitad del siglo séptimo. A temprana edad se dedicó exclusivamente a las cosas espirituales, pero, encontrando que su noble cuna y alta reputación para la santidad eran en su tierra natal un obstáculo para su perfección, pasó a Galia, donde se estableció primero en una zona selvática cerca de la desembocadura del Rhone y más adelante por el Río Gard. Pero aquí de nuevo la fama de su santidad condujo multitudes hacia él, así que se retiró a un denso bosque cerca de Nimes, donde pasó muchos años en la mayor soledad, siendo una cierva su única compañía. Este último refugio fue finalmente descubierto por los cazadores del rey, quienes habían perseguido la cierva hasta su lugar de refugio. El rey [quien según la leyenda era Wamba (o Flavio?), Rey de los Visigodos, pero quien debe haber sido un Franco, puesto que los francos habían expulsado a los Visigodos del distrito de Nimes casi un siglo y medio antes] consideraba en alta estima al solitario, y lo habría colmado de todos los honores, pero la humildad del santo era a prueba de todas las tentaciones.

Sin embargo, consintió en recibir desde entonces algunos discípulos, y construir un monasterio en su valle, que colocó bajo la regla de San Benito. Aquí murió en los comienzos del siglo octavo, con la más alta reputación por su santidad y milagros.

Su culto se extendió rápidamente a lo largo y ancho de Europa en la Edad Media, como es atestiguado por las numerosas iglesias y monasterios dedicados a él en Francia, Alemania, Polonia, Hungría, y las Islas Británicas; por los numerosos MSS. en prosa y verso en conmemoración de sus virtudes y milagros; y especialmente por la enorme concurrencia de peregrinos que desde toda Europa acudían en gran número a su sepulcro. En 1562 las reliquias del santo fueron transferidas secretamente a Toulouse para salvarlas de los espantosos excesos de los Hugonotes que estaban entonces devastando Francia, y el peregrinaje en consecuencia declinó. Con la restauración de una gran parte de las reliquias a la Iglesia de San Giles en 1862, y el descubrimiento de su antigua tumba allí en 1865, los peregrinajes se han reanudado. Además de la ciudad de St-Giles, Toulouse, y una multitud de ciudades francesas, Antwerp, Bridges, y Tournai en Bélgica, Colonia y Bambern, en Alemania, Praga y Gran en Austria-Hungría, Roma y Bolonia en Italia, poseen célebres reliquias de San Giles. En el arte medieval él es tema frecuente, siendo siempre representado con su símbolo, la cierva. Su fiesta se guarda el 1 de Septiembre.

En este día también se conmemora otro San Giles, un hermitaño italiano del siglo décimo (Acta SS. XLI, 305), y un Beato Giles, muerto hacía 1203, abad cisterciense de Castañeda en la Diócesis de Astorga, España (op. Cit. XLI, 308)

Escrito por JOHN F.X. MURPHY

Transcrito por Joseph P. Thomas

Traducido del Inglés por Daniel Reyes V.