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Jueves, 28 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Intrepretación alegórica del Aria Mariposa de José de Orejón y Aparacicio»

De Enciclopedia Católica

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'''Ya que el sol misterioso
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                            '''Ya que el sol misterioso
  
'''sale embozado con la blanca nube'''
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                          '''sale embozado con la blanca nube'''
  
'''a ser enigma a la piedad patente,'''
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                          '''a ser enigma a la piedad patente,'''
  
'''mi afecto reverente se niega a los sentidos'''
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                      '''mi afecto reverente se niega a los sentidos'''
  
'''mientras sube a contemplar'''
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                            '''mientras sube a contemplar'''
  
'''el cerco luminoso'''
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                                  '''el cerco luminoso'''
  
'''que le estrecha glorioso,'''
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                              '''que le estrecha glorioso,'''
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                        '''pues de mis ojos no podrá el desvelo'''
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                        '''registrar tanta luz, sin luz del cielo.'''
  
'''pues de mis ojos no podrá el desvelo'''
 
  
'''registrar tanta luz, sin luz del cielo.'''
 
  
 
El sol misterioso aludido aquí es Cristo mismo que se nos presenta escondido en accidente de Pan para desafiar y poner a prueba la fe más recia mediante el Misterio de la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía.
 
El sol misterioso aludido aquí es Cristo mismo que se nos presenta escondido en accidente de Pan para desafiar y poner a prueba la fe más recia mediante el Misterio de la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía.

Revisión de 23:08 27 may 2018

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                            Ya que el sol misterioso
                         sale embozado con la blanca nube
                         a ser enigma a la piedad patente,
                      mi afecto reverente se niega a los sentidos
                            mientras sube a contemplar
                                 el cerco luminoso
                             que le estrecha glorioso,
                       pues de mis ojos no podrá el desvelo
                       registrar tanta luz, sin luz del cielo.


El sol misterioso aludido aquí es Cristo mismo que se nos presenta escondido en accidente de Pan para desafiar y poner a prueba la fe más recia mediante el Misterio de la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía.

El creyene debe elevarse al misterio con allas del corazon porque es sólo con los ojos de corozaón que se puede ver el Sagrado Coorazón Eucarístico de Cristo en Gloria, expuesto en la Custodia del Santísimo Sacramento del Altar, hecha en metales que refulgen con los haces de luces del cerco de rayos gemados.

En clara alusión a Santo Tomás de Aquino, que prefirió la fe a los sentidos, no enseña que sólo mediante las luces del cielo se puede columbrar al Dios Altísimo que reyna en trono de poder y majestad, tal como nos inspira la preciosura y el lujo de las custodias y ostensorios.