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Jueves, 18 de abril de 2024

Canto Bizantino: Breve historia, evolución y características

De Enciclopedia Católica

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El Canto Cristiano Oriental de los primeros siglos es rico y variado, entre su diversidad tenemos; el armenio, siriaco, copto, georgiano entre otros pero el más característico por su relevancia histórica y difusión ha sido sin lugar a dudas el Bizantino.

Desarrollado en el oriente cristiano, originariamente durante el Imperio de Bizancio y uno de los más antiguos. Se remonta al siglo IV y recoge influencias y estilos que abarcan desde el Antioqueño (marcada influencia árabe) pasando por el Sinaitico y el Mediterráneo (Alejandría, Fenicia y Asia Menor).

Su notación llamada saltérica (derivada de la lectura de los salmos) evoluciono hasta la neumática donde los neumas o signos descriptivos determinaran la entonación, acentuación y carácter lo que la diferencia de la notación occidental la cual ubica en la altura de la escala y la hace exacta.

El canto bizantino no puede ser por lo tanto exacto ya que es música espiritual y no debe estar la medida por regla ya que a Dios nada podemos entregar medido, sin embargo está sujeta a reglas las cuales deben cuidarse para no perder su esencia y espiritualidad característica.

Es importante destacar la presencia de modos lentos y rápidos los cuales deben ser respetados.

Algunos ejemplos de Modos lentos (El Querubicon, Tebe Poem, Tropario de Difuntos y Tropario de Pascua entre otros) otros en cambio rápidos (Troparios de Resurrección, Santos etc) estos caracterizan la Isodika o las procesiones con Iconos.

En los primeros siglos fue monódico donde una sola melodía determinaba el Canto, ya entrado la Edad Media el Ison (sonido pedal caracterizada por una nota de bajo que marca el modo o tono dándole al canto un carácter místico y religioso por lo que podríamos decir que es el traje que viste el Canto Bizantino y el cual suele ser cantado por un Cantor Isocrates.

Conviene señalar que la traducción de Ison del griego es IGUALES por lo que debe mantener el modo durante la ejecución a excepción de algunas caídas o flexiones que no atentan la modalidad.

En los primeros siglos el contenido dogmático y teológico caracterizo el Canto Bizantino posiblemente a causa de las diversas herejías que marcaron los primeros siglos (Troparios,Canon y Contaquion) de estos cantos el contaquion tiene gran belleza poética y podemos destacar el de la Natividad atribuido a Romano El Meloda.

Siglos después el Canto se haría más virtuoso y ornamentado como en el caso del desarrollo del Teriren donde la marca dejada por el Gran Cantor Ioannis Kukuzelis es determinante y en el que encontraremos composiciones extensas y virtuosas que requieren de la ejecución de grandes Cantores y Maestros, ejemplo emblemático el llamado genero Polileos.

Aunque no ser establece una altura determinada para la escala, el canto se afina siguiendo la escala bizantina (PA, BU, GA, DI, KE, ZO, NI) el cual puede en parte guiar como una relativa de la escala de DO o RE solo que siguiendo el patrón de los modos griegos y sus alteraciones.

Cada Modo corresponde a una semana la cual ha de cantarse siguiendo el mismo Modo en todos los oficios así como en las lecturas del Proquimenon y del Apóstol. Los Modos o Tonos son 4 auténticos y 4 plagales o derivados. El Modo 1 por lo tanto tiene su derivado que sería el 5to o 1ero Plagal. Todo este servicio del Canto ha de ser ejecutado por el Cantor o Lector o por un Coro donde se destaquen Cantores.

El Canto Bizantino durante siglos fue vigilado con celo en los Monasterios sin embargo a finales del siglo XIX empieza a ser objeto de estudio por Músicos y Cantores académicos ante la erosión del tiempo en la música sin los debidos respaldos musicales casi inexistentes para aquel tiempo.

Ya comenzado el siglo XX en Grecia se lleva a cabo un importante desarrollo del Canto Bizantino liderado por el Cantor Laico Simon Karas quien enseñó el canto bizantino más allá de las celebraciones litúrgicas y quien tendría a discípulos que harían escuela en el Canto Bizantino como en el caso de su sucesor Licurgo Angelopoulos. Hoy en día el Canto Bizantino no solo se enseña en Los Monasterios sino también en Universidades y Academias lo que lo convierte también en una gran manifestación artística. Entre sus más recientes exponentes debemos destacar al Primer Cantor y Lector Teodoro Vassilikos, la cantante Divna Liujboievich y el Archimandrita Nikodimos Kabarnos.

Fernando Rivas Mejías

Magister en Canto graduado en Bulgaria y Cantor Ortodoxo.


Guayaquil 31 de agosto de 2017