Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Viernes, 19 de abril de 2024

Juan Quevedo

De Enciclopedia Católica

Revisión de 14:49 22 ene 2008 por Sysop (Discusión | contribuciones)

(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

Franciscano, nacido en Bejori, Vieja Castilla, España; murió en Barcelona, el 24 de diciembre de 1519. Sus antecedentes son desconocidos. Ante la petición del Rey Fernando, esposo de la Reina Isabel, el Papa León X, nombró a Quevedo obispo de Santa María de la Antigua, o Darién, el 28 de agosto de 1513, y así pronto se convirtió en el primer obispo de América. Acompañado por varios Franciscanos, se embarco el 12 de abril de 1514, en San Lucar, junto con Pedrarias (Pedro Arias de Avila, o Davila) quien había sido nombrado gobernador de Darién. La expedición llegó a su destino el 30 de junio. El gobernador y sus oficiales hicieron caso omiso a las advertencias reales y no escucharon los consejos de Quevedo, cometiendo las más atroces crueldades, no solo contra los Indios, sino también contra sus rivales, de las cuales la decapitación de Vasco Nuñez de Balboa, el descubridor del Océano Pacífico, no es la mayor. Las Casas acusó a Quevedo de haber violado un encargo, acumulado riquezas y haber menospreciado a los Indios; pero Las Casas frecuentemente era injusto en sus condenas. Es imposible de determinar cuanto de verdad o falsedad contienen sus cargos. Quevedo retornó a España en 1518 y presentó dos memoriales al Rey Carlos. Uno era en contra de Pedrarias, y el otro dedicado a restringir los poderes de todos los gobernadores en el Nuevo Mundo, y así asegurar una mejor protección de los nativos. Cuando estos documentos fueron mostrados a Las Casas, él se ofreció a refrendarlos. Quevedo declaró que todos los aborígenes de América, hasta donde él había observado, aparecían como una raza a la que sería imposible de instruir o hacer mejorar, a menos que fueran colectados en villas o misiones y mantenidos bajo continua supervisión. En esto estaba correcto, como fue demostrado por todas las experiencias subsecuentes. Pronto el Obispo Quevedo enfermó y murió en Barcelona.

ZEPHYRIN ENGELHARDT Transcrito por Christine J. Murray Traducido por Alonso Teullet