Diferencia entre revisiones de «La Ciudad de los Reyes y sus tres coronas de Gloria»

Última revisión de 10:03 3 abr 2024

               Dedicado a todos los equipos de Pro Lima que restauran la ciudad

Multa renascentur quae iam cecidere

La reconstrucción material de ciudad barroca, que está ejecutando Pro Lima saca a la luz tesoros simbólicos que yacían en el oscuro sepulcro del desprecio. La ciudad barroca esta renaciendo. Vuelve a la vida, porque "a vuelto en si". Cada vez que restituye una Cruz, camina hacia la recuperación de su identidad y su dignidad; vuelve a la vida, recobra la lozanía, vuelve a florecer. Quien la visita, al ver su brillo: dice "qué bien se esta aquí". Vemos que el regreso de lo Simbólico está ahuyentando a lo Diabólico. El símbolo sagrado es único, singular, y sin par. Es lanzado desde lo Alto para que caiga en medio de todos, y a la vista de todos. Los símbolos sagrados, son los postes bolardos que señalan el camino la cumbre, al Cielo. Permiten saltar de cumbre a cumbre; volar de certeza en certeza hasta, llegar a la Verdad. La posibilidad de pasar del Estado de Gracia, al Estado de Gloria.

Las "Novedades" [1] , dichas hoy "Modernidad", "Modernismo", "Progreso" demolieron esta ciudad consagrada, para obliterar su vocación de eternidad. La generación presente, es decir las personas de buena voluntad, y sensibles a la belleza han empezado a ver que las calles de Lima, son Via Pulchritudinis, [2] y ruta de Trascendencia [3] . Se dijo "Veréis signos en el Cielo", y eso es lo que hoy se ve en las torres de Lima [4]. Ellas sirven de catalejos y telescopio al ojo del corazón uranóscopo [5]. Que ierra un ojo a la distracción terrenal para abrir el otro a la atracción celestial

El Rímac, de Acequia Inmunda, a Río de Agua Viva edificado

La recuperación progresiva y sistemática de la Sabiduría Barroca, en el estado en que se encuentra hoy, permite comprender la simbología del Rímac. El que está fuera de la muralla emblemática. Por tanto, al Rímac monumental; es decir el que nace y crece desde la Fundación de Lima hasta la proclamación de la Independencia, reclama un simbolismo de Trascendencia, formado en la Inmanencia de su devenir histórico. Es decir, con símbolos que continúen, superen y perfeccionen la simbología de la ciudad amurallada, una vez que cumpla su cometido. Hay que ver al Rímac como jeroglífico de una Ciudad Nueva, que es el espejo en que se mirará la Ciudad de los Reyes. El Rímac simboliza la celebración de la Paz y el Triunfo: "Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra" [ ]

El Rímac, originalmente escapaba a simbología urbana, tal como la hemos venido asumiendo. Al estar fuera de la muralla, seguía la suerte de las atribuciones negativas de los elementos terrenales que rodeaban la ciudad. Es decir, pérdida de seguridad, ausencia de policía (orden), maldad, crimen, enfermedad y muerte. Y muerte súbita, que no es otra cosa que en estado de pecado mortal, sin posibilidad de acceder a los Santos Sacramentos.

El Rímac de tiempos del virrey Manuel de Amat, convertido en asunto de interés urbano, merecedor de colectas públicas [ ], documentos del gobierno virreinal, debate público e improvisaciones de los poetas de Lima [ ], no es el mismo de los tiempos fundacionales, ni del urbanismo fundacional temprano.

En un principio, su condición de arrabal, hizo que ahí estuviera lo que no se quería dentro la ciudad, como el leprosorio o lazareto, y los camales, o rastros. Fue a partir del Robo y hallazgo de la Sagrada Eucaristía, que esa zona pasa de ser un lugar inmundo y contaminado, a ser un espacio sacralizado.

El Historiador limeño Dr. Rafael Sánchez-Concha Barrios es quien ha estudiado con mayor profundidad, analizado mejor este hecho histórico, que es ignorado o menospreciado por otros estudiosos. En su libro "Del Régimen Hispánico", en el que se ocupa de temas de Conquista del Perú y del Orden Virreinal peruano, parte segunda, encontramos bajo el título "Donde Nuestro Señor Sacramentado quiso padecer" [ ] su estudio del robo sacrílego. Pone en relieve los efectos políticos, eclesiales, sociales, psicológicos y legales que afligieron el corazón de la Ciudad de los Reyes. Realmente, Lima sintió que moría. El impacto y la trascendencia del hallazgo de las Formas Eucarística, para la ciudad, el Reino y el Imperio, tan claramente percibido por Sánchez-Concha, fue lo que le permitió hacer un descubrimiento, realmente excepcional, en la pintura de la procesión de desagravio: La presencia del Rey Felipe en la composición pictórica. La Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía, representada en la pintura, obligaba a que el rey de España participara, porque él, aunque físicamente ausente, estaba reamente presente en el Sello de Real de esta ciudad.

El Dr. Fernán Altuve Lores-Febres dedujo la idea de la presencia real del monarca en el Sello Real, como consecuencia natural de su estudio titulado La entrada del Sello Real en los Reinos del Perú. A él se debe la feliz expresión "hostia de papel", que sirve para calificar a los documentos que llevan este sello. Y, tal vez, exista una "hostia de palo", como veremos más adelante.

La solidez del estudio y conclusiones de Rafael Sánchez-Concha, la novedad altamente relevante aportada por Fernán Altuve, y por la identificación del la Luz, como tema de protagonismo, nos excusa de hacer aquí mayores argumentaciones [ ], que ya están presentes en otros textos de nuestra autoría.

Resumamos: Sol Eucarístico, júbilo de la ciudad, presencia regia, presencia regia vicaria (virrey), presencia apostólica, la inmundicia de agraviante escondite, la contaminación del suelo por la sangre vertida en los camales, los actos indecorosos que se perpetraban en esos lugares, la existencia del lazareto, y las ruinas del gran terremoto, deben ser vistos conjuntamente.

El Rímac que vemos hoy

Hoy el Rímac exhibe, gracias a la intervención de los especialistas de Pro Lima, completamente restaurada la alameda que conduce a la Recoleta Franciscana, llamada Reina de los Ángeles. Forman: parte del patrimonio monumental del actual distrito, la Quinta y Molino de Presa, "donde la tradición se empecina en convertirla en morada de la Perricholi, parafraseando a Raúl Porras Barrenechea". La iglesia del Patrocinio, la iglesia de santa Liberata, el mirador de Ingunza, la Plaza Firme de Acho, el Paseo de Aguas, el mirador del Baratillo, la Calle de Camaroneros, y la parroquia de San Lázaro.

El la parroquia de San Lázaro, conviene destacar dos elementos de su catequesis ornamental, que la vinculan en el plano de la argumentación, y de la continuidad, con la Ciudad de los Reyes: El remate del púlpito, que toma la forma de un clarín angélico, y una magnífica pintura del Bautismo de Jesús, recientemente restaurada.

El "Bautismo de Cristo", fechado en 1749, fue pintado por la mano de Manuel Paz. Recibió esta comisión para el reedificado templo de San Lázaro, que había sido arruinado por gran Terremoto de 1746. Le concedemos nombre propio a este Azote del Cielo, porque este acontecimiento goza de una especie de carta de ciudadanía entre los limeños, especialmente entre los llamados "de pura cepa" [ ]. El investigador y especialista en, Arte Omar Esquivel [ ], expuso todos los asuntos referidos a esta pintura excepcional. Hizo una interpretación muy acertada: ¿Para qué se hace, qué conmemora, qué implica la conmemoración, en qué lugar va ir, a qué altura, frente a qué puerta, con qué tipo de iluminación etc.? La Luz, como tema, fue mencionado a lo largo de su erudita presentación.

Por otras vías, y en otros asuntos, nosotros habíamos notado esa misma recurrencia. Quese había hecho evidente al estudiar unos hallazgos recientes. Respecto de la luz, de la luminosidad, del brillo, del resplandor etc. , que por ser Nombre de Cristo [ ] tenía estar plasmada arquitectónicamente, consultamos a un arquitecto, cuál era la relación entre la luz y tales y cuales elementos del edificio que estudiábamos, porque a nuestro parecer servían al propósito de la exaltación de la luz. Por toda respuesta se nos dijo que no había nada relevante en los elementos señalados, y que por otro lado estaban, también, en otros claustros limeños. Al insistir en los motivos por los cuales creíamos que debía distinguirse ese conjunto monumental de los otros, se nos dio por toda respuesta: "No me convence". Fue el erudito Sanmarquino Eduardo Vásquez, quien nos recordó la existencia de unos espejos multifacéticos, o vidrieras a los que podía aplicarse el quid de mi consulta. Poco después, fue la presentación de Omar Esquivel. Que fue muy relevante para nosotros en aquel momento.

La Quinta de Presa ¿Trono doméstico de la Sagrada Eucaristía?

Se conserva, sin mayor alteración la integridad de la Quinta y Molino de Presa [ ]. A pesar de no haber comenzado todavía la restauración integral, es mucho lo que se puede decir de esta casa campestre industrial, diseñada por el virrey Manuel de Amat. Consideramos que el quid de esta arquitectura doméstica, se aplica al quid de la arquitectura del Paseo de Aguas, o Plaza de Agua [ ]. A nuestros ojos, todos los elementos que dan forma a la Quinta de Presa llevan a pensar que puede ser considerada una alegoría arquitectónica del Triunfo de la Iglesia Doméstica, o si se quiere de la Familia. Las características del oratorio, su ubicación en el centro de la casa, las características de escalera que comunica el ingreso a la capilla con el jardín, señalan claramente en esa dirección. Veamos parte por parte: El uso de óculos o ventanas ovaladas, puede apreciarse en varias edificaciones de Lima. Es más notorio en ambientes conventuales, iglesias y capillas. Tiene un significado que revelaremos luego. Vemos aquí los óculos en el ambiento sacro de la casa, delante del altar, que tiene un templete giratorio, que permite ofrecer el Sacrificio de la Misa, del otro lado, mediante el despliegue de soporte sobre los que se extiende una tabla corrediza, que sirve de altar. Llama la atención que en lado derecho no se repita este diseño oval para las ventanas, sino que se use el rectangular.

El jardín, tiene el trazo de los jardines barrocos. Tiene la particularidad de ajustarse a las características emblemáticas de los jardines espirituales. Cercos de arquería, y trazos geométricos. El grabado muestra una concurrencia que se distingue por la compostura y la variedad social. No es la galantería que se ve en las pinturas o acuarelas que tienen por escenario el Rímac, sino una formalidad que es notoria. Se puede distinguir, también la condición y los estados: La vida consagrada, la infancia, la familia recién constituida, la pareja enamorada, y el clérigo con gente de edad provecta, junto a los cuales está un niño del servicio doméstico.

El jardín es alegoría del inicio, progreso, madurez, florecimiento y frutos de la vida espiritual. De ahí es donde toman su nombre los títulos "Florilegio", "Coronilla", "Ramillete", "Huerto", etc. de las publicaciones religiosas barrocas. Teológicas y devotas.

Ahora conviene hacer una conexión entre el fraile de la ilustración, el óculo como elemento arquitectónico, el jardín, y el virrey Amat: Son los rayos de una rueda que tiene por centro a la Sagrada Eucaristía. El óvalo simboliza la intangibilidad e invisibilidad de Dios. Y está relacionado (aunque no exclusivamente) con edificios de la Orden de Predicadores, de este lado del Rímac. Amat, fue formado por dominicos.

La presencia de pináculos de forma circular, flanqueados por unos edículos con apariencia de turíbulos, y las dos fuentecillas flanqueando la escalera que conduce a la puerta principal, sugiere varios asuntos, todos ellos vinculados de una otra manera. Nada impide pensar que aludan al Milagro Eucarístico de Eten, de inmensa relevancia para la política imperial, la espiritualidad del Perú, y la connotación humana que se le quiera dar. Especialmente en un ambiente doméstico y familiar. Se argüirá, la distancia temporal entre el suceso de Eten y el grabado que comentamos: Objeción que pulveriza Pedro de Peraltad Barnuevo, al hacer mención de él en sus composiciones.[ ]

Igualmente, se podría objetar que el Milagro de Eten, estuvo dentro la esfera de influencia franciscana. A lo que responderíamos, que dominicos y franciscanos pertenecen a órdenes llamadas gemelas. Las Llagas Eucarísticas están en los estigmas del claustro franciscano, y la Teología y los Himnos eucarísticos son gloria dominica. La Ciudad de los Reyes, tiene por corazón una fuente jeroglífica eucarística, que está a medio camino entre los claustros de ambas órdenes. Finalmente, las que pueden ser hostias de palo, están contenidas en un depósito, porque así lo sugiere el círculo, que nos lleva a pensar que la hostia de palo está dentro de un viril, cuya forma es característica. A lo que se agrega una representación que da la idea de resplandor. Las cascadas, y las fuentecillas van a más allá de la intención ornamental ordinaria, especialmente por las cruces que rematan los turíbulos figurativos. Hay demasiados elementos que concurren que no pueden ser considerados una coincidencia. Además se verá que existe una relación entre estas alegorías y las del Paseo de Agua.

El Paseo de Aguas como síntesis de la emblemática de Lima Triumphante

¿Existe una Lima Eterna jeroglífica, cuya arquitectura la distinga de la ciudad temporal? Lima Pugnante, la Lima amurallada, cuyo fin es temporal, lo exige. Sabido es que la arquitectura religiosa de Lima es prefiguración celestial, en lo referido a la Militancia. ¿Cuáles son los jeroglíficos arquitectónicos que prefiguraran el Triunfo, y las delicias del Cielo, de tal forma que pudiesen ser percibidas - y por tanto codiciadas - en la vida cotidiana y que abarquen las dimensiones temporales que sean válidas para el limeño de ayer, el limeño de hoy, y el limeño de mañana?

Hasta donde alcanza nuestro conocimiento, y hasta donde hemos podido ver, se ha representado la visión de San Juan, que preside la Catedral Barroca, el ascenso de Lima al Cielo por mano de ángeles y lo que a mi entender es una alegoría de la glorificación de la Iglesia de los Reyes, en una pintura conmemorativa de una de sus reedificaciones. Abunda el tema de las Postrimerías: Muerte, el Juicio, el Infierno y el Purgatorio. No hemos podido encontrar nada que pueda considerarse una abstracción reducida a símbolo, de la Gloria que Lima espera y hacia la cual camina.

Toda ciudad amurallada y fortificada nos habla de una guerra. Asedios; ataques y contra ataques. La ciudad amurallada solo puede vencer, en una batalla campal. Al final de la batalla se canta victoria, se reparte el botín, y se conceden honores. Triunfo del vencedor, y vejamen del vencido. Pro Lima ha descubierto dos manifestaciones de triunfo: En la iglesia de Santa Rosa, y en los muros de la iglesia de la Soledad. Ambos vítores ha sido escritos sobre muros eucarísticos. Solo se puede decir -hasta el momento - que hay un "Triunfo de la Eucaristía", que se expresa en dos o más formas distintas. Y nuevamente se nos presentan las órdenes gemelas. El Triunfo de la Eucaristía, y de la Pura y Limpia Concepción de María, es la Victoria cierta que se va a cantar. Eso no está en duda. Como tampoco está en duda la derrota definitiva del demonio, contra quien combatimos los limeños, junto a nuestros ángeles arcabuceros.

Al no haber enemigos, y establecida la paz perpetua, ya no es necesaria una muralla. Especialmente si la ciudad nueva, está en Cielo. La lógica barroca exige una figuración de la los deleites del Cielo, y de las descripciones misteriosas de la visión apocalíptica de San Juan. No es por ser Misterio, porque otros Misterios son el argumento de pinacotecas enteras. Es porque es un asunto que sigue siendo materia de debate e interpretación.

No hay mejor ni más grande negocio que trabajar para obtener la Salvación. El negocio es la negación del ocio. Es decir, el hombre debe agotarse en la siembra de los méritos, que se cosecharán en honores. La riqueza es fundamento del ocio profano, del agiotista y del usurero. Riqueza temporal que la polilla y el orín corroen. Hay un Tesoro que debe ser acumulado en Cielo. Implica lucro, agio y usura, que son los fundamentos de toda riqueza. Se lucra con la Gracia. Cuya Usura es del "cien por uno". Es, pues, el Agio asociado a la Moneda de Harina, Cristo Frumentario, que desplaza al César dinerario. La codicia de los Tesoros de Cielo, la búsqueda y aspiración de los "Bienes Mejores" conducen al Ocio Sacro, y al reposo de las verdes campiña y al refrigerio de las límpidas y musicales aguas. Donde el ojo no se cansa de ver ni el oído de oír.

Mi alma se ha empleado

y todo mi caudal en su servicio;

ya no guardo ganado,

ni ya tengo otro oficio,

que ya sólo en amar es mi ejercicio .

Del puente a la Alameda, y a los Atrios de la Casa del Señor

Lo que nos mueve a pensar que el virrey Manuel de Amat logra una síntesis simbólica de lo Barroco y de las formas neoclásicas por venir, es la forma que dio a la iglesia de las Nazarenas, y al aparato del arco del puente. Mediante la arquitectura, en espíritu de continuidad logró expresar lo que Matías Maestro no pudo lograr, a pesar de sus talentos. Cierto es que Amat tuvo no tuvo la desventaja de trabajar sobre estructuras antiguas.

Las Nazarenas, son una síntesis clarísima del fin de la Cardiomorfosis, y de la deificación del corazón humano por medio de la Sagrada Eucaristía. La fachada conserva, en su diseño, los elementos necesarios para recordar el Fin de los Tiempos, y el Juicio de Dios. El arco del puente, que como ya hemos explicado en otra parte es alegórico del Tiempo de la Segunda Venida de Cristo, adquiere su forma final y su perfección con el diseño de Amat. Sin variar el argumento del paso del tiempo.

Es de sentido común, que este artillero-arquitecto expresara arquitectónicamente los deleites futuros, en zona silvestre, en el contexto de las innovaciones urbanas. Dicho de otra manera, trasladar al plano y al dibujo una alegoría de la Gloria de Dios, de su Trono, del Río de Agua Viva, del piso de cristal, y otros detalles vistos por San Juan Evangelista, titular de la Catedral de Lima. Las ideas centrales, están presentes en la Quinta de Presa, a la que hay agregar elementos bíblicos que sean reconocibles a primera vista en la obra diseñada. El esquema es muy sencillo: La presencia de Dios Altísimo invisible, figurada en el óculo de los alto; el Río de Agua Viva, que mana incontenible de la cascada, los seres de incontables ojos que flanquean ese Trono, y pavimento de cristal que está delante.

Amat consideraba como una continuidad el puente y los paseos, pero no solo como concepto urbanístico: también es pasible interpretar esta continuidad espacial desde la alegoría. Interpretación que reforzaría argumentativamente, la consideración de que el Paseo de Aguas, es una exaltación del la Sagrada Eucaristía, tal como la Alameda franciscana, lo es de la Virgen alada, Reina de los Ángeles. En esa línea, nada impide pensar que la Plaza Firme de Acho, represente el triunfo sobre el demonio [ ]

José Gálvez Krüger

Notas

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